Relato de la verdad: La Masacre en Newhall en 1970
Hace unos días, Pedro
Pablo Domínguez Prieto, criminólogo y detective privado, además de amigo
mío, me habló de un suceso policial ya olvidado y eclipsado por otros algo más
cercanos en el tiempo. Pedro Pablo es un
entusiasta del tiro y de las armas profesionales, por ello, como otros, ha
leído y estudiado a autores extranjeros y episodios policiales dignos de ser
conocidos y analizados. Este es, en este blog, el segundo suceso que nos da a
conocer.
Espero que todos disfruten y sepan aprovechar la
enseñanza que se quiere trasladar con este artículo. Es una lección aprendida,
que no tiene desperdicio.
Perico, gracias.
Ernesto Pérez Vera
Masacre en Newhall: el día negro de la
California Highway Patrol
Retorno a este blog para comentar un suceso que,
aunque ahora se cumplen cuarenta años que ocurrió, es poco conocido en nuestro
país (quizá fue eclipsado por el tiroteo de Miami en 1986). Este incidente
marcó un antes y un después en la formación táctica de la policía de USA, y se
considera el catalizador de los modernos sistemas de entrenamiento, lo que se
denomina “officer safety”.
También considero que es
un tema de actualidad, ya que los implicados eran algo similar a los policías
municipales o locales en nuestro país –en aquella misma época-, agentes destinados,
entrenados y equipados para tareas de seguridad vial que, una vez en la calle, debían
realizar también funciones de seguridad ciudadana, ejecutar detenciones y,
por supuesto, hacer uso de armas de fuego.
Para que nos hagamos una idea de su estatus, a pesar
de que la Patrulla de Carreteras de California (CHP) fue fundada en 1929, hasta
1968 no se consideró agencia de policía. Anteriormente a esa fecha, sus
miembros no eran agentes de la ley o agentes de la autoridad (Law Enforcement
Officers), sino agentes de la circulación, que iban desarmados. Aunque algunos
de ellos portaban armas de fuego, esto era una práctica ilegal. A partir de
1966 se comenzaron a adquirir oficialmente revólveres Smith and Wesson
(S&W) en los calibres .38 Especial y .357 Magnum, usándose los primeros
para entrenamiento y los segundos para el servicio, un gravísimo error como se
demostraría cuatro años después.
Los modelos reglamentarios en 1970, fecha del
enfrentamiento, eran el S&W M-19-K Frame, de 6 pulgadas de longitud de cañón,
y el Highway Patrolman 28, en sus
versiones de 4 y 6 pulgadas. La munición utilizada
era semiblindada de 158 grains de peso, más tarde cambiada, tras varios
problemas de sobrepenetración, por una de punta hueca de 125 grains.
Hasta después del tiroteo no se distribuyeron “speed-loaders”, cargadores rápidos para revólveres. Cada vehículo
patrulla portaba una escopeta Remington 870, con cuatro cartuchos en el
depósito, como era costumbre en la época.
-Los entrenamientos se realizaban con los revólveres del .38 Especial,
que tienen un retroceso muy inferior al de la munición del .357 Magnum, de dotación
para el servicio.
-Los ejercicios de tiro eran
estáticos. No se practicaba lo que hoy llamamos tiro de combate, tiro
con baja luminosidad, recargas, tiro en equipo, etc. Era tiro deportivo, muy
visto todavía de casi todos los cuerpos españoles.
-Los agentes no
entrenaban con las escopetas, algo también muy frecuente en España.
-No existían protocolos,
directrices o políticas respecto a las intervenciones. Nada de autoprotección,
alerta situacional, etc. Los agentes identificaban igual a un conductor
despistado que a un posible delincuente armado, con pintas de ello.
El encuentro de cuatro funcionarios de este cuerpo
con dos delincuentes peligrosos, preparados técnica y tácticamente,
determinados a luchar y con un arsenal que doblaba en cantidad el de las dos
patrullas juntas, desembocó en la mayor masacre sufrida jamás por un cuerpo de policía
californiano.
-Los antecedentes: el
5 de abril de 1970
Bobby Augusta Davis, de veintisiete años, y Jack
Twinning, de treintaicinco, eran dos criminales profesionales con amplios
antecedentes delictivos. El día del tiroteo ambos
habían estado practicando tiro en las montañas para dar su próximo golpe,
por lo que en su vehículo Pontiac, color rojo, amasaban un vasto arsenal de
armas cortas, escopetas y rifles.
