Leoka 2009 (II PARTE): la letalidad del arma blanca
Por Ernesto Pérez Vera
Para confeccionar el informe LEOKA/2009,
el FBI recabó datos relativos a los enfrentamientos y las agresiones sufridas
por los integrantes de las 11.451 agencias policiales del país (cuerpos armados
de seguridad pública). Estas fuerzas estaban conformadas, ahí es nada, por
556.155 funcionarios.
En total, 57.268 agentes fueron
víctimas de asaltos, lo que en España llamamos en lenguaje jurídico ‘atentado contra
agente de la autoridad’. Esto supone que el 10,3 % fue agredido en el ejercicio
de sus funciones. Lesiones, unas más graves que otras o incluso la muerte, solamente
sufrió el 26,2 % de los agentes acometidos. En este tanto por ciento tenemos que
incluir a los 48 funcionarios que fueron asesinados durante el ejercicio 2009.
Los fallecidos cayeron en 35 casos independientes, lo que significa que en
algún encuentro armado cayó más de un policía.
El 27,6 % de los
agentes heridos lo fue por lesiones ocasionadas a ‘puñetazo y patada limpia’. El 13,3 % llegó a ser alcanzado con armas
blancas y el 8,8 % fue herido con armas de fuego de todo tipo. Dato significativo: incluso en USA se
produjeron más agresiones sangrantes con
armas de filo que de fuego. El
23,5 % restante fue atacado con objetos peligrosos variados indeterminados (cualquier
objeto se convierte en arma).
En resumidas cuentas: del total
de agentes agredidos, independientemente de si fueron o no lesionados o
asesinados, el 81,4 % fue acometido con las manos y los pies (patadas y
puñetazos). El 3,5 % fue asaltado con plomo y pólvora y el 1,5 % conoció el
brillo del frío acero de las armas blancas. El resto (13,6 %) tuvo ante sí otro
tipo de instrumento peligroso, no necesariamente un arma al uso (cualquier cosa
puede ser empleada para golpear).
Tomen nota, amigos lectores, seguro
que después de caer en la cuenta de este dato no subestimarán más las navajas, los
machetes, etc. Como ya hemos visto, el 3,5 % fue atacado con armas de fuego y el
1,5 % por cuchillos, sin embargo del cómputo
total de los que acabaron sangrando, el 13,5 % lo fue por cuchilladas y el 8,8 %
por balas. Moraleja: el cuchillo, por propia naturaleza evolutiva, es más
letal que el arma de fuego. La ciencia empírica no miente. Los malos fallaron sus disparos en más ocasiones que cuando lanzaron
mandobles de cuchillos. Eso sí, hay que admitir que los 48 funcionaros que perdieron
la vida fueron abatidos por disparos de armas de fuego. Casi todos fueron
impactados en la cabeza. Todos portaban chalecos antibalas. ¡Ojo! Estudios
médicos llevados a cabo en aquel mismo país revelan que el 85 % de las personas
heridas por armas de fuego sobrevive, mientras que solamente se salva el 65 %
de quienes reciben puñaladas o cortes.
Por último y para acabar, decir
que la mayor parte de los agentes atacados estaban interviniendo en riñas
familiares o en peleas dentro de bares o en otro tipo de establecimientos públicos
(32,6 %). El 15,4 % de los policías trataba de hacer otro tipo de detenciones y
el 12,7 % estaba realizando tareas de transporte de presos. Efectivamente, cuando
actuamos en riñas o reyertas siempre nos tenemos que situar muy cerca de los
sujetos que protagonizan los actos violentos. Estaremos casi siempre a
distancia de contacto físico, porque no hay otra forma de intervenir en tales
situaciones.■
Muy buen aporte. Las conclusiones son claras.
ResponderEliminarLos instructores de tiro que considero capacitados dedican parte de su formación a la defensa de agresiones con armas blancas.
Por contra es muy raro que un instructor de defensa personal policial toque el tema de las armas blancas aludiendo que para ser eficaz en estas intervenciones habría que practicar muchísimo aparte de tener algo de suerte. Casi siempre alientan a buscar otras alternativas por la peligrosidad de estas intervenciones; sin embargo absurdamente suelen considerar desproporcionado el uso del arma de fuego para repeler.
