TEST BALÍSTICO CASERO 3.0

Por, Ernesto Pérez Vera

Hace ya algún tiempo, concretamente entre diciembre de 2010 y mayo de 2011, publiqué dos artículos que versaban sobre una serie de tests balísticos terminales llevados a cabo por un servidor. Balística casera fue el nombre que le di a aquellos párrafos. Una de las pruebas consistió en disparar, desde tres metros de distancia, contra la durísima luna delantera de un vehículo turismo moderno, o sea contra un parabrisas. Para este tipo de cerramientos automovilísticos se emplean cristales laminados, los cuales están diseñados de tal modo que en caso de accidente minimizan las lesiones de los ocupantes de los coches siniestrados. Para ello, estos acristalamientos laminados están construidos con dos piezas de cristal, separadas por una capa de plástico. 

Aquel test no estaba encaminado a comprobar qué tipo de puntas eran capaces de atravesar la superficie vidriosa, pues los disparos fueron efectuados con munición del calibre 9mm Parabellum/Luger, por lo que todos los proyectiles tendrían sobrada capacidad para penetrar el objetivo. La meta del experimento era verificar cuántas garrafas de plástico de veinticinco litros de capacidad, rellenas de agua, podrían cruzar las balas tras perforar la barrera de cristal.

Los contenedores fueron dispuestos, para tal fin, en posición horizontal (tumbados) con la idea de que pudieran ser impactados de “boca a base” o viceversa. Con esta disposición física de la escena se puede tirar sobre un cuerpo que tiene la anchura aproximada de un hombre adulto medio (distancia entre hombros). La idea era que la máxima distancia a recorrer por el proyectil, en el torso, fuese la de un disparo que entrase lateralmente durante un hipotético enfrentamiento, suponiendo que el blanco fuese un ser humano ocupante de un turismo; porque una vez colocadas horizontalmente, cada garrafa ofrecía cuarentaicuatro centímetros de profundidad. Sin duda alguna, todos los proyectiles empleados en la prueba iban a penetrar el cristal y después impactarían, como poco, en la primera garrafa. ¿Pero cuántos conservarían energía bastante como para atravesar los cuarentaicuatro centímetros e impactar en otro cuerpo, o sea, en otra garrafa? Hablamos de herir por exceso de penetración a personas que, en principio, no eran las destinatarias de los tiros.

Una de las causas por las que aquellos artículos se llamaron “caseros” es, por ejemplo, por la ausencia de gelatina balística. Solamente usé agua estancada. No es muy científico, lo sé, pero dado que parece que el cuerpo humano es agua en un sesenta por ciento en la edad adulta, y un setentaicinco al nacer, la idea no resultaba tan descabellada. Pero hay que salvar y matizar muchas diferencias: nuestro cuerpo, obviamente, no está formado por agua estancada como la de las garrafas. Nuestras células son las principales portadoras y conservadoras del agua (agua intracelular), siendo extracelular el resto del fluido, irrigándose de este modo todos los tejidos, amén de circular a través de la sangre.

En mayo de 2011 empleé este elenco de cartuchos contra la luna de un BMW: Geco Action 84gr; Remington Golden Saber 147gr; Remington Disintegrator Jacketed 100gr+P; Santa Bárbara FMJ 124gr; Fiocchi frangible 82gr; Fiocchi EMB 92gr; Fiocchi ZP FMJ 100gr; Fiocchi FMJ Black Mamba 100gr; Hirtenberger plomo; Fiocchi plomo grafiteado Gas-Check 123gr (color negro) y RUAG SeCa 99gr; todos los cuales entraron en escena de la mano de una pistola Glock 26. También empleé un Remington semiblindado 124gr, un Flat Nose, en realidad, aunque en España a las blindadas de punta suave nos guste mal llamarlas semiblindadas. JSP, o blindada de punta suave, es otra correctísima denominación oficial con la que se puede describir o definir a esta clase de balas. La mayaría de lo que aquí llamamos semiblindado, no lo es.


Ahora, en marzo de 2015, se han vuelto a repetir experiencias similares. Esta vez no he sido yo el artífice del test sino Manolo Ortiz, un compañero policía y sin embargo amigo. Manolo, con buen criterio y conociendo de antemano cómo puede comportarse un proyectil de según qué tipo, frente a disparos realizados contra parabrisas, ha evaluado, tirando desde cuatro metros con una Sig Sauer P228, el cartucho alemán Men QD-PEP-II/s, de 91gr.

Se trata de una punta de cobre que ya se está comercializando en España, y que aspira a surtir a cuerpos policiales. Estamos hablando de un proyectil ligerísimo, como por otra parte es habitual en las puntas expansivas teutonas de este calibre, cuya ojiva metálica está ocupada, en la cúspide, por una pieza esférica y plástica de color azul. Este opérculo se ubica, exactamente, en la oquedad que a tal efecto existe en la propia estructura interna del proyectil. Es, por tanto, una bala de expansión forzada: al impacto, el tapón es empujado hacia el hueco en el que se encuentra y esto, casi inevitablemente, obliga al proyectil a aumentar su sección, alterando también su forma. Esta deformación propicia una mayor transferencia de energía en el momento del impacto, dando pie a una más rápida desaceleración del proyectil. Todo esto minimiza los riesgos propios del exceso de penetración, los cuales podrían derivar en lesiones a terceros, tras abandonar la bala el primer cuerpo alcanzado.

