Andar antes que correr…

Por: Pedro P. Domínguez Prieto

Desde un punto de vista psicológico, los mecanismos por los que opera el aprendizaje humano son bien conocidos desde tiempos inmemoriales, y han sido objeto de numerosos estudios empíricos.

Básicamente, el aprendizaje es un proceso de cambio relativamente permanente en el comportamiento de una persona, generado por la experiencia (Feldman, 2005). Durante el mismo, el cerebro sufre una serie de procesos cognitivos individuales mediante los cuales se asimilan e interiorizan nuevas informaciones (hechos, conceptos, procedimientos y valores), y se construyen nuevas representaciones mentales significativas y funcionales ( conocimientos), que luego se pueden aplicar en situaciones diferentes a los contextos donde se aprendieron, o quizás bastante similares a estos ( por ejemplo, en combate). Aprender no solo consiste en memorizar información, sino que es necesario asimismo conocer, comprender, aplicar (sobre todo los conocimientos previos), analizar, sintetizar y valorar. En todo caso, el aprendizaje siempre conlleva un cambio en la estructura física del cerebro y a la vez, de su organización funcional.

Este planteamiento nos señala varios puntos interesantes, entre ellos uno para mi fundamental, y es el carácter progresivo de la enseñanza: cada escalón está basado en la experiencia y el conocimiento previo del alumno, de modo que si no ha superado un entrenamiento en las técnicas básicas, difícilmente será capaz de integrar y aplicar las avanzadas. Un niño debe aprender antes las letras que las palabras, debe sumar y restar antes que multiplicar o dividir. Esto es evidente y aceptable por la mayoría de las audiencias.

En todo caso, un Pedagogo profesional sabrá estructurar perfectamente el currículo escolar para que la curva de aprendizaje se desarrolle correctamente y se cumplan los objetivos.

Lamentablemente, muy pocos de los “instructores” que encontramos en las canchas de tiro son “profesores”, y en la mayoría de los casos, desconocen el por qué, el cuándo y el cómo de cada fase de la acción formativa que aplican. Lo habitual es que se repitan los patrones que se observaron en la etapa de alumno.

Este importantísimo factor, se suma a otro elemento no menos importante: la motivación del alumno. Y es que el interés del mismo influye enormemente en el resultado: tareas más o menos atractivas, de mayor o menor dificultad, que pueden incluir cierto nivel de riesgo, o el hecho de encontrarse ante una audiencia (sus compañeros), modifican el nivel de implicación del Policía/ Vigilante/ Escolta al que enseñamos a disparar.

Incluso la preferencia por ciertas materias, puede hacer que el alumno llegue a faltar a ciertas sesiones formativas, para evitar la situación, o simplemente porque no le interesa en absoluto. Ya que el alumno no posee el conocimiento o apreciación adecuados de “qué” materias son las más importantes del curso, el resultado puede ser perder conocimientos BÁSICOS Y FUNDAMENTALES para el tirador. A este respecto, comentaré que ayer mismo estuve leyendo un ejemplar recién adquirido de “The Gun Digest Book of Beretta Pistols”, de Massad Ayoob. En la introducción, Ayoob se lamenta precisamente de este hecho: sus obras están redactadas para ser leídas de principio a fin, no obstante muchos lectores van directamente a los artículos de interés, saltándose por ejemplo el capítulo dedicado a la seguridad. La solución ideada por este instructor es simplemente repetir los conceptos una y otra vez a lo largo del libro, de modo que tarde o temprano nos veamos obligados a leerlos. A este punto hemos llegado…

Esto provoca un grave dilema, no solo para el formador, sino también para el centro de enseñanza. Si es una entidad pública, la responsabilidad recaerá en el primero: si el alumno no lo “pasa bien” en el curso, perderá prestigio (ejemplo: si el instructor no monta un “show” durante el curso, o no aparece vestido de ninja táctico supermegaguay, al alumno no le parece lo bastante “bueno”)

Si el centro es privado, será aún peor, ya que la escuela ganará fama de “aburrida”, sus cursos serán criticados (la mayoría de las veces sin fundamento), y desembocaremos en la PROSTITUCIÓN formativa. En esta fase, el alumno “elige” los contenidos y “paga” por ellos, no regresando por allí si la formación recibida incumple sus irreales expectativas.

Internet se ha convertido en la espada de Damocles de muchos instructores y academias, y en la desvirtuación de muchos programas de enseñanza: quito de aquí (importante, pero no de interés), y agrego de allá (espectáculo inútil, pero muy popular), el alumno se va contento, la academia gana dinero, y… hasta la próxima edición.

