La pistola ofensiva (I PARTE)
Mi colega y amigo Pedro Pablo nos deleita hoy con un asunto poco tratado en España. Pedro nos presenta la primera parte de un artículo dedicado a las armas cortas destinadas a misiones profesionales no defensivas sino ofensivas de “ataque”. Muy interesante su personal punto de vista sobre las armas portadas al cinto por militares y policías en misiones especiales.
Ernesto Pérez Vera
La pistola ofensiva (1ª parte)
Por: Pedro P. Domínguez Prieto
Para muchos es la Glock, pero no, hoy no vengo a polemizar sobre la pistola austriaca (lo dejo para más adelante), sino para tratar un concepto que he descubierto recientemente y que he tratado de investigar y desarrollar hasta componer el presente artículo.
Hace un par de semanas, mientras recopilaba información para un artículo sobre la H&K USP, tomé contacto con una idea que me resultó extraña: el uso “ofensivo” de la pistola. Lo cierto es que, como la gran mayoría, había leído cientos (o miles) de artículos sobre armas “defensivas”: qué características debían poseer, qué municiones debían disparar, cómo llevarlas, cómo utilizarlas… pero ¿qué era esto de la pistola ofensiva? Me decidí a profundizar sobre el tema, y el fruto es el artículo que hoy leéis, en el que planteo “qué” y “cómo” deben ser las pistolas (o revólveres) que usemos para estos menesteres. Y fijaos que hablo en plural, ya que el concepto es mucho más amplio en cuestión de tamaños, calibres, características técnicas y uso de lo que pudiera parecer.
-Armas defensivas y armas ofensivas:
Interesante dilema, sobre todo por el hecho de que somos educados y entrenados en la idea de que las armas son instrumentos defensivos, herramientas que utilizamos cuando somos atacados (reacción), desde posiciones normalmente de desventaja, y que hay que emplear con rapidez y contundencia.
La pistola ofensiva (1ª parte)
Por: Pedro P. Domínguez Prieto
Para muchos es la Glock, pero no, hoy no vengo a polemizar sobre la pistola austriaca (lo dejo para más adelante), sino para tratar un concepto que he descubierto recientemente y que he tratado de investigar y desarrollar hasta componer el presente artículo.
Hace un par de semanas, mientras recopilaba información para un artículo sobre la H&K USP, tomé contacto con una idea que me resultó extraña: el uso “ofensivo” de la pistola. Lo cierto es que, como la gran mayoría, había leído cientos (o miles) de artículos sobre armas “defensivas”: qué características debían poseer, qué municiones debían disparar, cómo llevarlas, cómo utilizarlas… pero ¿qué era esto de la pistola ofensiva? Me decidí a profundizar sobre el tema, y el fruto es el artículo que hoy leéis, en el que planteo “qué” y “cómo” deben ser las pistolas (o revólveres) que usemos para estos menesteres. Y fijaos que hablo en plural, ya que el concepto es mucho más amplio en cuestión de tamaños, calibres, características técnicas y uso de lo que pudiera parecer.
-Armas defensivas y armas ofensivas:
Interesante dilema, sobre todo por el hecho de que somos educados y entrenados en la idea de que las armas son instrumentos defensivos, herramientas que utilizamos cuando somos atacados (reacción), desde posiciones normalmente de desventaja, y que hay que emplear con rapidez y contundencia.
La idea de “ataque” parece más propia de criminales que de personal de seguridad, pero de hecho existen varias situaciones en las que alguien del lado de la ley puede actuar ofensivamente. Se me ocurren las siguientes:
http://www.youtube.com/watch?v=1csr0dxalpI&feature=related
La verdad es que, a finales del Siglo XIX, las armas cortas de gran calibre solían tener mejor poder de parada que los fusiles de alta velocidad, que sobrepenetraban los blancos sin expandirse con poco efecto.
· Operaciones militares: típicamente la eliminación de centinelas se ha realizado con armas cortas en vez de largas, el combate CQB (interior de edificios, trincheras, inspección de buques) también, incluso podemos recordar la lucha de túneles en Vietnam, o más recientemente en las cavernas de Afganistán. Originariamente, el arma corta era la más idónea para el uso por las unidades de caballería. Ampliaremos estas ideas más adelante.
· Ámbito policial y de seguridad: al igual que el caso anterior, algunas unidades policiales (SWAT, Oes), usan frecuentemente el arma corta durante entradas dinámicas o sistemáticas, ya sea por cuestiones de espacio o al utilizar escudos balísticos, actuar en espacios muy reducidos (aeronaves, autobuses, trenes), trepar por escaleras, etc.
· Operaciones clandestinas: esto no es muy políticamente correcto, pero los servicios secretos de todos los países se ven involucrados en acciones “ofensivas” (hablando en plata: asesinatos), siendo el caso más famoso el del MOSSAD israelí. Otro ejemplo es el de unidades de resistencia (por ejemplo, en Europa durante la Segunda Guerra Mundial), o guerrillas (sobre todo en Sudamérica). Si nos trasladamos al otro lado de la Ley, veremos que muchos criminales célebres (como el terrorista Carlos), usaron tácticas y equipo similares.
· Defensa del hogar: este tipo de situaciones, aunque a priori parecen de índole defensivo, en muchos casos se tornan en ofensivas, al tener que “cazar” a los intrusos para proteger a miembros de la familia que están en otras habitaciones de la casa.
· Defensa del hogar: este tipo de situaciones, aunque a priori parecen de índole defensivo, en muchos casos se tornan en ofensivas, al tener que “cazar” a los intrusos para proteger a miembros de la familia que están en otras habitaciones de la casa.
Asimismo, existirán situaciones en las que el arma corta se convierta en el único tipo de herramienta disponible para cualquier escenario que se plantee, obligándonos a adoptar un rol ofensivo a pesar de sus limitaciones. Por ejemplo, los cada vez más frecuentes casos de policías versus atracadores —atraco de Petrer— (prácticamente, y en las condiciones actuales, los agentes de policía deben solucionar cualquier intervención que se presente con las armas cortas reglamentarias en cada cuerpo).
-Pistolas al fin y al cabo: ¿qué le pedimos a un arma corta ofensiva?