En el ámbito judicial parece que tienen claro que el agente use su arma de fuego para defenderse de otro arma de fuego; pero la tendencia suele ser contraria cuando de defenderse de armas blancas se trata.
Concluyo que la percepción sobre la peligrosidad de las amas blancas es en general bastante errónea, incluyendo a los propios Cuerpos de Seguridad, jueces y fiscales, legisladores... y eso podría acabar con algo tan objetivo como observar los datos que expone Ernesto en el artículo. Pero supongo que no hay voluntad porque los que estamos ahí somos nosotros y no ellos.
Un saludo.
Estimado Dr. Serpiente: gracias por tu comentario. Por cierto, te recuerdo que sobre la proporcionalidad (pistola vs cuchillo) ya publiqué un texto.
ResponderEliminarSaludos.
Ernesto Pérez Vera
En los tests de seguridad privada aún sigue afirmándose que el arma de fuego no es proporcional a la blanca. Será porque el que hace esos tests no ha sido agredido nunca con una.
ResponderEliminarLas armas blancas son muy accesibles (en todos los hogares hay una docena), baratas (los latinos compran cuchillos de cocina en los "chinos"), fáciles de usar (al contrario que las de fuego, sí son instintivas), no se encasquillan, no se quedan sin munición, atraviesan ropa, grasa, cortan tendones e incluso huesos. Si no disponemos de ellas son fácilmente improvisables a partir de madera, hueso, piedra, plástico (que además son indetectables)...
Un arma formidable, que debería incluírse más a menudo en los programas de formación, no ya desde el aspecto defensivo como comenta Dr. Serpiente, sino desde el ofensivo: segunda arma, armas de defensa personal para aquellos que no pueden optar a una de fuego, o para personas débiles físicamente (mujeres), etc.
A ver para cuando un LEOKA made in Spain (ya te doy muchas ideas Ernesto jajaj)
Perico
El artículo editorial de la revista Usecnetwork del mes de marzo, puede servir como pequeño complemento a esta información...
ResponderEliminarhttp://normas.usecnetwork.com/usecim/marzo2011/
Un saludo Ernesto!!
Gracias por tu comentario, amigo Perico. Como recordarás, en su momento publiqué un artículo, de mi puño, que trataba eso: la letalidad instintiva del cuchillo.
ResponderEliminarLo del Leoka "a la española" requiere de la implicación de las administraciones. Se podría intentar hacer algo a nivel privado, pero las trabas, y también las críticas, serían infinitas. España, y sus policías, no estamos preparados para conocer verdades, preferimos cómodas mentiras.
Por cierto, también estoy al cien por cien con eso que dices de los temarios de seguridad privada. Pero hay más, muchos "instructores" de la policía opinan, desde la cobardía unos y desde la ignoracia otros, exactamente lo mismo. Otros opinan, exclusivamente, desde la comodidad del sillón.
Gracias Mustelus.
ResponderEliminarHola a todos los seguidores de este blog y especialmente a mi buen amigo Ernesto,rebelador articulo ala par que interesante,en mi humilde opinion las armas blancas (no entiendo por que son llamadas asi,de blancas no tienen nada)son tan letales por carecer de elementos de punteria y son utilizadas de forma instintiva,como la prolongacion del mismo brazo que la empuña,ademas son utilizadas en distancias muy pequeñas donde el agredido apetas tiene tiempo de reaccion,si a lo anteriormente expuesto le añadimos que el agresor tenga cierta habilidad con este tipo de armas,multiplica el potencial lesivo de dichas armas,ademas son silenciosas,faciles de ocultar y hieren sin avisar,no hay llamarada ni sonido que avise o delate su presencia en la rellerta o riña tumultuosa,esto favorece aun mas su letalidad contrastada.
ResponderEliminarUn Saludo y Buen Servicio.
TRAITI.
Gracias por tu comentario Traiti.
