LEOKA 2009: “ gringos" asesinados en el cumplimiento del deber
Por, Ernesto Pérez Vera
He escrito varias veces sobre ello, como bien saben
quienes asiduamente me leen. El FBI norteamericano analiza anualmente los
enfrentamientos policiales que acaban con la vida de agentes de policía en
aquel país. Todos los años, durante el otoño, se hace público el trabajo que una
comisión especial realiza bajo el nombre de: LEOKA (Law Enforcement Officers Killed and Assaulted). Ese trabajo se
efectúa sobre los datos obtenidos en aquellos escenarios en los que, durante el
año anterior, cayeron, en el cumplimiento del deber, agentes de la autoridad
norteamericanos. Sean oficiales federales (FBI, DEA, ATF, etc.), agentes de la Policía
Metropolitana (Policía Local), policías del Estado o agentes de condados (departamentos
de sheriffs), todos reciben la misma consideración de cara al estudio LEOKA.
Existe un fuerte compromiso institucional y del Departamento de Justicia
(equivalente a nuestro Ministerio de Justicia, del cual depende el FBI). Se pretende
con estos trabajos que se conozca la verdad de los enfrentamientos, para
mejorar los entrenamientos de los policías.
Durante 2009, un total de 35 casos fueron analizados en
todo el territorio nacional yanqui, siendo 48
el número total de policías asesinados. La cosa no mejora de modo
ostensible. Seguidamente relaciono, por año, las cifras de agentes caídos en
los Estados Unidos a lo largo de la década en curso:
Año 2000: 51
agentes asesinados
Año 2001: 70
agentes asesinados
Año 2002: 56
agentes asesinados
Año 2003: 52
agentes asesinados
Año 2004: 57
agentes asesinados
Año 2005: 55
agentes asesinados
Año 2006: 48
agentes asesinados
Año 2007: 58
agentes asesinados
Año 2008: 41
agentes asesinados

Tras leer los informes de todos y cada uno de los 35 luctuosos
sucesos, alcanzo la conclusión de que los policías de allí atienden el mismo
tipo de llamadas ciudadanas e infracciones que aquí atendemos nosotros: riñas
familiares, peleas vecinales, conductores ebrios, atracos, malos tratos en el
ámbito familiar, etc. Es de esperar en naciones con sociedades civilizadas y
modernas. Por cierto, las riñas domésticas han aportado un buen número de bajas
en el estudio que ahora conocemos en este artículo. Fueron numerosos los casos
de agentes asesinados cuando acudieron a una vivienda para mediar en desavenencias
domésticas entre cónyuges, padres e hijos o entre hermanos.
Muchos fallecieron durante la identificación de
conductores que habían cometido alguna infracción de tráfico, y siempre a una distancia
no superior a 5 metros de distancia. Algunos asesinos abrieron fuego contra los
agentes desde dentro de los vehículos, o desde la ventanilla al sentir la
aproximación policial. Especialmente brutal fue el caso de un individuo que
mató a 4 policías en una cafetería, mientras los agentes tomaban café al inicio
del turno de la mañana. Fueron tiroteados con una pistola del calibre 9 mm
Parabellum, a la distancia del “hola,
buenos días...”.
En el LEOKA/09 todos los homicidas, excepto uno o dos,
tenían algo en común: eran consumidores de drogas o traficantes de ellas. La
mayoría sumaba un buen número de antecedentes policiales y se encontraban en
libertad condicional. Algunos tenían problemas mentales diagnosticados. Las
edades son variopintas. Los había con más de 50 años, pero también de poco más
de 20. La edad media gira entorno a los 35 años.
Lo que más me llama la atención es que todos los agentes
usaban chalecos antibalas, en el momento de ser abatidos. Insisto, todos tenían puesto un chaleco de protección balística. Pocos
fueron impactados en el pecho o la espalda, y los que allí acabaron alcanzados
lo fueron justamente en el área del tronco que no está protegida, que es la
zona más próxima al cuello o tráquea. La
mayoría de policías recibieron disparos en la cabeza. Los que sí fueron
impactados en el chaleco no pudieron sacarle partido: fueron atacados con
calibres excesivamente potentes, como son los de arma larga antes referidos.