En principio hay que tener en cuenta que, aunque el arma corta ofensiva tiene unas características diferentes a la defensiva, su eficacia práctica depende en gran medida de la actitud y de las tácticas (y por supuesto del entrenamiento) empleadas por el tirador. Gran número de autores coinciden en que el factor determinante es la concienciación del tirador. No obstante es cierto que la gran mayoría de las pistolas y revólveres que se han utilizado para esta función, se han creado a partir de las necesidades específicas de los usuarios, y no al revés. Veamos “qué” debemos pedir a uno de estos instrumentos:
· Fiabilidad: la primera cualidad coincide, como sabemos, con la del arma defensiva: debe funcionar bien. Si vamos a eliminar a un operativo enemigo, confiando en la sorpresa de nuestro ataque, no podemos permitirnos que el arma falle, y en aquellas ocasiones en que se han seleccionado pistolas para uso ofensivo, las pruebas en este sentido han sido exhaustivas. De hecho, las primeras pruebas “de tortura”, tan de moda hoy en día, se realizaron en el marco del programa OHWS (Offensive Handgun Weapon System, hablaremos más delante de él), con unos resultados espectaculares: las Heckler und Koch Mark 23 no solo superaron los 2000 disparos sin interrupciones que se requerían en el pliego de condiciones, sino que alcanzaron una media de 6.000, tanto con munición estándar como “+P”. Las Beretta 71 usadas por el MOSSAD, funcionaban perfectamente con cualquier tipo de munición, incluso de punta hueca. Ya que la técnica utilizada era realizar múltiples disparos con rapidez, la ausencia de interrupciones era fundamental.
· Potencia: aquí debemos hacer una distinción entre los 2 grandes tipo de armas ofensivas. Por un lado tenemos armas de uso policial/ militar, a las que se les pide alcance (unos 50 metros en al caso de la O.H.W.S.), y poder de parada, por tanto vamos a encontrar pistolas y revólveres recamarados a los calibres .44, .454, .45 ACP, o incluso al .357 Mágnum (G.I.G.N., G.E.O.). Ya que su misión es (en ocasiones) “sustituir” al arma larga, es lógico que se pidan potencias superiores a la media a la que estamos acostumbrados en uso policial. A modo de ejemplo, el Colt Walker se consideraba “efectivo” (es decir, su balística terminal era suficiente para causar la muerte a un objetivo) hasta los 100 metros.
El otro segmento sería el de las armas de uso encubierto. Los distintos servicios secretos/ agencias de espionaje, grupos de resistencia, etc., han favorecido el uso de pistolas de pequeño calibre, fáciles de ocultar y discretas a la hora de utilizarlas. Teniendo en cuenta que el disparo se produciría a muy corta distancia y teniendo tiempo de apuntar a zonas vitales (típicamente la cabeza/ nuca), el uso de municiones del .22 LR no supone un problema, como de hecho demostró el MOSSAD.
· Fiabilidad: la primera cualidad coincide, como sabemos, con la del arma defensiva: debe funcionar bien. Si vamos a eliminar a un operativo enemigo, confiando en la sorpresa de nuestro ataque, no podemos permitirnos que el arma falle, y en aquellas ocasiones en que se han seleccionado pistolas para uso ofensivo, las pruebas en este sentido han sido exhaustivas. De hecho, las primeras pruebas “de tortura”, tan de moda hoy en día, se realizaron en el marco del programa OHWS (Offensive Handgun Weapon System, hablaremos más delante de él), con unos resultados espectaculares: las Heckler und Koch Mark 23 no solo superaron los 2000 disparos sin interrupciones que se requerían en el pliego de condiciones, sino que alcanzaron una media de 6.000, tanto con munición estándar como “+P”. Las Beretta 71 usadas por el MOSSAD, funcionaban perfectamente con cualquier tipo de munición, incluso de punta hueca. Ya que la técnica utilizada era realizar múltiples disparos con rapidez, la ausencia de interrupciones era fundamental.
· Potencia: aquí debemos hacer una distinción entre los 2 grandes tipo de armas ofensivas. Por un lado tenemos armas de uso policial/ militar, a las que se les pide alcance (unos 50 metros en al caso de la O.H.W.S.), y poder de parada, por tanto vamos a encontrar pistolas y revólveres recamarados a los calibres .44, .454, .45 ACP, o incluso al .357 Mágnum (G.I.G.N., G.E.O.). Ya que su misión es (en ocasiones) “sustituir” al arma larga, es lógico que se pidan potencias superiores a la media a la que estamos acostumbrados en uso policial. A modo de ejemplo, el Colt Walker se consideraba “efectivo” (es decir, su balística terminal era suficiente para causar la muerte a un objetivo) hasta los 100 metros.
El otro segmento sería el de las armas de uso encubierto. Los distintos servicios secretos/ agencias de espionaje, grupos de resistencia, etc., han favorecido el uso de pistolas de pequeño calibre, fáciles de ocultar y discretas a la hora de utilizarlas. Teniendo en cuenta que el disparo se produciría a muy corta distancia y teniendo tiempo de apuntar a zonas vitales (típicamente la cabeza/ nuca), el uso de municiones del .22 LR no supone un problema, como de hecho demostró el MOSSAD.
Asimismo, es frecuente que se utilicen municiones “especiales” en varios sentidos. En ocasiones se pedirá potencia y alcance, por ejemplo las municiones “+P” utilizadas en las H&K Mark 23 para obtener buenos resultados a 50 metros. Otras, necesitaremos proyectiles subsónicos, ya que sin ellos es absurdo utilizar el supresor de sonido (vulgarmente llamado “silenciador”).
En otras circunstancias, por ejemplo en unidades especiales de la policía, se requerirá cierta capacidad perforante, incluso podemos encontrar municiones de punta incendiaria o trazadoras, lo que es extremadamente difícil de ver en las armas de uso común. Ejemplos serían los cartuchos calibre 5,7x28 m/m de las pistolas FN Five Seven, o 4,6x30 m/m de la malograda Heckler und Koch UCP.
En otras circunstancias, por ejemplo en unidades especiales de la policía, se requerirá cierta capacidad perforante, incluso podemos encontrar municiones de punta incendiaria o trazadoras, lo que es extremadamente difícil de ver en las armas de uso común. Ejemplos serían los cartuchos calibre 5,7x28 m/m de las pistolas FN Five Seven, o 4,6x30 m/m de la malograda Heckler und Koch UCP.