Ortiz, interpretando un guiño mío durante una conversación telefónica, ha logrado hacerse con la luna delantera de un Seat León. Luego, como yo mismo hice, ha colocado detrás varias garrafas de veinticinco litros de capacidad, repletas de agua. Él, en este caso, ha vestido la primera garrafa con tres capas de tejido textil fino (tela de la camisa de un uniforme de policía). Manolo, tan caseramente como hace cuatro años, ha tiroteado el parabrisas con varios proyectiles, incluyendo en el plantel, además del susodicho QD-PEP II/s, un Geco blindado 124 gr y un Fiocchi plomo grafiteado Gas-Check 123gr (color negro).

El resultado de estos disparos se ha manifestado de tal modo que el blindado ha actuado como se esperaba, casi sin deformarse, entrando en la primera garrafa y fracturando la pared del otro extremo, pero sin abandonarla (hace dos años, sin tela de por medio y tirando desde más cerca, también penetró en la siguiente garrafa). No solamente no ha aumentado su diámetro sino que lo ha reducido unas décimas.
 
Los otros dos, por el contrario, si han visto alterada su masa, sin llegar a quebrantar la segunda pared de la primera garrafa. No obstante, hay que destacar que el aumento de calibre de la bala grafiteada y de la DQ no ha sido muy significativo, si se compara con algunas puntas huecas al uso. Aun así, la germana se ha deformado más que cuando hace unos meses la disparamos directamente contra agua, no pasando de su diámetro original en aquella ocasión. Así las cosas, ahora ha alcanzado trece milímetros. La de plomo con Gas-Check no sufrió cambio morfológico alguno al ser tirada contra el líquido, pero ha sumado dos milímetros a su sección original al ser recuperada en la prueba del parabrisas. Esta es, por cierto, la munición que actualmente empleo en mi arma.
                                                                                                        Todo nos indica que pese a su moderada tendencia a abrirse, la punta QD-PEP II desacelera muy rápidamente, lo que sin duda puede deberse a su escueto peso (91gr) y a la velocidad que alcanza, siendo de cuatrocientos veinte metros por segundo a tres metros de distancia, según las especificaciones del fabricante. Esto arroja una clara ventaja policial: reducir la posibilidad de que la bala atraviese a la persona herida deliberadamente y que posteriormente, sin control, lesione a otra.

Ni Manolo ni yo descubrimos la fórmula de la eterna juventud, ni la de la Coca-Cola, ni un mapa con una cruz en el punto donde está enterrado el tesoro del corsario Barbarroja. Pero pienso que sí hacemos algo que a veces se echa en falta en algunos maestros, o al menos eso pretendemos nosotros y cuatro más, me refiero a compartir, gratis, lo poquito que sabemos.

A nadie se le obliga a creer en nuestras conclusiones, solamente las planteamos a tenor de lo visto y probado. Luego cada uno será libre de discrepar, o no, también a tenor de sus propias experiencias científicas, pseudocientíficas (caseras), o incluso empíricas. Pero si algo tengo claro después de varias décadas oliendo a pólvora es, y no es baladí, que hay que comprobar las cosas sin creerse nada de lo que todos digan. Señoras y señores, si no pueden evaluar ustedes mismos, indaguen con seriedad, piensen y conjeturen sin prejuicios.


Por cierto, pongan también en duda todo lo que acaben de leer estos párrafos.

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, Nacho.

      Ernesto.

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    2. Buen artículo, grande Manolo, gran profesional y mejor persona!

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    3. Gracias Raúl compañero, el artículo es de Ernesto, un gran entendido y divulgador en este campo, yo en esta ocasión he colaborado lo cual es un honor para mí pero muchas gracias amigo. Un abrazo.

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  2. "Gratis" y " Poner en duda" son dos ideas no muy bien aceptadas por más de un instructor en este país. Gracias esas aportaciones que a unos cuantos nos interesa y a otros muchos le incomoda.

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  3. tras leer todo el articulo y en anterior tuyo. y sin tener mas conocimiento que el justito en balística, entiendo que la munición alemana que comentabas es algo que presumiblemente seria positivo para los cuerpos y fuerzas de seguridad al menos desde el punto de vista sobrepenetracion. no??
    la pregunta es la siguiente esa munición parara tío ciclado cuello gordo rapado y tatuado puesto de coca hasta los ojos( ya sabéis casi todos a que tipo de individuos me refiero)???
    gracias por tus experimentos y compartirlos con nosotros.

    Yy

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    1. YY, gracias por tu seguimiento y por las preguntas.