Esta (reconozco) tediosa introducción, es, en mi opinión, el origen directo de las siguientes noticias, bastante comentadas en los foros especializados:


¿Por qué se siguen produciendo accidentes con las armas, incluso en personal con grandes credenciales, currículum, cursos en el extranjero, años de experiencia, etc.?

Pues muy sencillo, porque el ABC (o diría yo, el A) del tiro —la seguridad— no se enseña adecuadamente, no es del interés de los alumnos, o directamente ni siquiera figura en el temario o se explica en clase (esto mismo ocurrió en mi curso de Vigilante de Seguridad).

Cuando el alumno progresa en el aprendizaje saltando directamente a la “J” o la “M”, tarde o temprano llegará a la “P” de…PUM!

Ejemplos de PUMs conocemos todos nosotros, aunque dentro de lo posible suelen “taparse”, por lo que pocos son publicados en los medios:

http://www.libertaddigital.com/nacional/se-dispara-el-arma-de-una-escolta-de-de-cospedal-mientras-visitaba-el-ayuntamiento-de-hernani-1276348387/

http://www.abc.es/hemeroteca/historico-17-01-2001/abc/Ultima/cinco-heridos-leves-por-el-disparo-accidental-del-escolta-de-un-concejal-del-pp-alaves_5289.html


http://www.cadenaser.com/espana/articulo/muerto-cadiz-disparo-accidental-guardia-civil/csrcsrpor/20060613csrcsrnac_8/Tes

¿Realmente es tan difícil?
En los temarios de armamento y tiro podemos encontrar dos aproximaciones al tema: o bien se pasa de puntillas, o la lista de recomendaciones es tan extensa que el alumno no sabe por dónde empezar. Esto es realmente un problema, ya que la lista de materias que debe aprender un Policía o Vigilante de Seguridad en su formación básica es bastante extensa de por sí, y no suele ser aquella a la que los alumnos presten mayor atención, o que consideren más importante.

Con este hecho en mente, opino que en este caso debemos aplicar la regla KISS (Keep It Simple, Stupid), y dejándonos de florituras: reducir al máximo la explicación que ofrezcamos al alumno, de modo que no le quede ninguna duda de qué hacer cuando manipule el arma, o que no sea capaz de recordarlo.

Este es precisamente el objetivo de este artículo: hablar de esa lección tan importante, que muchas veces no se enseña o comprende adecuadamente, y que periódicamente ocupa las páginas de sucesos.

¿Por qué son peligrosas las armas de fuego?
Sencillamente, porque su función primaria es MATAR o causar graves daños, así de simple. Cuando un coche funciona, nos traslada de un sitio a otro. Podemos sufrir un accidente por múltiples causas, y que éste sea mortal, pero no está contemplado a priori en su diseño. Cuando funciona una máquina de café, es cierto que podemos quemarnos, pero su cometido es prepararnos el desayuno, no lesionarnos.

Cuando una pistola funciona, el producto es algo diseñado para matar a un ser vivo. Es más, el diseño de las armas es tal, que naturalmente, al empuñar, nuestra mano se colocará en disposición de disparar: el dedo índice irá al gatillo. Podéis hacer la prueba con algún familiar o amigo que nunca haya tenido contacto con ellas.

Y si no sabemos evitar conscientemente esa acción natural…me remito al punto anterior.
Por tanto, la primera cuestión que abordaré es la RESPONSABILIDAD: aprender las normas de seguridad no es “aburrido”, sino fundamental.

Normas de seguridad: ¿alguien es capaz de recitarlas?
Hasta el último Policía Local de U.S.A. se las sabe de memoria. Compañeros míos recién llegados de Israel, ni siquiera sabían de su existencia. En fin…

Jeff Cooper, entre otras cosas nos dejó lo siguiente:
#1:
Trata siempre las armas como si estuvieren cargadas.
#2: Nunca apuntes a nada que no quieras destruir.
#3: Mantén el dedo fuera del gatillo hasta que tengas las miras alineadas sobre el blanco y vayas a disparar.
#4: Comprueba el blanco y lo que hay detrás de él antes de disparar.

En teoría estas 4 reglas cubrirán todos los supuestos posibles. Ya vemos que se trata de acciones del tirador, y es que:

A pesar de que un arma puede fallar mecánicamente (debido al desgaste, daños mecánicos por caídas o golpes, montaje incorrecto tras limpieza, o incluso fallos de diseño), la práctica totalidad de los accidentes son responsabilidad del tirador (por desconocimiento —aprendió mal— o directamente por negligencia —directamente “pasa del tema”—).

Da igual el número y tipo de seguros que posea el arma, está diseñada para disparar, y si metemos el dedo en el gatillo, el arma hará “PUM”.

