Reinventando la rueda

Pedro Pablo Domínguez Prieto

Podría haber empleado varios títulos diferentes para este artículo, aunque creo que ni la más impactante cabecera posible sería capaz de sacudir de las conciencias los múltiples prejuicios y mitos que rodean el mundo de las armas. Por tanto,la dejaré así: la rueda, un invento que nos ha servido bien durante miles de años, presente tanto en un carro fenicio, como en el transbordador espacial…¿hay algún reproche que hacerle?.
Bueno,yo pretendo hablar de otra “rueda”, haciendo una analogía con el término anglosajón “wheelgun”, y que no es otro que el clásico revólver. Un instrumento que ha sido el paradigma del equipamiento policial durante 1 siglo y medio, y que solo en épocas muy recientes ( menos de 30 años), ha sido desplazada por su hermana la semiautomática.

 

Es curioso que, a pesar de que ha sido reglamentario durante el 80% del tiempo efectivo de la era moderna de las armas de fuego, hoy en día cualquier usuario se siente “desprotegido”, en inferioridad… si se le asigna un revólver. A algunos les agrada su estética, o alaban otras de sus virtudes en el campo deportivo, pero muy pocos lo ven como un arma de servicio.
Yo creo que esta postura no es acertada en absoluto, y argumento mi postura en varios factores:

 

  • No existe una diferencia significativa en la potencia de los calibres policiales más usuales en pistola y revólver: 9m/m, .38 Special, .40 S&W/ .357 Mágnum, etc. , por tanto el poder de parada / efectividad/ como queramos llamarlo, es similar. De hecho, el .38 Spl. se consideró en su día una mala munición, pero no significativamente peor de lo que resultó el 9m/m Parabellum.
  • El revólver calibre .357 Mágnum no ha sido sustituido por otra arma corta más eficaz, de hecho, su performance es la guía por la que se han medido calibres como el 10 m/m Auto o el 357 SIG.
  • Es cierto que la pistola alberga mayor cantidad de munición que el revólver, hasta más del triple, y que el número de disparos realizados por los policías ha subido a la par que se les entregaban armas de mayor capacidad de cargador. Sin embargo, el número de impactos efectivos no ha variado mucho desde los años 70. De hecho, considero que este factor se puede observar en cualquier tipo de arma: en el paso de cerrojo a semiautomática y posteriormente a fuego en ráfaga, de depósito de municiones a cargador extraible… siempre que la técnica del arma ha permitido disparar más veces y más rápido, el consumo de munición ha aumentado, aunque no siempre lo ha hecho el número de impactos en el blanco.
  • Hoy en día, la elección del revólver sobre la semiautomática puede depender de factores tan dispares como obligaciones normativas (es el arma reglamentaria, en el 99% de los casos un agente de policía va a recibir una pistola), precio (al precio que están las Glocks, pocos van a invertir en un Smith and Wesson), herencias (esto se ve mucho en mandos militares y policiales), modas (me remito a una reflexión anterior, el revólver se considera “anticuado” y ahí nos quedamos), o preferencias personales poco lógicas (muy pocos tiradores argumentan más allá del “solo tiene 6 tiros y a la Glock le entran 18”)
  • El tiro defensivo se representa como un triángulo: preparación mental / tácticas / equipo. Los 2 primeros son el 90%, por tanto, la marginal diferencia entre los dos tipos de armas no supone una gran diferencia a la hora de vencer o perder, como muchos aseguran (o como están convencidos en su subconsciente).
Realmente,tras hablar del tema con muchos amigos tiradores, tanto profesionales (policías y militares) como deportivos, tengo que admitir que existen multitud de ideas infundadas acerca de las características y capacidades de este tipo de armas. Por ello, he recopilado una serie de ideas que propongo como reflexión antes de avanzar en el artículo:

  • Como adelanté anteriormente, no existe una diferencia palpable entre la efectividad de las municiones usadas en los revólveres de servicio, y las que usan pistolas semiautomáticas que conviven con ellos o que los reemplazaron. Es más, problemas planteados con longitud total del cartucho, geometría de la punta, etc. que producen interrupciones en las pistolas, no eran siquiera comentados en la era del revólver.
  • Desde la aparición del revólver como arma “policial”, tanto en su variante de avancarga a mediados del Siglo XIX, como en su versión moderna a partir de la aparición del Smith and Wesson Military and Police en 1.899, hasta la introducción en masa de las “wonder nine” en 1.975-80, el revólver era usado prácticamente para todo: caza, tiro, defensa, seguridad, etc. y nadie se quejaba de su funcionamiento. La llegada de la semiautomática fue acompañada de una campaña de “desprestigio” del revólver.
  • Aunque actualmente casi no se usa en tareas policiales en Estados Unidos, cerca del 40% de las armas cortas vendidas en ese país son revólveres. Hasta la llegada de las Glock subcompactas, la práctica totalidad de las “segundas armas” de los policías eran revólveres de cañón corto del calibre .38 Spl. De hecho, el arma reglamentaria del NYPD para tareas de paisano era uno de estos revólveres hasta bien entrados los 90.
  • Son menos sensibles a los cambios de munición que las pistolas: mientras no excedamos los límites de presión, podemos usar “lo que queramos”, incluso mezclar diferentes tipos de puntas en el mismo tambor sin problemas. Intentad hacer esto en una semiauto… la interrupción estará servida. En los años 70, los policías que pretendían usar puntas “especiales” en las semiautomáticas (en aquella época, prácticamente eran o 1911 o Browning GP35), solo usaban el proyectil exótico en la recámara, el resto albergado en el cargador era de tipo “normal”, ya que si no lo hacían así, el arma no funcionaría.
  • Poseen menos mandos que accionar, por lo que se acepta que es más fácil aprender a usar un revólver que otros tipos de armas cortas. No obstante, también es cierto que es más difícil aprender a disparar “bien” con ellos. Hoy en día, muchos instructores de tiro defensivo o policial mantienen que, cuantos menos “botones” y “aletas” encontremos en el arma, mejor. En los revólveres solo hallaremos el pestillo para abrir el cilindro.
  • Prácticamente la totalidad de los revólveres modernos son de doble acción, lo que supone un seguro adicional dado el mayor recorrido y dureza de este sistema. Claro que bajo estrés esos 4 kilos de presión pueden ser insignificantes, pero siempre constituirán una pequeña diferencia a favor de este tipo de armas. No obstante, este mecanismo (al igual que el resto existentes en las armas de fuego), no suple al entrenamiento en normas de seguridad.
  • Entre un revólver y una pistola de similares calidades de fabricación, el primero será más fiable. También generalmente será más económico (al menos, esto era cierto hasta la llegada de las pistolas de plástico). Los revólveres necesitan menor rodaje (break in), aunque cuanto más usado esté, más suave será la acción. Algunos pistoleros famosos del Oeste preferían adquirir armas de segunda mano por este motivo.
  • No son susceptibles al “limp wristing” (empuñar el arma sin que esté alineada con el antebrazo, lo que provoca interrupciones en las semiautomáticas al no encontrar resistencia el muelle recuperador). Podemos disparar desde cualquier posición y sin siquiera empuñar correctamente.
  • Podemos disparar a distancia de contacto sin que el seguro de desconexión inutilice el arma.
  • La empuñadura se puede adaptar a cualquier tamaño de mano. Las pistolas más modernas pueden hacer esto hasta cierto punto, pero siempre limitadas por el tamaño del cargador y el muelle real.
  • Se puede entrenar el tiro en seco con prácticamente las mismas funciones que el arma en estado de servicio. Las pistolas semiautomáticas no reproducen el mecanismo DA/SA en seco, y si son de simple acción, hay que montarlas manualmente tras cada disparo.
  • Un revólver con martillo oculto (como el Smith and Wesson Bodyguard y similares), es el único tipo de arma que se puede disparar desde el bolsillo sin sufrir interrupciones.
También son evidentes algunos inconvenientes:

