WILD BILL HICKOK, PISTOLERO. Relato de sus más conocidos enfrentamientos

Por: Pedro Pablo Domínguez Prieto

Agradezco a Ernesto el que me permita participar de nuevo en su blog, en este caso para continuar la serie sobre Wild Bill Hickok. En concreto, comentaré los 7 tiroteos en los que se vio envuelto en su etapa de “pistolero”, siendo mi objetivo el aportar alguna conclusión que sea útil para el trabajo policial actual.

Seré bastante escueto, ya que pretendo hacer evidentes los aspectos más interesantes desde el punto de vista del tiro defensivo.

Dado que Ernesto ya ha escrito sobre la biografía de Hickok, yo omitiré este tipo de datos, únicamente señalar que este personaje fue de los pocos pistoleros de la época que solo dispararon estando del lado de la ley, y que la mayoría de sus enfrentamientos fueron “limpios”, al contrario que otros coetáneos que solían “asesinar” más que batirse en duelo.

Como tirador, Bill poseía dos virtudes (las más importantes en un pistolero, como establecería en su día Wyatt Earp): se había criado en al ámbito rural, donde tuvo acceso, desde muy joven, a las armas. Por tanto había practicado mucho al llegar a la madurez. Esto era común a otros muchos pistoleros del Oeste.

La segunda (y más importante) es que era muy frío. Su afición al juego le había convertido en un hombre al que afectaba muy poco el estrés. Buffalo Bill Cody, otra figura del salvaje oeste que compartió largas temporadas con Hickok, dijo que nunca le vio temblar al desenfundar el arma, tal y como hacían otros tiradores, y que sabemos es una reacción común bajo estrés. Como veremos, fue quizás pionero en aplicar técnicas que aumentasen su ventaja táctica, así como en utilizar el engaño.

Respecto a sus armas, se le atribuye el uso y/o posesión de una docena de revólveres y rifles, aunque en la totalidad de los tiroteos en los que participó activamente utilizó una pareja de Colt 1851 Navy del calibre .36. Este era un revólver de avancarga de 6 tiros, con una potencia quizás comparable a un 9mm corto (.380 Auto) actual (86 grains a unos 1000 pies/segundo).Soy enemigo de los “números”, por lo que únicamente destacaré que este revólver era extremadamente popular debido a su fiabilidad: era la “Glock” de la época. En una ocasión, se dispararon 1500 proyectiles con una de estas armas (de pólvora negra) limpiándola solo 1 vez, sin producirse interrupciones. También era un arma muy precisa, obteniendo impactos en una silueta a 200 metros con apoyo. Ya sabemos que lo principal de un arma es que “funcione”, por lo que entendemos que la elección de Bill fue la más acertada en su época.

Otro aspecto destacable es que en aquellos años, la calidad de las “municiones” era bastante deficiente. La mayoría de los pistoleros profesionales adquirían pólvoras fabricadas en Gran Bretaña (más caras), y fulminantes de la casa Eley Brothers. En todo caso, se sabe que Hickok revisaba frecuentemente sus armas, y que por ejemplo comprobaba que los oídos de las chimeneas estuvieran limpios, además de de utilizar una pequeña barra metálica para apretar las cápsulas fulminantes y que tuviesen contacto con la pólvora.

En todo caso, recordemos que se trataba de armas de pólvora negra fabricadas a mediados del Siglo XIX, y siempre existía la posibilidad de un fallo mecánico. Por ello Bill (como otros de sus “compañeros”), portaba armas de back-up (2 deringers del calibre .41). Raramente portaba solo uno de los Colt.

Acerca de su técnica de tiro, contrariamente a lo que se ha mostrado en la mayoría de las películas, las armas se llevaban a la altura del cinturón (no en la pernera), y con las culatas hacia delante (lo que conocemos como fundas tipo “caballería”). Para desenfundar, se giraban las palmas hacia fuera y se extraían las armas girándolas a la vez. En el mismo movimiento se introducía el dedo en el gatillo y se abatía el martillo. Hickok nunca utilizó empuñamientos a dos manos, y a excepción del tiroteo con Tutt, en el resto de ocasiones disparó desde la cadera. En disparos de exhibición, parecía emplear una posición “de duelo” similar a la utilizada actualmente en tiro olímpico (con el brazo extendido y el torso girado respecto al blanco).

-El incidente Mc Canles, 12 de julio de 1861:
Este es el primer incidente en el que se vio envuelto Wild Bill, y que le dio una cierta notoriedad. La documentación existente es muy escasa, ya que los pocos testigos presenciales estaban directamente implicados, y nunca hicieron pública su versión.

