Presentación del libro de Ernesto...

El pasado día 15 de este mes de noviembre, a las 19 horas, Ernesto Pérez Vera presentó su libro, Una mirada desde la “Verja”: Policías en La Roca, en el CLUB de la International Police Association de GIBRALTAR. Como ya sabemos, nuestro amigo Ernesto es funcionario del Cuerpo de la Policía Local de La Línea de la Concepción.

El acto fue presentado por el comisario de la Royal Gibraltar Police, Louis Wink, y en la mesa de presentación estuvo también, junto al autor, el superintendente Rob Allen, jefe de la Gibraltar Defence Police (cuerpo policial del Ministerio de Defensa)

El acontecimiento estuvo asistido y organizado por el inspector jefe Ian McGrail y el oficial Henry Sacramento, ambos de la RGP. El inspector Maurice Napoli, jubilado y presidente de la International Police Association de GIBRALTAR, cedió las instalaciones del Club y ofreció una copa de vino, y refrescos con tapas, al finalizar la presentación. Aproximadamente cien personas se dieron cita para el evento. Entre los asistentes había policías de ambos lados de la frontera, y de todos los cuerpos: agentes y mandos de la Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía y Policía Local de varios municipios. También del Peñón había agentes y mandos de ambos cuerpos. Autoridades políticas, familiares del autor y ciudadanos particulares también se congregaron.

En el salón utilizado para la presentación del libro, el comerciante local Freddie Parody instaló una mesa en la que se podían adquirir ejemplares del libro presentado. Muchos fueron vendidos y posteriormente firmados y dedicados por el autor. Freddie Parody es el propietario de tres librerías en Gibraltar, y en las tres se ofrece, con éxito de ventas, este libro.

Seguidamente se da a conocer el discurso pronunciado, que no leído, por el autor. Ernesto intervino tras ser pronunciadas unas palabras por el comisario Wink. Durante la disertación del autor, un Power Point con imágenes y explicaciones sobre el libro era proyectado en una pantalla ubicada tras la mesa de presentación. El comisario alabó al autor y su libro durante su intervención.

Pedro P. Domínguez Prieto.


Presentación

15 de noviembre de 2011 a las 19 horas

Antes de entrar en materia quiero dejar de manifiesto mi pesar por el fallecimiento de una persona digna de todo respeto y admiración profesional: don José Cabrera Lobato, comisario del CNP. Pepe Cabrera, como casi todo el mundo lo conocía, murió el pasado viernes día 11 a las 9 de la noche. Cabrera es uno de los personajes del libro que hoy presentamos. Él mismo estuvo muchas veces en Gibraltar para coordinar operaciones policiales. Sé que Pepe tenía amigos entre las personas que hoy están en este salón.

DESCANSE EN PAZ UN GRAN POLICÍA, un policía que forma parte de la historia de la policía española.

Ahora sí, ahora entro en materia. Quiero agradecer, ante todos ustedes, la oportunidad que me han brindado los dos cuerpos policiales del Peñón: la RGP y la GDP. Ambas instituciones, encarnadas hoy aquí por el comisario Wink y el superintendente Allen, me abrieron sus puertas para que esta presentación se llevara a término. Como casi todos sabrán, estaba previsto que este evento se celebrará en otro lugar de esta misma ciudad, es más, los trámites para ello fueron gestados y confirmados durante semanas. Por causas ajenas a mi voluntad, pero perfectamente justificadas por quien canceló aquella opción, se ha optado por usar estas espléndidas dependencias.

Las razones que se esgrimieron, para justificar la decisión de la cancelación en el otro lugar, son comprendidas y respetadas por este autor.

No hay mal que por bien no venga: estos compañeros gibraltareños han demostrado lo que ya digo en mi obra, son AMIGOS. Ellos, tan pronto supieron de la contrariedad surgida con el punto originalmente anunciado para celebrar este evento, me tendieron la mano y me abrieron sus puertas. Y al hablar de puertas hablo en plural, pues los dos cuerpos ofrecieron sus respectivos clubes sociales.