A las 23:20 horas, Jack y Pamela Tidwell
(matrimonio) circulaban por la Autovía 99 dirección sur, al norte de Newhall,
cuando casi colisionaron con un Pontiac que estaba realizando un giro
prohibido. Jack bajó la ventanilla y recriminó al otro conductor su actitud,
continuando ambos vehículos hasta un stop. Al quedar ventanilla con ventanilla,
el conductor imprudente sacó el cañón de un revólver por la ventana y amenazó al
señor Tidwell, burlándose de él. En eso que una patrulla de la CHP se
aproximaba, de modo que el individuo se dio a la fuga. Los Tidwell condujeron
durante ocho millas para alejarse del lugar y llamaron a la central de la CHP
de Newhall, aportando el modelo y la matrícula del Pontiac, además del color.
El aviso se pasó por radio a la unidad 78-8, a los oficiales
Roger Gore y Walt Frago, a quienes se informó (torpe error) de que se trataba
de un incidente menor con algún cazador de la zona.
A las 23:44 horas, veinte minutos después de haberse
producido la incidencia, la patrulla contactó con su central para informar de
que habían localizado a los sospechosos, y de que los estaban siguiendo en
dirección sur, cerca del taller de inspecciones técnicas de vehículos de
Castaic. El hecho se comunicó a la patrulla 78-12, a los oficiales Pence y
Alleyn, que estacionaron su coche patrulla a dos millas al sur del taller,
esperando poder interceptarlos.
Gore y Frago, los dos primeros intervinientes,
observaron al Pontiac girar en Henry Mayo Drive, y enfilar la cafetería J´s,
cerca de la estación de servicio Standard. Una tercera unidad del CHP se
encontraba a tres millas de distancia y también se dirigió a la zona, justo
cuando la unidad 78-8 avisó de que se encontraba ya en contacto con los
sospechosos. Según el informe del CHP, así como más de treinta testigos
presenciales, esto es lo que ocurrió a continuación:
-El enfrentamiento: la
masacre del CHP
Los dos uniformados salieron del vehículo policial y
se acercaron al Pontiac. Gore se dirigió directamente a los delincuentes,
mientras Frago le cubría con la escopeta Remington 870. Algunos testimonios
señalan que este último agente, el de apoyo, portaba la Remington en posición
no táctica: apoyada en la cadera y con el cañón hacia arriba, en vez de
utilizar la técnica “low ready” o estar
apuntando directamente al coche.
Gore ordenó a los sospechosos que salieran del
vehículo. Davis obedeció al agente, apoyando las manos en el maletero para ser
cacheado. Frago se movía alrededor del coche, y al pasar junto a la puerta del
acompañante, ésta se abrió súbitamente. Twinning, que no estaba cubierto por ninguno
de los policías, disparó a corta distancia con un S&W 28 del .357 Magnum: dos
impactos alcanzaron a Frago en el tórax, matándolo instantáneamente.
Su compañero, al observar lo sucedido,
desenfundó su revólver, también del calibre .357 Magnum, y comenzó a disparar
hacia el asesino, descuidando la debida atención sobre el primer sospechoso,
que estaba junto a él durante el cacheo. El resultado de este fatal error fueron dos
impactos del .38 Especial en el torso del funcionario, que entraron por el costado
izquierdo. Los proyectiles no atravesaron el cuerpo. El agente de policía cayó
muerto casi instantáneamente.
Justo en ese momento llegó a la escena la segunda
patrulla, siendo recibidos por una lluvia de balas. Tras agotar la munición de
sus revólveres, los dos delincuentes se volvieron hacia su Pontiac para
rearmarse: Davis empuñó una escopeta de cañones recortados y Twinning una
pistola tipo Colt 1911, del calibre .45 ACP. Tras
efectuar un disparo desde el interior del vehículo, la pistola sufrió una
interrupción. El asesino rápidamente desechó el arma y empuñó otra exactamente
igual.
Los policías respondieron al fuego. Alleyn disparó
tan rápido la escopeta que eyectó un cartucho sin disparar. Uno de sus tiros
alcanzó a Twinning en la frente, pero sin mayores consecuencias (el perdigón o
la posta no debieron penetrar la bóveda craneal). Tras gastar los cuatro cartuchos
(recordemos que uno no llegó a ser disparado), Alleyn
desenfundó el .357 y disparó los seis cartuchos sin obtener impacto alguno.
Cero aciertos.
Cuando fue evidente que los funcionarios se habían
quedado sin munición, Davis se alzó al ataque y disparó otra vez con la
escopeta recortada, alcanzando mortalmente al agente con varias postas del “00”.