Sí que es cierto que Bill exageró públicamente los hechos como medio de obtener fama como pistolero. Por esto, se le ha representado luchando contra 9 sanguinarios asesinos, matándolos a todos con un cuchillo Bowie, un rifle y un revólver. El mismo declaró haber recibido 11 heridas de arma de fuego.

La realidad es que aquel día la banda de los McCanles se componía de 4 miembros: David C McCanles, su hijo Monroe de 12 años y 2 empleados, James Woods y James Gordon. Hickok, por aquel entonces, estaba empleado en la estación de Rock Creek, un apostadero utilizado por diligencias y por el Pony Express, situado en la zona Sur de Nebraska.

Los Mac Canles también eran empleados de esta estación, y, en principio, acudieron a la oficina el día del tiroteo para cobrar unas nóminas atrasadas. Otras versiones indican que Hickok había tenido un incidente con Mc Canles en el pasado, referente a una mujer. También hay evidencias de que Mc Canles insultaba/ acosaba frecuentemente a Hickok, por lo que ya existía una enemistad previa entre los dos hombres.

El día del incidente, Hickok portaba, al menos, un Colt 1851 (posiblemente 2), y tuvo acceso a un rifle del tipo Kentucky del calibre .56 (monotiro de avancarga), de la marca Postley Nelson & Co. En la estación es posible que existiera también una escopeta de avancarga, aunque no está probado.

David Mc Canles solía portar dos revólveres (de marca sin identificar, quizás Colt 1851s), además de una escopeta de cañones recortados en la montura de su caballo. No obstante, no existen evidencias de que los llevara ese día, y en todo caso, puede ser que no llegara a utilizarlos.

El relato real de los hechos pudo ser como sigue:
A las 16 horas del 12 de julio, Dave Mc Canles, su hijo Monroe y dos empleados llamados Gordon y Woods, se dirigen al edificio de la estación para reclamar el pago de unas nóminas atrasadas. En concreto pretendían que los Wellman les ofreciesen la propiedad de la estación como pago. Horace Wellman y su hija Jane los recibieron a la entrada, iniciándose una discusión. En un momento dado, Hickok interviene para mediar, pero vuelve a entrar en la casa donde se reúne con Horace tras una cortina que dividía la estancia principal. Parece ser que ambos hombres obtuvieron un rifle y un revólver, y que uno de los dos efectúa un disparo con el rifle, alcanzando a Dave Mc Canles en el pecho, matándolo casi instantáneamente. Su hijo se arrojó sobre su cuerpo, mientras Woods y Gordon, que estaban en el exterior, acuden alarmados por el disparo. Woods es el primero en entrar, recibiendo un disparo de revólver (de origen desconocido), resultando gravemente herido.

Gordon no se atrevía a entrar, pero Hickok le dispara con un revólver a través de la puerta. Woods trataba de huir arrastrándose, pero fue perseguido por Jane, quien utilizando una hoz, le dio muerte. Tras esto, fijó su atención en Monroe, el hijo de 12 años de Mc Canles, quien esquivó el ataque y logró huir del lugar.

Hickok, Doc Brink y Wellman persiguieron a Gordon, que se había refugiado en unos matorrales cercanos, y le dieron muerte con una escopeta. Monroe fue el único superviviente del tiroteo.

No existen informes médico-forenses relativos al enfrentamiento, pero entendemos que Mc Canles fue alcanzado en el tórax por el disparo de rifle, quizás interesando el corazón y/ o los pulmones.

No hay muchas enseñanzas “tácticas” extraíbles de este incidente, excepto quizás el impacto que tiene el uso de armas largas en combates a corta distancia. Una de las “reglas del tiroteo” establece la preferencia de uso de un arma larga sobre la corta, siempre que exista esa opción. Hickok siguió este principio en varias ocasiones.

-El duelo Hickok-Tutt:
En la era de los pistoleros (de 1851 a 1900 aproximadamente), se produjeron multitud de enfrentamientos. Sin embargo, muy pocos de ellos tuvieron lugar en igualdad de condiciones, o al menos cara a cara en duelos premeditados en los que influyera la preparación mental o la técnica de los tiradores. En cambio, normalmente alguno (o los 2) oponentes estaba borracho, era un novato, o estaba demasiado asustado para reaccionar. Por no contar los disparos por la espalda, emboscadas, etc.

El enfrentamiento Hickok-Tutt es de los contados duelos “clásicos” recreados más tarde en las películas de Hollywood, remarcable sobre todo por la distancia de tiro.