Ningún chaleco policial convencional de uso interior —tampoco los exteriores de
nivel IIIA, que son los de uso general para proyectiles de arma corta— puede
detener las balas de las armas largas descritas en el test LEOKA/2009. En
algunos casos se tocó el pecho, pero entrando la bala de modo lateral, o sea
por la sisa. Si elevamos los brazos en posición de tiro, y nos disparan semilateralmente,
pueden entrarnos los disparos por la zona de las axilas. Por desgracia es
frecuente. Se me viene a la mente el asesinato del policía nacional francés, en
marzo de 2010, Jean-Serge Nérin, a
manos de la banda de perros mafiosos ETA. Nérin murió por un impacto que entró
por la sisa del chaleco balístico que portaba en el momento del tiroteo.
Entre los 48 policías asesinados en 2009 había
funcionarios de todos los empleos y escalas: agentes, cabos, sargentos,
tenientes y capitanes. Se ve que allí no todos los que mandan se esconden
detrás de la mesa de un despacho... Ya me gustaría ver a mí a más de uno, de
los que yo conozco, a las tres de la madrugada en la puerta de una discoteca deteniendo
a sujetos violentos. Algunos vivimos de ilusiones.
Muchos de los agentes no fueron capaces de hacer fuego de
réplica con sus armas, pero otros sí lo consiguieron incluso estando gravemente
heridos. Más difícil todavía: en un caso se produjo una traba en el arma del
policía durante el enfrentamiento. La mayoría de
los encuentros fueron muy rápidos y todos muy violentos. Casi todos duraron entre
uno y cuatro segundos, pero en otros casos hubo que comisionar unidades
especiales para localizar y neutralizar a sujetos atrincherados. No hubo muchos
disparos en casi ninguno de los enfrentamientos, pero es de destacar el caso de
un capitán asesinado cuando atendía un atraco: disparó su pistola 13 veces
antes de morir, y consiguió herir a su homicida.
Entre los finados había funcionarios
muy veteranos y otros algo menos experimentados, pero no abundaban los novatos,
aunque los había. La mayoría de los policías tenían entre 30 y 40 años de edad
y contaban con una media de 8 a 10 años de antigüedad en el Cuerpo. Dos de los
48 fallecidos estaban fuera de servicio. Uno de estos acababa de terminar su
turno de servicio y decidió acompañar a los policías entrantes a una situación
violenta: allí perdió la vida casi sin bajar del coche. Otro agente franco de
servicio, con menos de 30 años de edad y con muy poco tiempo de antigüedad, fue
impactado por un proyectil del calibre 9 mm Corto en la frente. Este joven policía
detectó una riña en la misma urbanización en la que él residía, y decidió intervenir
para separar a las partes. Perdió la vida. En mi opinión, estos dos agentes merecen
un extra de respeto y reconocimiento. El calibre que mató a este funcionario,
el 9 mm Corto (.380 Auto/ACP), no es especialmente potente, pero lo importante
no es la “bala” sino la zona del cuerpo donde ésta acabe y qué órganos afecte
(cabeza en este caso). Especialmente débiles son los calibres “.22”, pero sin
embargo varios agentes murieron impactados por el .22 LR.
El país del que estamos hablamos es
muy grande en cuanto a extensión geográfica y el uso de las armas de fuego está
ampliamente extendido, en todos los ámbitos. No pasa como en España, gracias a
Dios. Las armas de fuego en los Estados Unidos son parte de su propia cultura. Pero
no nos engañemos, todos los años hay muchos tiroteos en nuestro país, entre
“buenos y malos”. Es más, que no caigan más policías españoles en
enfrentamientos no es siempre por el hecho de que no existan armas en las calles.
Seguramente será otro factor el que favorece este resultado, porque armas sí
que hay, ¡ustedes lo saben!
Seguro que todos conocemos casos
de llamadas ciudadanas en las que se habla de riñas con uso de armas de fuego,
¿verdad que muchas veces acudimos a esas llamadas? Pues bien, seamos sinceros,
¿todos los agentes acuden con celeridad y determinación a esos comunicados de
la Sala Operativa de Transmisiones? Lo sé. Yo también conozco “sangrantes”
casos de compañeros que ante esas comisiones de la Sala rodean la ciudad para llegar cuando el armado se haya marchado, aunque
ya haya matado a alguien. Bueno, lo cierto es que muchos acuden con esa falta
de compromiso a todos los requerimientos, no solamente a los que entrañan más
riesgo.