¿Se pueden discutir, e incluso reducir estas 4 reglas? (quizás a alguien le parezcan “demasiadas”). Por supuesto que sí:

La Regla #1 se puede obviar: no es que tratemos el arma “como si”…Un profesional siempre lleva el arma cargada. Esta regla parece más adecuada para tiradores deportivos, que unas veces tendrán el arma con munición en su interior, y a los 5 minutos pueden descargarla para cambiar de ejercicio, o de puesto de tiro. Al rato la volverán a cargar… puede que hagan una pausa entre disparos de una serie de disparos dejando el arma con munición en el cargador, o incluso en la recámara… y a la media hora de estar en la cancha de tiro, el tirador ya no es capaz de decirnos cómo… está el arma.

No obstante, este problema se soluciona simplemente aplicando la regla #3 indefectiblemente (otra cosa es que lo hagamos…).

La Regla #2 presenta un problema, y es que a su vez tiene 3 excepciones que pueden darse en el trabajo diario: cuando realizamos una búsqueda con el arma cubriendo los sectores de tiro (un registro de un inmueble, por ejemplo), cuando encañonamos a un sospechoso durante una detención (no tenemos intención de disparar), y cuando realizamos tiro en seco http://tirodefensivocampodegibraltar.blogspot.com/2009/07/tiro-en-secoentrenamiento-apto-para-el.html (entre los comentarios a este artículo de Ernesto incluí algunas normas de seguridad específicas para esta actividad).

Recientemente ha surgido un “pequeño” problema con esta regla: la aparición de los ejercicios “force on force”, en los cuales se recrean situaciones lo más reales posibles, y en los que el clásico blanco de cartón se sustituye por uno de carne y hueso. Antes de la llegada de las SIMUNITION, blue guns, etc. ocurrieron trágicos accidentes por fallos de “esterilización” (permitir munición real en la zona de entrenamiento). Incluso las SIMUNITION han ocasionado problemas por fallos de coordinación, como cargar munición frangible de esta marca en las armas del ejercicio (munición usada en entrenamientos, pero letal). La controversia entre “hot” (los alumnos dan la clase con munición letal) o “cold” (las armas están descargadas o con carga no letal), está ahí y no se puede ignorar, y muchos no querrán renunciar a determinados sistemas de entrenamiento. Desde luego, la única medida totalmente eficaz para evitar accidentes es usar armas de entrenamiento, airsoft, blue/red guns, etc. etc., pero nunca usar las armas de servicio en ejercicios que impliquen apuntar al pecho de un compañero.

http://www.youtube.com/watch?v=moE1dOz6HW0&NR=1

http://www.youtube.com/watch?v=XWQ8qYHABzU

Por tanto eliminaríamos estas 2 reglas de la lista.

La primera con la que me quedo es la #3: Mantener el dedo fuera del arco guardamontes hasta que vayamos a disparar. Para afirmar esto me baso en los siguientes puntos:

1- Existen dos formas de disparar un arma: apretar el gatillo o dejarla caer con el cañón hacia el suelo, lo que activaría el fulminante del cartucho por la inercia de la aguja percutora. Dado que la mayoría de las armas modernas disponen de seguros de caída, estableceremos que la única forma de disparar el arma será apretar el gatillo.

2- Aceptando lo anterior como cierto, me dará igual el tipo de arma que esté empuñando, sus mecanismo, seguros, etc. Aunque apunte con un subfusil con el selector en ráfaga y el gatillo al pelo, estaré absolutamente seguro de que no disparará hasta que ponga el dedo en el gatillo y lo apriete.

Por otra parte, el arma que posea más seguros automáticos (ej. P-99, Glock), disparará indefectiblemente si aprieto el gatillo.

En las fotografías se muestra el modo correcto de colocar el dedo a lo largo del armazón (de una Glock), no paralelo al guardamontes (como hace el soldado británico con su SA-80). Así evitaremos que una contracción involuntaria del dedo índice dispare el arma. Esto puede suceder en 3 supuestos:

Algo nos sobresalta: en una situación de tensión, cualquier ruido, la aparición de un “blanco” ante nosotros, incluso que nuestro compañero nos toque por la espalda, provocará una contracción involuntaria de los músculos del cuerpo, incluido el dedo índice que tenemos junto al disparador. Es muy común en búsquedas en inmuebles, callejones, etc. donde al abrir una puerta o girar una esquina alguien aparece súbitamente ante nosotros, y además a muy corta distancia. Si resulta que se trata de un compañero o un “civil”, y no tenemos el dedo situado correctamente, hay muchas posibilidades de meterle un tiro por accidente.