Sobre este tipo de “duelo”, Hickok declaró en una entrevista para el rotativo Harper´s en 1865: “Si te ves en un problema, asegúrate y no tengas prisa en disparar. Tómate tu tiempo. He conocido a muchos que fallaron por disparar demasiado rápido”.

Más tarde, en 1871, Wild Bill comentó en otra entrevista (esta vez para el periodista Charles Gross): “Charlie, espero que nunca tengas que disparar a un hombre, pero si lo haces, trata de impactarle en el vientre cerca del ombligo. Puede que no consigas un impacto mortal, pero el shock paralizará su cerebro y su brazo de tal modo que la pelea cesará”.

Hickok se refería, por supuesto, a una parada “psicológica”, pero hoy en día sabemos que no es fiable. En los años 40, del siglo XX, Applegate recomendó apuntar a la “hebilla del cinturón” con el objetivo de romper la cadera (lo que compromete la movilidad) y poder hacer disparos sucesivos hacia el pecho aprovechando la relevación del arma.

Hickok, en esta ocasión, impactó en el corazón de Tutt. Lo más probable es que apuntara a “centro de masa” (la zona más “grande” del blanco que nos ofrecen).

El motivo del duelo fue simplemente una deuda relativa a la venta de unos caballos, que ascendía a 45 dólares. Bill debía a Tutt esa cantidad, pero consideraba que se reducía a 25 dólares. El 20 de julio de 1865, los 2 hombres coincidieron en una sala de juego de Springfield, Missouri. Tutt reclamó el pago de la deuda, pero Hickok se negó. Entonces, el primero tomó de la mesa de juego un reloj perteneciente a Hickok como prenda por la deuda. Esto enfadó sobremanera a Bill, pero no quiso iniciar una lucha en el establecimiento.

El día siguiente (21 de julio) por la tarde, ambos contendientes volvieron a encontrarse en la plaza pública de la ciudad. La secuencia de lo que ocurrió fue la siguiente: Hickok y Tutt se encuentran a las 18:00 horas en la plaza pública de Springfield. Esta es un cuadrado de 80 x 80 yardas (aproximadamente 80 metros). Tutt salía del Juzgado, situado en la parte noroeste de la plaza. Al verlo, Hickok le gritó: “Dave, no cruces esa plaza con mi reloj”. En ese momento, un grupo de viandantes se reunieron tras Wild Bill.

Instantes después, Tutt trató de desenfundar su arma, haciendo lo propio Hickok y escuchándose un disparo casi simultáneo. Dave falló pero el proyectil de Wild Bill le impacta en el pecho. Se relata que Tutt se llevó la mano al pecho y dijo “Chicos, estoy muerto”, se giró sobre sí mismo y se agarró a una de las columnas del Juzgado, cayó al suelo y falleció.

La autopsia realizada por el Doctor Ebert, estableció que el proyectil calibre .36 de Hickok había penetrado por el lado derecho entre la 5ª y la 7ª costilla, atravesó el pecho interesando el corazón y/o alguna arteria principal, y salió entre las 5ª y 7ª costillas del lado izquierdo. Tras salir del cuerpo, continuó su trayectoria y no pudo ser recuperado. La muerte de Tutt se retrasó unos “2 minutos”, y el motivo de la misma fue la pérdida masiva de sangre.

Es interesante que Hickok, inmediatamente, tras disparar, se giró hacia su espalda, donde se encontraban al menos 7 testigos del incidente. Parece que Wild Bill mostraba una excepcional alerta situacional, y que no se dejaba dominar por la visión/audición túnel.

Una enseñanza importante de este episodio, es cómo a pesar de que la mayoría acepta que un tiroteo ocurre a corta distancia (de hecho, el resto de enfrentamientos de Hickok fueron a 8-15 metros), una vez que salimos al exterior podemos vernos disparando a distancias relativamente largas. No obstante, un arma de fuego estándar es capaz de impactar a estas distancias (hasta 100 metros) y todo depende de nuestro entrenamiento para sacarle rendimiento.

Otra de las “reglas del tiroteo” dice: “la proximidad niega la técnica: a corta distancia el malo no tiene que ser bueno, solo necesita suerte”. La distancia favorece al tirador entrenado.

-Hays City: los incidentes Mulvey y Strawhun.
Hays City era una ciudad realmente complicada para vivir en la década de 1860. Los soldados fuera de servicio, cazadores de búfalos, prostitutas y jugadores se agolpaban en sus salones y prostíbulos, hasta el punto de ser considerada como la “Sodoma de las llanuras”.Se atribuye a Hickok el dicho: “No hay Domingo al Oeste de Junction City, ni leyes al Oeste de Hays City, ni Dios al Oeste de Carson City”. A pesar de esto, Bill vivió en la ciudad de 1867 a finales de 1869, trabajando como explorador o agente de la ley.