Huir del conflicto es una buena
forma de sobrevivir, no en vano es uno de los mecanismos humanos de supervivencia,
¡pero por Dios!, los policías no debemos, por ética y aplicación del propio Derecho,
rehuir del compromiso profesional. Si con celeridad y compromiso se atendieran
todas las llamadas en las que se advierte el uso de armas de fuego, las cifras
de agentes abatidos en España serían otras.
En posteriores artículos narraré
algunos de los 35 sucesos que han formado parte del estudio LEOKA/09. Las
circunstancias que rodearon a estos incidentes —a todos ellos— nos resultará de
gran valor. Como ya apunté antes, muchos de los compañeros “gringos” fueron
abatidos durante la realización de actuaciones sencillas y cotidianas en
nuestras vidas profesionales. Interponer una denuncia por exceso de velocidad,
mediar en una riña o tratar de detener a un vulgar ladrón, puede acabar con un
policía derramando su sangre en el asfalto de una carretera, o en la entrada de
una vivienda o supermercado.
Cuídense mucho ahí fuera, sus
familias se lo agradecerán más que sus jefes, pero no dejen de cumplir con sus
obligaciones, eso sí… tomando precauciones. ¡Ah!, no confundan lo de tomar
precauciones con el abandono de las obligaciones. Algunos venden humo, otros
venden profesionalidad, ¿qué tienen ustedes para vender? Por cierto, sin
medios, pero con compromiso y profesionalidad, se vende algo más: dignidad,
orgullo y honor. De todos modos, ¿de qué estamos hablando? ¡demasiados no creen
en lo que representan!■
buen artículo!!me gusta la mentalidad americana, en algunos aspectos, precisamente por detalles como éstos, ellos analizan las situaciones de riesgo con el afan de superación y perfeccionamiento, con el objetivo de disminuir las bajas. En nuestro país, analizar una intervención propia o de un compañero, equivale a ser considerado un criticón y un engreido, además de ser un superpolicía, en mi caso personalmente me gusta hablar de mis intervenciones y las de lo demás porque pienso que es la única forma de aprender, pero estoy más sólo que la una y muy criticado.......
ResponderEliminarUn dato curioso de esos informes es la edad de los policías caídos, en su mayoría veteranos ya en el trabajo, lo que implica un factor de riesgo muy importante la rutina en el trabajo.
En nuestro país hay muchos tirteos y cada día habrá más....hoy nos hemos librado pero mañana...
saludos
Serpiente, gracias por tu comentario. No estás solo, hay más gente que piensa como tú, eso sí...somos pocos.
ResponderEliminarBuen artículo, como siempre Ernesto. Felicidades.
ResponderEliminarY no menos relevantes los comentarios al mismo, tanto el de Dr. Serpiente como tu respuesta al mismo.
Los que queremos aprender, perfeccionarse, autocriticarse para mejorar, somos minoría, y sufrimos el desprecio, a la cara, o lo que es peor, a la espalda y con sorna de los "coincidentes laborales" que tenemos.
Por cierto, ¿por que no se hace algo aquí en España? Se gastan montañas de dinero en "investigaciones" más que cuestionables en lo que a utilidad pública se refiere, pero esta línea de trabajos como es el LEOKA no.
¿No será por que sería una forma de testificar que la formación en tácticas y técnicas es tremendamente deficiente y no pasan más cosas por que nos acompaña la suerte.
Un abrazo y buen fin de semana.
Gracias por tu comentario Mc.
ResponderEliminarSería estupendo realizar esos trabajos en España, pero no se harán. La mentalidad española, tanto a nivel profesional como político (estos últimos harán lo que digan sus “técnicos”, siempre de confianza y mismo color político) es otra: hacer los justo… ¡nunca pasa nada!, y si es menos…mejor.
Si las administraciones públicas tomaran en serio estas cosas, e hieran trabajos al respecto, deberían, en consecuencia, modificar los sistemas de formación y reciclaje. Esto supondría gastar dinero en algo que NO deja beneficios políticos “vendibles”.
Algunos cuerpos policiales españoles han realizado trabajos relativos a las causas de los muchos suicidios en su organización y a la pérdida del arma durante el servicio. Eso si importa, pues se pierde dinero en ambos casos. De todos modos, con las conclusiones obtenidas se debieron tomar medidas tendentes a evitar más sucesos de esas índoles…pero en uno de los casos aumentaron los sucesos. No se tomaron medidas. En cualquier caso, esos trabajos no se hicieron públicos.
en nuestro país nunca se harán estos estudios policiales a nivel de institución por dos motivos fundamentales, el primero al finalizar el estudio, se tendría que modificar todo el modelo policial español y modificar la supuesta formación que recibimos. Segundo punto, el estudio revelaría la enorme inseguridad ciudadana que realmente hay en el país provocando una alarma social que no conviene, por tanto prefieren hacer oidos sordos.