· Gran capacidad: volvemos a encontrar diferencias. Las armas militares necesitan autonomía de fuego, so pena de sufrir una interrupción del mismo durante la acción. Las armas de uso encubierto, en cambio, pueden ser en algunos casos de 2 o 3 disparos (derringers, armas disimuladas en objetos como teléfonos móviles, hebillas de cinturón, etc.), o incluso monotiro (bolígrafos pistola, armas improvisadas, FP 45 Liberator).
Como vemos, no hay una “regla de oro”, sino que el uso específico nos dictará las características del arma, a diferencia del arma defensiva, que parece responder a criterios universales.
· Tamaño: el arma ofensiva militar (e incluso policial), es habitualmente de gran tamaño, con alguna excepción (HK 45 Compact Tactical), se trata de pistolas de armazón estándar e incluso mayores (fruto de instalar cañones más largos, supresores, culatines, visores, etc.). También es normal que el tamaño general de arco guardamontes, retenidas, seguros, etc. sea mayor para poder ser utilizadas con guantes (normal en las unidades de operaciones especiales). Realmente, tanto la Colt OHWS como la H&K Mark 23 son pistolas de grandes proporciones, que las hace incómodas a la hora de su transporte.
Si repasamos la historia de este tipo de armas, veremos que esto ha sido una constante desde la aparición del concepto. El revólver Colt Walker de 1847, considerado por muchos el pionero en este campo, era un arma de calibre .44, con una longitud de 39,3 centímetros y un peso de 2,06 kilos (cercano a lo que hoy en día pesan algunos subfusiles). Este arma corta, la más potente hasta la aparición de los revólveres del .357 mágnum (recordemos que utilizaba pólvora negra), estaba diseñada para su uso por las unidades de caballería, y ciertamente sus características eran excepcionales: disparaba un proyectil de .454” de calibre a más de 1.200 pies por segundo (356,76 metros por segundo), con un alcance eficaz de hasta 100 metros. A corta distancia, el Walker era capaz de “tumbar” a un caballo (se supone que de una unidad enemiga). El Doctor John Ford, atestiguó en la época que su balística terminal era similar a la de algunos rifles de avancarga reglamentarios en la Guerra Civil Americana (mosquetón M 1841).
Debido a su enorme tamaño, estos revólveres eran transportados en una funda adosada a la montura del caballo, no en el cuerpo del tirador.
El gran problema del Walker era la fiabilidad, agravada por el hecho de que muchos soldados los cargaban con más pólvora de la admisible, produciendo reventones de los cilindros (es muy común que la varilla de carga del Walker se suelte por la fuerza del disparo, siendo normal que los tiradores la aseguraran con una cinta de cuero). No obstante, el Colt fue la prueba de que un arma corta “especial”, podía cubrir parte del nicho destinado a las armas largas con eficacia.
Por otra parte, el tamaño también es fruto de buscar un cañón lo más largo posible, de modo que potencia y precisión sean mayores que en un arma estándar.
· Elementos de puntería: el conjunto de miras (alza y punto), deben presentar un perfil más alto que el de un arma estándar, si no será imposible apuntar cuando instalemos el supresor. En algunas de estas armas es normal instalar visores de diversos tipos ( puntos rojos/ holográficos o incluso telescópicos–revólver del .357 mágnum del GIGN):
http://www.gign.org/groupe-intervention/wpcontent/uploads/2010/02/mr73surtrepied.jpg
Por otra parte, el tamaño también es fruto de buscar un cañón lo más largo posible, de modo que potencia y precisión sean mayores que en un arma estándar.
· Elementos de puntería: el conjunto de miras (alza y punto), deben presentar un perfil más alto que el de un arma estándar, si no será imposible apuntar cuando instalemos el supresor. En algunas de estas armas es normal instalar visores de diversos tipos ( puntos rojos/ holográficos o incluso telescópicos–revólver del .357 mágnum del GIGN):
http://www.gign.org/groupe-intervention/wpcontent/uploads/2010/02/mr73surtrepied.jpg
· Seguros: ya sabemos que los seguros manuales son unos “proscritos” entre las armas defensivas, principalmente por el tiempo que supuestamente perdemos en desactivarlos, o en los problemas que supone hacerlo bajo estrés.
En un arma ofensiva esto no ocurre, de hecho parece que esta es una de las principales diferencias que afectan al uso de estas armas: la ausencia de ese “miedo” durante una operación ofensiva.
Otro factor a favor del uso de seguros manuales, es evitar un disparo accidental en la fase de “aproximación”, o en los instantes previos a un asalto/ emboscada etc. De hecho, la práctica totalidad de armas que se emplean en este rol (H&K Mark 23, FNP45, H&K Tactical, derivadas de la Colt 1911) presentan este accesorio.
· Accesorios: algunos elementos que serían impensables en un arma defensiva (que portaremos oculta), son imprescindibles o forman parte de la imagen típica de las pistolas ofensivas. El más típico de ellos es el supresor/ silenciador, que podemos encontrar tanto en armas de pequeño tamaño y calibre .22LR, como en las OHWS, SOCOM, o candidatas a la JCP (Joint Combat Pistol).
Todos sabemos cuál es el objetivo de este elemento: disimular el ruido del disparo de modo que, o bien no lo identifiquemos como tal, o no podamos situar correctamente la posición del tirador. Los supresores deben usarse en combinación con munición subsónica, por ello el .45 ACP es más adecuado que otros calibres (incluso el .22LR, que puede ser usado en caso de emergencia sin el supresor y su señal no será significativa).
Todos sabemos cuál es el objetivo de este elemento: disimular el ruido del disparo de modo que, o bien no lo identifiquemos como tal, o no podamos situar correctamente la posición del tirador. Los supresores deben usarse en combinación con munición subsónica, por ello el .45 ACP es más adecuado que otros calibres (incluso el .22LR, que puede ser usado en caso de emergencia sin el supresor y su señal no será significativa).
La linterna es algo que hoy en día podemos instalar prácticamente en todas las pistolas y en algunos revólveres, gracias a los omnipresentes carriles de accesorios. Pero en origen, la primera pistola diseñada expresamente para instalarlo fue la H&K Mark 23 (recordemos, la “madre” de las pistolas ofensivas/tácticas). Lo mismo puede decirse de los lásers.