En el verano de 1869, Hays City disponía de una especie de “patrulla ciudadana” tras la desaparición del sheriff Thayer. Uno de los miembros de esta era Samuel Strawhun. Strawhun y otro de sus compañeros (Joseph Weiss, un expresidiario) fueron expulsados finalmente del grupo debido a su comportamiento violento, lo que les enfrentó con Alonzo Webster, uno de los jefes del comité ciudadano. Ante el intento de agresión, Webster desenfundó y mató a Weiss, poniendo en fuga a Strawhun. Éste volvió poco después buscando venganza, momento en que encontró a Hickok sentado en la entrada del edificio. Wild Bill le dijo que estaba preparado para entrar en la lucha, lo que disuadió al pistolero de sus intenciones.

2 meses después, el 26 de septiembre de 1869, Strawhun y otros miembros de su banda (14-18 personas), invadieron el salón John Bitter situado en Front Street. En la mañana del 27, los daños causados por la borrachera eran notables, y un gran número de jarras de cerveza vacías se amontonaban en un local cercano, ante la negativa de los pistoleros a retirarlos (el propio Strawhun amenazó con matar a quien lo intentara). Bitter mandó llamar a las fuerzas de la ley, presentándose el mismo Hickok en el lugar. Una vez allí, procedió a recoger las jarras vacías y a llevarlas a la barra del saloon, momento en que Strawhun se aproximó por detrás con una jarra vacía, al perecer con el propósito de golpear a Bill con ella. En ese momento, nuestro protagonista desenfundó uno de sus Colts y disparó, matando al agresor. Algunos autores han sugerido que el atacante portaba un revólver en lugar de una jarra, y otros que Wild Bill disparó apuntando sobre su hombro gracias a la visión que tenía a través del espejo del Saloon. Ambas versiones son poco creíbles. Lo más probable es que Strawhun portara una jarra rota o que mostrase intención de romperla contra el rostro del agente del orden. En cualquier caso, en la época se entendió que el disparo estuvo justificado como legítima defensa.

Este es un debate común hoy en día, el de la proporcionalidad. ¿Es lícito usar un arma de fuego contra una que no lo es, véase cuchillo, botella rota, etc? A corta distancia, un arma blanca es potencialmente tan letal como una de fuego, y en todo caso, lo principal es la intención del agresor. No hay datos acerca del lugar de impacto, ni de otros datos relativos a la autopsia. Parece que Strawhun se desplomó tras ser alcanzado por un único disparo.

El otro incidente ocurrido en esta ciudad fue el relacionado con Bill Mulvey (o Mulrey), ocurrido el 22 de Agosto de 1869. Este sujeto apareció en la ciudad, borracho y disparando indiscriminadamente, junto a varios secuaces. Afortunadamente, nadie resultó herido antes de la aparición de Hickok.

Sobre lo que ocurrió a continuación existen dos versiones: la primera (aparecida en el North Topeka Times el 31 de agosto de 1876), señala que Hickok distrajo la atención de Mulvey haciéndole creer que alguien tras él iba a dispararle. Al girarse para hacer frente a la amenaza, Bill desenfundó y le alcanzó en el cráneo, con orificio de entrada justo detrás de la oreja derecha.

La segunda versión, aparecida en el “Daily Journal of Commerce” de Kansas City el 25 de agosto, recoge que el impacto atravesó “el cuello y los pulmones”.

A día de hoy, no es posible establecer cuál de las dos versiones es la correcta, ya que no existe informe de la autopsia ni declaraciones de testigos. En todo caso, entendemos que un pistolero profesional como Hickok sin duda utilizaría todos los “trucos” a su alcance para prevalecer en un tiroteo. Según Clint Smith (director del Thunder Ranch Academy), la regla más importante en un tiroteo es “always cheat, always win” (engaña siempre, vence siempre). Espero realizar un artículo sobre este apasionante tema en el futuro, pero es cierto que distraer a nuestro oponente o hacerle creer que estamos heridos, muertos, sin munición, con el arma interrumpida, etc. es una táctica muy útil en un enfrentamiento. Como dice Ernesto “en la calle todo vale, si se trata de sobrevivir”.

