Número 122 de la revista “Emergencias y Seguridad Ciudadana”
Por, Salvador Ruiz (policía, licenciado en Criminología y Máster en Derecho
Penitenciario).
“En la línea de fuego: la realidad de los
enfrentamientos armados”. Ningún otro título habría sido más exacto para describir el
contenido de este libro. Su concreción semántica define con exactitud la
pretensión de sus autores, pues ésta se ciñe a ofrecer una visión realista y
verídica de aquellos que han visto sobrevolar las “balas” sobre ellos.
A simple vista puede parecer un tópico profesional, pues
todos hemos visualizado películas en las que los tiroteos sobe los
protagonistas son muy intensos y suelen salir indemnes, pero la realidad es muy
distinta cuando se trata de proyectiles de verdad. Cada profesión tiene sus
riesgos, pero la policial condensa un número significativo de ellos por su
propia naturaleza, lo cual no siempre es comprendido, interpretado o
justificado. Lo cierto es que cada sociedad genera su propio nivel de tensión
delictiva y ha de ofrecer una respuesta adecuada a la misma.
En este marco, los patrulleros y otros miembros de las
unidades operativas policiales, han de enfrentarse a situaciones inesperadas e
inciertas y, en ocasiones, altamente complicadas, en las que prevalece el
instinto de supervivencia (propio o ajeno) sobre todo lo demás. En estos casos,
la naturaleza humana es la que dirige la actuación. Aquí no siempre funcionan
las prácticas de tiro en galería sobre blancos móviles o inmóviles, el
principio rector es el de sobrevivir y el instinto se impone. Los policías no
tienen un ADN distinto al del resto de los seres humanos, no han sido alistados
de entre los habitantes de otros planetas ni son creaciones biomecánicas
elaboradas secretamente en el Área 51, son personas corrientes con una
profesión muy particular, pero al fin y al cabo personas. Sus reacciones ante
situaciones extremas son igual a las del resto, sin embargo, esto no siempre es
comprendido.
Ernesto Pérez Vera y Fernando Pérez Pacho han logrado compilar
más de una veintena de enfrentamientos armados, los cuales han sido objeto de
un tratamiento analítico y narrativo de excepcional interés, tanto por la metodología
empleada como por la particular y novedosa exposición de los mismos, pues no
existe un ápice de ficción. Ambos poseen gran experiencia profesional, que en
alguno de los casos les ha llevado a probar el “plomo” (aunque estoy seguro de
que Ernesto me corregiría técnicamente este extremo).
Con respecto a su obra, he de decir que me ha impactado.
Jamás había leído algo que me hiciese pensar en la verdadera responsabilidad
que se vuelca en la función policial. Solemos vincularla más hacia ámbitos
administrativos (multas o reprimendas) o represivos (detenciones,
manifestaciones…). Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y dramática.
En este libro podrán aproximarse a vivencias reales extremas,
aunque no inusuales, en las que los intervinientes relatan sus sentimientos,
sensaciones y repercusiones en relación a cada episodio. Tras ello, los autores
desgranan cada una de las intervenciones armadas, examinándolas minuciosamente
y ofreciendo una explicación crítica de las mismas. También se entremezclan
ejemplos de otros sucesos a modo explicativo, recurriendo frecuentemente a
famosos episodios del Salvaje Oeste, época en la que se forjaron los más
conocidos pistoleros de la historia.
Todo esto se articula con una estructura metódica y simple,
que facilita al lector la comprensión del contenido de cada uno de los
episodios narrados y de la obra en su conjunto. Además, contiene una
descripción inicial de conceptos de interés para aquellos que no dominen la
terminología técnica y una serie de gráficos finales en los que se concentran
estadísticamente aspectos de interés.
En definitiva, “En la línea de fuego: la realidad de los
enfrentamientos armados” es una obra apta para cualquier lector, tanto
si es profesional de las fuerzas de seguridad como si no. Ninguno de ellos
quedará indiferente, los primeros obtendrán un buen número de consejos y enseñanzas,
los segundos verán cual es la cara más oscura del trabajo policial.■
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