En algunos hasta se han instalado bípodes, o incluso culatines, ya sea de modo postizo (Mauser C96), o integral plegable (Beretta 93R). En otros casos la instalación de este culatín permitía transformar la pistola en un subfusil (VP-70), y como ejemplo extremo, tenemos los actuales kits o armazones de conversión, que se adaptan a la forma del arma convirtiéndola en una especie de carabina. Ejemplos serían el Roni G1, o el más reciente SIG Adaptive Carbine Platform:
http://www.youtube.com/watch?v=f9IZ_6qm56o
http://www.youtube.com/watch?v=f9IZ_6qm56o
· Tiro en ráfaga: por último, podemos encontrar efectivamente armas cortas con capacidad de disparar en automático (Beretta 93R, Glock 18, CZ 75 Automatic), lo que podrá ser más o menos útil según el punto de vista que adoptemos. Defensivamente, y usando una posición de tiro clásica, no será muy efectivo a no ser que el caco esté relativamente cerca. Pero en combinación con un kit táctico, obtenemos un subfusil “de facto” a partir de lo que originariamente era una simple pistola. Durante operaciones CQB, el SAS británico desarrolló la técnica del “bump firing”, con la que aprovechando la inercia del retroceso, es posible hacer fuego automático con una pistola semiautomática:
Llegados a este punto, nos podemos hacer una idea bastante clara de cómo reconocer un arma corta ofensiva, o de imaginar “qué” uso darle. A continuación, haremos un repaso histórico de la aplicación y evolución de estas armas, desde prácticamente el surgimiento de las armas de fuego hasta nuestros días.
-Pistolas al ataque:
No me cabe duda de que, desde la aparición de las armas de fuego, las clasificadas como cortas fueron usadas en el rol ofensivo en multitud de ocasiones. Si nos ceñimos a las acciones bélicas, viene a mi mente el pirata/corsario lanzándose al abordaje, y teniendo que recurrir a la pistola de avancarga al tener una de las manos ocupadas sujetándose a una escala o maroma, por ejemplo. O el soldado asaltando una fortaleza, y blandiendo la pistola mientras escalaba los muros. Incluso el bandolero español emboscando a los soldados franceses.
No me cabe duda de que, desde la aparición de las armas de fuego, las clasificadas como cortas fueron usadas en el rol ofensivo en multitud de ocasiones. Si nos ceñimos a las acciones bélicas, viene a mi mente el pirata/corsario lanzándose al abordaje, y teniendo que recurrir a la pistola de avancarga al tener una de las manos ocupadas sujetándose a una escala o maroma, por ejemplo. O el soldado asaltando una fortaleza, y blandiendo la pistola mientras escalaba los muros. Incluso el bandolero español emboscando a los soldados franceses.
Sin embargo, antes del Siglo XIX, el considerar un arma ofensiva o defensiva parece que se basaría más en nuestra opinión subjetiva como observadores, y quizás en el tamaño de la misma. Ninguna de ellas aparece designada o diseñada ex profeso como tal.
No sería hasta 1847, y gracias a la colaboración del Capitán Samuel Walker y de su tocayo Samuel Colt, que aparece el primer revólver “ofensivo”: el Colt Walker. Este arma fue concebida expresamente para desarrollar la máxima potencia posible, y pensada como arma principal de los soldados de caballería. El tamaño no era inconveniente, ya que Walker propuso que se portara en una funda especial en la silla del caballo. Desde luego, con un peso superior a los 2 kilos, hubiera sido extremadamente incómoda de transportar para un soldado de infantería.
Respecto a la potencia, como comenté anteriormente, era capaz de despachar tanto a los soldados de caballería enemigos como a sus monturas, y todo ello a distancias de más de 100 metros. Los campos de batalla de la Guerra de Méjico de 1846-48 lo atestiguaron.
http://www.youtube.com/watch?v=fh1jaf6S_cE&feature=related
Respecto a la potencia, como comenté anteriormente, era capaz de despachar tanto a los soldados de caballería enemigos como a sus monturas, y todo ello a distancias de más de 100 metros. Los campos de batalla de la Guerra de Méjico de 1846-48 lo atestiguaron.
http://www.youtube.com/watch?v=fh1jaf6S_cE&feature=related
El Walker estaba plagado de problemas, sobre todo por la mala metalurgia de la época y por la costumbre de los soldados de cargarlos con más pólvora de la que admitía con seguridad. Sin embargo, tuvo el honor de ser la primera arma corta ofensiva de la historia.
En un plano más “mundano”, y más o menos en la misma época, nos trasladamos a las planicies de Sudáfrica, donde en 1879 estalla la guerra entre el Imperio Británico y el Reino Zulú. Los ingleses, en el marco de sus iniciativas coloniales, mantuvieron en el Siglo XIX luchas con pueblos indígenas en la India (1857), Afganistán (1839), Sudán (1881), y finalmente en Sudáfrica, donde descubrieron amargamente que los revólveres Colt Navy del calibre .36, que tan buen resultado daban entre los vaqueros norteamericanos, era ineficaces frente a las cargas de los guerreros de las distintas tribus, que aunaban fanatismo, fortaleza física y en muchas ocasiones, intoxicación por diversas drogas.
Visto el asunto, los británicos cambiaron sus armas reglamentarias por los revólveres Adams y Webley, de los calibres .450/.476 Eley, mucho más potentes y que en muchas ocasiones, eran utilizados como arma “principal” por los oficiales (recordemos que estamos hablando de un contexto en el que el arma más indicada sería un rifle o escopeta).
En el siguiente video se ve la Webley en acción en la película “Zulú” (1964):
En el siguiente video se ve la Webley en acción en la película “Zulú” (1964):
http://www.youtube.com/watch?v=1csr0dxalpI&feature=related
La verdad es que, a finales del Siglo XIX, las armas cortas de gran calibre solían tener mejor poder de parada que los fusiles de alta velocidad, que sobrepenetraban los blancos sin expandirse con poco efecto.
Esta misma desalentadora experiencia la vivieron los soldados norteamericanos en la guerra de Filipinas, donde descubrieron el pobre rendimiento de las pistolas del calibre .38 contra los nativos. Cuando el enemigo surge a muy corta distancia, detenerlo rápidamente es cuestión de vida o muerte, y los soldados no tuvieron más remedio que volver a los viejos revólveres del .45 Long Colt. Esta munición es una de las mejores en arma corta, y hoy en día parece volver a estar en liza en armas como el Taurus The Judge o el S&W Governor. Se trata de un proyectil grande y pesado, que causa una gran cavidad aún sin usar puntas expansivas.