-Hays City: la lucha con los soldados del 7º de Caballería:
Otro tiroteo que quizás en su época se vio exagerado por los periodistas fue el enfrentamiento de Wild Bill con 2 soldados del 7º de Caballería. En esta ocasión, realmente Hickok estuvo a punto de perecer. De no ser por la mala fiabilidad de los revólveres Remington, este hubiera sido el último tiroteo del explorador.

El 17 de julio de 1870, a las 9:00 aproximadamente, Hickok se encontraba en el Saloon John D. Walsh, con la espalda hacia el interior de la estancia como era costumbre en él, cuando 2 soldados de caballería entraron por la puerta. Los soldados eran una visión común en aquella época, por lo que nadie prestó atención a Jeremiah Lonergan y John Kile. Lonergan era conocido por ser un camorrista. Kile, un desertor recientemente devuelto al servicio, había ganado la medalla de honor del congreso en una acción contra los indios. Bill portaba 2 Colt 1851s, y los soldados iban armados con sus revólveres reglamentarios Remington New Model Army del calibre .44, o modelo 1863. Este arma, aunque parecía más robusta que su rival el Colt 1860 (tenía el cuadro completo), en realidad sufrió deficiencias de fabricación, sobre todo en las primeras series. En 1864, un informe del Ordnance Department del ejército USA denunció reventones y fallos de percusión, precisamente el fallo que salvó la vida a Hickok.

No hay detalles acerca de los instantes previos al incidente, ni testimonios fiables. Si se sabe que Hickok y los 2 soldados hablaron, y es posible que bebieran juntos antes de que a las 9:15 horas, aproximadamente, Lonergan se situó a la espalda de Hickok y le sujetó por los brazos, forcejeando hasta lograr derribarle y llevarle al suelo. Segundos después, Kile desenfundó su revólver Remington y apuntó a la oreja de Wild Bill, a distancia de contacto, y disparó. Pero el arma sufrió un fallo de percusión y no se produjo el disparo, que de otro modo hubiera sido fatal.

Hickok consigue entonces separar su mano, alcanzar uno de sus revólveres y disparar 2 veces: el primer proyectil atravesó la muñeca derecha de Kile, y el segundo penetró en su abdomen por el lado derecho, le atravesó y quedó detenido por la piel del lado izquierdo. El soldado cesó su agresión (técnicamente una “parada”), y Hickok se centró en Lonergan que continuaba forcejeando con él.

Debido a su posición, Hickok no podía dirigir el cañón hacia el cuerpo de Lonergan, aunque finalmente consiguió llevarlo hasta su rótula y disparó. Esto hizo que su agresor soltara su presa, y Hickok se incorporó, escapando a través de una ventana del saloon hacia la calle.

Kile murió instantes después del incidente, posiblemente la causa fue pérdida masiva de sangre.

Además de volver a demostrar su habilidad con las armas, observamos como lo realmente importante respecto a estas es la fiabilidad. El Remington era un arma del calibre .44, notablemente más potente que el .36 que utilizaba Hickok. Sin embargo, si tu arma no funciona, el resto es irrelevante. Sabemos que Wild Bill limpiaba regularmente y realizaba pequeñas reparaciones en sus revólveres. Los norteamericanos tienen un refrán que reza: “cuida de tu equipo y él cuidará de ti”, esta sería la enseñanza de este episodio.

-Abilene: el tiroteo con Phil Coe:
Abilene era una ciudad ganadera, y en la década de 1860 fue lugar de paso de gran número de vaqueros, jugadores, pistoleros (como John Wesley Hardin) y como no, prostitutas y delincuentes de todo tipo. De 1867 a mayo de 1870, en Abilene no existió ley alguna hasta la llegada del sheriff Tom Smith. Este fue rápidamente asesinado, y el 15 de abril de 1871 Wild Bill fue nombrado nuevo sheriff. Solo permaneció en el cargo 8 meses, pero en ese periodo acaeció el incidente que nos ocupa.

El 5 de octubre de 1871, un numeroso grupo de tejanos, borrachos ya que se celebraba una feria en Abilene, estaban alborotando en los salones de Texas Street. Hickok había prohibido el porte de armas en la ciudad, pero aproximadamente a las 21:00 horas sonó un disparo cerca del Saloon Alamo. Hickok se presentó de inmediato en el lugar, encontrándose cara a cara con Phil Coe, pistola en mano y rodeado por 50 tejanos armados. Coe declaró que había disparado a un perro callejero. Entonces desenfundó un segundo revolver y disparó 2 veces hacia Wild Bill. Un proyectil impactó en el terreno entre las piernas del sheriff, y el otro rozó la parte inferior de su abrigo.