Sentimos que vamos a caer: un simple resbalón o tropezón, muy común cuando progresamos por un inmueble, tendrá el mismo efecto que en el caso anterior: la mano se crispará alrededor del arma, produciendo el disparo si el dedo está enfrentado al gatillo.

Hacemos fuerza con la mano débil, por ejemplo al agarrarnos a algo (una escalera, la puerta de un coche), o luchamos contra un adversario. En estos casos, la reacción simpática hará que también ejerzamos fuerza con la mano hábil, produciéndose el disparo si el dedo no está emplazado correctamente.

OJO: los dos primeros casos que refiero (sobresalto y desequilibrio) han ocurrido también, no ya durante intervenciones, sino mientras el usuario apuntaba a un compañero DE BROMA… Las armas no son juguetes, al principio del artículo las describí como herramientas cuyo objeto es matar, y eso es exactamente lo que son, para lo que sirven, y lo que hacen cuando funcionan!.

Por último, también me quedo con la regla #4: identifica el blanco, lo que hay alrededor de él, y lo que hay detrás antes de disparar. Muchos instructores creen, y yo apoyo esa teoría, que el gran problema de los tiroteos en la calle no es atravesar al malo e impactar en la viejecita que está detrás de él, sino fallar el blanco y darle DIRECTAMENTE al cuponero, al cartero, o incluso a la víctima que queremos salvar. Los casos de sobrepenetración existen, pero estadísticamente, la tragedia es más probable por lo que acabo de apuntar, que por ese disparo “mágico” que atraviesa al malo, rebota en el suelo, y acaba en la cabeza del rehén.

Otra opción no menos funesta, es que alguien (incluso un compañero) se cruce en nuestra línea de tiro, como de hecho también ha sucedido (falta de entrenamiento/ coordinación + visión túnel).

Por ello, antes de disparar, hay que perder una décima de segundo en ver a qué le estoy dando el taponazo. Por supuesto que es muy difícil, más aún cuando muchos cursos se han convertido en concursos de I.P.S.C., donde el alumno que dispara más rápido es el “mejor”. Pero es algo fundamental, al menos si estamos en el bando de los “buenos”.

Conclusiones:
Al igual que es absurdo que nos conociésemos todos los modelos de coches, y no supiésemos distinguir las señales de tráfico, con las armas hay que evitar la tentación de empezar la casa por el tejado , y ser conscientes de que pasar por alto aspectos básicos del entrenamiento por que nos parezcan “aburridos”, nos pasará factura tarde o temprano.

Comentarios

  1. Con tu permiso Ernesto, compañero Pedro, una vez mas magnifico articulo que refleja la realidad de lo que sucede con el manejo de las armas en nuestro sector.
    Lo comentaba con un compañero hace poco, por que habia cambiado de telefono movil y lo deciamos, medio en serio medio en broma, los españoles debemos ser una especie unica, por que queremos que las cosas funcionen, sin leernos los manuales de instrucciones.
    Con las armas, salvando las distancias, pasa un poco igual, el personal sabe que si aprietas el gatillo sale el tiro y basicamente cree que eso es lo que necesita saber.
    No le empieces a decir a los compañeros que no estaria de mas que supiera el funcionamiento del arma, que supiera el despiece de la misma, que supiera solventar posibles interrupciones y ya seria lo mas, que supiera usarla de la forma mas segura y efectiva posible.
    Esos "pequeños detalles" se consideran superfluos por la mayoria de los tiradores policiales, a los cuales solo les han enseñado a hacer "dieces" cuando van al tiro, eso los que van, por que tambien tenemos de los que ni van, (total para que, si aqui nunca pasa nada).
    El tema que has tocado, me viene como anillo al dedo, porque durante estos dias mi jefatura con motivo del patron ha realizado los ejercicios anuales de tiro y la palabra "penoso" no puede describir en toda su amplitud lo que se siente cuando ves lo que hacemos aunque me temo que ni a Ernesto ni a ti os asombraria por que ya sabeis de lo que va la cosa.
    Ver a compañeros que ni siquiera saben empuñar el arma, otros que hacen giros con el arma en la mano y directamente encañonan a sus compañeros, otros que cuando se les encasquilla el arma levantan el brazo para que el monitor venga y les solucione la interrupcion son pequeños botones de muestra de lo que hay, pero lo mas triste es que lo mismo que ha pasado este año pasara el siguiente, es lo que hay.
    Para nuestra desgracia y me temo que no pasa solo en mi plantilla, porque conozco algunas y todas adolecen de lo mismo, el problema es que tenemos monitores de tiro que "no saben que no saben" , no es un juego de palabras vosotros sabeis lo que quiere decir.
    A la mayoria de monitores les enseñaron en su momento a dirigir una linea de tiro y no a enseñar al personal a disparar y se quedaron en eso, no les pidas mas.
    Ademas algunos se toman bastante mal que intentes decirles que el entrenamiento consiste en algo mas que en quemar cartuchos sin ton ni son y te recuerdan a las primeras de cambio que los monitores son ellos y que eso es lo que hay.
    Por lo tanto seguimos haciendolo mal año tras año y lo que hacemos es perfeccionar el error.
    Afortunadamente algunos compañeros con inquietudes o que directamente le han visto las orejas al lobo y se han dado cuenta de que disparando a una diana poco o nada van a sacar en claro hacen por donde entrenar de forma realista y eficaz, pero eso ya es otra historia.

