Veterano resistente: un chaleco Induyco, con tres lustros, pasa la prueba de “fuego”
Por Ernesto Pérez Vera
El regalo, por el motivo que sea,
carecía de etiquetas que pudieran identificar la marca y el modelo. Pero, tras
realizar varias gestiones personales, puedo afirmar que fue fabricado por la
empresa española Induyco, siendo la
denominación de este modelo: MGC. El
chaleco pertenece a una partida de entre 2 000 y 5 000 ejemplares que se
fabricaron para diversas unidades del benemérito instituto, que durante 1991 y 1992 prestaron servicio en los
dispositivos de seguridad y protección de las Olimpiadas de Barcelona (1992).
Seguramente también fueron destinados al otro evento del año: la Exposición
Universal de Sevilla, la Expo 92.
La GC somete a pruebas
especialmente duras a los chalecos balísticos que participan en los concursos
de suministro del Cuerpo. Al igual que el CNP y la Policía Autónoma Vasca, la
Benemérita testea los chalecos con, entre otras pruebas, ráfagas de subfusil
del calibre 9 mm Parabellum/Luger (proyectil blindado/FMJ), a una distancia de
5 metros.
El examen se efectuó con una pistola
Beretta 92 del calibre 9 Parabellum, desde una distancia de 5 metros. Sí,
también de dotación reglamentaria en la GC. El chaleco, mejor dicho, el paquete
balístico —para el test se le despojó de la funda exterior—, se colocó delante
de un cubo metálico en cuya superficie se había untado plastilina balística, para
que estuviera en contacto con la cara interior del cuerpo de la prenda. La
temperatura de la plastilina era la ambiente (galería de tiro cerrada) y no la
que se considera ideal para estos ensayos: no inferior a 20ºC ni superior a
24ºC.
Hay que significar que los
proyectiles Disintegrator de la marca
Remington suelen penetrar incluso chalecos de moderna manufacturación, si el
paquete balístico no posee un extra añadido de protección por encima del
clásico IIIA. Estos proyectiles, como todos los frangibles, están diseñados para que al impacto en superficies o
cuerpos duros se descompongan en polvo o pequeños fragmentos. Aun así, los
Remington Disintegrator se están
comportando en infinidad de ocasiones de un modo sorprendente y, en principio,
de forma no deseada cuando se usan contra blindajes personales del referido
nivel de seguridad. Por todo ello, personalmente considero que este viejo
ejemplar de Induyco ha superado sobradamente la prueba. Pese a los
muchos años que hace que nuestro esparrin salió de fábrica (1991), ha
soportado las embestidas de numerosísimos proyectiles de uso habitual y
extendido en el ámbito policial y criminal.
En consecuencia, podríamos sacar
la conclusión de que la antigüedad de un chaleco no es la causa principal que
puede llevar al usuario a cambiar de prenda. Pero el mal uso y la mala conservación
provocan el deterioro de los materiales de fabricación, pudiendo perderse propiedades.
Ergo, la edad
no debería ser la única razón para deshacerse de un chaleco. El Instituto
Nacional de Justicia de Estados Unidos (NIJ) así lo determinó, en 1986, tras
efectuar numerosas pruebas y estudios.
Siempre leemos sobre pruebas de
fatiga y resistencia de los nuevos productos que se lanzan al mercado. Se nos
suele hablar de tal o cual bota táctica, de tal o cual pantalón de intervención
o de tal o cual chaleco antibalas, pero siempre son eso, productos que quieren
ganar terreno en el mercado. Abrirse camino. Por ello, además de tratarse de
una novedad también se analiza, prueba y evalúa una pieza “de paquete” o, lo
que es lo mismo, un ejemplar a estrenar recién parido por la cadena de
producción.
Pues bien, un buen amigo y
compañero me regaló hace 1 año un chaleco antibalas de uso externo de dotación
en la Guardia Civil (GC). La prenda, tras 5 años de servicio activo, había sido
jubilada. Pero esto, el retiro, se había producido 3 años antes de que yo lo
recibiera en mis manos. Por tanto tendría, como muy poco, 8 años de vida y uso.
