CURSO DE INSTRUCTOR DE TIRO POLICIAL DE LA ACADEMIA DE POLICÍA DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Por, Ernesto Pérez Vera 

En la Academia de Policía de la Comunidad de Madrid, durante la segunda quincena de octubre (2009), se ha celebrado un curso de Instructor de Tiro Policial, el cual, debido al alto nivel formativo y de exigencias, ha suscitado la inquietud de una ingente cantidad de profesionales policiales, y también de varios medios de comunicación nacional.

Así pues, el curso fue solicitado por cientos de profesionales de las fuerzas y cuerpos de seguridad, en especial de los cuerpos de Policía Local (P.L.) de la Comunidad de Madrid. Profesionales de otros cuerpos, incluso militares, han solicitado masivamente la asistencia al curso, si bien las plazas estaban muy limitadas y sólo unos pocos hemos tenido el privilegio de ser admitidos, por riguroso orden de petición.

Cabe destacar la presencia de numerosos agentes de cuerpos de policía local de otras comunidades autónomas. Concretamente desde la Comunidad Autónoma de Canarias fueron admitidos cuatro policías, siendo sus plantillas de procedencia: Santa Cruz de Tenerife, El Tanque, La Laguna y Gáldar. Desde la Comunidad Autónoma Vasca fue un agente de la Policía Local de Bilbao (Udaltzaingoa) el invitado. Desde las Islas Baleares también fue comisionado un funcionario, concretamente de la plantilla de la P.L. de Palma de Mallorca. Y desde Andalucía un funcionario de La Línea de la Concepción acudió, en comisión de servicios, hasta Madrid. También estuvo presente en el curso un suboficial (subteniente de Infantería) de las fuerzas armadas, concretamente de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) de Colmenar Viejo.

Significar que todos los asistentes al curso ya eran instructores de tiro policial en sus respectivas plantillas o unidades. Todos ellos habían superado numerosos niveles formativos, en esta misma Academia, antes de poder acceder a este curso. Uno de los alumnos ha sido el campeonísimo tirador de IPSC (modalidad deportiva de recorrido de tiro) Eduardo de Cobos Abreu, miembro de la P.L. de Sta. Cruz de Tenerife (Canarias). Eduardo ha sido en dos ocasiones Campeón del Mundo de Tiro Policial. Ahí es nada. También se me antoja necesario reseñar que algunos de los policías asistentes a este curso han sobrevivido a encuentros armados graves, a lo largo de sus carreras profesionales.

La academia y su programa de tiro
La Academia de Policía de la Comunidad de Madrid posee un altísimo nivel docente y formativo en todas las materias, muy especialmente en Tiro y Armamento. El centro está dirigido y gestionado por Agustín Carretero, siendo el director de estudios Alberto Albacete, quien, para estas materias operativas, se auxilia del coordinador del Área Operativa Policial, Ángel Giménez.

Javier Pecci es el profesional al que el cuadro directivo, con enorme acierto, ha confiado la creación de los programas de instrucción de tiro y armamento. Pecci es, para muchos, la máxima autoridad táctica de España. Además de presidir la Asociación Española de Instructores de Tiro Policial (AEITP), Javier ha publicado un libro que, para mí y para otros profesionales, es la ‘Biblia’ del tiro policial-defensivo-táctico, en lengua castellana. A todo eso hay que sumar su experiencia real en unidades antiterroristas, y sus muchos años de formador en esos mismos equipos. Pero ante todo deben saber que Pecci es un inagotable investigador de todo aquello que rodea el tiro policial y defensivo.

Javier Pecci es profesor y director de todos los cursos de Monitores de Tiro que se imparten en la Academia, y por ello, también, del Primer Curso de Instructores del que ahora están leyendo una crónica. Él, auxiliado por otros profes, todos ellos de su misma talla profesional, imparte los cursos referidos, cuyos temarios han sido creados por él mismo y su más íntimo colaborador. Es de justicia reseñar el nombre del resto del cuadro de profesores de evento: Joaquín Hernández, Javier Salvat, Samuel Ríos y Sergio Ruiz. El primero de los profesores anteriormente reseñados, es, desde hace años, el más cercano, íntimo y estrecho colaborador de J. Pecci.