      Efectivamente, esta munición ofrece importantes ventajas policiales sobre las que usamos de modo infinitamente mayoritario en España a nivel de cuerpo de seguridad. La primera y principal, aunque para algunos es la única, es que no sobrepenetrará cuerpos humanos con tanta facilidad como hacen las semiblindadas y las blindadas que tanto consumimos. Esto evitaría muchas veces que la Policía lesionase a personas inocentes tras impactar en los malos: caso Puerta del Sol, caso de la Academia de la Guardia Civil y caso del alemán que mató a un agente nacional de una puñalada en Málaga. En estos tres casos, y solamente son una muestra, balas convencionales salieron de cuerpos humanos tras herirlos y acabaron hiriendo a otros.

      Sobre si esta punta pararía a un tipo colocado con cocaína y de proporciones físicas descomunales, pues sí, pero también un calibre .22 o un 6,35. Todo depende de dónde impactes y acto seguido de qué órgano se vea afectado… y en qué grado. Esta punta, la QD-PEP-2 no es mucho mejor que otras similares o huecas más tradicionales. Hay muchas iguales y mejores. Esta solamente es una más de las buenas opciones para sustituir la porquería básica que se entrega en casi todas partes.

      Un saludo.

      Ernesto.

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  4. Excelente ejercicio, lástima no haber podido disponer del bloque de gelatina táctica para poder ver con exactitud la transmisión de energía cinética del cartucho. No obstante ha sido muy gráfico y revelador el resultado del ejercicio. Ojalá algún día en todas las instalaciones de tiro policial se doten de un laboratorio balístico para que los policías podamos comprobar realmente los efectos de la munición que nos dota nuestras respectivas Admnes. Mi felicitación al autor del ejercicio y al divulgador del mismo. Enhorabuena.

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  5. ¡¡Muy interesante artículo!!, aún con laboratorio "casero", da mucho para pensar e intentar comprender un poco más, sobre el apasionante mundo de la balística, siempre mucho mejor, aplicado a cosas cotidianas y habituales que nos rodean cada día. Gracias a Ernesto y a Manolo por su tiempo y divulgación.

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  6. Gracias por el artículo, Ernesto. En mi Unidad habrá cambios en lo más alto pronto......trataré de convencer al nuevo Jefe (ojalá lo consiga, pues de momento soy el encargado de gestionar compras de material) de que se adquiera una munición "decente". A ver cuantos prejuicios sobre lesividad, letalidad........ o precio............... me encuentro cuando llegue el momento de exponer mis argumentos. Un saludo, amigo.

    MAG

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  7. Interesante ejercicio de balistica casera. Agradecer desde aquí la gran tarea que estáis haciendo que a todos los compañeros que estamos al otro lado de la pantalla nos ilumináis en el túnel tan oscuro que hay en España sobre la balística policial y estamos protegiendo la delgada linea azul. Dar las gracias a Manolo por regalarme esa puntas blindadas y expansivas para que vieran mis compañeros veteranos las deformación y como se comportaban a grandes rasgos la munición de punta expansiva y la blindada que es la que tenemos por desgracia en mi Cuerpo de dotación. Ellos se quedaron con la boca abierta al ver como se deforman unas y las otras no pero mas alucinado me quede yo con la escasa por no decir nula formación en el manejo de las armas de fuego y balistica policial que tienen los compañeros veteranos al cuerpo que pertenezco. Dar la gracias a ti también Ernesto por el trabajo tan extraordinario que haces con este blog y con tu gran libro, el cual recomiendo de lectura obligada a todos los profesionales de las armas que pasan cuando estoy en PATIO. Lo mas grato cuando se me acerca algún compañero de servicio y me dice: “El libro ese del Policía Local me ha dejado asombrado” lo bueno de ese comentario que ya me lo han dicho una decena por lo menos y eso no sabes como reconforta. Saber que con vuestro entusiasmo y esfuerzo poco a poco estáis haciendo que muchos compañeros estén abriendo los ojos, se documenten y se formen así mismo ya que este Cuerpo va a paso de tortuga.
    Gracias de nuevo por vuestra dedicación tan profesional, seguir así que vais por el buen camino y cada día hacéis mas grande este blog.
    Un saludo

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    1. ¡¡¡Muchas gracias por tus palabras, Palau!!! Estas cosas me ayudan a seguir un poco más de tiempo en la brecha. Estoy pensando en cerrar mi puerta y dejar que otros que se están sumando tomen el relevo.

      Un abrazo.

      Ernesto

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  8. Muchas gracias Quique "Hermano", nos vemos proximamente junto con Jorge. Ganas tengo de oler a nitrocelulosa junto a vosotros... Muchas gracias Ernesto por no dejar de ilustrarnos, ya somos una "inmensa minoría". No se te ocurra cerrar puertas, abre más ventanas, cuanta más luz mucho mejor. UN abrazo

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    1. Gracias, Manolo. Mi vida ha cambiado mucho y de forma brutal en muy poco tiempo. Cada día pienso más veces que mi tiempo ha pasado o está pasando. Que tengo que cambiar de aires. Ya veré qué hago.

      Un abrazo.

      Ernesto.

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