Quiero dedicar unas palabras también a otro amigo: José María de Vicente Toribio, inspector jefe del CNP, y prologuista del libro. Me gustaría tenerlo hoy aquí con nosotros, pero no ha podido ser. Imponderables de su servicio, en la Escuela de Policía de Ávila, lo han impedido. Su prólogo, aunque breve, es profundo y sincero. Y sé que es sincero porque conozco bien a Toribio. La escueta aportación de José María a la obra, ofrece más calidad literaria que todo el libro. Mi prologuista ha obtenido diez premios literarios en prosa y poesía y ha publicado ya 5 libros, el último de ellos hace menos de un año. Para mi es un honor y un privilegio contar con José María entre mis amigos. Una lástima que él no haya podido trasladarse hoy hasta este club.

También a Ian McGrail, inspector jefe de la RGP y Joe Osborne, oficial de la GDP, quiero públicamente dar las gracias por prestar su tiempo y atención a este autor. Ellos han estado siempre a mi disposición para resolver cuantas dudas me surgieran. Los dos, en su momento, fueron asignados por sus máximos superiores como enlaces y guías de mis trabajos.

A Domingo López, agente de la PL de Algeciras, le debo mucho también. Domingo es el responsable de la maquetación y diseño de muchos detalles del libro, así como de los carteles de promoción. Pedro Pablo Domínguez y Eduardo Prieto, detective privado y profesor de literatura respectivamente, también han sido colaboradores en determinados momentos. También Enrique Silva, director de seguridad, ha sumado con determinados apoyos.

Dicho esto, necesito decir que este trabajo está dedicado a mi madre.

A mi queridísimo hijo Ernesto también le dedico este trabajo, espero que le sirva de ejemplo, algún día, para muchas cosas. Por cierto, él ha sido quien más horas ha estado junto a mí mientras le daba al teclado, y gestaba la obra. Algún día comprenderá el título del libro, ahora sólo se ríe y dice que no lo comprende…

También a ti te quiero decir algo desde aquí: te quiero María José. Gracias por estar siempre ahí.
Todo tiene una causa o un por qué, y la causa primera que me empujó a escribir este libro es una muy natural y humana: la necesidad de comunicar.

Como cualquier ser humano que conoce datos relativos a algo, que otros desconocen, me vi empujado a dar a conocer aquello que yo sí conocía. Durante mis horas de trabajo como policía, en las charlas con amigos o donde encartara que saliera el tema de Gibraltar y la policía, todos daban palos de ciego en sus manifestaciones sobre las relaciones profesionales entre polis españoles y gibraltareños. Muchos creen que nos estamos pegando tiros todos los días. Es más, en algunos puntos de España existe la idea que vivimos casi una situación de beligerancia. Todos los presentes sabemos que ocurre todo lo contrario.

Yo, por haber escrito para la revista War Heat Internacional dos amplios artículos, sobre los dos cuerpos policiales del Peñón, tenía datos frescos y contrastados sobre el funcionamiento interno, y también público y político, de las fuerzas policiales en Gibraltar. Por cierto, no solamente aquéllos amigos míos daban palos de ciego al referirse a los polis del Peñón, también la prensa lo hacía de una forma generalizada, y lo sigue haciendo. Por ello decidí, tras la publicación de mis artículos, ampliar datos mediante la indagación, y comencé a trazar la idea de lo que es ahora este libro.