ResponderEliminarLo que sería razonable es que algún sindicato realmente hiciera el estudio, y luchar por las mejoras en nuestro trabajo, no sólo pelear por el sueldo y los días libres sino también luchar por cambiar el sistema pero claro eso sería un sindicalismo serio, y en nuestro país no hay seriedad!!
Quizás si se hicieron esos estudios cambiarían ciertas mentalidades, digo quizás, ya sabemos que las soluciones siempre vienen a posteriori.
ResponderEliminarUn saludo y cuidaros.
Esteban
Esteban, gracias por tu visita y comentario.
ResponderEliminarHola Dr. Serpiente: menuda cosa has mencionado, "el sindicato". Uuff. Si hay dinero y méritos a ganar, para hacer poco -quizá nada- y ganar más...LO HARÁN.
ResponderEliminarActualmente hay una asociación en España que se está comprometiendo seriamente en esos temas, me refiero a ASOPOL. Ya han emitido un informe-dossier sobre la verdad del enfrentamiento armado, es el famoso informe 1/11. Por cierto, tuve el honor de participar en él. En estos momentos me consta que trabajan en otro informe muy "apañao" sobre balística terminal o de efectos. Estos parecen serios y comprometidos: no son un sindicato...
Enesto, siento discrepar contigo.Si no hay mas muertos en España es por que al igual que el nivel de tiro de los policías es bajo, el de los delincuentes tambien, no es tanto por que la gente no acuda a las llamadas, que por los que se paran, ya van los comprometidos. Lo que si te puedo decir por lo observado insitu es que la vehemencia de los españoles tambien se extrapola a estas intervenciones y ves actuaciones que al repensarlas dan escalofrios pero en caliente la gente hace locuras o quizas heroicidades y eso al delincuente tambien le acojona.Pero como te digo para mi la causa principal es el bajo nivel de tiro muchos delincuentes pillan el hierro y salen a la calle sin más.Un saludo Jose Moreno.
ResponderEliminarPues que te digo Moreno: TIENES RAZÓN, y no es la primera vez que pones la guinda. Gracias.
ResponderEliminarLo que apuntas es muy acertado y me recuerda a algo que respondo muchas veces ante determinada pregunta. A veces me preguntan por el arma de fuego preferida que usan los delincuentes habituales, y mi respuesta es que usan lo que pillan y punto. Me refiero, naturalmente, al choro de la “esquina” y al que tiene un poco de más nivel. No hablo de choros organizados, y menos a los que lo hacen internacionalmente, pues eso eligen entre un amplio abanico.
El choro de “andar por casa” usa, si es que un día decide usar armas de fuego, lo primero que encuentra o que le ofrecen. Durante años he podido ver como se requisaban muchas pistolas del 9 m/m Corto (.380ACP), armas del .22Lr, y otras del .38 Spl. Muchas de las últimas deportivas totalmente (sustraídas a ciudadanos tiradores deportivos), y las segundas sustraídas en casas de militares o polis de “otros tiempos”. Esto puede estar cambiando en favor de otros calibres, como el 9 m/mP, pues tanto a nivel privado policial como deportivo es un calibre cada vez más extendido. Del calibre 6,35 mm (.25ACP) también se requisan muchas.
El choro normal no va a usar un .44 Mg, 5,7x28 m/m, ó un .357 Sig, pues no hay muchas de esas armas legalizadas y por tanto no es fácil hacerse con ellas por sustracción. Esas armas, en caso de aparecer en manos de “malos”, indicarían que el malo no es un choro cualquiera. Es el caso del “Solitario”, que empleó armas del .357 Mg y del .45ACP. Era un “don nadie” aficionado al tiro y a las armas y por ello supo buscar y rebuscar, no era el kinki de la esquina que decidió atracar un banco con el hierro que encontró o robó.
Gracias por tu apunte amigo.
MUY BUEN ARTÍCULO.
ResponderEliminarAl hilo de los comentarios decir que algunas veces me han parado para identificarme (siempre circulando en mi vehículo) en controles de alcoholemia o de documentación y una vez por infracción de tráfico.