  • El mecanismo de doble acción es difícil de dominar, requiere técnica y entrenamiento, por lo que la mayoría de los tiradores obtendrán mejores resultados con una pistola de simple acción. Claro que se puede montar el martillo manualmente y hacer lo mismo con el revólver, pero solo en la vertiente deportiva, un revólver policial siempre se usará en doble acción. Esto también sucede al revés, un policía acostumbrado a la doble acción tendrá problemas al pasar a una pistola de simple. Por este motivo, muchas agencias norteamericanas han adoptado pistolas DAO, y el NYPD solicitó disparadores más duros en sus Glock.
  • El retroceso se percibe más que en una pistola, ya que no hay muelle recuperador ni corredera que se mueva hacia atrás (absorbiendo parte de la energía).
  • La poca capacidad de munición la hace poco adecuada para uso militar (aunque, mientras no hubo otra cosa, cumplió esta función, véase la Guerra Civil norteamericana).
-Historia y desarrollo:

No es mi intención explicar lo que es “un revólver”, incluso aquellos ajenos al mundo del tiro sabrían describirnos con sus palabras en qué consiste. Lo que si me gustaría es analizar algunos aspectos interesantes y quizás desconocidos, de su evolución técnica a lo largo de los años. Y es que el revólver, dentro de su diseño básico, ha adoptado multitud de mecanismos (avancarga y retrocarga,simple y doble acción, incluso llegó a existir un revólver “semiautomático”),se han adaptado a municiones de diverso tipo (avancarga, anular, pólvora negra, pólvora piroxilada, cargas Mágnum), sin apenas variar su diseño o tamaño,incluso se han fabricado con materiales tan dispares como el acero, el titanio, el plástico.
El objetivo del revólver no es otro que permitir el disparo “de repetición”,necesidad marcada por la lentitud de recarga de las armas de avancarga, y ya en el siglo XVII se crearon especímenes de armas de fuego con cañones que podían girarse manualmente para enfrentar las recámaras al sistema de disparo.Como sabemos, el primer revólver como tal , el Colt Paterson, se lo debemos a SamuelColt, quién lo patentó en 1836. Este arma fue parcialmente exitosa, ya que en la época era imposible instaurar estándares de calidad, de modo que los fabricados por una planta funcionaban bien, y los de la planta de al lado fallaban más que “una escopeta de caña”. Por este motivo, el modelo se dejó de fabricar en 1842. Como curiosidad, Colt fabricó un modelo experimental del Paterson en doble acción ese mismo año, pero lo desechó diciendo que “era imposible disparar con precisión con ese sistema” ( interesante apreciación).

Su siguiente modelo, el impresionante Walker, pesaba más de 2 kilos y era capaz de“tumbar” a un caballo a 100 metros de distancia. Su potencia era tal, que no fue superada hasta la llegada de la cartuchería mágnum en los años 30.

Pero sin duda su primer gran éxito fue el Colt 1851 Navy, la “Glock” del oeste americano, y que fue usada por el mismísimo “Wild Bill” Hickok. Este revólver era extremadamente fiable, y lograba buenas agrupaciones hasta 100 metros de distancia (muchos creen erróneamente, que las armas de pólvora negra eran menos precisas o potentes que las actuales).

Pocos años más tarde, apareció un modelo emblemático y que junto a su contemporáneo el Remington New Model 1858, supondría la culminación de la evolución del revólver de avancarga. El modelo 1860, que era básicamente una versión en calibre .44 del Navy (que disparaba el .36, aunque las réplicas modernas disparan también el .44). Este arma era muy apreciado por los militares, pero definitivamente era menos robusto que los Remington, los cuales tenían el alojamiento del tambor cerrado por la parte superior, y que además permitían una recarga mucho más rápida. El gran inconveniente del Remington era la fiabilidad, por lo que la gran mayoría de pistoleros de la época elegían el Colt. De hecho, Wild Bill Hickok salvó la vida en una ocasión debido a un fallo del revólver Remington que empuñaba su agresor ( un soldado de caballería).


Coetáneos de los Remington y Colt, fueron los Smith and Wesson, compañía fundada en 1852para fabricar una especie de revólver “de palanca” (el Volcanic). En 1856introdujeron el primer revólver con cartucho metálico, el Modelo 1, lo que supuso una gran revolución y la entrada en una nueva era en las armas de fuego.Lamentablemente, la escasa potencia de la munición (.32) lo hizo poco atractivo para los “pistoleros”. No fue hasta la llegada del modelo 3 “Russian”en calibre .44, que la marca se ganó la confianza de aquellos que debían trabajar con ellas, convirtiéndose este modelo en el favorito de Wyatt Earp.Tras el cambio reciente de la normativa de armas, es posible guiar este modelo con la licencia AE, para deleite de los aficionados.


Colt andaba detrás de incorporar el cartucho metálico a su catálogo, pero S&W lepedía más de 1 millón de dólares de la época por la patente, de modo que los de New Jersey se dedicaron a fabricar relojes, máquinas de coser y bicicletas,hasta que en 1868 expiró la protección sobre la patente. Tras varios experimentos convirtiendo armas de avancarga a cartucho metálico con más pena que gloria (práctica que también acometieron los rivales de Remington), quedó claro que Colt necesitaba un nuevo diseño para esta munición, naciendo el archifamoso Single Action Army/ Peacemaker/ 1873, que aún se fabrica hoy en día140 años después.

Estos primeros revólveres de cartucho metálico coexistieron durante un tiempo con los de pólvora negra, ya que estos eran más sencillos de utilizar en “el campo”. Sencillamente, era más fácil conseguir (o fabricar) pólvora negra y fundir proyectiles de plomo, que conseguir cartuchería metálica cargada.
El problema de la recarga en esta época se solucionaba de forma sencilla: la mayoría de pistoleros llevaba más de un revólver, y conforme los iban vaciando,los desechaban y desenfundaban otro. Algunos llevaban hasta 5 revólveres en la silla del caballo.