El Programa de Especialización de Tiro y Armamento es tan completo en esta academia, que para alcanzar la aceptación al Curso de Instructor, de cincuenta horas lectivas (50 horas), antes se ha debido pasar, con aprovechamiento, por los siguientes cursos: Actualización en Técnicas de Tiro (40 horas); Tiro Táctico Policial (40 horas) y Monitor de Tiro Policial (60 horas). Ni que decir tiene que cada curso debe superarse tras la realización del pertinente examen teórico y practico, y sepan que en todas las convocatorias, de todos los cursos epigrafiados, existe cierto nivel de alumnos no aptos.

Para que se hagan una idea: un alumno del Curso Básico en la Academia, o sea un futuro policía, efectúa en su periodo académico como alumno una media de seiscientos (600) disparos de fuego real con pistola. Sí, sí, han leído bien. Si eso se compara con la cantidad de disparos que se realizan en otros centros de formación, tanto autonómicos como estatales, la diferencia llega a ser vergonzosa. Durante el curso de actualización se alcanzan la misma cantidad de disparos antes reflejado. En los cursos de especialización… háganse una idea.

Disparar, disparar y disparar no es el todo, y eso es algo que perfectamente sabe el director de los cursos. Por ello ha diseñado un amplio y completo plan de entrenamiento, en el cual se abandonan, con acertadísimo criterio, conceptos arcaicos en el tema del tiro policial. El profesor Pecci postula un entrenamiento basado en datos obtenidos empíricamente del estudio y análisis de enfrentamientos reales.

Como ya dije antes, disparar no es el todo, por ello la materia a estudiar es importante también en esta rama profesional. Balística, fisiología humana ante el estrés de    combate, cartuchería, mecánica de armas y otras tantas parcelas, son amplia y didácticamente enseñadas a los alumnos de los diferentes niveles formativos de tiro y armamento.

Si en un curso no es necesario hacer muchos disparos, es en este. Dicho lo anterior, debo decir que también han sido muchos cientos de cartuchos los consumidos por cada   tirador-alumno. En este curso, ante todo se ha tratado de enseñar métodos y técnicas docentes eficaces a los asistentes. Se ha aprendido a enseñar y no a tirar, toda vez que —ya se dijo antes— todos los asistentes ya eran formadores en sus plantillas, y todos llevaban años disparando; en algunos casos incluso a nivel deportivo internacional.

El curso y sus armas protagonistas
En este curso, como en tantos otros donde se reúnen policías de diversa procedencia, cuerpos y unidades, se han podido ver verdaderas panoplias de armas —en este caso cortas—. Las principales protagonistas han sido las de la marca austriaca Glock, principalmente del modelo 17 y las HK-USP-Compact. Walther P99 y Sig Sauer 228 han sido vistas también, las segundas en menor medida. Incluso alguna Beretta 92, HK-USP Estándar y HK-P30 se han dejado ver por allí.

En los operativos policiales cada día son más empleadas las armas largas, por ello en este curso no podían faltar. En la propia Comunidad de Madrid son muchas las localidades que cuentan con plantillas de Policía Local que han sido dotadas de armas largas para sus servicios diarios. La escopeta es el arma larga policial que más se impone, si bien diversas carabinas ‘nacidas’ de subfusiles ofrecen eficaces soluciones, para la inmensa mayoría de supuestos policiales donde el empleo del arma larga se hace necesario.

Ejercicios de tiro con armas largas, y la realización de las manipulaciones necesarias con ellas, se han llevado a término en este encuentro. Así pues, varios modelos de escopetas policiales se han usado en la galería de tiro. Mucho hincapié se ha hecho al respecto del manejo y manipulación del arma larga, no sólo desde el punto de vista táctico-policial, sino desde la perspectiva del arma incautada como prueba delictiva. El arma decomisada durante un servicio debe ser trasladada a dependencias policiales y en ese iter puede producirse un accidente, por una inadecuada manipulación. Por desgracia, cada día son más las armas de fuego que se incautan en registros, controles, robos y demás supuestos policiales.