Suelo portar mi arma particular y todas las veces que me han parado he pensado lo fácil que podría haber sido abatir a los compañeros por la falta de medidas mínimas de seguridad al identificarme. Si yo hubiese sido otra persona y por ejemplo hubiese tenido pendiente 20 años de cárcel o traficase con armas no se que hubiese pasado aunque probablemente no me habría parado.
De aquí deduzco que quizá no se producen más ataques en España porque es preferible enfrentarse a un sistema penal muy suave que arriesgarse a que la agresión salga mal (como alguien apunta debido a la falta de formación del delincuente) y perder la vida.
Un saludo.
Gracias por el comentario Sacros.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola compañeros. Primero decir que el artículo es como ver una armería de los USA y como no sus precios, y compararlos con los nuestros.
ResponderEliminarDe realizar un estudio semejante en España, podría tildarse de “Políticamente incorrecto” pues se estaría afirmando que la delincuencia en España, no sólo es la que es, si no que encima va armada y mata a los Policías ¡¡¡POR DIOS!!!
Estoy en total acuerdo y sintonía con los comentarios de José Moreno y Sacros, sobre todo con el de Sacros, pues por deformación profesional, solemos ver cosas que el “bueno” no ve, y cree que los Agentes han hecho lo que debían de hacer y punto.
El escudo protector ficticio de mas de uno, un día fallará y vendrán las “madres mías” y a decir “que mala pata, pobre chico, si aquí nunca había pasado nada parecido…”
Al igual que en el estudio de LEOKA, y el que conocía sólo de oídas, y no con tanta profundidad como Ernesto, aquí habría que ver los “ataques” ya no con armas de fuego, pero… ¿Quién de nosotros no conoce un compañero, o a uno mismo, pero a mi y toco madera, todavía no me ha pasado, al que le hayan rayado el coche, rajado las ruedas, o lo que es peor, que le hayan prendido fuego al mismo, dañado la puerta de casa, etc.?
De eso a lo otro, sólo hay un paso, así que no frivolicemos sobre el tema, que es mucho más importante de los que uno piensa; que tampoco es para estar en “Alerta Roja” las 24 horas, pero no bajar la guardia en el trabajo, y tener visión estereoscópica estando franco.
Como decían en la serie de “Canción triste de Hill Street”: “Tended cuidado ahí afuera muchachos.
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“Ante ferit quam flamma micet”
“Hiere antes de que prenda la llama”
Josma, gracias por tu acertado comentario.
ResponderEliminarLos americanos, de siempre, se han tomado muy en serio estos temas. Si hacemos memoria, la Colt 1911 es fruto de un concurso para disparar el cartucho .45ACP nacido del primer estudio de balistica "riguroso" (las pruebas hasta conseguir el proyectil se hicieron en un matadero, conseguido, faltaba el arma que lo disparara) ante la necesidad de dotar al ejercito de una munición y un arma más "potente" ante las numerosas bajas que sufrían.
ResponderEliminarEn Estados Unidos, en cuanto hay un enfrentamiento de cierta embergadura, se ponen manos a la obra. Recientemente leía un estudio encargado por la DEA sobre una serie de enfrentamientos reales en los que estaban involucrados los vehículos. El estudio, Ernesto tú lo has visto, resulta de lo más clarificador (al igual que el que recientemente has publicado).
En nuestro querido país, salvo raras excepciones que por fortuna hay, no nos tomamos las cosas en serio (me refiero con esto a los Jefes). Y si, Sacros, es así, estás parado y hay ocasiones en las que las posiciones son correctas y las aptitudes las adecuadas, pero muchas veces no es así y lo ves "claro", finaliza la actuación y ni se han enterado. Por fortuna para ellos, ese día, no eramos los malos.
Saludos a todos y cuidense ahí fuera las 24 horas.
José M Lobato
Gracias por el comentario Lobato.
ResponderEliminarHola Ernesto, gran articulo como siempre. Me llamo la atencion especialmente el hecho de que todos los agentes fallecidos llevasen puesto el chaleco. Seria interesante saber cuantos de los que lo usaban sobrevivieron a situaciones similares.
ResponderEliminarUn saludo amigo.
Hola Mario, yo también pensé en ello, y es una asignatura pendiente que tengo -léase artículo-.
ResponderEliminarGracias por estar ahí.
Hola Ernesto.