    Carlos.

    Un saludo.

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  2. Yo estoy convencido de que una de las cosas que hace más daño a la formación en tiro, es que no existe un criterio pedagógico ordenado y común a todos los cuerpos ( públicos y privados). Si además los alumnos quieren ser expertos al segundo día de tener el arma en el bolsillo, el resultado es nefasto.
    La pena es que, aunque se creara el documento, muy pocos organismos estarían interesados en adoptarlo, o se convertiría en un nuevo motivo de conflictos, envidias y maquinaciones entre "instructores" que solo piensan en sacar la pasta a los alumnos.
    Celebro que te haya gustado el artículo, seguiremos trabajando... gratis ;)
    Perico

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  3. ¡¡¡CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP!!! Con esto intento reproducir la onomatopeya de un FUERTE APLAUSO para nuestro estimado amigo, pues he de reconocer que la entrada, es de lo mejorcito que he leído, sin menospreciar, ni mucho menos, las escritas por el titular del Blog, Ernesto Pérez Vera, y pongo el nombre completo, pues cuando digo que sigo su blog, la gente que también lo hace, me dice lo mucho que a aprendido y lo interesante que son sus entradas, y los que no lo conocen, me preguntan por la dirección y a los días me vienen y me dicen lo "chulo" que está el blog.

    Amigo Pedro Pablo, no te conocía, pero ahora que leo tus entradas, es como si ya nos conociéramos de años, como si hubiésemos ido juntos al "colegio" (cursos y formación) y me encante ver que no somos bichos raros o estamos en los mundos de Yupi, y ya que las cosas caen por su propio peso a 8,9 m/s, eso es lo que espero que termine por abrir los ojos a mas de uno, y que la justicia deje de ser ciega para "encarar" en la dirección correcta con los dos ojos bien abiertos.

    Otro símil que es el que yo empleo con mis "Alumnos" y lo entrecomillo pues alguno de ellos me llevan 10/15 y 20 años de servicio, por lo que se alguien merece el apelativo de Alumno ese soy yo. Pero bueno, en la galería ya no hacen lo mismo que hace 10/15 ó 20 años, y eso es lo que yo les puedo enseñar, lo que a mi me han explicado y enseñado en cursos y seminarios, y devolverles toda la enseñanza que ellos me han enseñado a mi “en la calle”. También es cierto que esos mismos “veteranos” son los más reacios a admitir los cambios, y que si toda la vida lo han hecho así... ¡Pa que cambiar ahora! – por lo que también digo que: “No hay peor alumno que el que no quiere aprender, o piensa que ya lo sabe todo” – y de ahí que nunca me cansaré de decir que soy y seré “alumno” de quien me muestre algo innovador y que funcione.

    Lo dicho, el símil lo utilizo cuando me dicen que son muchas las que tienen que tener en cuenta conforme avanzan las prácticas y aumenta la dificultad, estrés y tiro “de combate”; que si la mano fuerte/débil, que si la posición isósceles, que si control del disparador con el dedo índice, que si no meter mucho/poco dedo, que si no cerrar un ojo, que si enfocar la silueta/objetivo, etc... y dicen que se aturullan un poco con tanta cosa, a lo que les contesto que si ahora, cuando conducen, lo hacen pensando en todos los pasos a seguir: que si el embrague, que si la palanca de cambio, que si la primera a la izquierda y arriba, que si la segunda..., que si el freno, etc... y a la que se dibuja una sonrisa en su rostro y me contestan: ¡¡¡HOMBRE, NOOO!!! pues entonces... Si a conducir le dedicas diariamente una media de 2/3 horas, y a entrenar 1/2 horas al mes, como mucho, la destreza y habilidad con el arma no puede ser adquirida como la conducción, hay que echarle horas y formación.

    En fin, me enhorabuena por otra entrada que TOD@S deberían leer y aplicarse “a pies juntillas”. Un saludo.

    --
    “Ante ferir quam flamma micet”
    “Hiere antes de que prenda la llama”

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  4. Me alegra mucho leer tu comentario JOSMA, eso me confirma lo que ya sabía: PEDRO ES MUY VÁLIDO, por ello es mi amigo y por ello publica en este blog. Fui yo quien le propuso escribir para mi sitio.