Merece la pena referir las pruebas que con cartuchos de postas, y a diferentes distancias del blanco, se han efectuado para desmitificar la dispersión de las postas en las escopetas. Tras dichas pruebas quedó claro que un cartucho de 9 postas (calibre 12) —el más comúnmente usado— no se “abre” tanto como para impactar a dos personas a la par, desde 20 metros de distancia. Eso no es más que una vieja leyenda urbana. Con carabinas del tipo MP-5 y Ar-15, ambas en calibre 9 m/m Parabellum, también se ejecutaron ejercicios de tiro y manipulaciones básicas y avanzadas.

No fueron esas las únicas pruebas de balística del curso. Una jornada entera fue dedicada a realizar comprobaciones balísticas sobre Gel Balístico, materiales de construcción y contra vehículos. Pruebas de esta índole no se llevan a cabo, ni por asomo, en otros cursos de instructores de este país. Con esas pruebas, todos los asistentes pudieron hacerse una gráfica idea de las cualidades que tienen determinados calibres y tipos de proyectiles. Finalmente se puede decir que aquello que se estudió de modo teórico, se ha constatado de modo práctico en estas pruebas. Además de usar distintos tipos de proyectiles del calibre 9 m/m Parabellum (9 m/m Luger, 9x19 m/m), se utilizó también el mítico y eficaz 5,7x28 m/m FN. Estas pruebas fueron filmadas, previa autorización, por profesionales del canal televisivo Tele Madrid, en cuya cadena, días después, se emitió un documental sobre el curso y su alcance.

Neoconcepto: letalidad reducida
Un elemento cada día más presente en el equipo policial, que no podía pasar por alto un curso de esta calidad, es el arma de letalidad reducida, por ello se han hecho prácticas con diversos materiales de este género.

El director del curso, auxiliado por profesores de apoyo, dio una magistral clase sobre este tipo de materiales. Estos profesionales expusieron, ante todos los cursillistas, las virtudes de diferentes tipos de armas de letalidad reducida. Tras explicar las características técnicas y mecánicas de cada uno de ellos, y exponer los supuestos policiales en los que el empleo de ese material estaría legal y proporcionadamente utilizado, se pasó al uso, manipulación y prueba de los mismos.

Una de las armas usadas fue el FN-303. El lanzador FN es una especie de carabina que funciona con una botella de aire comprimido, que impulsa proyectiles del calibre 12, de un peso aproximado de 8 gramos. Puede lanzar proyectiles de impacto, de gas o de pintura marcadora. Muchos creen que esta arma es como el  lanzador  PepperBall, de parecidas prestaciones, pero personalmente y tras probar ambos… estoy seguro de que el FN le gana la partida con creces.

El FN-303 dispone de cargadores de tambor con 15 proyectiles de capacidad. El cambio de cargador es rápido y seguro. Se fabrica un chaleco especial porta-equipo, en el cual el usuario podría llevar, a mano, los cargadores de repuesto y las botellas recargadas de aire comprimido. En la galería de tiro de la Academia, y durante la clase, se hicieron numerosas pruebas de tiro con proyectiles de impacto sobre un maniquí. La prueba se realizó a 20 metros de distancia y la precisión fue altísima, como si de un arma larga de fuego se tratara.

Muy llamativo y eficaz se mostró el lanzador Brugger & Thomet de 40 m/m (BT-GL-40), el cual lanza un proyectil de FOAN antimotines-antidisturbios. El FOAN es un material similar a la goma espuma. El proyectil tiene un aspecto muy similar al de una pelota de golf y es de gran densidad. Por su llamativo color amarillo, el cartucho-proyectil es imposible ser confundido por el usuario, y por ello no es fácil que se cargue, por error, un proyectil destinado a otro fin. El FOAN se monta sobre una vaina, en la que se instala, para la propulsión del proyectil, un cartucho de salvas/proyección de 9 m/m idéntico al que emplean los revólveres detonadores.
 