En ese instante, uno de los testigos, llamado Gary
Kness, antiguo marine, decidió unirse a la batalla saltando de su coche y
corriendo hacia el oficial Alleyn, al que trató de arrastrar fuera de la zona
batida por el fuego. El policía era muy pesado y el exmarine no lograba
moverlo. Fue entonces cuando observó, horrorizado, como Davis desechaba su
escopeta recortada y recogía del suelo la escopeta totalmente carga de Frago. El
delincuente, instintivamente, trató de accionar la corredera, pero al no haber
sido disparada el seguro de cierre se lo impidió. Eventualmente metió el dedo
en el gatillo, disparando el cartucho de la recámara al aire, quizá por no
conocer bien el funcionamiento del arma. Esto
disgustó al criminal, quien tiró la 870 y cogió el revólver de servicio de la
funda de Frago, cuyo cadáver yacía a su lado.
Al mismo tiempo, Pence intercambiaba disparos con
Twinning. Disparó los seis cartuchos de su S&W,
volviendo a no acertar ni un tiro. Twinning, en cambio, sí que lo
alcanzó en cuatro ocasiones con la pistola del .45 ACP: dos impactos en el
pecho y otros dos en las piernas.
El único agente que quedaba con vida en aquel
momento se agachó para recargar su revólver M19, ya vacío. En aquella época aún no se habían distribuido entre los
agentes los “speed loaders”, por lo
que la recarga del tambor debía hacerse cartucho a cartucho, de uno en uno.
¿Les suena?
Demasiado lento. Justo
cuando cerraba el cilindro de su revólver, ya repuesto de munición, Twinning apareció
por detrás de patrullero con la 1911, apoyándole
el cañón en la nuca. Kness, el exmilitar y testigo presencial, dijo que
escuchó, “¡ya te tengo!”, viendo como
al girarse el policía éste recibía dos disparos en la cabeza. El agente fue ejecutándolo.
El exmarine decidió actuar de nuevo. Recogió del
suelo la escopeta de Alleyn, apuntó hacia Davis y disparó, pero el arma estaba
vacía. La tiró y empuñó el revólver del mismo agente, impactando en el Pontiac.
El proyectil rebotó y un trozo del mismo se alojó en el pecho de Davis, pero
sin incapacitarlo. Desafortunadamente, no había más cartuchos en el arma. Kness,
al ver que no iba a poder vencer, corrió hacia una cuneta, y se ocultó.
Eran ya aproximadamente las 00:00 horas cuando la
tercera patrulla llegó al lugar. Los delincuentes estaban casi sin munición,
por lo que, tras un corto intercambio de disparos con los policías, huyeron
cada uno en una dirección diferente. Davis fue arrestado cuatro horas después,
tras robar otro vehículo y ser rodeado por agentes del Los Angeles County
Sheriff´s Department. Ya no disponía de munición.
Twinning se atrincheró en una casa, tomando como rehén
a su propietario, Stephen Hoag. Tras varias horas de negociaciones, un grupo de
agentes del mismo departamento de seguridad dispararon gas lacrimógeno por las
ventanas y trataron de entrar en el edificio, momento en que Twinning se
suicidó con un disparo de escopeta (con la Remington de Fargo, que se había
llevado de la escena del crimen).
Davis fue condenado a cadena perpetua, suicidándose
en prisión el 16 de agosto de 2009.
-Las consecuencias
Como señalé en la introducción, se considera que
este tiroteo fue el origen de los modernos sistemas de entrenamiento policial. Tras él, el CHP introdujo cambios en los ejercicios,
incluyendo disparos a blancos móviles, con poca iluminación, disparando en
movimiento, etc. Se adoptaron ejercicios más cercanos a lo que conocemos a día
de hoy como tiro policial. También se abolió la costumbre de entrenar
con .38 y trabajar con .357, siendo este el motivo por el que los agentes
fallaron todos los disparos efectuados, sí, todos: no estaban acostumbrados al
retroceso del Magnum, le tenían miedo.
A mediados de la década de los años setenta se
adoptó, de modo oficial, el revólver S&W 68 en calibre .38 Special, que perduró
hasta finales de la década de 1980. El arma actual de esta organización policial
es la pistola S&W 4006, en calibre .40 S&W. Asimismo,
destacar que, a falta de “speed loaders”,
un “back up”, o arma de refuerzo, hubiera
podido salvarle la vida a Pence.
También se desarrollaron nuevas tácticas de
intervención. Twinning comentó a los agentes, poco
antes de morir, que la actitud descuidada de Frago les hizo decidirse a
disparar. A partir de entonces se comenzó a diferenciar las
intervenciones según el nivel de riesgo.