ResponderEliminarYa se estaba haciendo de rogar este post que nos regalas anualmente sobre el LEOKA. Ahora esperamos "tu LEOKA versión española" después de aquel fabuloso "Está pasando: enfrentamientos armados made in Spain".
Un abrazo.
Nono.
Hola amigo Nono, agradezco mucho tus palabras. Para hacer un estudio "Leoka" made in Spain hacen falta muchos apoyos institucionales, y el resultado no interesa a los que mandan. No harían "taquilla" con ello.
ResponderEliminarUn abrazo.
En cuanto por Mario, sabéis que es archiconocido el apodo de la pistola FN Five-SeveN del cal. 5,7x28mm "La Matapolicías" pues es capaz de atravesar varias capas de kevlar, así que ni con chalecos interiores están a salvo de semejantes animales.
ResponderEliminarComo ya se apunta en el mismo informe, la mayoría de los que portaban chalecos y fallecieron, bien fue por impactos en la cabeza o por penetración de la bala por la zona de la axila... Y eso si que es para un estudio mas pormenorizado.
Sólo se me ocurren dos situaciones en las que se pueda dar dicha "mala suerte" y por favor, espero que me repliquéis:
1) Que el Agente se encuentre disparando desde la posición de Weaver "exagerada" o reduciendo silueta, de costado a la amenaza y con el brazo en horizontal al suelo.
2) Que el tirador "instintivamente", saque el arma ante una amenaza, apunte hacía ella con la mano fuerte y comience a disparar al tiempo que retrocede y gira el cuerpo sobre si hacia su costado débil.
No se... ¿Qué opináis?
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"Ante ferit quam flamma micet"
"Hiere antes de que prenda la llama"
Hola Josma: gracias por tu comentario.
ResponderEliminarComo pides réplica...te la doy. Tus dos posibilidades de recibir heridas, aún con el chaleco (torso), se pueden ampliar. Mira, tú estás suponiendo que el que te dispara, y al que tú encañonas, está frente a tí...y en paralelo. Pero digo yo, ¿por qué ha de ser así? ¿acaso no puedes estar encañonando a ese, o incluso ya abriendo fuego...y existir un segundo adversario por el "oblícuo"?
Además, ¿y si estás buscando (con el arma encarada) al malo ante tí y te aparece ese mismo por el lado...? Las posibilidades son muchas. Nunca tendremos control de todos los factores y actores, a veces ni de nuestras propias acciones.
Ayer mismo, a un policía que estuvo 8 horas pegado a mi lo atracaron nada más llegar a su casa, y después justo de finalizar el servicio. Un minuto antes nos dijimos adios. Pues bien, ese compañero, y buen amigo, me llamó y me lo contó todo. Me dijo: "me salió al paso "X" y no me reconoció como policía...me pidió el dinero y sacó un cuchillo...me quedé tan atento a él...que NO vi que había otro en justo a mi lado...solo vi al que estaba ante mi..." Finalmente dio un grito de "POLICÍA" e hizo ademán de sacar el arma, que por cierto no la portaba: la acababa de dejar en la base y la particular la tenía en casa...
Lo dicho, no siempre controlaremos nuestras acciones o decisiones, menos aún las de los malo. Ah, ambos atracadores fueron detenidos por ese policía y por los que llegaron en apoyo.
Buenas Ernesto. Efectivamente, yo me refería a los casos de estar repeliendo la agresión "cara a cara", pero como muy bien apuntas, habría obviado los casos en que los atacantes fueran varios, como en el caso de un atraco a mano armada, en los que incluso tienes que llevar cuidado con el que se queda en el coche esperando la salida de sus compinches, y como no, la tan temidas "emboscadas" en las que, con el nivel de estrés y la adrenalina recorriéndonos todo el cuerpo, no nos daríamos cuenta de que nos están flanqueando y dispararnos por nuestros flancos.
ResponderEliminarDe ahí que los ejercicios en galerías se nos queden cortos, muy cortos, pues pese a que ponemos parapetos para cambiar de posición, un ejercicio en un recinto amplio, con coches, edificios simulados, etc. en los que no sepas dónde está el "tango" siempre serán mucho más instructivos que todo un año dentro de la galería.
Gracias por la replica, no esperaba menos, pues has demostrado de nuevo ser un auténtico "CAMPIDOCTOR" ;)
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"Ante ferit quam flamma micet"
"Hiere antes de que prenda la llama"
Gracias Josma.
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