El lanzador posee 12 estrías en el interior del tubo-cañón, las cuales otorgan al proyectil durante el vuelo estabilidad y precisión. El peso del lanzador no llega a los 2 kilogramos y tiene 4,5 kilogramos de presión en su disparador, el cual es de tipo DAO (Sólo Doble Acción). El lanzador es de color amarillo muy llamativo, consiguiendo con ello que sea identificado como arma de letalidad reducida y no de fuego real. Su culata plegable otorga gran capacidad de transporte y ocultación en vehículos o bolsos.

Otro equipo estudiado y probado ‘en carne’ es el Taser, tanto el modelo X26 como el M26. Tras las explicaciones ofrecidas por los profesores, se solicitó, entre los asistentes al curso, voluntarios para probar la descarga de un Taser. Varios fueron los voluntarios, entre ellos el que firma esta crónica. Debo decir algo que no me duele en prenda: yo era incrédulo sobre la eficacia de este tipo de artilugios, pero hoy creo firmemente en la capacidad paralizante de toda acción física de quien recibe la descarga. Jamás volveré a someterme a semejante prueba.

Créanme, cuando oigan que el Taser no funcionó en tal o cual caso, pregunten si el tirador acertó en el cuerpo del objetivo. Evidentemente, si los dos filamentos que el Taser proyecta no alcanzan a la vez al sujeto agresor… NO funcionará; pero como enganchen los dos arpones… cae hasta el más grande. El Taser genera en vacío 50.000 voltios, pero en contacto con una persona baja a 400 voltios con una corriente de 0,0021 amperios. Esto lo hace no letal, per se. Es algo que varios estudios médicos atestiguan.

Durante la sesión pudimos saber que en breve se va a comercializar un cartucho de escopeta que proyecta un mini mecanismo Taser, el cual, una vez impacte en una persona, de modo automático descargará su corriente durante 20 segundos.

El JPX también fue probado, al igual que su hermano pequeño el Ángel Guardián (versión civil). Este es un sistema lanzador de gas OC, que según quienes lo han probado en su pellejo es muy eficaz, llegando a producir la paralización momentánea de quien lo sufre. Según parece, la sensación que se percibe al ser alcanzado, incluso levemente, “es como si te hubieran arrojado agua hirviendo a la cara”, perdurando la sensación por espacio de más de media hora.

Posee un alcance de aproximadamente 7 metros, de hecho en el curso ha sido probado a esa distancia. El OC procede del pimiento de cayena, por ello, al ser natural, no provoca efectos secundarios. Es muy ligero y tiene aspecto de arma corta de fuego. Destaca su elevada velocidad de salida, sorprendiendo el chorro de OC a quien lo recibe.

Previa autorización de la dirección del centro de formación, representantes de la revista Tactical filmaron y prepararon un artículo sobre el curso, coincidiendo la visita de esta revista con el día dedicado a las armas largas y también a las armas de letalidad reducida. No sólo la prensa escrita estaba invitada al curso. Reseñar que también un redactor y cámara de la cadena televisiva Antena 3 estuvieron presentes, durante horas, en las galerías de tiro de la Academia. Estos profesionales de la información fueron testigos del programa de formación de tiro en condiciones de baja luminosidad. Días después, en los telediarios de la tarde y noche, emitieron el documental del curso.

Durante una jornada completa, tres mandos policiales de tres cuerpos distintos expusieron, con lujo de datos, los respectivos programas de formación en tiro y armamento que se imparten en sus academias.

Desde la Academia General de Policía, ubicada en Ávila, se desplazó el inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía Francisco Herrero; desde El Escorial, concretamente desde la Academia de Oficiales de la Guardia Civil, fue el teniente Rosillo el encargado de exponer el sistema formativo en tiro y armamento, de su organización policial. Finalmente, el jefe de la Policía Local de Alcobendas (Madrid) expuso el plan de entrenamiento de tiro de su plantilla.