La capacidad de carga de los revólveres era muy similar a la actual, unos 5/6cartuchos (quizás dictado por el tamaño), aunque existieron excepciones, como el monstruoso Le Mat, en calibre .36 o .42, y que además de las 9 descargas del tambor, podía cargar 9 más en un cañón de escopeta que hacía las veces de eje del cilindro. A corta distancia, por ejemplo contra una carga de caballería,era devastador.


A partir de mediados de los años 70 del Siglo XIX, los fabricantes inician una carrera que en pocos años culminaría con el primer revólver “moderno”. Remington fabricó una especie de copia del S.A.A., el modelo 1875 (y que a pesar de su calidad, fracasó y fue el último modelo del fabricante). En 1877, Colt introduce su primer modelo de doble acción, y al año siguiente el definitivo1878 Frontier, en calibre .45, animado por el éxito de otras armas similares como el británico Webley & Scott del calibre .455 (posteriormente .38),que fue reglamentario en la Commonwealth hasta 1963, y que aún hoy en día es arma policial reglamentaria en algunos estados.
Hacia la última década del siglo XIX, aparecen los 2 primeros revólveres modernos,que tras perfeccionarse durante la primera década del siglo XX, conformarían el revólver como hoy lo conocemos: el S&W Military and Police 1899 “handejector model”, y el Colt New Service Model. El camino abierto por Iver Johnsonen 1879 creó revólveres sólidos, con cilindro basculante, mecanismo de doble/simple acción, y un sistema de extracción de las vainas que permitía recargar rápidamente. El M&P original disparaba el calibre .38 Long Colt, bastante “flojo” (780 f.p.s.), que fracasó en su uso militar. S&W respondió agrandando la carga y peso del proyectil,aunque seguía siendo de pólvora negra. Su disparador era muy suave para la época, unos 2 kilos, y el punto de mira muy fino hacían que fuese más fácil disparar con precisión con este modelo que con el Colt. A partir de 1902, elarma se modificó instalando un sistema que bloqueaba la varilla del extractor por su parte delantera, y posteriormente adoptando el calibre .38 Spl de pólvora blanca que hoy conocemos. El definitivo modelo 10 fue reglamentario en las policíasnorteamericanas hasta los años 80, y fue el arma más utilizada por el célebre Jim Cirillo. De hecho, la saga M&P es la más fabricada de la historia, con más de 6 millones de unidades.

El Colt New Service era muy similar al anterior en concepto y apariencia, y fue muy popular entre los militares a raíz de que se recamarase para el .45 A.C.P.ante la falta de suficientes Colt 1911.

El mecanismo de apertura del Colt era al contrario que en el S&W, debíamos“tirar” del pestillo de cierre, en lugar de empujar, lo que parece un sistema más natural y que ha sido adoptado por prácticamente todos los fabricantes. Otra gran diferencia es que el cilindro del Smith (al igual que la mayoría de revólveres de otros fabricantes, como nuestros Astra y Llama) gira en sentido anti-horario (hacia la izquierda), mientras los Colt lo hacen en sentido horario (hacia la derecha). Hay que tener esto en cuenta cuando no carguemos el arma a tope, o nos veremos disparando sobre recámaras vacías.
Colt se “adueñó” del mercado policial hasta los años 40 aproximadamente, con el modelo “Official Police” en .38 Spl. Este revólver podía soportar las cargas más fuertes de su calibre, detalle que no era posible en los modelos S&W de su época. Este arma incluyó por primera vez el seguro de interposición de masas,presente en casi todos los revólveres modernos, y que antes de su aparición obligaba a muchos tiradores a llevar una recámara vacía o un cartucho percutido para que el martillo no descansase sobre munición “real” (hoy en día muchos hacen esto como medida de autoprotección si les arrebatan el arma, en mi opinión es una soberana tontería).

Después de la Primera Guerra Mundial, las bandas de crimen organizado florecieron en Estados Unidos, y muchos policías creían que las cargas “picantes” del .38 no eran suficiente para según qué menesteres, de modo que un grupo liderado por Elmer Keith desarrolló la munición de calibre .357 mágnum, experimentando con revólveres S&W 38-44 HV, uno de los más robustos de la época. Un detalle poco conocido es que la palabra “mágnum” se deriva de las afición del diseñador por las botellas de champagne extragrandes (llamadas mágnum), de las que cogió el nombre.
El .357 es sin duda el paradigma de la munición de revólver, no solo por su efectividad, sino porque muy pocas pistolas lo han disparado. También ha sido el calibre elegido para los revólveres considerados el “súmmum” de la perfección en este tipo de armas, y por qué no, los de diseño más atractivo:

El S&W 27 es el revólver “original”, introducido en 1935 y que se mantiene en producción hoy en día. Utiliza el armazón grande (N) y se fabricó con cañones de 3 1/2, 4, 5, 6 y 8 5/8 pulgadas. El modelo inicial se denominaba “registeredmagnum”, y era fabricado por encargo. El cliente (normalmente un policía)podía elegir entre diversos tipos de cachas, miras, disparadores, etc. Aunque en la época era un arma extremadamente cara (más aún teniendo en cuenta que eran los años de la Depresión), S&W se vio desbordada durante los 4 años que duró la producción. En 1939, se simplificó el diseño para facilitar la producción, aunque seguía siendo un arma de gran calidad. En 1954, se volvió a “degradar” el arma eliminando algunos elementos “de lujo” como el pulimentado, apareciendo el 28 “Highway Patrolman”.

El modelo 27/28 fue el prototipo del arma “policial” durante las décadas del 40 al70, siendo una imagen inconfundible en el cinto de los agentes en las fotos y películas de aquellos años. Como curiosidad, este revólver fue una de las armas personales del General Patton (el otro era un Colt S.A.A., aunque como los dos tenían las cachas de marfil, en las fotos da la impresión de que las 2 armas son del mismo modelo), y el 28 ha sido reglamentario en el Gruppo de Intervento Speciale italiano y en la policía noruega.

El 27 es un arma pesada, pero precisamente por esto es muy cómoda de disparar con cargas fuertes, que digiere sin problemas gracias a su robusto cilindro (las paredes son más gruesas que en armas similares). Un detalle negativo es que las recámaras están ligeramente abiertas para facilitar la recarga, pero si no se limpian de residuos habitualmente, impedirán que el cartucho entre hasta el fondo, y por tanto el cilindro no cerrará.
El gran rival del 27, el Colt Python, llegó al mercado en 1955, y cesó su producción en 1996. Aclamado por muchos como un icono entre las armas cortas (el “Rolls Royce”), Colt no lo diseñó como arma policial, sino para tiro al blanco. Por ello traía de serie miras regulables, y su disparador era mucho más“fino” que el de modelos de S&W comparables. La intención inicial era que disparase el .38 Spl ( de hecho existieron unos pocos en este calibre), aunque se cambió en el último momento al .357 ya que de todos modos se podrían disparar los 2 calibres, y también con vocación deportiva, el largo de cañón estándar era 6 pulgadas.