Mi colega lo recuperó de una vieja taquilla, lugar en el que había permanecido
tirado, por tiempo indeterminado, junto a otros equipos y materiales obsoletos de
su unidad.

Durante muchísimo tiempo, Induyco
y Fedur, importantes fabricantes españoles, han surtido de chalecos de
protección balística y de otros muchos productos al Cuerpo Nacional de Policía
(CNP) y a la GC, amén de a otras fuerzas de seguridad nacionales y extranjeras.
A día de hoy,
Induyco es el mayor proveedor nacional de prendas de protección general para
nuestras Fuerzas Armadas (FAS).
Pero a nivel de chalecos antibalas y material antidisturbios, quizá sea Fedur
quien más productos suministra al Ministerio del Interior (en el pasado
reciente, aún más). Por tanto, debemos entender que cada una de estas firmas
tiene un cliente predilecto.

Volvamos a mi apreciado regalo.
Una vez que recibí la prenda, nunca se me pasó por la mente usarlo para el
trabajo, no sólo por su veteranía sino por su color: yo visto uniforme de color
azul y el protagonista de esta crónica es de color verde. Es muy guardia. Además,
era de la talla XXL. Enorme. Precisamente eso, su gran tamaño, amén de aquello
que decía al inicio del artículo, me dio una gran idea: aprovecharlo para efectuar numerosas pruebas de resistencia balística
con él. Con tamaña superficie se podrían realizar muchísimos disparos sin
que las zonas afectadas por los impactos provocaran la contaminación al resto
de la superficie, lo que permitiría seguir usando el paquete balístico en
posteriores test de fatiga. La cuestión era: ¿soportaría la veterana prenda una prueba
de fuego, a punto de cumplir 20 años de existencia?

Se dispararon proyectiles de
diversas marcas, tipos y composiciones. Proyectiles de los que se esperaba un
comportamiento terminal que, en algunos casos, fue diferente al finalmente
mostrado. Así
pues, el elenco lo compusieron varias puntas huecas, blindadas, de plomo,
semiblindadas y desintegrables/frangibles. Solamente 2 proyectiles penetraron
en la vetusta coraza. De los que se detuvieron en el blindaje tras
el impacto, algunos provocaron traumas de cierta magnitud en la plastilina. Y otros
tatuaron traumas de poca entidad. Las puntas que penetraron el paquete
balístico cruzaron por completo, también, el bloque de plastilina,
introduciendo en el canal o cavidad permanente de la trayectoria numerosos
restos de fibra balística.
Seguidamente se exponen, de un
modo muy somero y básico, algunos datos obtenidos en el curso de las pruebas.
Cartuchos que consiguieron traspasar el
chaleco:
Remington
Disintegrator Plated 101gr (+P)
Remington
Disintegrator Jacketed 101gr (+P)
Cartuchos que sin penetrar, provocaron traumas de importancia en la plastilina:
Remington
Disintegrator CTF (Copper Tin Frangible) 90gr
Fiocchi EMB (Expanding Monobloc
Bullet) 92gr
Remington FMJ 124gr
Cartucho que sin penetrar, provocó trauma
“medio/alto” en la plastilina:
Remington Golden Saber 147gr
Cartuchos que sin penetrar, provocaron traumas
“medianos” en la plastilina:
RWS Semiblindado
Magtec Punta Hueca 115gr
Fiocchi Black Mamba 100gr
Cartuchos que sin penetrar, provocaron traumas
“leves” en la plastilina:
DAG Troncocónico
Semiblindado
RUAG Punta Hueca 147gr
Cartuchos que no penetraron ni provocaron
traumas apreciables sobre la plastilina:
Greenshield
Simunition Frangible 82gr
QD-2 MEN 88gr
Cabe destacar que, como era de
esperar, el chaleco no soportó las embestidas de las armas blancas. El paquete
balístico fue atravesado, casi sin esfuerzo, por 2 navajas tácticas clavadas a
mano. Cuando la prenda fue fabricada a principios de la década de los 90, del
siglo XX, no se usaban habitualmente componentes textiles que detuviesen
pinchazos y cuchilladas.