El resultado de las quejas de los Marines americanos fue la archiconocida Colt 1911 en .45 A.C.P., otro arma que a lo largo de los años, ha sido usada “ofensivamente”.
Cuando en 1917 EEUU envió su Cuerpo Expedicionario a Europa para tomar parte en la I Guerra Mundial, muchos oficiales, enlaces, servidores de ametralladora y soldados de caballería iban armados con Colt 1911s. Aunque la pistola estaba diseñada (y de hecho, es llevada así por la mayoría de sus usuarios “defensivos”), para portarla en “Condición 1” (montada y con el seguro de aleta activado), en la época era costumbre transportarla con el martillo abatido. Esto es símbolo de que sus propietarios pretendían usarlas de modo “ofensivo”, esto es, decidiendo ellos “cuando” disparar, y por tanto contando con tiempo de sobra para montar el arma.
Al lado de estas, y debido al pequeño número inicial de unidades, se utilizaron revólveres M 1917 (New Century o New Service dependiendo del fabricante) recamarados para la misma munición que la 1911: el .45 A.C.P.
¿Cuál era su uso? Pues nada menos que la limpieza de trincheras, en las que el pequeño espacio daba una gran ventaja a estas armas cortas frente a los fusiles Springfield o las ametralladoras B.A.R. Otro ejemplo de pistolas “ofensivas”.
A principios de 1917, más de 68.000 Colts prestaban servicio en las Fuerzas Armadas norteamericanas, produciéndose de inmediato un pedido de más de 140.000 unidades adicionales. Este tipo de pistolas se consideraban de extrema importancia para la supervivencia de los soldados en la guerra de trincheras, de hecho se pretendía que cada militar USA tuviera una. Finalmente, fueron casi medio millón las Colts fabricadas antes del cese de las hostilidades.
Durante la I Guerra Mundial, las 1911 fueron usadas ofensivamente en varias ocasiones más o menos célebres, que no me resisto a comentar:
Durante la I Guerra Mundial, las 1911 fueron usadas ofensivamente en varias ocasiones más o menos célebres, que no me resisto a comentar:
El 8 de octubre de 1918, el cabo Alvin C. York, participaba en una operación de toma de prisioneros, cuando el sargento al mando de su unidad cayó muerto. York tomó el mando, y armado con un rifle M 1917, fue cazando a los ametralladores alemanes que estaban causando bajas entre sus compañeros. Al acabar la munición del rifle, un grupo de soldados enemigos se lanzó hacia él suponiendo que estaría indefenso mientras recargaba. Todos sucumbieron a los disparos de la Colt 1911 de York.
El 29 de septiembre de 1918, el 2º teniente Frank Luke, del 27º Escuadrón de la Fuerza Aérea, fue derribado tras las líneas enemigas. En lugar de rendirse, el piloto usó su Colt 1911 para disparar a los enemigos que se acercaban para apresarle, alcanzando a algunos de ellos a más de 50 metros, antes de morir por el fuego de fusilería.
El mismo día, el teniente William B., Turner, de la 27ª División, atacó el solo y aniquiló un puesto de ametralladoras alemán armado con una Colt.
Pero sin duda el episodio más sorprendente fue el protagonizado por el 2º teniente Patrick Regan, de la 29 División, que capturó a 30 alemanes (4 equipos de ametralladoras) usando una 1911 VACÍA (sin munición), tal era la reputación que poseía la pistola entre las tropas teutonas.
Años más tarde, en las junglas del pacífico volvió a darse un escenario prácticamente idéntico a la guerra de trincheras, siendo de nuevo la 1911 el arma preferida de muchos soldados a la hora de limpiar trincheras y fortines, en lugar de los fusiles Garand de dotación.
Pero sin duda el episodio más sorprendente fue el protagonizado por el 2º teniente Patrick Regan, de la 29 División, que capturó a 30 alemanes (4 equipos de ametralladoras) usando una 1911 VACÍA (sin munición), tal era la reputación que poseía la pistola entre las tropas teutonas.
Años más tarde, en las junglas del pacífico volvió a darse un escenario prácticamente idéntico a la guerra de trincheras, siendo de nuevo la 1911 el arma preferida de muchos soldados a la hora de limpiar trincheras y fortines, en lugar de los fusiles Garand de dotación.
Una variante extrema sería la limpieza de túneles durante la guerra de Vietnam, en la que el arma principal volvía a ser el revólver o la pistola Colt.
http://www.youtube.com/watch?v=Q6ZbPqvfvBI
La gran mayoría de estas armas que voy refiriendo son, en realidad, pistolas “estándar”, de calibres potentes pero prácticamente sin modificar desde que salieron de fábrica. No obstante, sí que existieron en la época armas un tanto especiales, que incluían ya características que hoy pedimos a las armas ofensivas.
Sin ir más lejos, las Mauser C96 y Luger P08 de artillería, permitían utilizar un culatín, lo que efectivamente las dotaba de mejor precisión a las distancias típicas del combate, cuando debían ocupar el lugar de las armas largas. Los modelos con tiro en ráfaga, como la Schnellfeuer, se convertían en subfusiles “de facto”, al estilo de la moderna Beretta 93R.
La gran mayoría de estas armas que voy refiriendo son, en realidad, pistolas “estándar”, de calibres potentes pero prácticamente sin modificar desde que salieron de fábrica. No obstante, sí que existieron en la época armas un tanto especiales, que incluían ya características que hoy pedimos a las armas ofensivas.
Sin ir más lejos, las Mauser C96 y Luger P08 de artillería, permitían utilizar un culatín, lo que efectivamente las dotaba de mejor precisión a las distancias típicas del combate, cuando debían ocupar el lugar de las armas largas. Los modelos con tiro en ráfaga, como la Schnellfeuer, se convertían en subfusiles “de facto”, al estilo de la moderna Beretta 93R.
El cadete Winston Churchill utilizó una C96 Broomhandle durante la batalla de Omdurman y durante la segunda Guerra Bóer. Esta era su arma principal en lugar de la espada típica de los oficiales, ya que una lesión en el hombro le impedía manejarla con destreza. Churchill recordaría más tarde como el disponer de aquella Mauser supuso la diferencia entre la vida y la muerte. John T. Lawrence (Lawrence de Arabia) también usó la misma arma durante un tiempo.