Desde luego, la calidad era superlativa, pero como digo más orientada al campo de tiro que a la “calle”. No obstante, el Python tuvo cierto éxito entre los de azul ( que se lo podían permitir), por ejemplo fue reglamentario en la ColoradoState Patrol y en la Florida Highway Patrol, que se atrevieron a pagar el alto precio del Colt.

El Python también tenía algunos inconvenientes: el cilindro tiende a desalinearse con el cañón (aunque hay que disparar mucho para conseguirlo), y como es un arma con aguja percutora independiente (como una pistola), si disparamos en seco muy probablemente la romperemos (esto no ocurre con los S&W, donde el martillo golpea directamente al fulminante). Algunos también critican el disparador de 2 tiempos, pero es cuestión de gustos, y de todos modos, se puede afinar y dejarlo en 1. El paso de estría de 1/14 es más preciso que el 1:18,5que usan Smith and Wesson y Ruger, es capaz de agrupar en menos de 3centímetros a 50 metros. En general, el Python es un arma que nos dará grandes satisfacciones en el campo de tiro, y el S&W 27 será el mejor compañero en el “trabajo”.
A finales de la década de los 40, una tercera compañía surge en Estados Unidos, y que aunque no ha alcanzado la notoriedad de las 2 clásicas, realmente es complicado encontrar a alguien que esté insatisfecho con sus armas: Sturm Ruger& Company. Su extensa línea de revólveres incluye modelos de simple acción( por ejemplo, el Blackhawk), y policiales de DA/SA, con las series Six (Security, Service y Speed) ya retiradas, y las GP-100.

Los Six podían disparar munición de 9 m/m, algo extremadamente raro en EE.UU., y eran armas sólidas y fiables. Su problema era el disparador, bastante más malo que los competidores, sobre todo en doble acción, pero como eran notablemente más baratos que el resto, se vendieron bien.
ElGP-100 separó los muelles del disparador y del martillo, mejorando bastante la sensación al tirar con él, además de contar con un revolucionario diseño del armazón de la empuñadura, que permite instalar cachas de diversas formas y tamaños en el mismo arma. Actualmente se fabrica en los calibres .38 Spl., .357mágnum y .327 Federal Mágnum, y sin duda son una buena elección.

A finales de los años 60 se puede decir que el revólver estaba en su apogeo, la calidad de materiales y diseño, sumado a municiones como el .357, .41 y .44mágnum, lo hacían el preferido de policías, deportistas y cazadores. Entre los primeros, podemos citar a famosísimos usuarios de la época, como Bill Jordan,Elmer Keith o Jim Cirillo.

Jordan, ex-marine y miembro de la patrulla de fronteras norteamericana durante más de30 años, era un entusiasta del revólver (a pesar de haber nacido en 1911 je,je) y se especializó tanto en su manejo que llegó a desenfundar e impactar en el blanco en 0,27 segundos. Asimismo es famosa su empuñadura redondeada diseñada para manejar calibres “fuertes”, y gracias fundamentalmente a este policía, S&W modificó su armazón K para disparar el calibre .357 Mágnum. Su arma personal era un revolver de esta compañía en .44 Special, y posteriormente del .44 mágnum (Jordan estaba a favor de calibres potentes, más útiles, ya que en la frontera se podía disparar a grandes distancias). De hecho, Bill legó a practicar el tiro a siluetas humanas a 200 metros (impactando, por supuesto).
Otra de sus armas personales, de la que nunca se desprendió a pesar de disponer de otros modelos más modernos, fue un Colt S.A.A. en .45 Colt, con el que era muy hábil disparando desde la cadera, al estilo del viejo oeste.
Elmer Keith, aunque no era agente de policía sino “aficionadillo” a las armas, es probablemente el personaje más influyente en el desarrollo del revólver en el siglo XX. Su afición a la caza y la recarga, y su impertinente inconformismo,le llevaban a exprimir cada cartucho hasta el máximo de su capacidad, llegando al punto de que los revólveres contemporáneos “no aguantaban”.
En lugar de optar entre puntas ligeras a alta velocidad, o pesadas pero lentas, Keith las quería pesadas y rápidas: explosiva combinación. A él se deben los cartuchos Mágnum, .357, .41 y .44. Todos ellos grandes éxitos en manos de policías y cazadores. Entre sus proezas se encuentra alcanzar varias veces a un ciervo a 600 metros con un revólver calibre .44 de 6 pulgadas (su arma personal era igual pero de 4”).

Este arma era, según el miembro del NYPD Jim Cirillo, la ideal para su arriesgado trabajo: paraba en seco al criminal antes de que pudiera reaccionar, algo vital en un tiroteo a 3/ 4 metros de distancia. Claro, cuanto más potente mejor… no obstante el arma reglamentaria de Jim era un S&W modelo 10, el clásico M&P evolucionado, en calibre .38 Spl. No era gran cosa, sin embargo el agente aprendió a sacarle rendimiento…Para empezar, sustituyó la munición estándar de 158 grains a 700 f.p.s. , la cualodiaba, por Supervels de 110 grains, que salían por el cañón a 1.125 f.p.s. Enjunio de 1.972, el Departamento cambió el tipo de punta de plomo ojival asemi-wadcutter, lo que Cirillo vió como una gran mejora. Las puntas huecas erandemonizadas por la prensa aquellos días (hoy sigue sucediendo), y los policíasse veían obligados a usar municiones inefectivas.
Cirillo y su compañero Bob Allard experimentaron con las municiones (a espaldas de sus jefes, claro), por ejemplo dándole la vuelta a los proyectiles para crear puntas huecas, o rellenándolas después con fulminantes de escopeta para obtener puntas explosivas. Parece que sus vidas eran más importantes que las posibles sanciones que les pudieran caer.

Respecto a las armas (Cirillo siempre usó revólveres, aunque poseyó durante un tiempo una Walter PPK), también las modificó a su gusto, por ejemplo cambiándole el tambor al S&W modelo 10 por uno proveniente de un 19 Combat Mágnum, mucho más resistente y que soportaba las cargas más fuertes del .38 Spl.
También encargó que le fabricaran un cañón para el revólver recortando uno de rifle del calibre .35, con lo que era mucho más pesado que el original. A muy corta distancia, la táctica era disparar series muy rápidas, y era fundamental controlar la reelevación. De hecho, llegó a prepararse un S&W modelo 29 con cañón pesado Dan Wesson y solista Bo-mar, un trasto realmente mastodóntico, pero en el que el retroceso bajaba espectacularmente. Esta costumbre de mezclar cañones y armazones de diversas armas se conocía como “híbridos”, y el mejor ejemplo fueron los llamados “smithons”, con armazón de S&W y cañón de Python.
Asimismo usó en alguna ocasión un S&W 27 con cañón de 8 pulgadas y visor, para situaciones en las que el escondite estaba muy lejos de la caja registradora.