Tras conocer los resultados de la
evaluación, me puse en contacto con la empresa fabricante del chaleco, la cual,
en la persona de uno de sus representantes, Eduardo Vélez, me atendió muy
cortésmente. Al señor Vélez no le resultó extraño que el producto, pese a su
longevidad, soportará las muchas descargas recibidas con proyectiles blindados.
Una de las frases que mi interlocutor pronunció durante nuestra conversación
fue: “Sabemos lo que fabricamos”.

Una vez finalizado el test, otro amigo presente me ofreció la
oportunidad de probar el comportamiento y la resistencia de una placa balística
de refuerzo de la marca Active Armour, RPS Klass-C, construida al 100% con
Dyneema. La placa fue colocada sobre la misma plastilina balística de la prueba
anterior, eso sí, debidamente aplanada (la plastilina). Se usó la misma pistola
y se disparó desde la misma distancia.
La plancha, que estaba
confeccionada con numerosas capas compactadas de Dyneema, absorbió la energía
de todos los proyectiles empleados. Los impactos causaron un trauma importante
en la plastilina, pero en ningún caso existió penetración. Recordemos que
estamos hablando de una placa de refuerzo, que se coloca sobre el chaleco a
través de bolsillos internos o externos.
Los cartuchos
utilizados en esta prueba fueron los que siguen:
-
Remington Disintegrator Jacketed, Plated y CTF (101, 101 y 90gr)
-
Fiocchi EMB 92gr
-
FMJ Hirtenberg
(provocó muy poco trauma)
-
Remington Golden
Saber 147gr
La patente de fabricación está en
manos de Royal DSM NV, quien en su web afirma: DSM Dyneema es el inventor y fabricante de Dyneema®™,
la fibra más fuerte del mundo. Dyneema® es una fibra de polietileno
superfuerte, que ofrece la máxima resistencia combinada con el mínimo peso. Es hasta 15
veces más fuerte que el acero de calidad y hasta un 40% más resistente que las
fibras de aramida. Dyneema® flota en el agua y es extremadamente perdurable
y resistente a la humedad, a la luz UV y a los productos químicos. Dyneema®TM se fabrica como
un componente importante en las cuerdas, cables, redes de pesca y en todo aquello
relacionado con la navegación y el mar. La Dyneema®
también se usa en los guantes de seguridad de la industria metalúrgica y
mecánica, y en hilos finos para aplicaciones en artículos deportivos y del
sector médico. Además, Dyneema® también es utilizada en la
fabricación de chalecos resistentes a las balas y demás ropas y materiales para
los policías y militares.■
COMO SIEMPRE, EXCEPCIONAL ARTICULO, BIEN DETALLADO, EXPLICADO Y DOCUMENTADO. MM
ResponderEliminarGracias anónimo.
ResponderEliminarUn saludo, seas quien sea...
Ernesto.
Muy interesante, ya habia visto una prueba pero no tan completa, espero que el actual chaleco sea incluso mas efectivo.
ResponderEliminarGrandísimo artículo como siempre
ResponderEliminarFelicidades
Gracias por los comentarios. Me satisface mucho saber que os ha gustado y quizás servido.
ResponderEliminarVeritas Vincit.
Enhorabueno Ernesto, gran artículo.
ResponderEliminarSemper Fi!
Un abrazo.
Gracias Nacho.
ResponderEliminarVeritas Vincit.
Muy buen articulo. Sorprendente el comportamiento de la munición frangible...¿su comportamiento no debería ser ,precisamente, el opuesto?...¿que explica que tenga tanta penetración, más que un cartucho FMJ?
ResponderEliminarHola Erizo.