Volviendo a la guerra de túneles, si bien el arma más común en fotos de la época es la Colt 1911, existió un arma “específica” para este tipo especial de combate: el Quiet Special Purpose Revolver (Q.S.P.R.). También conocido como “revólver de túnel”, o “arma de túnel”, surgió a raíz de un requerimiento del ejército USA a finales de los años 60, en el que se solicitaba un arma silenciada y con proyectil múltiple para su uso por “los Ratas de Túnel”. Este arma se construiría en base a una munición especial “auto sellante” fabricada por AAI, que actuaba en la práctica como un silenciador, concepto que en la época (como veremos más adelante), era también usado por la Unión Soviética.
Volviendo a la guerra de túneles, si bien el arma más común en fotos de la época es la Colt 1911, existió un arma “específica” para este tipo especial de combate: el Quiet Special Purpose Revolver (Q.S.P.R.). También conocido como “revólver de túnel”, o “arma de túnel”, surgió a raíz de un requerimiento del ejército USA a finales de los años 60, en el que se solicitaba un arma silenciada y con proyectil múltiple para su uso por “los Ratas de Túnel”. Este arma se construiría en base a una munición especial “auto sellante” fabricada por AAI, que actuaba en la práctica como un silenciador, concepto que en la época (como veremos más adelante), era también usado por la Unión Soviética.
El arma básica era un revólver Smith and Wesson modelo 29, al que se le reemplazaba el cañón por uno de ánima lisa del calibre .40, y las recámaras eran modificadas para que aceptaran las municiones especiales, que externamente parecían cartuchos de escopeta. Al disparar, un pistón interno del cartucho empujaba las 15 postas fuera del cañón, pero impedía la salida de los gases de la pólvora, reduciendo así el ruido al nivel de una pistola del .22LR con silenciador (unos 110 decibelios). El alcance eficaz era muy limitado, en torno a 10 metros, pero se consideraba suficiente en los angostos túneles usados por el Vietcong.
Un pequeño número de estas armas se probaron en combate real a partir de 1969 con gran éxito, no ya en la limpieza de túneles, sino en emboscadas/ asesinatos selectivos por parte de las fuerzas especiales.
(Continuará...)
La pistola ofensiva... Como policía es algo que no me he planteado nunca, pero que puede darse en el ámbito del patrullero cuando se trate de proteger un bien de mayor entidad y no haya tiempo de que lleguen las unidades especializadas.
ResponderEliminarSería una decisión difícil para un patrullero con un entrenamiento mental de usar su arma únicamente para repeler...
Gracias por tu comentario Sacros. Yo pensé lo mismo cuando Pedro me dijo que iba a tocar el tema. Me pareció muy interesante, yo no había caído en hacer un trabajo de este asunto. Seguro que nunca lo hubiera hecho como el suyo, pues le ha salido SOBRESALIENTE.
ResponderEliminarERNESTO
Es el arma o es el papel que desempeñe en cada momento el que la empuña,lo que convierte un arma en ofensiva o defensiva. El Walker en una carga de caballeria seria ofensivo, esa misma unidad de caballeria pillada en una emboscada utilizara el revolver de modo defensivo.Tiroteo de Alicante, los primeros compañeros usan la HK de forma defensiva, la misma arma en manos de las unidades que llegan despues se usa de modo ofensivo.Un saludo. Jose Moreno.
ResponderEliminarEvidentemente el rol de cada operativo en cada momento puede pasar de defensivo a ofensivo, y viceversa. Eso es indiscutible. Pero también es cierto que un arma corta como por ejemplo la HK-Mk-0 (USSOCOM) no está creada para ser empleada en misiones clásicas profesionales en las que la pistola será usada de forma defensiva, como herramienta y concepto. Esa pistola se creó para misiones de operaciones especiales militares, principalmente tras las líneas enemigas. Es, por tanto, un arma creada para misiones ofensivas. El arma se podrá emplear incluso en la casa para defender a la familia de asaltantes violentos, pero no fue creada para tal fin, pues sus características la hacen propicia y especial para lo primero.
ResponderEliminarEvidentemente el Cetme mod. C se creó como arma de guerra, pero el que tengo en casa lo usaría, llegado el caso, contra el que entrara violentamente en casa. Para esto tengo otras armas creadas en principio para defensa…pero el Cetme, que “duerme” cerca de mi cama, estaría antes en mis manos que la propia pistola.
En fin. Tienes razón Moreno, pero el concepto de arma corta ofensiva debe ser contemplado desde el punto de vista arriba describía.
Ernesto
Efectivamente, todo depende de la situación. Eso no obsta para que muchas de las armas que se tratarán en esta serie de artículos, sean poco adecuadas para el rol defensivo. En la segunda parte trataré el tema de las armas de insurgencia / improvisadas, algunas de ellas de 1 solo tiro, de repetición manual, o de calibres que solo son efectivos si disparamos a quemarropa a zonas vitales, como el .22 corto.
ResponderEliminarLa idea principal, es que el que ataca tiene tiempo de elegir qué arma llevar, y por lógica, cogerá la más potente de su arsenal, a lo mejor una que en condiciones normales ni se plantearía llevar encima para el trabajo diario. La verdad es que es un tema que da bastante de si.
Perico
Lo que dice Moreno es cierto, hay que usar lo que se tiene "para todo". pero esa HK que usamos a corta distancia con éxito, puede que cuando nos parapetamos a 40 metros en la puerta del banco ya sufra de mala ergonomía, miras de pequeño tamaño, quizás hasta poca potencia...
ResponderEliminarAhora ponle un kit táctico como el SIG ACP, con un punto rojo, la culata, y un cargador de 20 tiros ( a lo mejor con munición especial), y la cosa cambia bastante. La diferencia parece ser el tiempo que tenemos para decidir que vamos a usarlo, esto es, la esencia de la "ofensiva"
Perico
Compañeros, lo dijo uno de vosotros en este mismo foro no hace mucho: "Que no es la flecha, que es el indio".
ResponderEliminarPensar que hay armas ofensivas o defensivas me parece un poco querer rizar el rizo.
Vamos a ver, no me imagino al campista americano de turno en una zona en la que puede haber osos que se acerquen a su tienda de campaña, llevando dos escopetas, una por si es el oso el que decide merendar campista y otra por si es el campista el que decide merendar oso.