    Le toca a él darte las gracias con la efusividad con la que tú le aplaudes.

    Ernesto.

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  5. jajaja, vaya, no sé exactamente cómo agradecer los comentarios que haceis...
    Creo que la mejor forma es sentarme y seguir escribiendo ;)
    GRACIAS de todos modos!
    Perico

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  6. Ejercicio número 1: Dejar una pistola en condición uno sobre una mesa y sentarse a esperar a que se dispare sola,no ocurrira nada.
    Ejercicio número 2 : Con el arma alimentada hacer presión con el dedo indice en el alza y esperar el disparo, no ocurrira nada.
    Vamos a ver si a alguien se le dispara el arma mientras la limpia simplemente es que es jilipollas. Este tema a sido muy usado para disimular suicidios.
    Si no se mete el dedo es como si a un coche no le pones el contacto. Así que lo importante es el dedo y no creo que a esto haya que dedicarle treinta horas lectivas para que se entienda. Simplemente hay que querer enterarse. Todos los disparos descritos han necesitado de un dedo, otra cosa seria una caida al suelo de un arma alimentada, tema que las armas modernas tienen más que solventado. Un saludo. Jose Moreno.

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  7. Gracias por tu comentario J.Moreno: como siempre certero y hasta "chistoso"... ¿serás de Cádiz...?

    Ernesto

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  8. Ernesto quisiera hacer un inciso sobre tu artículo:

    Un gatillo es un gato pequeño, palabra que repites de forma reiterada en todo el artículo que por cierto me ha resultado de suma importancia para los que somos profesionales de la policía.

    El término correcto es: DISPARADOR.

    Saludos desde Policía Científica Barcelona (CNP)

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  9. ERRATA sobre el post anterior.

    DONDE DIGO "REPITES DE FORMA REITERADA", ME REFIERO EN QUE LA CRÍTICA ES PARA EL AUTOR DEL ARTÍCULO Y NO PARA QUIEN PUBLICA EL MISMO, EN ESTE CASO TÚ.

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  10. Estimado amigo Vifrisina:

    Efectivamente, un gatillo es un gato pequeño. No sé si es en este artículo en el que lo has leído, pero si es así: NO LO HE ESCRITO YO. El autor es Pedro Pablo, amigo y experto.

    No sé si Pedro usa la expresión con ironía, pero te aseguro que él distingue ambos conceptos. A veces uso esa expresión y la de bala para referirme al cartucho, pero entrecomillo bala. En según que contexto del texto, a veces hay que usar la expresión coloquial.

    Pocos dicen cartucho en la recámara, a no ser que sean algo avezados, pero mucho sí dicen: BALA EN LA RECÁMARA. Más aún en Iberoámerica. Puedes creerme, muchos americanos hispanos dicen bala o tiro para referirse al cartucho. Por cierto, casi la mitad de los lectores del blog son de allí.

    Es como decir que se metió un gatillazo... Si estamos dando clases magistrales no diremos ni bala y gatillo, pero en según qué momento de la conversación, o texto, hay que irse a la palabra coloquial, aunque sea casi irónicamente.

    Un saludo.
    Ernesto.

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  11. Cuando escribo un artículo para este Blog, no es mi intención optar al premio Cervantes, simplemente transmitir conocimientos sobre armas y tiro. También es cierto que, en muchas ocasiones, empleo términos y giros literarios poco técnicos, simplemente para hacerme más cercano al lector,o para evitar repetir una y otra vez las mismas palabras ( enfrentamiento/ tiroteo, por ejemplo).
    Sin embargo, no es este el caso. Le invito a que consulte el significado de "gatillo" en el diccionario de la Real Academia de la Lengua:

    http://buscon.rae.es/draeI/SrvltObtenerHtml?LEMA=gatillo&SUPIND=0&CAREXT=10000&NEDIC=No

    Perico

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  12. Apreciado amigo Ernesto y encantado de conocer con este artículo al Sr. Pedro Pablo.

    Siempre he sido de la opinión de que un profesional de la Policía con independencia de la unidad o especialidad a la que pertenezca, y a pesar de escribir artículos para un público de la índole que sea, profesional o aficionado, siempre ha de expresarse en términos correctos y exactos cuando nos referimos a actos, circunstancias o elementos relacionados con nuestra profesión, por que no todas las personas que leen o escuchan nuestras opiniones (llamémosles, jueces, abogados, periodistas u opinión pública) saben interpretar que lo que estamos diciendo es simplemente para hacerles comprender de forma más sencilla lo que queremos decir, y aproximarles así un poco más a nuestra terminología, facilitándoles la lectura. En cambio opinan como muchas veces he oído en comparecencias judiciales, tanto a algún abogado listillo o periodista "vaya manera de expresarse tiene el policía y eso que está hablando de lo que sabe hacer".