En aquellos años, el NYPD autorizaba a sus agentes a llevar cualquier arma que quisieran a condición de que portasen el S&W 10 reglamentario. Por ello muchos llevaban el pequeño .38 en una tobillera o sobaquera, y las “personales”más accesibles. Aunque algunos de sus compañeros usaban Colts 1.911 o HighPowers, Cirillo utilizó prácticamente en todos sus enfrentamientos el revólver del .38. Su táctica era apuntar a la cabeza (le apodaban “el neurólogo”).
A mediados de los 70, aparece un nuevo tipo de arma policial que va a tener un impacto brutal en la comunidad policial: la pistola “wonder nine”, con sus cargadores de 15 tiros, doble acción, etc., y que desbancaría totalmente al revólver a lo largo de los años 80. No obstante, el desarrollo de estas armas son cesó, saltando a la palestra un fabricante brasileño que llevaba operando tímidamente desde los años 40: ForjasTaurus. Esta firma se estableció en el mercado USA a partir de 1.984, y aunque no son tan apreciadas como las S&W, han sabido mantenerse en la cresta dela ola creando modelos innovadores, sobre todo el nuevo “The Judge”, una reinvención del antiguo Spectre. Este revólver puede disparar cartuchos de escopeta del calibre .410, o metálicos del.45 LC. Tiene sus fans y sus detractores, pero no deja de ser un arma espectacular.


En los últimos tiempos, se han introducido algunos cambios reseñables, liderados por Smith and Wesson. El primero es la producción de modelos de 7 y 8 disparos( en grueso calibre), gracias a la mayor resistencia de los materiales con que están fabricados los cilindros. El segundo gran cambio ha sido el uso de materiales poco comunes: el titanio y el escandio, para ofrecer armas ultraligeras. El colmo ha sido la llegada del polímero, con lo que el peso se reduce a límites inimaginables hace 40 años. El mejor ejemplo es el Ruger LCR.


Técnicamente,hoy en día se puede decir que el revólver está a la altura de cualquier otroarma, y si bien los organismos policiales se resisten a volver al redil,realmente no hay una razón técnica que indique una desventaja del revólver frente a la semiautomática.

-La “herramienta del trabajo”: comentarios acerca de partes y funcionamiento.

-Tamaños: Antes de que hablásemos de pistolas compactas, subcompactas, ultracompactas,etc., existían diversas nomenclaturas para clasificar a los revólveres según su tamaño, y que no todos conocen. La más conocida es la de Smith and Wesson, queaunque no es intercambiable con otros fabricantes, parece que fue seguida por sus competidores. Concretamente, se trata de un sistema de letras, con la siguiente correspondencia:

  • J: el tamaño más pequeño, son revólveres de 5 disparos de calibre .38 Spl o más pequeño ( .32, .22), es el arquetípico revólver de back-up/ “chato”. Un ejemplo sería el S&W 60.
  • K: la mayoría de los modelos con este tamaño de armazón ya no se fabrican, sería un arma de tamaño medio, con tambor de 6 disparos en calibre .38/ .357, por ejemplo el archiconocido modelo 19.
  • L: un poco mayor que el anterior, el objetivo era fabricar un arma más robusta para usar municiones del .357 sin problemas de vida útil. El más conocido sería el 586/ 686.
  • M: super pequeño para modelos antiguos, actualmente no se usa.
  • N: creado para municiones de mayor potencia, podemos encontrar armas en .44 Spl/ mágnum, .45 A.C.P., o los recientes .357 de 8 tiros.
  • X: Introducido para los calibres .460 y .500 mágnum.
  • Z: usado en el Governor (copia del Taurus “The Judge”).

Colt,Ruger y Taurus fabrican sus armas en tamaños similares: pequeño (.38 debolsillo), medio (.357) y grande (.44, .45).
Conocer el tamaño de armazón de nuestro revólver es importante porque, normalmente, accesorios como fundas, empuñaduras y speed-loaders se fabrican en función de este, y el código correspondiente figurará en el artículo. También será interesante según el tamaño de nuestra mano, dónde vayamos a llevarlo, etc.

Respecto a esto último, y como comenté en la introducción, el revólver se presta mejor a adaptarse a nuestra mano que una semiautomática: las cachas pueden ser muy estrechas en comparación con una pistola. También, dependiendo del modelo, la distancia del dorso de la empuñadura al disparador será menos que en un pistola. En principio, es más fácil usar un arma pequeña que grande, pero siempre tendremos la opción de elegir un revólver con otro tamaño de armazón, o si es reglamentario, cambiarle las cachas por otras más pequeñas o con otra forma.

Las cachas podemos encontrarlas en diferentes materiales (hoy en día, por épocas este aspecto ha sido bastante limitado), siendo las más usuales la madera y la goma. La goma suele ser más segura, produce mayor fricción con la mano, y se resbala menos con sudor. También absorben mejor el retroceso (las de madera no lo hacen en absoluto). Las cachas de madera, si son lisas se resbalan, y si están picadas se nos “clavan” en la mano (esta era la pesadilla de muchos policías en los 60 y 70).
En ambos casos, si tienen las marcas para los dedos marcadas, deben ser de nuestra talla exacta, si no, el efecto del retroceso será aún peor en los huesos de la mano. Si las cachas no se ajustan perfectamente a la mano, es mejor desecharlas e instalar unas lisas.
De todos modos, unas cachas de mayor tamaño al necesario no son un problema, ya que con una dremel o similar podemos eliminar material para adaptarla a nosotros. Particularmente importante es la zona delantera izquierda, ya que en ocasiones una cacha muy gruesa impide el uso de speed-loaders. En ese caso,tendremos que rebajarla.
-Cañones: El diseño general del revólver permite usar cañones de diversos tamaños sin afectar a la fiabilidad, incluso podríamos disparar sin este elemento,directamente desde las recámaras, como era el caso del extravagante “Apache”. Contrariamente a lo que se cree, un cañón más corto no tiene necesariamente que ser más preciso, aunque sí que obtendremos menor velocidad inicial y mayor dispersión a larga distancia. Al ser la pólvora de quemado progresivo, cuanto más tiempo permanezca el proyectil en el cañón, mayor será la velocidad inicial, por esto en los revólveres de cañón corto ( menos de 4”), la potencia media del cartucho deberá ser mayor, esto es, buscaremos cargas más potentes que en un arma equivalente con cañón de mayor longitud. La mayoría de los expertos recomiendan usar cargas +P, aunque nuestra mano se resienta, para compensar la pérdida de potencia en este tipo de revólveres.
El largo de cañón ideal depende en gran medida de cómo vayamos a portarlo: durante mucho tiempo, en USA existieron revólveres reglamentarios de armazón N, con cañones de 5 o 6 pulgadas. Las fundas elegidas eran exteriores o sobaqueras, ya que un arma de este tamaño es difícil de acomodar en una funda interior. No obstante, un arma de este tipo con cañón de 3 o 4 pulgadas es bastante equilibrada y no será más complicada de ocultar que una semiautomática “de servicio”. Incluso, dependiendo de nuestra talla, 5” puede ser un buen tamaño y ganar de este modo algo de potencia.