Al principio aumenté profusamente el material que dio forma y vida a los artículos antes referidos, y poco a poco fui realizando subdivisiones hasta conseguir tener clara la estructura y contenido del libro. Casi desde el principio tuve clara la idea que pretendía dar de Gibraltar, de su policía y de la siempre controvertida “cuestión de Gibraltar”. Tengo que decir que aún siendo los policías del Peñón los protagonista de la obra, pasajes dedicados a otros asuntos ocupan varios capítulos, eso sí todos esos pasajes hacen un guiño a la seguridad, aunque esta no llegue siempre de la mano de agentes policiales…

Como es natural, si voy a contar cómo y cuándo nacen las fuerzas de seguridad en el Peñón de Gibraltar, antes tendré que decir qué es, y donde está, ese Peñón. Más aún, no puedo decir qué es el Peñón sin hablar de su forma de gobierno, moneda y demás aspectos sociales y demográficos. Por todo ello el libro comienza con un capítulo dedicado a esos aspectos, y es seguido por otro importantísimo: La Historia de Gibraltar. Si hoy existe un Gibraltar británico, contra el que la diplomacia española pugna desde antaño, es por aquello que pasó en 1704 y que tiene que ser recordado en este libro: existió un Gibraltar español. ¡Apasionante capítulo!

Después de estos capítulos ya entro en materia, y comienzo a dedicarle páginas a los protagonistas: los policías. El libro consta de 14 capítulos, y entre el capítulo 3 y 12 se tratan temas puramente relacionados con la policía y la seguridad general del Peñón a lo largo de su historia más reciente o contemporánea.

Doy a conocer los orígenes del actual concepto de cuerpo de policía. No hay que olvidar que el primer cuerpo de policía profesional, tal y como es hoy interpretado y entendido ese concepto, fue creado en Londres; y ahí es nada: el segundo cuerpo se creó en Gibraltar en 1830, sólo meses después que el dispositivo londinense. Entendemos que un cuerpo de policía es una organización jerarquizada y profesional (a tiempo completo), con la misión principal de proteger y velar los intereses ciudadanos en aplicación de orden legislativo positivo.

Desde aquel primer origen policial, y hasta nuestros días, voy repasando aspectos relativos a la organización del cuerpo en Gibraltar: composición, unidades que lo integran, equipos y materiales, formación, etc., etc.

Las relaciones profesionales entre los dos cuerpos policiales que en el Peñón conviven, son tratadas también con detalle.

Desde aquel mes de junio de 1830 y hasta julio de 1938, únicamente un cuerpo vigilaba y protegía a la población de La Roca. Desde aquel año 38 ya son dos los cuerpos que, hasta el momento actual, protegen a los gibraltareños. Royal Gibraltar Police o Policía Local o del pueblo el primero, y Gibraltar Defence Police o Policía de Defensa el segundo, también llamado por los más antiguos: Policía del Monte…

Si algo me mantuvo especialmente absorto durante la elaboración de la obra, fue redescubrir algo que yo ya sabía: no es verdad que la relación policial entre los “bobbys” y los polis españoles sea nefasta. No es verdad y lo digo con rotundidad absoluta. Lo que sí es cierto es que esa es la idea que muchos, a ambos lados de la “Verja”, pretender dar a la opinión pública. Esa imagen obedece a motivos de Estado en unos casos y a causas personales en otros.

Amigos, la realidad es que sólo los políticos, de ambos lados de la frontera, deberían “escupirse” sus argumentos. Nosotros los policías NO debemos entrar en esos juegos.

Ese factor también me llevó a escribir este libro: los policías no debemos entrar en polémicas de “sí o no, Gibraltar español”. No señor, eso para la diplomacia y los políticos. Nosotros a lo nuestro, y eso es detener malvados delincuentes, que bastante hay en los dos territorios. Precisamente ellos, los delincuentes, son los que más beneficio y rédito obtienen de esas disputas policiales que a veces, y digo a veces, se producen.