ResponderEliminarPues mira, una aclaración. No todos los frangibles entraron o penetraron el chaleco, solo fueron unos muy concretos. En el artículo se refleja cuales fueron. Otros frangibles fueron detenidos sin provocar trauma en la plastilina.
¿El motivo de la penetración…? No podría asegurarlo, pero desde luego, algo creo que falla. Quizás tengan una gran carga de proyección y los materiales que componen el proyectil no sean los más adecuados. De todos modos, se sabe de chalecos de moderna manufactura que también han sido perforados por estos mismos proyectiles.
Un saludo.
Me ha quedado la tranquilidad que durante un tiempo, he estado seguro con el chaleco que utilizaba, siempre se comentaba en petit comité, si el susodicho resistiría, y ahora me ha quedado claro que sí. Gran artículo y gran blog. Siempre se aprende de él. Gracias Ernesto.
ResponderEliminarHola irlandés, te agradezco el comentario y las visitas.
ResponderEliminarUn saludo.
Veritas Vincit
Gran artículo. Esperemos que no se corra la voz de que la munición Remington Desintegrator es un cartucho "mata policías". Los fabricantes de chalecos antibalas deben de tomar nota.-
ResponderEliminarGracias por tu comentario Munifex.
ResponderEliminarRespecto a correr la voz, bueno, tengo mi opinión. La munición que refiero en el artículo, con capacidad, al menos en este y otros casos, de perforación de chalecos IIIA, no es nada fácil de conseguir por sujetos “malos”. Es más, tampoco es fácil de “pillar” por los funcionarios policiales.
Por otra parte, no es un secreto que la munición 5,7x28 m/m FN posee propiedades perforantes. En cualquier foro, blog, revista, web o video que “toque” este tema, es referido en cualquier idioma. No por ello, estamos asustados o preocupados porque nos encontremos, cada noche, con tipos armados con armas en ese calibre. Bueno, ya metidos en esto, se debe saber que se comercializan cartuchos de 5,7mm con proyectiles “más normales”, no todos posee capacidad perforante.
En fin. Todos los que, con más o menos frecuencia, usamos chalecos, los usamos con nivel de protección, por lo general, no superior a IIIA y sabemos que casi cualquier proyectil de arma larga rayada lo penetra -excepto las armas largas rayadas que disparan cartuchos de arma corta-. Esto es sabido por todos, solo hay que leer un poco en los “millones” de sitios que venden o publicitan chalecos. Un determinado nivel de protección se identifica con un tipo de proyectil “detenible”
No por ello, vamos asustados. Es más probable encontrar, durante el servicio, una intervención armada contra sujetos armados con AK (7,62x39mm) que con armas cortas que estén alimentadas con munición Desintegrator Remington, o 5,7x28mm. Es más, en determinadas zonas del país, más frecuente encontrar a sujetos armados con rifles de montera, cuyos calibres, en su totalidad, poseen capacidad perforante suficiente para “entrar” en los IIIA.
De todos modos, los fabricantes seguro que han tomado nota con respecto a esos proyectiles de Remington, y no precisamente por mi artículo, sino por los mil comentarios que, “boca a boca” pasan de compis a compis. En muchas ocasiones se ha comprobado que esas puntas entran en los chalecos normales. Personalmente, en 2003, ya se me comentó este tema en una Jefatura de PL andaluza, donde se realizaron pruebas para, posteriormente, adquirir ciertas cantidades de chalecos.
De todos modos, siempre han existido cartuchos perforantes para armas cortas, pero ¿cuantos se conocen incautados a los malos? Pocos, no se, quizás ninguno. Es muy complicado conseguirlos, y de hacerlo, la cantidad será siempre ínfima: por suerte.
Es probable que los delincuentes que tengan capacidad y medios para conseguir Desintegratior de 9mmP, posean también capacidad y medios para adquirir armas largas automáticas militares, incluso de FN con 5,7 por calibre.