Respecto a los contrapesos, en principio no existían en absoluto, simplemente podíamosencontrar los denominados cañones “bull”, un poco más gruesos que los estándary cuyo peso extra ayudaba a controlar la reelevación. Tras la Primera GuerraMundial, y los problemas de suciedad y golpes en las varilla extractoras, Smithand Wesson desarrolla un resalte solidario con el cañón para proteger a estapieza, lo que añade algo más de peso en esta zona. Finalmente, Colt se decide aalargar esta pieza hasta la boca de fuego en su modelo Python, lo que además dela carga estética, supuso una gran diferencia a la hora de disparar el potente.357 mágnum.
Los revólveres con este tipo de aditamento, como la serie 586/ 686 de S&W, son más incómodos de usar a una mano (tiro de precisión), pero en tiro de combate a dos manos, todos los usuarios coinciden en que, cuanto mayor sea el peso del cañón, mejor. Algunos revólveres de tiro práctico montan monstruosos contrapesos y solistas como la aristocrat, que les dan un aspecto excesivo.
-Materiales:: Clásicamente el material en que se han fabricado estas armas (igual que las semiautomáticas) ha sido el acero. En 1959, Smith and Wesson fabricó el primer revólver en acero inoxidable, el 15 Combat Masterpiece. Aunque hay una mínima diferencia de peso, son prácticamente iguales a los de acero al carbono.
Alrededor de 1950, se experimentó con la aleación de aluminio, aunque las piezas internas y el tambor siguieron siendo de acero. Se llegó a construir un tambor de aluminio, pero no resistía la presión y se abandonó. No fue hasta 1990 que se encontraron metales más ligeros pero igual de resistentes: el titanio y posteriormente el escandio, y ya en el siglo XXI, hizo su irrupción el polímero.

Cuanto más ligero es el revólver, más se nota el retroceso, por lo que es recomendable probarlos antes de comprarlos, simplemente hay tiradores que no resisten la“patada” en la mano. Asimismo hay que tener en cuenta que se desgastan antes, y suelen perder sincronización (se van “out of time”, esto es: el cilindro no alinea perfectamente con el cañón al bloquearse para el disparo). Estos revólveres ultraligeros, que se fabrican incluso en .44 mágnum (S&W329PD), sólo son útiles si se van a “portar mucho y disparar poco”.
-Calibres: Hay calibres tradicionalmente asociados al revólver, ya que sus mecanismos obligan a utilizar vainas con pestaña. Por tanto, existen municiones que son más propios del revólver y que muy rara vez vamos a encontrar en una semiautomática (se producirían interrupciones), aunque pueden ser en cierto modo equivalentes en prestaciones, como comentamos anteriormente (9 m/m Lugery .38 Spl por ejemplo).
· .22lr: ofrece la ventaja de que normalmente el tambor aloja hasta 9 cartuchos, y como normalmente son del mismo tamaño de armazón que los del .38, posibilitan entrenar con un arma igual a la de servicio pero con un sustancial ahorro.Algunos lo han usado para defensa con éxito, pero siempre impactando en zonas vitales como la médula espinal o el cerebro.

· .22mágnum: se utiliza en algunos lugares para caza de alimañas, pero es caro y poco adecuado para defensa.

· .32:fue calibre policial en el NYPD en 1896. De hecho, fue la primera agencia policial en tener un revólver reglamentario, el Colt New Police en .32 Colt.Hoy en día se ha tratado de resucitar con el .32 H&R mágnum y el .327Federal mágnum, pero no ha tenido aceptación.

· .38Special: aparecido en 1899, triunfó gracias a recamarar el Smith and Wesson Military and Police de 1902. Hay prácticamente por todos lados y es muy económico.

· .357mágnum: 1934. El mejor calibre policial de todos los tiempos.

· .41mágnum: sobrepenetra, es casi un .44 mágnum. No obstante, para los policías norteamericanos que lo usaron, era el mejor.

· .44Special y mágnum. Con las restricciones en cuanto a puntas que sufrimos en España, sería uno de los mejores para defensa, pero es carísimo y muy difícil de encontrar.

· .45Colt: el .454 Casull y .460 S&W son derivados de él. Resucitado con los revólveres “The Judge” y Governor, monta un proyectil super-pesado y muyefectivo.

· .45A.C.P.: necesita moon-clips. Se usó en la Primera Guerra Mundial (Colt 1917)como complemento a las Colt 1911 (no había suficientes). Los adeptos alcalibre suelen elegirlo cuando es posible, y hoy en día se está volviendo aofrecer en revólver (S&W Thunder Ranch).

· .454Casull/.460/.500 mágnum: no son prácticos para casi nada.

Respecto a la configuración y peso del proyectil, en el revólver podemos usar prácticamente lo que queramos: siempre funcionará. Cirillo prefería la punta wadcutter (usada actualmente en tiro deportivo), sobre la ojival, ya que elborde afilado la hacía menos proclive a rebotar, por ejemplo en disparos en lacabeza. La peor munición es la de plomo ojival, que paradójicamente es una delas reglamentarias en seguridad privada en España. Su reputación en “la calle”es nefasta.
En general, hay que buscar el máximo de peso y de velocidad en la munición que usemos, esa es la regla general.

En los ultraligeros, los proyectiles tienden a salirse de la vaina impidiendo el giro del cilindro, sobre todo los de plomo que vienen lubricados, por ello hay que usar semiblindados o blindados.
-Miras:

Hay varios tipos de miras tradicionales en estas armas, las “fijas” suelenencontrarse en los de menor tamaño de armazón, y pueden estar mecanizadasdirectamente en el arma, o soldadas a ella. Para regularlas, normalmente hayque modificar el arma entera. Los puntos de mira (tradicionalmente S&W yDan Wesson), traían de serie unas inserciones de plástico de colores parahacerlos más visibles, costumbre que se perdió al aparecer el tritio y la fibraóptica. Estos últimos sistemas son muy atractivos, pero se pueden romper ysalir de su alojamiento. Algunos usuarios han probado a pintar con pinturafluorescente de color vivo la rampa del punto de mira, con buenos resultados.