Los episodios históricos más destacados de la seguridad del Peñón, desde el siglo XIX, forman parte del capítulo al que más pasión le puse durante la elaboración del trabajo. No todos esos episodios tienen como protagonista a las fuerzas policiales de La Roca, pero desde luego deben ser conocidos en mi libro. Participen o no participen los “bobbys” en esos episodios, doy a conocer aspectos relativos a la seguridad general del Peñón y de sus habitantes, por ello no podían ser obviados en mi libro: un libro de policías es un libro de seguridad…

Muchos de esos episodios hacen protagonistas, a la par, a policías y autoridades españoles y británicas. Esto último acredita lo antedicho: las relaciones profesionales son, y sobre todo fueron, excelentes entre policías británicos y españoles. Otra cosa es lo que la gente entiende tras la lectura de artículos políticos y de opinión, publicados en medios de prensa de ambos lados de la “Verja”.

La histórica polémica de las aguas que circunda al Peñón, también las vengo a tratar, eso sí, muy someramente y de soslayo al hablar de las unidades marítimas de la policía gibraltareña. Entrar de lleno en ese asunto es algo que no me toca, pues el objetivo del libro es otro. Pero naturalmente no puedo dejarlo pasar de largo: está más que candente y merecía un repaso jurídico, histórico e incluso anecdótico.

Gran valor tiene para mí el hecho de haber podido entrevistar, para engrandecer este trabajo, a personas que han formado parte de algunos episodios históricos relacionados con la seguridad de Gibraltar. Ellos son tan protagonistas como los propios cuerpos de policía de La Roca. Los entrevistados son, de algún modo, historia viva. Agentes, comisarios, superintendentes, funcionarios de prisiones, pilotos de helicópteros, marinos mercantes y hasta un capitán de la Guardia Civil, se han dejado “interrogar” por mí. Sus manifestaciones han sido, sin excepción alguna, de infinito valor para este autor y la obra.

Estas personas formaron parte activa de episodios históricos vividos en el Gibraltar de gran parte del siglo XX, y también de lo que llevamos del XXI. Españoles como los comisarios del C.N.P. José Cabrera y Ángel Lozano, el capitán de la G.C. Juan Osorio, los capitanes Gárate y Riscos de la Marina Mercante o el agente del C.N.P. Paco Álvarez, han dado testimonio de sus experiencias profesionales y vitales en el Peñón, y con sus compañeros británicos. Del mismo modo se sometieron a mis “pesadas” entrevistas los mandos y policías del Peñón: Joseph Canepa, Louis Wink, Richard Mifsud, John Durante, Ian McGrail, Gareth Coom, Joseph Jurado, Joseph Osborne y Henry Sacramento. Entre estos últimos citados hay funcionarios de la RGP, GDP e incluso del Servicio de Prisiones de Gibraltar.

Tras mencionar a estas personas, deben saber los presentes que muchos de ellos nos acompañan esta tarde. Aprovecho para dar LAS GRACIAS a todos los mencionados.

Algunos de los referidos vivieron los episodios más violentos y desagradables acaecidos en el Peñón, a nivel policial, de toda la historia reciente de Gibraltar. En cualquier caso: esos hechos marcaron, de algún modo, sus vidas profesionales

Los violentísimos disturbios de “los palomos” en los años 60; la intentona argentina de volar buques en el puerto durante 1982; la muerte de tres terroristas irlandeses en 1988; la detención de un peligroso y calculador parricida en 1992; la represión del contrabando y los lancheros en 1995; o el arriesgado rescate de los náufragos del Fedra en 2008, serán conocidos, con lujo de detalles, por el lector. A lo largo de la obra, y a medida que se vayan leyendo esos y otros episodios, el lector irá sabiendo cómo y cuándo actuaron, en cada caso, todos los entrevistados.

Y como no podía ser de otro modo, ¡o sí! pero yo he querido que así fuese, doy a conocer a los lectores el actual modelo policial español. Merece la pena que unos lo conozcan y otros lo “refresquen”. En fin, una breve comparativa de modelos policiales, el británico y el español.