    Sr. Pedro Pablo a pesar de los giros literarios para o redundar, le felicito por su artículo, EL A B C de un buen tirador comienza por la seguridad, tanto suya como de los de su entorno físico, ya está bien de tantos rambos.

    Saludos con afecto y adelante con vuestros proyectos.

    Vifrisina

    "¿QUE HARÍAS SI NO TUVIERAS MIEDO...?"

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  13. Gracias por el comentario último Vifrisina. Seguro que Pedro también responde.

    Ernesto.

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  14. Gracias por las felicitaciones. Como bien dice, determinadas audiencias son más proclives a fijar su atención en la forma antes que en el contenido, como puede ser el caso de profesionales del Derecho o periodistas. La cuestión es que mi audiencia mayoritaria (o al menos así lo entiendo) son tiradores profesionales, que además de estar más interesados en el "fondo" del asunto, suelen apreciar un estilo más cercano a su lenguaje cotidiano que complicados informes plagados de tecnicismos. Ello no obsta para que, llegado el caso por ejemplo de emitir un dictamen pericial, lo hiciésemos utilizando una terminologia y formato acorde.
    De hecho, informes de ese tipo se cuentan entre nuestros proyectos.
    Un saludo y gracias por visitar el Blog.
    Perico.

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  15. Amiga "Vifrisina", me imagino que por educacion ni Pedro ni Ernesto han querido contestarte correctamente y si lo han hecho de forma correcta,( entiendase el sutil juego de palabras).
    Repito amiga "Vifrisina" el objeto de este Blog, entiendo yo, y si no que su autor me corrija, es "despertar" a los compañeros relacionados con el mundo de las armas ( lease policias, militares, vigilantes, civiles autorizados a portar armas, etc etc) y para ello los compañeros que en el escriben lo hacen de la forma mas comprensible posible para "TODOS", desde el mas humilde vigilante de seguridad hasta el mas experto integrante de una unidad de policia "CIENTIFICA".
    Por ello, el objetivo de comentar por los compañeros los distintos articulos que se van publicando no es entrar en "disquisiciones" (comentario que se aparta del tema fundamental que se trata) sino aportar cada uno lo poco o mucho que sepa del tema o hacer participes a los demas de experiencias que les puedan ser utiles a los demas.
    Si hablamos en este blog del "gatillo" creo que absolutamente todo el personal sabra a lo que nos estamos refiriendo, y yo mismo cuando entreno con mis compañeros y comentamos que alguno ha metido un gatillazo todos sabemos a que nos estamos refiriendo ( de los varios significados que tiene el termino apliquese el correcto) y en cambio por muy correcto que sea ( que lo dudo ) decir has metido un "DISPARADORAZO" , creo que los compañeros no ententerian muy bien el termino.
    Por ultimo y para quitarle hierro al asunto ( que no tiene mas importancia que la que uno quiera darle) te dire amiga "Vifrisina" que donde yo vivo de toda la vida de Dios se han dicho "cobetes" y han explotado.

    Carlos.

    Un saludo.

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  16. Estimado Carlos:

    Agradezco mucho tu comentario, pues acude en defensa de este blog y sus autores. Pero de verdad, sé que el compañero Vifrisina, por cierto es hombre y no mujer, no tenía mala intención. Es más, sé que es buen profesional y persona preocupada por estos y otros asuntos profesionales. Lo conozco.

    Seguro que todos nos sentimos bien después de las explicaciones y defensas de todas las partes en “juego”. No debemos dar más “bola” al tema. Todos disfrutamos de todos y todos aprendemos: yo también de todos los lectores que, con sus comentarios, me hacen ver futuros artículos.

    GRACIAS A TODOS.
    Ernesto.

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  17. Hablando de disparos accidentales, un aviso, lo he vivido en persona, ya que me ha pasado a mi,en la HK, sentado en una silla de las de oficina con brazos se me ha montado el martillo hasta atras.El martillo es muy saliente. No hay mayor problema pero al llevar el arma montada y sin seguro no me hizo mucha gracia.Uso una funda BLACK HAWK que lo bueno que tiene es que no se puede meter el dedo a lo tonto.Un saludo.Jose Moreno.

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  18. Estimado Moreno: me agrada que digas eso, y te tranquilizo. A mí me pasó hace unos años lo mismo que a ti, y también en la HK-USP-C. Me pasó con la funda RADAR 3D, la cual estaba, desde que la compré, sin el broche de cierre superior. En mi caso creo que se montó el martillo de otro modo, creo que hasta con mi propio codo pude hacerlo al estar sentado en el coche con los brazos cruzados.