-Dominandoa la bestia: El gran problema del revólver, y por el que muchos lo abandonan por la semiautomática, es que su uso en combate es siempre en doble acción. Todos los que han disparado un arma en esta modalidad saben que es bastante más“dificil” acertar, ya que el recorrido y la mayor presión hacen que el arma tiemble y el punto de mira baile por toda la diana, impactando los proyectilescon una gran dispersión. Sólo hay una solución a esto: aprender la técnica adecuada y practicar muuucho, muchísimotanto en el campo como en nuestra casa (en seco, claro).
Para lograr perfeccionar esto, el disparador debe modificarse. Los gatillos anchos y planos, como los que traen de serie los Smith and Wesson, son más apropiados para tiro en simple acción/ al blanco. Para disparar en doble acción, debe ser estrecho, redondeado y de superficie lisa, de modo que el dedo resbale sobre su superficie a medida que lo apretamos, al estilo de los que encontramos en losColt. La distancia desde el dorso de la empuñadura al frontal del disparador escrítica, y será la diferencia entre unos modelos y otros a la hora de dispararcon comodidad.
Respecto a la técnica, usaremos la descrita por Massad Ayoob en su sistema “stressfire”: empuñar lo más alto que nos permita el diseño de la empuñadura, apretar con fuerza (hasta que se nos “corte la circulación”), adoptar una posición detiro lo más sólida posible (isósceles), colocar el disparador apoyado no en layema del dedo, sino en la primera articulación del mismo, concentrarnos en el punto de mira, y disparar.
Aquí viene el gran problema: el largo recorrido y la presión harán que el punto demira baile sobre el blanco, y posiblemente al salir el disparo, estará en cualquier sitio menos donde queríamos. Hay 2 técnicas para hacerlo, la primerase denomina “en tiempos”, y consiste en ir apretando el disparador hasta que el martillo está casi en su posición más atrasada, entonces fijar el punto de mira en el blanco y apretar los últimos gramos de presión hasta que cae. Básicamente lo que haríamos es llevar el martillo a la posición de simple acción. Este método no funciona en el estrés de un tiroteo, claro está.
El sistema adecuado consiste en practicar un “tirón” constante y rápido del disparador en todo su recorrido, resetear y volver a apretar de forma continua. El punto de mira “bailará”, pero con práctica conseguiremos agrupaciones cada vez más cerradas, es cuestión de hacerlo mucho (sobre todo en seco).

-Recargandoel revólver:

Cuestión peliaguda… con este tipo de armas es más probable que recarguemos durante un tiroteo que si llevamos una Glock, eso es evidente. También es fácil imaginar que será más lento y complicado. Básicamente hay 3 formas de hacerlo: uno a uno( no es una buena idea en “combate”), mediante sistemas que más o menos organicen los cartuchos, como las tiras Bianchi, o usando cargadores rápidos (speed loaders). Hoy en día, vuelven a estar de moda los “moon clips”, una suerte de chapita metálica que sujeta 3 (half mooon) o 6 cartuchos por el reborde, y que son imprescindibles para usar calibres de pistola ( por ejemplo, el .45) en un revólver. Estos accesorios aparecieron por primera vez en el M1917 de la Primera Guerra Mundial, y permiten una rapidez de recarga similar a una pistola. El inconveniente es que si se doblan, ya no encajarán en las recámaras ( nunca los llevéis sueltos en el bolsillo), y el revólver debe modificarse para usarlos ( ha de tener espacio entre el tambor y el alojamiento para que encaje el clip).
Los speed loaders son un accesorio totalmente necesario en trabajo policial o de seguridad, y hay que conocer un par de cosas sobre ellos: en las armas con armazón J/ pequeño, normalmente interfieren con la cacha, por lo que hay que comprobarlo antes de comprarlos. Hay 2 tipos, en los primeros hay que pulsar para liberar los cartuchos al cilindro (Safariland), y en el segundo hay que girar ( HKS). Los Safariland son los mejores, pero hay que tener cuidado si los llevamos en un bolsillo, ya que un golpe puede hacer que la munición se suelte.


-Interrupciones: Existe la leyenda de que el revólver nunca se interrumpe, y es cierto que ocurre con menos frecuencia, pero cuando nos encontramos con una incidencia ,será más complicada de resolver que con la semiautomática.
La primera suele ser un fallo de munición, en ese caso con volver a apretar el gatillo simplemente pasaremos sobre ese cartucho defectuoso e iniciaremos el siguiente. Bajo estrés, ni nos daremos cuenta: los tiradores suelen disparar continuamente hasta agotar la munición.
Si llegamos a darnos cuenta, o realmente nos encontramos ante un fallo mecánico (el disparador se queda atascado, el cilindro no gira), podemos aplicar el clásico Tap-Rack-Bang pero adaptado al revólver: golpeamos con la palma el tambor desde un lateral, y volvemos a disparar. Esto puede dañar seriamente el arma, de modo que solo lo haremos en una situación “real”.
Si el cilindro no se abre, también podemos golpearlo, esta vez desde la derecha: también se trataría de un último recurso…
Si nos encontramos con un tambor que no gira porque hay un cartucho que se ha desorganizado y la punta sobresale por delante, o se desenrosca la varilla del extractor (hay que revisarla de vez en cuando), hay que tirar el arma y pasar al back-up. Otro tipo especial de interrupción muy difícil de solucionar cuando tenemos a los malos encima, es que el reborde de un cartucho se cuele debajo dela estrella del extractor. En ese caso, también le tiraremos el revólver a la cara al “caco” y pasaremos al plan B.
-Mejorandola “raza”: hay ciertas modificaciones relativamente sencillas, que harán más cómodo el uso del arma, sobre todo relativas al mecanismo de disparo. Un gatillo en doble acción debe ser “suave”, y en esto se notan enormes diferencias entre marcas. Los Python aumentan la dureza conforme vamos apretando, los Smith and Wesson “J” hacen lo que se denomina “joroba de camello”, la presión sube hasta más o menos la mitad del recorrido y luego cae, los Ruger Six sufren de un pequeño arrastre, y los Dan Wesson tienen este mismo problema pero mucho más acentuado.
La solución más común es pulir los mecanismos y cambiar el muelle real por otro más débil. Esto no es una buena idea, ya que además de percutir con menor fuerza, puede que el disparador no avance tras cada disparo (esto ocurre mucho con los S&W), o que vaya más lento. También que el cilindro gire sin que el martillo caiga, pasando un cartucho sin disparar.
En los Ruger, el mecanismo de disparo puede bloquearse hasta que el tirador deja de disparar y el sistema se resetea correctamente.
Algunos tiradores deportivos ajustan mucho el mecanismo de simple acción, hasta el punto de que el martillo cae “solo” (esto es muy peligroso). Si tras montar el martillo en simple acción, lo empujamos un poco con el dedo y cae, el arma no es segura.
-Mantenimiento: El revólver es menos sensible a la suciedad que la semiautomática, pero no por eso debe dejar de limpiarse. El proceso es similar al de una pistola, con la salvedad de que no tenemos que desmontarlo, simplemente abriendo el cilindro podremos acceder a todos los mecanismos importantes.
Comenzaremos limpiando el cañón: podemos usar un parche o directamente rociar con el spray de “bore cleaner” el ánima y cada una de las recámaras. Después, con un cepillo empapado de la misma sustancia, frotaremos el alojamiento del cilindro.
Tras esto, lo secaremos bien con un algodón.
Pulsarla varilla del extractor, y manteniéndola así, limpiaremos la zona que queda oculta por el cilindro.
Pasar paño empapado por el cañón, varios hasta que salgan limpios, y después pasar 2 o 3 secos. Hacer lo mismo con las recámaras. Si el cañón está emplomado se puede pasar una baqueta especial o, si no disponemos de ella, enrollar un poco de scotch-brite en una baqueta normal. En las recámaras hay que usar un cepillo de 1 calibre superior al del arma.
Lubricaremos varias zonas: 1 gota en el brazo basculante, después abrir y cerrar varias veces; 2 gotas en el eje del cilindro; 1 gota en el interior de los mecanismos, a través del hueco posterior de la aguja percutora ( donde golpea el martillo percutor); 1 gota en el pestillo de apertura; 1 vez al año, 1 gota a cada lado del martillo percutor.