ResponderEliminarLa capacidad de matar de un arma blanca está demostrada desde el principio de los tiempos. Otra cosa es que vivamos en el mundo de Yupi y todo sea de color de rosa. El peligro del arma blanca como ya habéis dicho radica en su disponibilidad, manejo intuitivo, ocultabilidad, poder paralizante. También da cierta sensación de ser más controlable para el actuante que un arma de fuego y ese es un error. Las agresiones suelen ser en distancias cortísimas y aunque se quiera no da tiempo a desenfundar, un ejemplo si estamos actuando en el pasillo de un piso no puedes ni huir. Seguramente de un estudio más exhaustivo de las agresiones, los policías ni vieron venir el arma y esa, y no la preocupación por lo que dirá un Juez es la causa de haber recibido la herida. A estas alturas, no vamos a creer que los policías americanos heridos lo fueron por que estaban pensando en el Juez, de eso nada su ley no es la nuestra. Vamos a ser sinceros,si vemos venir la agresión, que nos pedimos la cárcel, la muerte o una lesión gravísima que comprometa nuestra salud. Pero como ya he dicho no creo que la peligrosidad de estas armas venga dada por la legislación al cien por cien, sino por otros condicionantes. Un saludo. José Moreno.
ResponderEliminarMoreno, gracias por tu aportación.
ResponderEliminarSaludos a tod@s.
ResponderEliminarEn total acuerdo con los comentarios expresados hasta ahora, de hecho, si algo me preocupa cuando actuamos en una riña familiar o pelea tumultuosa, es que saquen una "faca" (navaja) y se líen a cortar carne a los que menos culpa tenemos, nosotros.
como muy bien se contempla en el artículo, el tanto por cien del "Leoka Español" no se desviaría tanto del Americano, pues lo que más vemos/oímos, es que le han partido la nariz, la boca, un brazo o cualquier otra parte de la anatomía humana a un compañero o, como no, a uno mismo, que el que se las lleva es el que está allí ¿O no, "él"?
Así que puestos a pedir, porque seguro que pillamos cacho algún día de estos, prefiero a un pistolero que a un navajero, puesto que nosotros, a diferencia de los "yankis", SÍ que pensamos en las repercusiones penales que nos puede acarrear la PUÑETERA PROPORCIONALIDAD.
De ahí que cuando vemos el brillo de la hoja de una navaja o cuchillo, se nos venga el mundo encima, y el chori también, y ya sea demasiado tarde para tomar la decisión "políticamente" acertada, y nos veamos abiertos en canal.
De nuevo me viene a la mente un refrán, como no:
"Más valen bocadillos en la cárcel, que flores en el cementerio" y que cada cual saque las conclusiones que quiera, pero tengo claro que por encima de mi trabajo hay dos cosas más importantes... MI VIDA y MI FAMILIA.
Mucho cuidado compañeros.
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"Ante ferit quam flamma micet"
"Hiere antes de que prenda la llama"
Muchas gracias por el comentario amigo Josma.
ResponderEliminarSi un juez que desde su sillón no es capaz de ver la proporcionalidad entre el arma y un cuchillo, habrá que hacérselo saber. Yo no voy a esperar a que me lleven flores al cementerio, prefiero, que me imputen un delito.
ResponderEliminarAhora le toca la respuesta a un compañero de la guardia civil,de Mijas, sobre esta actuación,esperaremos la respuesta del señor magistrado.
Aquí sí que tendríamos que unirnos y aparecer miles de policías en la puerta de un juzgado si una sentencia perjudica a un compañero por utilizar su arma en defensa propia.
Que tenemos que esperar que nos apuñalen, que nos saquen un ojo?
Si decimos que él Taser es una opción de proporcionalidad para este tipo de actuaciones, mil pegas para proporcionar de dotación este tipo de arma.
A un juez ponía yo en la calle con un delincuente cuchillo en mano y ahora defiéndete.... Lo fácil que es ver los toros desde la barrera.
Realmente la Justicia no tiene tantas dudas como solemos creer, somos nosotros los que generamos la incertidumbre, normalmente por hablar sin saber.
EliminarGracias por tu comentario, Serrano.
Un saludo.
Ernesto