Si, por supuesto que el cartucho "Desintegrator" no es la peor amenaza a la que podemos enfrentarnos, como bien dices, el AK está mucho más difundido y es mucho más mortífero, pero no deja de ser cuiroso...creí que la principal virtud de esa munición era la de evitar la sobrepenetración (incluso creía que era la que se utilizaba en intervenciones dentro de aeronaves)
ResponderEliminarLa única ventaja de un frangible es que en cuerpos duros, mejor dicho, especialmente duro, se desintegra. Cuando digo duro, me refiero a planchas de acero por ejemplo. El escenario ideal para el empleo de esta munición es una factoría o un buque, por ejemplo. Las puntas frangibles “se comen” las puertas de los coches convencionales.
ResponderEliminarEn pruebas de gelatina, por ejemplo, esas puntas atraviesan dos bloques de gelatina balística, con la misma facilidad que lo hacen los de plomo, semiblindados o blindados/FMJ. El fuselaje de un avión no es especialmente resistente. Yo no he disparado contra fuselajes de aviónica pero, creo que, ahí dentro, un FMJ u otra punta “normal” se comportaría como un frangible de los “de andar por casa”.
Gracias por tus visitas.
Veritas Vincit.
(((Gracias por sus exelentes articulos, soy policia en la ciudad de Posadas, Misiones, Argentina, y he aprendido bastante de sus articulos, quisiera preguntarle:
ResponderEliminar1º. Tienen los chalecos antibalas fecha cierta de vencimiento.
2º. Como se detectan, en los chalecos antibalas defectos de fabrica, defectos por uso o su no aptitud por hallarse vencido.
3º. Que medidas, se pueden tomar si dadas las condisiones de insuficiencia de medios de protecion, un personal policial tiene que usar un chaleco antibalas que se halla en mal estado o vencido.
Desde ya gracias.
Hola Mario Luis:
ResponderEliminarAntes de nada, gracias por su seguimiento de este blog y por el amable comentario que me dedica.
Como siempre, seré muy sincero. No puedo asegurar una respuesta eficiente a sus cuestiones. Lamento decirle que no soy dominador total de la materia que me pregunta, si bien una cosa tengo clara tras el resultado del viejo chaleco INDUYCO del que trata este artículo: después de vencer la fecha de “caducidad” siempre quedan muchos años de uso efectivo.
Tenga en cuenta algo: el chaleco que he evaluado tiene 20 años y aún así ha superado la prueba. Quiero pensar que un chaleco de manufactura moderna estará hecho a base de mejores controles de calidad y mejores materiales, por tanto su vida después de la caducidad será, en mi opinión, muy alta.
Creo que eso de las fechas es parte del negocio. Si el fabricante vende a una institución 1000 chalecos con fecha de vencimiento a 15 años, ese fabricante tardará otros 15 años en vender, a esa institución, otros 1000 chalecos. Si “recorta” la fecha de vida eficiente…en poco tiempo volverá el negocio: venderá más chalecos en poco tiempo, a esa misma institución policial.
Al resto de sus cuestiones no me atrevo a responder con garantías. Hay “mil marcas” en el mercado y varios tipos de tejidos y fibras balísticas. Unas marcas poseen altos controles de calidad otras marcas los poseen no tal altos…por ello, no opinaré.
Espero que siga por este blog.
Ernesto Veritas Vincit
exelente articulote felicito,es admirable la calidad, ycaracrteristicas de este material balistico (dyneema) esxelente.claro desde luego que ay que saber como usarlo y en que ,porque y para que, para asi nos de un mejor resultado su uso,algo muy importante es que es muy ligero felicidades.
ResponderEliminarHola René: muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarErnesto Veritas Vincit
Impresionante, cada vez que leo cosas de Ud. es una clase maestra. Enhorabuena y gracias- Madriles2002-
ResponderEliminarGracias, estimado J. Esteban V.
ResponderEliminarEspero seguir viendote por aqui.
Desde mi Samsung GALAXI II, Ernesto.