Cada vez que limpiemos nuestro revólver, es una buena ocasión para comprobar su correcto estado de funcionamiento, sobre todo si está “in time”, o sea, que el cilindro está sincronizado con el cañón, y las ánimas se alinean perfectamente con el ánima al bloquearse el tambor. Para ellos, colocaremos la mano izquierda palpando el tambor, e iremos accionando el martillo con la derecha. Cuando escuchemos el “click” que produce el martillo percutor al montarse, el cilindro ya debe estar bloqueado. Si el revólver es de solo doble acción, se aprieta al gatillo hasta notar el click y entonces se comprueba si está bloqueado.
En los Colt, el cilindro se bloquea cuando el martillo empieza a caer, de modo que hay que apretar el gatillo mientras aguantamos el martillo con el pulgar, y tras dejarlo avanzar unos milímetros, comprobar la inmovilidad del cilindro.
-Conclusiones:
Si dejamos a un lado mitos infundados, propaganda barata, y teorías “de barra de bar”, el revólver es un arma excelente, tan eficaz como cualquier otra dentro de sus limitaciones ( esto ocurre también con todas las demás), y que nos servirá prácticamente para todo: tiro, caza, defensa, seguridad, etc. Un revólver en buen estado y correctamente mantenido nos dará todo tipo de satisfacciones y, desde luego, no estaremos en inferioridad de condiciones frente a un adversario. No olvidemos que, al final, todo depende de “nosotros”.

Comentarios

  1. No hay nada como una frenada a lo antiguo sobre todo en mojado, pero que gusto da usar el ABS de los coches modernos.
    Arma de uniforme o arma para todo, esa es la cuestión. El revólver es una buena arma de uniforme para puestos estáticos, también es muy bueno si tienes que clavar un clavo. No reúne portabilidad, la portabilidad viene dada por el grosor del arma más que por la longitud y el revólver es bastante más grueso. A igualdad de cañón un revolver es más largo que una pistola. He llevado de paisano un cuatro pulgadas de armazón grande y es molestito. Llevar un dos pulgadas en 38 como arma de servicio por un policía, creo que responde más a un mimetismo con las películas y a cierto elitismo que a un planteamiento serio. Sin querer hablar de la poca potencia de parada de ese arma en 38, si lo usas en 357 cuando consigas enrasar después del disparo cuantos tiros has pegado con una semi. Es cierto que a más capacidad menos cuidado con la munición pero eso no implica que ese mismo tirador con un revolver no vacie el tambor un poco a lo loco y tenga que recargar. No creo que los ejércitos estén pensando en volver al mosquetón por que los FUSA gasten mucha munición. Tirar todos los cartuchos en doble y a cierta velocidad da más imprecisiones que tirar en simple, si tienes que poner en simple el revólver en todos los disparos es más engorroso que con la pistola. Es para entrenar mucho y eso es lo que menos se hace. Sinceramente creo que como arma reglamentaria está superado y no vale lo de los calibres potentes, también hay calibres de pistola muy potentes. Si lo que nos preocupa es la precisión a cincuenta metros quizás lo que hay que plantearse es el arma que nunca debiera ser corta. Otro mito o como tú dices propaganda barata, era la fiabilidad de las semis hoy ha subido tanto que ya no sirve de argumento en su contra. Ahora, si me dices que me vas a soltar en medio del mundo en plan supervivencia me pido un seis pulgadas 357. ¿Incongruencia?, no adaptabilidad, cada arma para lo que es. Un saludo.

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  2. Serio y argumentado comentario. También acertado.

    Gracias, amigo anónimo.
    Ernesto.

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  3. Bueno, yo he llevado un .38 de 4 pulgadas oculto y no me molestaba más que la semi, todo era cuestión de buscar el lugar correcto.
    Claro que cada arma tiene un uso, pero realmente no hay tanta diferencia. La idea para escribir el artículo me vino a raiz del tiroteo en el Carrefour de Sevilla, en el que los malos venían con AK y los vigilantes poco más que se declararon indefensos por llevar revólveres del .38. Hace 40 años los policías americanos se enfrentaban a criminales armados con escopetas o rifles ( hay por ahí algún caso de un atraco con un Garand), y no se quejaban, al revés: el tio del Garand fué el que se fué con los piés por delante.
    Ya comenté hace tiempo que algunos compañeros hacen diferencias hasta según el modelo de pistola que llevan, si no llevas una Glock todo lo demás es una M... Normalmente al que le dan un revólver, pide una semi, al que le dan la semi pide otro modelo, y asi... hasta llegar a la Glock que llevan en la serie de la tele, y ahí ya estás "seguro".
    En fin, el caso era argumentar, se podría escribir otro artículo defendiendo a la semi, todo es cuestión de retórica, ¿no?
    Un saludo, Perico

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  4. La nota es por demás EXCELENTE y sigue el hilo histórico de la evolución del revolver. El otro sentido que pretende es dejar claro que nadie debería sentirse "desarmado" por llevar un revólver, entiendo también que está orientado a profesionales y en este sentido un "chato" de 5 tiros sigue siendo el arma favorita de los expertos para la portación mas oculta, o sea: cuando mas riesgo corremos y mas ocultado debe estar: los profesionales eligen un 38 Spl +P o un 357 Mg en 2".
    Hablo desde la experiencia: he portado un 2" por mas de 30 años, entremedias un 3" y tiempo atrás incorporé una Glock 43 (estoy muy satisfecho con ella), pero en el limite del cuerpo a cuerpo (que desafortunadamente puede ocurrir en las situaciones que viven los profesionales que están en la calle y mas jóvenes que yo) nada reemplazará a un 2" tipo Centennial, Bodyguard o Ruger LCR, sobre todo teniendo en cuenta que en el trabajo diario de paisano, cuidamos mas el trabajo y podemos descuidar la limpieza, los muellos de los cargadores y demás etc). Gracias por la lectura . Ps, si el mundo se cae en pedazos, elegiré estar con el SW modelo 65, una cuestión de adaptabilidad, como bien ha dicho el compañero

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