Hickok desenfundó “tan rápido como el pensamiento” según el editor del Chronicle. Disparó 2 veces a Coe en el estómago, y otra vez más a alguien que cruzó, pistola en mano, entre los dos.

Parece ser que otras personas en la zona resultaron heridas, puede que Coe y Bill dispararan más veces, o que el resto de tejanos también disparasen sus armas.

Coe fue llevado a una pensión en Cedar Street, donde los médicos determinaron que sus heridas eran mortales (no hay más detalles, quizás se dañó el hígado), y murió 3 días después con grandes padecimientos.

Cuando Hickok descubrió que el otro hombre al que había disparado era su amigo Mike Williams, lo llevó al Saloon El Alamo y lo tumbó en una mesa de billar. Se cuenta que nuestro protagonista lloró amargamente, y que acto seguido disolvió a todos los tejanos que permanecían en la calle. Al parecer Mike Williams fue alcanzado en el corazón por uno de los proyectiles de Hickok.

El enfrentamiento tuvo lugar a apenas 3 metros, una distancia extremadamente corta, y Bill portaba sus habituales Colts 1851. Las armas de Coe no han podido ser identificadas.

La enseñanza táctica de este enfrentamiento, en esta ocasión no es favorable a Hickok: disparó sin identificar el blanco, quebrantando la regla de seguridad número 4. Es lamentable que muy pocos profesionales de la seguridad sepan recitar las 4 reglas de seguridad, que deberían ser lo primero que se enseñase en cualquier módulo de armamento y tiro. En la confusión de un tiroteo, es preferible perder una décima de segundo en identificar el blanco, que matar a un inocente.

-Ases y Ochos: 2 de agosto de 1876:
A partir de 1874, la fiebre del oro se extendió en la zona de Black Hills. Hickok fue uno de los exploradores que organizaron expediciones a esta zona, estableciéndose en la ciudad de Deadwood en julio de 1876. Allí, Bill evitó volver a emplearse como agente de la ley, y en su lugar se centró en la búsqueda de oro y en el juego, con el objetivo de reunir dinero y volver a Ohio con su esposa.

La noche del 1 de agosto, Hickok y un hombre llamado Bill Sutherland jugaron al póker. Más tarde se descubriría que el nombre real del adversario era John Mc Call. Mc Call había perdido 16,50 $ cuando decidió retirarse del juego. Hickok aceptó aplazar el pago de la deuda, e incluso se ofreció a prestarle dinero para la cena.

La tarde del 2 de agosto, Bill se encontraba jugando al póker con 3 amigos en el Saloon nº10 de Main Street, donde había llegado a las 13:00 horas. Hickok siempre se sentaba dando la espalda a la barra, de forma que controlaba la puerta y la mayor parte del local. Pero en esta ocasión, la silla adecuada ya estaba ocupada cuando se incorporó a la partida, por lo que aceptó sentarse de espaldas al acceso.

Aproximadamente a las 16:00 horas, Bill obtuvo una excelente mano: 2 ases y 2 ochos, lo que quizás le distrajo y permitió que Mc Call, que había entrado en el local, se aproximara por su espalda y se situara en la barra a escasos 5 pies de él.

En un rápido movimiento, el asesino desenfundó un “Colt Navy” (según la edición del 28 de febrero de 1880 del Black Hills Daily Times), colocó el cañón a escasos 4 cm del cráneo de Wild Bill y disparó. El proyectil atravesó el cerebro, destruyendo la mandíbula y causando pérdida de masa encefálica y piezas dentales, que cayeron sobre la mesa. Tras salir, la bala impactó en el brazo del capitán Massey, que estaba sentado justo delante de la víctima, rompiéndole un hueso.
Mc Call fue arrestado y juzgado por una especie de tribunal popular de la ciudad.

De este último incidente, se pueden desprender dos conjeturas: tarde o temprano, si se rompen las normas de autoprotección, se acaba pagando. En este encuentro, más bien asesinato, se dio algo muy frecuente hoy en día con según que munición: la sobrepenetración puede producir heridos colaterales. En el caso que acabamos de ver, un Capitán, presente en la escena del crimen, fue alcanzado por el proyectil que cruzó el cráneo del Hickok.

No está claro el por qué Hickok descuidó su situación táctica, que había mantenido durante toda su vida como agente de la ley. En todo caso, el legado previo de este personaje lo configura como el más importante pistolero de su época, y un precursor de muchas técnicas y tácticas que se enseñan hoy en día en las academias de tiro, considerándolas válidas 150 años después.