Lo logico es pensar que nuestro simpatico campista antes de salir de acampada , se acercara a la armeria de la esquina y le dijera al amable dependiente " oye Bill dame una escopeta capaz de tumbar osos.Punto y pelota.
Otro ejemplo, que es como mejor se entienden las cosas, yo mismo honrado y hacendoso ciudadano pierdo un dia la cabeza y salgo a la calle armado con un "martillo" y me lio a martillazos con el primero que pillo, estariamos hablando entonces de un martillo "ofensivo" o por el contrario, otro dia que estoy en mi casa clavando un clavo en la pared y entra por la ventana que te digo yo, un Albano Kosovar, armado con un cuchillo de monte y si entonces le arreo un martillazo, estariamos hablando de un martillo "defensivo".
En mi humilde opinion estariamos hablando en ambos casos del mismo martillo , lo que cambia es el uso que hago de el , una vez atacando y otra defendiendome, segun la situacion.
En sus origenes las armas se crearon para (matar y/o destruir) es asi de claro y asi de "JODIDO" es lo que habia, aun no imperaba como en nuestros tiempos lo politicamente correcto.
Creo que el concepto de armas defensivas es bastante reciente, antes solo habia armas a secas y se usaban de una manera o de otra segun la necesidad.
El hecho de que una unidad en concreto solicite un determinado tipo de arma atiende mas bien al hecho de satisfacer una serie de requisitos que esa unidad piensa que les son necesarios, llamese alcance, precision, fiabilidad, poder de parada, etc , etc y no a si esa arma va a ser usada en acciones ofensivas o defensivas, mayormente porque nunca sabras cuando tendras que utilizar el arma de una forma o de otra .
Ejemplo practico:Pertenezco a un equipo de intervencion y estoy armado con un MP5 con silenciador y mi mision es neutralizar a unos malvados. Cuando ya casi estoy a punto para entrar en accion me descubren y en vez de atacar yo, paso a ser atacado por los malos, resultado, misma arma, en vez de ser usada de forma ofensiva acaba siendo usada de forma defensiva. Es lo que hay, esto no es una ciencia exacta.
A nosotros mismos, los policias, nos han comido la cabeza, con lo de las armas de defensa, desgraciadamente, conozco muchisimos compañeros que tienen grabado a fuego que para que ellos le puedan disparar a alguien primero les tienen que disparar a ellos y entonces si, entonces ya estaria justificado que ellos dipararan.
Esta creencia solo tiene un pequeño fallo y es que si el malo acierta a la primera ya te sobra todo lo demas.
Creo que en el tema de las armas el criterio que debe primar (en mi opinion) es la "efectividad" de las mismas, ya que de ella dependera nuestra supervivencia y/o el exito o el fracaso en nuestra mision o en nuestro trabajo.
Un saludo.
Carlos.
Jejejeje, el del Indio fui yo, y me alegra que lo recuerdes, pues como verás, es una frase sencilla y que no se olvida, pues es de lo mas sensato que se puede decir.
EliminarEstoy contigo en todo lo que dices, y me parece una disertación también muy acertada, pues no difiere mucho de lo que yo mismo pienso.
Voy a darle mi opinión a Perico más abajo.
Un saludo.
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"Ante ferit quam flamma micet"
Compañero Josma, me acuerdo perfectamente del comentario del Indio con ocasion del articulo de nuestro compañero Pedro sobre las pistolas HK USP y tambien se me quedo grabado el comentario de "La Leona en la sabana" en el articulo sobre Policias heridos con armas blancas, son a mi juicio pequeñas "perlas" que te hacen reflexionar y poner un punto de cordura en nuestro trabajo donde en algunas ocasiones te dejas llevar por el grupo y dejas de ser fiel a tus principios y a lo que uno cree que representa ser POLICIA.
EliminarUn saludo.
Carlos.
¡Ostras! ¿La leona en la sabana? Pues si no te importa podrías explicármelo que ese no me lo se.
EliminarYo, de los animales de sabana que conozco son de "las cebras cojas", y que la leona, que es la que suele salir a cazar, siempre se fija en la cebras cojas que "a priori" parecen las mas susceptibles de ser merendadas, por lo que en la calle, uno tiene que formar parte del grupo, pero tiene que hacer ver al depredador que no somos los mas susceptibles de ser atacados, y que para eso ya tiene a otros "compañeros" que si no cojean... renquean ;)
Un saludo.
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"Ante ferit quam flamma micet"
Compañero Josma, efectivamente me referia al relato de la cebra coja y lo relacionaba con el hecho de que si en tu entorno lo que impera es la cojera pues es relativamente facil teminar cojeando tu tambien.
EliminarAfortunadamente gente como Ernesto, Pedro y otros que escriben en este y otros foros te permiten ver que existe mas gente a la que le importan estas cuestiones y se preocupa por poner a nuestro alcance conocimientos que nos ayuden a seguir adelante en el dia a dia, lo cual en los tiempos que corren no es poca cosa.
Un saludo.
Carlos.
¡¡¡AMÉN HERMANO, AMÉN!!!
Eliminar--
"Ante ferit quam flamma micet"
Bueno, todo es cuestión de opiniones y para eso están los foros/ blogs, etc. para debatir.
ResponderEliminarComo dices, si no hay otra cosa, te apañas con lo que tienes. Ello no obsta para que existan armas específicas para misiones específicas. Un ejemplo se verá en la próxima entrega cuando hable de la pistola Welrod: un arma de repetición manual con silenciador, que se usaba prácticamente para asesinar a elementos enemigos ( nazis). Era tan específica que el usuario debía llevar otra pistola "normal" para defenderse si era descubierto.
Más extrema aún era la FP-45 liberator, que era prácticamente un derringer de 1 solo tiro. Ese arma servía para el propósito que se había diseñado ( asesinar: atacar: ofensiva), y a nadie se le ocurriría llevarla para uso general. Incluso las armas improvisadas de 1 tiro, fabricadas a partir de cañerías, antenas, etc que se han usado en muchos países latinoamericanos o del sudeste asiático para atacar a un soldado o policía y arrebatarle su arma...
Por no hablar de armas ( algunas ya las he citado), que por su tamaño ( debido a los accesorios), a nadie se le ocurriría llevar como armas de defensa.
En fin, la cuestión la determina el perfil de la misión. Si hay tiempo, todo el mundo coge un arma más potente que le de ventaja ( un arma larga, una escopeta, etc.). Si ese arma más potente es corta... pues ya tienes una pistola "ofensiva".