    Ernesto

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  19. Arturo M.R., "nube negra"17 de octubre de 2011, 15:38

    Como los demás lectores de este blog, me uno a las felicitaciones tanto al redactor y creador de este texto como al titular de este blog, los compañeros Pedro y Ernesto. Y empleo la expresión “compañero” del mismo modo que podría emplear el término camarada, colega, correligionarios, etc., ya que estoy convencido que todos vamos en la misma línea y con las mismas intenciones, independientemente de la profesión de cada uno: seguridad privada, policías, militares, independientes (pero honrados), etc. Es mi sentimiento, considerar compañeros a los que nos movemos por aquí (entre otros sitios).

    En esta notable entrada hablamos de seguridad y de accidentes, y el autor destaca que se suele omitir la importancia de la misma en beneficio de la espectacularidad. Y al omitir las mínimas reglas de seguridad llegamos al accidente, lo cual es cierto. Las normas mínimas son las que expone el Sr. Cooper; menos, ya imposible. Una vez tuve un “instructor” (y creo que ahora voy yo más “sueltecillo” que él) que decía que el arma tiene un seguro de aleta, uno de martillo,….. Pero sólo hay un seguro de verdad y ese es el dedo. Y esa es la única verdad y yo la amplío: el seguro es mi dedo y la conciencia de qué hago con el dedo y dónde lo pongo.

    Me da la risa cada vez que alguien me habla de llevar el arma sin cartucho en recámara cuando patrulla o hace funciones de escolta. Si no supongo un uso inmediato del arma no me va a hacer falta ese cartucho ahí (quién sabe), pero si estoy en la calle seguro que me puede llegar a hacer falta.

    Sobre los accidentes es sencillito: o no conoces el arma o no estás suficientemente preparado. Y pongo un ejemplo de mi cosecha: año 2006, despliegue en el Líbano. Se realiza escolta por personal de la mítica UOE de cierta personalidad. Al llegar al destacamento suenan 2 disparos que salieron de la pistola de un suboficial con curso de OE’s y bastantes años de pertenencia a dicha Unidad. Conclusión: una pistola no se dispara accidentalmente 2 veces; no está preparado.

    Yo veo situaciones ridículas como estar de guardia con cartucho de fogueo en el cargador, con el cargador con munición en la funda y uno vacío puesto, etc…… Y eso es por falta de formación….. y de confianza en el vigilante.

    ¿Desconocimiento? No. Desconocimiento es adquirir munición RUAG SeCa como munición antirebote cuando no lo es, no adquirir bocachas de fogueo desorganizadoras de proyectil (y comprar la de salvas, más baratita), no emplear medios de adiestramiento inertes adecuados, etc. Ya de los ejercicios de tiro no opino porque veo que es común en todos los estamentos.

    Y sobre la terminología, los nombres técnicos, etc., no creo que se le deba dar mucha importancia y, por supuesto, no debe dar lugar a desencuentros, discusiones, etc.: un gatillo es un disparador, un cartucho es una bala, un tanque es un carro de combate, etc. Seamos flexibles, que aquí entramos para aprender.

    Vigilad y cuidaros donde os halléis. Un saludo.

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  20. Gracias por tu extenso y coherente comentario Nube Negro.

    Saludos.
    Ernesto.

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  21. Soy uno mas que saluda y felicita este tipo de articulos, muy bueno para todos aquellos que portamos un arma de fuego,soy de Peru ,lector de tu blog y gracias a el, aumentando mis conocimientos , por aca se nombraban mencionar una gran cantidad de medidas de seguridad con armas de fuego, que luego por instruccion y capacitacion llegamos a impartir las cuatro reglas del Coronel Jeff Cooper que son las que se mencionan .Estando de acuerdo con la regla en la cual se menciona el dedo en el disparador vendria a ser muy importante ya que un arma de fuego no se acciona por si sola ,nesesariamente tiene que haber una accion del hombre .Asimismo hago mencion de una frase que utilizamos NO EXISTEN LOS LLAMADOS ACCIDENTES CON ARMAS DE FUEGO, SOLO VIENEN HACER EXCUSAS DE GENTE POCO PROFESIONAL E INCOMPETENTE.
    Y el suscrito tiene como regla el siguiente lema que llegue a encontrar AMAT VICTORIA CURAM
    LA VICTORIA ES PARA LOS QUE SE PREPARAN
    Saludos desde el otro lado del charco.Marco G.

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  22. Gracias por tu comentario Marcos.

    Ernesto.

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