Por cierto, el panorama policial de España es completamente diferente al británico en general, y al gibraltareño en particular. Del mismo modo ocurre con la organización y funcionalidad judicial: modelos diferentes en ambos lados de la frontera. También sobre ello doy pinceladas en la obra. Sin embargo, no son pinceladas las que doy sobre el modelo policial español. Detallo, con bastante aportación de datos, cual es el funcionamiento de las FYCS en España, así como el origen e historia de todos los cuerpos. Puede gustar mucho este capítulo a los policías gibraltareños.

Ya vamos a concluir, pero antes quiero decir que del mismo modo que el libro está dedicado a mi madre y a mi hijo, esta presentación se la “brindo” a todos los policías que diariamente se entrega, con compromiso, a la dura y pocas veces reconocida tarea de perseguir el delito. Esta labor, aunque gratificante para los que somos policías de sentimiento y no simples personas que cobran por vestirse de ello, es, a veces, demasiado arriesgada y desagradable. Y ahora, al hablar de policías, me estoy refiriendo a los de ambos lados: a los españoles y a los gibraltareños, sean del cuerpo que sean.

Por último, y ya acabo de verdad: gracias a todos por estar esta tarde aquí compartiendo conmigo este gran momento. Lean el libro y diviértanse con su lectura, seguro que descubren sucesos y situaciones que no conocían, o que quizá sólo les sonaban...

GRACIAS.

Devuelvo la palabra al comisario Wink. Gracias.

Comentarios

  1. Ernesto, enhorabuena. Supongo que escribir un libro te enriquecera personal y profesionalmente. Te deseo mucho exito.Una pequeña puntualización, la diplomacia española emana del gobierno español y este a su vez del pueblo. Si la diplomacia tiene un problema lo tenemos todos.!Que esta gente conduce al reves!.Lo dicho enhorabuena y todo es empezar así que a por el segundo. Un saludo. Jose Moreno.

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  2. Hola Moreno, GRACIAS por la felicitacón. Estoy muy contento,ya no me quedan libros. Lo poco que hay está en las librerías y con este ritmo no llegan a Navidad.

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  3. Hola amigo Ernesto,perdona por no haber asistido a la presentación de tu magnífico libro,pero tenía trabajo y ya se sabe que antes es la obligación que la devoción,y es que ando más liado que la pierna de un romano,en fin los turnos son así,que se le va a hacer.

    Por cierto el libro me ha gustado mucho,ya lo he terminado,como dice el compañero Moreno ¿Para cuando el segundo?,espero que te decidas a escribirlo,seguro que es mejor,si cabe,que el primero.

    Un Saludo Amigo mío y Buen Servicio.

    TRAITI.

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  4. Hola Traiti: todavía estás a tiempo. Presento en La Línea el día 2 a las 20H. El sitio es Librería ARES...

    GRACIAS.
    Ernesto

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  5. A pesar del dicho popular que dice: "Unos cardan la lana, y otros se llevan la fama" en este caso sabemos quien a sido el cardador, y por lo tanto, mero reconocedor de la fama que se merece.

    Enhorabuena, y lo dicho: "Es de buen nacido el ser agradecido" y tanto la RGP como la GDP han sabido brindarte el agradecimiento que te mereces.

    Antes del segundo, digo yo que tendrás que lanzar la 2ª Edición de éste ¿no? :)

    Menuda suerte contar con un reportero tan dicharachero como Pedro P. que si no fue con grabadora, menuda memoria que tiene ;)

    Por cierto, sumarme a las muestras de condolencia para con la familia y amigos de D. José Cabrera, pues a pesar de no conocerlo personalmente, no es óbice para dar el pésame a quienes lo querían y apreciaban D.E.P. :(
    --
    "Ante ferit quam flamma micet"
    "Hiere antes de que prenda la llama"

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  6. Gracias por el comentario JOSMA.

    Pedro Pablo ha hecho una buena crónica, pero el discurso con el que ilustra la crónica se lo asé yo íntegramente, jajjaja.

    Ernesto

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