Comentarios

  1. Colt 1851 Navy del calibre .36 comparable a un 9mm corto (.380 Auto)

    De ser así, que seguro que es, pues el autor seguro que lo ha estudiado mucho más que yo, y con bastante más profundidad, tengo una pregunta para ambos (Pedro Pablo y Ernesto):
    ¿Hemos de suponer entonces, que los famosos duelos cinematográficos, en los que cada pistolero contaba 10 pasos (aprox. 20 metros) y se daban la vuelta para dispararse, cayendo hacía atrás de forma estrepitosa e incluso levantando los pies del suelo está más que exagerada?
    Lo digo porque ya me pareció sorprendente en su día, y ahora que se mucho más sobre "Stopping Power" (Poder de poder) y la transferencia de energías, y puesto que ese calibre es bastante "pequeño" es de suponer que las muertes de dichos pistoleros, no era tan rápida ni tan fulminante como nos transmiten los "Spaghetti western".
    ¿Estoy en lo cierto, o creéis que esto pudo ser así?
    De hecho, en la película "Deadwood", dónde se muestra claramente como mataron a Wild Bill, Jack McCall se tuvo que acercar bastante y dispararle directamente a la nuca para asesinarlo.
    Un saludo.

    "Ante ferit quam flamma micet"

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  2. Veo que Pedro Pablo no responde, por ello lo haré yo. Seguro que Pedro está muy liado y de ahí su ausencia de respuesta.

    Mira, estás en lo cierto. El cine ha hecho daño a la percepción de la realidad, no solo a la de la época de W.B. Hickok, sino a todas las épocas. Centrándonos en el Oeste Americano, diré que sí, que eran así las cosas. La gente no moría, casi nunca, en el acto. Lógicamente, hay casos como el del propio Hickok que tenía que irse al otro barrio del “tirón” pues fue disparado en la cabeza, y a bocajarro. Pero, por ejemplo, personas que recibían disparos en el vientre o en otros órganos, en principio, no vitales, era frecuente que fallecieran como consecuencia de infecciones, y eso siempre se producía días después e incluso semanas más tarde de ser herido.

    La penicilina es un producto farmacológico que combate a las infecciones y hasta bien entrado el siglo XX no se empezó a usar, por tanto en el Oeste, como en la famosa Gran Guerra, y antes y después de 1928, la gente moría por algo que hoy, en “un rato” se combate. De todos modos, la Penicilina era muy cara e incluso cuando ya estaba inventada, el conseguirla era algo no fácil incluso para los Estados.

    En esa época, como hoy mismo ocurre, un disparo podría producir la inmediata muerte del impactado, pero siempre que el proyectil afectase directamente a determinados puntos del organismo humano.

    En esa época existían armas más potentes que las que usaba Hickok como norma general, de hecho, él mismo poseía alguna de ellas. El hecho de usar el calibre .36 no era por su potencia precisamente sino por su precisión, pero casi seguro que lo usaba más por el modelo de arma que lo disparaba. Un 9mm Corto, por ejemplo, es un calibre “suave” pero si en un enfrentamiento consigues colocar un proyectil de 9mmC en determinados sitios del cuerpo, y el tipo al que diriges el fuego no va muy protegido de ropas…podrías dejarlo fuera de combate con un solo disparo. Esto que te digo, no siempre está en la mano del tirador, juegan “mil factores” en este tema, y no todos los controla el que dispara.

    De nada sirve colocar un disparo en la zona del corazón, si el que recibe el tiro lleva un chaleco balístico o tres chaquetas de piel de morsa, ya que ese calibre “suave” se suavizará más aún al ir atravesando esas pesadas ropas…puede que llegado al contacto con el órgano vital, su potencia sea escasa y no lo penetré con energía. Sin embargo, disparos de calibres más potentes dirigidos e impactados en otras zonas, quizás no afecten a órganos vitales. Un calibre .22LR, que es poco potente, podría matar a un tipo si le metemos en el entrecejo, y quizás con un mágnum .44 le demos en la pierna y no toquemos ni huesos ni arterias. Ahí, el calibre .22LR sería el que se llevaría “el gato al agua”. Sobre este asunto podría contar mil cosas y anécdotas.

    No se si he divagado mucho y si me he alejado del tema de tu pregunta, si es así, lo siento. Pregunta cuanto quieras, si conozco una respuesta lógica y razonable, te la daré.

    Gracias por leer mi blog.

    Veritas Vincit.