Perico.
Después de leer la entrada y los comentarios, no es que Carlos haya querido "echar por tierra" tu trabajo, más bien a querido dejar patente que un buen profesional se debe a que lleve lo que lleve encima, ha de saber usarlo para el único propósito por el que alguien, honrado, lleva un arma, para SOBREVIVIR a un enfrentamiento armado, ya sea como atacante, ya sea como atacado, en nuestro caso, las PP.LL. vamos siempre de atacados, desgraciadamente, pero las FF.AA. atacan, y las españolas son de lo mejorcito que hay.
EliminarSe ha ocurrido extrapolar el tema tratado a los vehículos, ya sean policiales/militares o civiles, me explico. Si hemos pensado en hacer una salida al campo y subir hasta un refugio a 1.923 metros por una carretera de montaña angosta, con pedruscos de un palmo, desniveles, badenes, y todo lo que uno podría encontrar en la montaña, creo que teniendo la posibilidad de bajar al garaje y poder discernir entre montarnos en un Lamborghini Reventón o un Hammer h2, creo que el 100% de nosotros elegiría el Lamborghini, subir no subiríamos, pero vacilar de camino al monte... no veas.
Ahora en serio, eso es lo que creo que se debe sacar de esta entrada, y que como decís algunos, ya tampoco me lo había planteado así, el diferenciar entre ofensivas y defensivas, y si "a priori" se conciben, fabrican y eligen por sus fundamentos puramente ofensivos, se pueden tornar defensiva, aclarando dicho galimatías por Perico en cuanto a nombrado la Welrod y que quienes la portaban debían llevar un arma de "apoyo", otorgando a cada una de ellas un marcado rol.
Parece que es menos discutible cuando hablamos de armas defensivas, refiriéndonos a armas cortas pequeñas, pues por su tamaño, y al ser fácilmente ocultables, las empleamos para eso, para defendernos, pero... esa misma arma, oculta debajo de una camiseta de un "chori" que no quiere que se note hasta el momento de sacarla, se torna "ofensiva" al cambiar el sujeto activo que la porta.
Ufff, parece que me estoy liando más todavía. Perico, grandísimo artículo como a los que nos tienes "malacostumbrados" y aunque no lo parezca, yo creo que si he captado la esencia de lo que querías exponer con el artículo, como he querido contemplar con mi ejemplo de los coches.
Un saludo a tod@s, y mi enhorabuena al autor.
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"Ante ferit quam flamma micet"
jajja, gracias por el comentario. Mira, mi impresión no es que se quisiera criticar el artículo, ni mucho menos ( aunque si así fuera, yo sería el primero en admitir los errores que hubiera cometido). Más bien me preocupaba que no se hubiese captado la esencia del mismo, como dices.
ResponderEliminarEsta serie de artículos son más "históricos" que "doctrinales", yo no pretendo que a los patrulleros se les de una Mark23, el tipo de arma que llevan es la adecuada. Mi intención es simplemente hacer un repaso al concepto y ver cómo se ha desarrollado a lo largo de la historia.
Perico
Compañero Pedro, disculpa si mi comentario a sonado a critica de tu , por otra parte magnifico articulo, coincido con lo que dice Josma , nos tienes malacostumbrados.
ResponderEliminarMi intencion no era otra que aclarar que cualquier artefacto, ya sea un arma de fuego o bien cualquier otro instrumento capaz de infligir daño a otra persona, podia ser usado de forma ofensiva o defensiva segun se tornara la situacion.
No obstante reconozco, como no podia ser de otra manera, que cuando el ser humano se pone a echarle imaginacion al asunto es capaz de diseñar cosas con muy mala leche capaces de hacer el mayor daño posible al projimo ( lease al enemigo).
Entonces es cuando hablariamos de armas ofensivas, es decir diseñadas con el proposito de ser eficaces para dicha funcion, me viene a la memoria y a modo de ejemplo la famosa daga diseñada por Fairbairn y Sykes para eliminar centinelas, con la que igualmente se podia cortar una barra de salchichon, pero que no habia sido diseñada para eso, su diseño era, basicamente ofensivo.
Me imagino que ese es el espiritu de tu articulo y asi te lo reconozco y ademas con nota por que manejas una serie de datos y unas informaciones que me confirman tu conocimiento del tema.
Un saludo.
Carlos.
Quizá la referencias fuese hacía esto:
ResponderEliminarEn situación de pánico (cuando se superan las 175ppm) el ser humano llega a querer “desconectar” de la situación. Mediante otra hormona, la ACETILCOLINA, se podría alcanzar el desmayo, pues baja la presión arterial y se ralentizan los movimientos y disminuye el tono muscular. Es una forma natural de no sentir lo que nos puede venir encima, o incluso lo que ya tenemos sobre nosotros. Esto es relativamente fácil de ver en documentales de animales mamíferos: la gacela que es perseguida por un voraz predador y durante la persecución varias veces parece que todo está a punto de acabar. Finalmente, incluso sin que el felino de turno toque a su presa/víctima, con las garras, la gacela se desploma por desmayo justo cuando sabe que va a ser atrapada y devorada. Se produce un desmayo inconsciente para evitar sentir la peor de las muertes. La gacela mantuvo al máximo su nivel de capacidad y habilidad motora gruesa, por ello pudo correr a una velocidad de vértigo durante mucho tiempo, algo que jamás hubiera podido hacer de no tener tras de sí al “enemigo”.
(Extraído de mi artículo de sobre la fisiología en el enfrentamiento)
Ernesto.
Pues muchas gracias por la aclaración, pero creo que Carlos coincidía en que se refería a las cebras cojas.
EliminarSiguiendo con el mundo animal, y tu aportación de la gacela, a los que de verdad nos importa la formación y adquisición de conocimientos en materia de tiro defensivo reactivo, os dejo el enlace de un vídeo dónde se demuestra dónde queremos llegar con nuestra inquietud de aprendizaje.
Gacela Vs. León
Un saludo.
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"Ante ferit quam flamma micet"
Ya descubríste el secreto. Esa gacela ha sido debidamente instruída, ha ido a cursos con Javier Pecci y Cecilio Andrade. Yo coincidí con ella una vez. Por cierto, si te fijas bien, lleva un 2" en tobillera...
ResponderEliminarErnesto.