De este incidente se pueden extraer multitud de
enseñanzas, que se condensan en la siguiente lista, estructurada como una regla
nemotécnica en base a la palabra NEWHALL, el
nombre de la localidad en la que se derramó toda esta sangre.
Never
approach a dangerous situation until you´re adequately prepared and supported (nunca afrontes una situación de peligro
hasta estar preparado y disponer del equipo necesario). Este punto hace referencia a colocarnos en la mejor
posición táctica posible antes de intervenir.
Evaluate
the offensive and determine if you might be dealing with something heavier and
more dangerous than it looks (evalúa la situación y determina si puedes enfrentarte a una amenaza más
grave de lo que parece a primera vista). Es necesario detenernos y observar unos segundos para evaluar la
situación: cuántos son, qué armas tienen, en qué posición se encuentran, etc.
Un estudio de la Policía Local de Barcelona estableció, en 1997, que en el 59%
de los casos era difícil distinguir en una escena entre infractores, agresores,
sospechosos y víctimas.
Wait
for back-up (espera al apoyo). Nunca intervengas sin el apoyo de los compañeros, a
no ser que sea absolutamente necesario.
Have
a plan (ten un plan, y un
plan de respaldo). Nuestro
entrenamiento incluirá procedimientos operativos para todas las situaciones que
se puedan presentar.
Always
maintain advantage over the opponent (manten siempre
la ventaja sobre el adversario). Nunca dejes que nadie se coloque en una mejor
posición táctica que tú.
Look
for the unusual (busca lo inusual). La alerta situacional y el giro OODA (Observar,
Orientar, Decidir, Actuar) son la clave para prevalecer.
Leave
the scene when in doubt (ante la duda, retrocede). Ante la duda, retrocede y pide refuerzos.■
Gran articulo.
ResponderEliminarPD:Disculpa que utilice este espacio pero estoy ya un poco desesperado, no encuentro por ninguna parte una funda interior(por dentro del pantalon) que no sea de cordura o cuero, busco una de polimero tipo DITEX para poder enfundarla a una mano llegado el caso, ya que la funda no se pliega cuando no lleva el arma dentro.El caso es que no la encuentro.Decir que ahora tengo la 28PK por lo que lo suyo es que fuese para ese arma, si puede ser compatible con la HK mejor pero sino pues ya comprare otra cuando me la cambien.
Si me puedes echar una mano te lo agradeceria mucho, no obstante gracias por leerlo.
Snake_eater
Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarSobre tu duda y búsqueda de funda...mejor te hablo en "directo" por email. Mi dirección es ervirojo_2@hotmail.com
Gracias.
Ernesto Veritas Vincit
Magnífico relato, me encantan los textos sobre enfrentamientos para aprender. La lástima es que en el 2010 una organización policial como la Guardia Civil esté a un nivel en cuanto a la instrucción de tiro policial que la CHP de los años ´70 y no es exageración. 75 disparos al año, tiro en posición estática nunca se dispara en doble acción, no s eenseña a arreglar interrrupciones, nadie enseña, nadie innova. Una pena, más nos valiera que nos quitaran las pistolas y nos dieran Taser.-
ResponderEliminarGracias por tu comentario Munifex. No solo la GC está en esa situación, muchos cuerpos locales de policía también existe.
ResponderEliminarErnesto.
Partiendo de la base de que en una intervención solo el que esta en ella sabe lo que ha pasado. Creo que en esta influye sobre todo en la primera dotación, más el estado emocional que la preparación tecnica. Un ejemplo claro y conocido de casi todos el Alcorcon le metio 4 goles a todo un Real Madrid evidentemente no fue por tecnica si no por estado emocional unos a tope y otros de paseo. La primera dotación parece por lo descrito que se estaban gustando estaban relajados, es normal podian estar algo alertas pero nunca a doscientos que es a como estaban los delincuentes que si sabian de que iba el asunto, es el problema de las identificaciones, que solo el identificado sabe a ciencia cierta quien es.Hay un tema que se descuida mucho incluso en los foros especializados en los que se plantea el enfrentamiento como algo individual y es que se actua en pareja y el Policia de apoyo es lo más importante en la intervención,no tiene más merito el que por ejemplo encuentra la droga en un coche,( todos hemos visto a policias cacheando a la vez a varios elementos parece que tenemos prisa) el merito es de los actuantes en su conjunto y parece que se cae en el error de querer dirigir todos la intervención. Si el Policia de apoyo cumple con su cometido de apoyar e intimidar en este caso poniendo la escopeta en horizontal aunque no apunte directamente y no se cae en el grave error de hacer bajar enseguida a los tios del coche como si hubiera prisa, ya bajaran primero uno y el otro dentro del coche cubierto por el policia de apoyo y una vez cacheado el primero baja el otro a lo mejor te vas a casa y das un beso a tus hijos si no al hoyo.La segunda dotacion llega al lugar igual mas o menos frios al parecer solo son cazadores a los que hay que identificar y se encuentran con una nube de tiros de unos tios que estan a tope de adrenalina y tensión y los policías tienen que pasar de 0 a cien en un segundo, resultado tambor vacio. Todo parte según mi opinión y no debería darla ya que no estaba alli de un fallo garrafal del policía de apoyo. En que Cuerpo Policial se practica el tiro en pareja con funciones definidas de actuante y apoyo,en ninguno se trata de gastar la caja y vamonos que somos muy guapos.Un saludo .Jose Moreno
ResponderEliminarEn primer lugar, quisiera agradecer enormemente la aportación de Pedro Pablo y su acertada decisión de compartir sus conocimientos, en cuanto a enfrentamientos armados se refiere, pues no hay mayor instrucción que exponer "lo que NO hay que hacer" más que lo que hay que hacer; sobre todo cuando lo aprendes de alguien que has tenido la suerte de no ser tú quien se viera envuelto en esa situación.