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  3. Buenas tardes, perdón por la tardanza en responder.
    Respecto al arma/calibre, como se explica en el artículo, el Colt Navy era un arma extremadamente fiable para los estándares de la época, al contrario que otros como el Remington (véase el incidente con los soldados de caballería). Esta era la razón de que Hickok lo prefiriera sobre otros (ten en cuenta que poseyó varios modelos de Colt y Smith and Wesson). En general, las armas de la época eran menos potentes que las actuales (con algun excepción como el Colt Walker/ Dragoon), pero en general, a las distancias de tiro normales eran efectivas siempre y cuando impactaran en órganos vitales. Como dice Ernesto, la "parada" depende del tipo de tejido que toquemos.
    Por otra parte, la imagen del "duelo" como se nos ha presentado en el cine es falsa: el tiroteo con Tutt precisamente ha sido la inspiración de muchas de estas escenas (como la de "Solo ante el peligro"). La realidad es que la mayoría de los enfrentamientos eran "emboscadas", disparos por la espalda, por sorpresa, etc, más parecidos a como lo hizo Mc Call. Como también refiero en el texto, la mayoría eran peleas por juego, prostitutas, alcohol, etc. o simple y llanamente asesinatos a sangre fría.
    Sobre el tiempo que tardaban en fallecer las "víctimas", encontramos unas circunstancias muy similares a las actuales: un impacto en el cerebro o en el corazón (Tutt, Mulvery, Williams), suponía una muerte casi inmediata (cese de actividad cerebral o pérdida masiva de sangre), y otros en zonas no vitales conllevaban una agonia más o menos larga, influyendo como dice Ernesto, la circunstancia de que el herido no podía acceder a tratamiento médico adecuado.
    Wild Bill no sobrevivió a tantos tiroteos por llevar un determinado arma/calibre, sino por su excepcional uso de las tácticas y su preparación mental. Recordad que en el triángulo del tiro defensivo (Mindset-Tactics-Equipment), las dos primeras suponen el 90% del resultado...

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  4. ¡¡¡MENUDAS EXPLICACIONES, QUE BARBARIDAD!!! ;)
    Desde luego, no sólo habéis corroborado lo que ya pensaba, sino que encima habéis aportados datos que desconocía.
    Lo de la penicilina lo suponía, pues también son típicas de los western, las escenas de operaciones con Whisky y torniquetes encangrenados, pero desde luego no tiene desperdicio.
    En cuanto al comentario de Pedro Pablo, me surge otra pregunta... ¿Los duelos se solventaban con un solo y único disparo (como en las películas) o disparaban más de una vez y a traición como dices?

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  5. El número de disparos era variable, tal y como lo es hoy en día. Todo dependía de las circunstancias: si alguno de los tiradores lograba un impacto con el primer o segundo disparo, el enfrentamiento solía acabar ahí. Si por el contrario (como también sucede hoy en día), fallaban o el herido podía seguir en la lucha, buscaban parapeto y el intercambio de disparos continuaba.
    Por supuesto, en casos en los que el disparo se producía por sorpresa o por la espalda, la víctima no tenia ninguna opción.
    Es interesante la cuestión que planteas, ya que parece que en aquella ápoca los tiradores eran muy conservadores con la munición. En la época inmediatamente anterior, cuando las armas eran de un solo tiro, el duelista sabía que un fallo suponía quedar a merced del adversario, o tener que utilizar "el cuchillo" (cómo en el duelo de Sandbar en 1827). Los revólveres de avancarga también eran lentos de recarga, y gastar los 6 tiros te podía suponer estar desarmado si aparecían mas amenazas. Por ello los pistoleros (como Hickok) procuraban asegurar el tiro, y no disparar indiscriminadamente (lo que los americanos llaman spray and pray).
    Parece ser que esta tendencia se mantuvo hasta finales de los años 70 aproximadamente, cuando los estamentos policiales en USA utilizaban mayoritariamente revólveres como el Python o el S&W 27. En ese periodo, el numero de disparos de media por enfrentamiento era de 2`7. Cuando se introdujeron las pistolas semiautomáticas tipo "wonder nine", con cargadores de 15 tiros, la media subió a unos 7 tiros en 1990, y hasta 16 en el año 2000! (NYPD). Se cree que esto se debió a la introducción en el entrenamiento de los doble y triples tap (mozambiques), a "disparar hasta que el malo caiga", y a la "confianza" de los policías en no quedarse sin munición (46 cartuchos de dotación por agente). Esto por supuesto, ha echado por tierra el cuidado en la técnica de tiro...
    Pero si, respondiendo a tu pregunta, en el salvaje Oeste los tiroteos se resolvían con un número relativamente pequeño de disparos.

    Perico.

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  6. Completa y magistral respuesta. Gracias.

    Ernesto.

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