ResponderEliminarComo dice Munifex, y la contra de Ernesto, los cuerpos de PPLL son los que, casi siempre, tenemos la "suerte" de ser los primeros en llegar a los avisos, ya sean de accidentes, de malos tratos o por atracos, robos o individuos sospechosos, y vamos "como Pedro por su casa". No nos pasan más cosas porque el "Señor" no quiere, pues las actuaciones que tenemos, en las que me incluyo yo, por supuesto, dejan mucho que desear y si los malo, fuesen muy malos, malísimos, nos hubiéramos visto como los Agentes del CHP en más de una ocasión.
Del comentario de Jose Moreno, qué mas se puede decir. Es todo un compendio de una actuación llevada a cabo de debe de hacerse, y sobre todo por la elocuencia de lo del compañero de apoyo y dejarnos de querer ser los "más mejores" por revolver el coche o cachear y jactarse de que: "He sido yo quien le a encontrado tal y tal"
Yo pondré también un ejemplo de una actuación de los compañeros de la Guardia Civil, en la cual estaba yo, pero no intervine: Fue en un control conjunto, un control de seguridad por haberse cometido ya varios robos con fuerza extrema sobre las personas y armados. Se paró un vehículo aparentemente normal (primera l de Newhall) y al pedirle al conductor que se bajara para abrir el maletero, el compañero de apoyo del GC que actuaba, se puso a la derecha y "apoyó" su mano sobre el arma, sólo la apoyo. Abrió el maletero y se hizo un paso para atrás. De repente el GC desenfundó el arma y apuntó al conductor, le conminó a que se pusiera de rodillas y lo detuvieron ¿Por qué? Os preguntareis; por posesión ilegítima de armas de fuego, ya que en el maletero el "tipo" llevaba una escopeta de cañones recortados.
Ya en el Cuartel y tomándole manifestación, le comentaría al Guardia que en primera instancia actuaba que: Gracias a tu compañero que he visto como ponía la mano en la pipa, que si no hubiese sacado la escopeta y os hubiese cepillado a los dos.
No se si será cierto o no, pero al que me lo contó le estoy igual de agradecido, pues a partir de entonces yo hago lo mismo, aunque se ofenda el identificado. Yo miro por mi seguridad y no se con quien estoy tratando, por mucho que vaya engominado y con traje de marca.
Por todo ello llevo al máximo mi pie de firma. Un saludo a todos los compañeros ;)
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"Ante ferit quam flamma micet"
"Hiere antes de que se vea la llama"
Josma: te agradezco el seguimiento que haces de este blog y las aportaciones que realizas con tus comentarios.
ResponderEliminarErnesto.
Ya me dijo mi madre un día que:
ResponderEliminarEs de buen nacido, ser agradecido.
Y lo digo tanto por ti... como por mi, pues mis comentarios no dejan de ser mi forma de agradecerte, a ti y a todos los colaboradores, lo mucho que aprendo leyendo y compartiendo este espacio.
Lo único que me falta es tiempo para ser más agradecido si cabe.
Un día de estos te enviaré algo yo también para que le eches un vistazo.
Cuando tenga un RATITO ;)
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"Ante ferit quam flamma micet"
"Hiere antes de que se vea la llama"
https://www.youtube.com/watch?v=QX3uxchO8aU
ResponderEliminarEn ese enlace podéis ver un vídeo de la época acerca del tiroteo
EliminarPerico
Gracias, Pedro.
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