Los tres ponentes abrieron un turno de ruegos y preguntas, y si bien los tres tuvieron que responder a las cuestiones de los instructores cursillistas, fue el Tte. Rosillo quien más dudas tuvo que saciar.

El último cartucho: el examen
Al final llegó el examen. La última jornada del curso se dedicó íntegramente a la realización de las tres pruebas finales. Todos los alumnos hicieron —hicimos— el ejercicio escrito en el mismo aula. La prueba consistía en un examen de quince preguntas relativas al amplio temario estudiado. Diez de la preguntas eran tipo test y cinco a desarrollar por escrito.

La siguiente prueba fue la de precisión. Por el orden establecido alfabéticamente desde el primer día, las cuatro líneas de tiro creadas fueron entrando de una en una en las dos galerías cubiertas, e insonorizadas, utilizadas para este curso. No obstante, el centro de formación posee otras dos galerías más, de similares características. Finalmente llegó la prueba reina, el examen de tiro defensivo. Este ejercicio estuvo muy bien diseñado y contó con más de diez ejercicios que, a su vez, estaban compuestos por varias series de disparos. Si alguien está pensado en recorridos de tiro, como parte del entrenamiento o del examen, se equivoca. Ese tipo de entrenamiento no se hace en la Academia de Policía de la C. de Madrid.

Si el director del curso pretendía provocar grandes dosis de estrés en los tiradores, lo consiguió. No recuerdo haber visto a ningún tirador que no estuviera altamente motivado y extremadamente estresado. Incluso los mejores tiradores de las cuatro líneas de tiro estaban oliendo su propia adrenalina. No era para menos, algunos de los ejercicios presentaban extrema dificultad, pues los tiempos de exposición de las siluetas eran, en muchos casos, muy, muy cortos, y además estaba en juego el APTO del curso.

Algunos de los ejercicios —tres de ellos— fueron en total oscuridad. Lógicamente en esas series los tiradores empleaban, cuando tocaba, la linterna táctica. Todos los ejercicios se realizaron a distintas distancias de enfrentamiento y con diferentes tiempos de exposición del blanco. El tiempo iba en función a la distancia de la supuesta agresión armada.

Sin más y tras finalizar todas las pruebas, se clausuró el curso. El director y principal profesor del mismo, Javier Pecci, se dirigió a los asistentes para agradecerles el tiempo e interés invertido. Antes de abandonar las instalaciones, el resto del cuadro docente y el coordinador del Área Operativa de la Academia, hicieron lo propio agradeciendo a todos los alumnos su asistencia e interés.

Este cronista aprovecha la ocasión para agradecer a la Academia de Policía de la Comunidad de Madrid, y a su cuadro de profesores, la ocasión que le han brindado de poder haber estado allí con los mejores, tanto con los mejores tiradores como con los mejores profesores.

Nota: Algunas de las imágenes que ilustran este artículo han sido cedidas por la revista Tactical, motivo por el que este autor le está muy agradecido al Javier Galán.

PUBLICADO EN EL PERIÓDICO ARMAS.ES DEL MES DE DICIEMBRE DE 2009

Comentarios

  1. Compañero Ernesto, no deberias publicar articulos como estos, que lo unico que hacen es ponernos los dientes largos a los que como yo jamas vamos a poder acceder a este tipo de formacion.

    Me explico, en mi plantilla como en muchisimas mas , me temo , el tiro o mejor dicho su formacion es algo anecdotico
    .
    De hecho aunque en teoria deberiamos ir como minimo una vez al año a realizar las practicas de tiro ( por llamarlas de alguna manera, aunque yo las definiria como quemar municion sin ton ni son ) no es raro ni infrecuente que se pasen varios años sin realizar ninguna tirada y si tienes la osadia de preguntar que por que no se realizan dichas practicas te contestaran o no depende de como se levanten nuestros preclaros responsables que hay cosas mas importantes que ir a tirar cuatro tiros, total para lo que haceis.

    Me temo que esta situacion no te sera del todo desconocida y conoceras como me sucede a mi a cantidad de compañeros que se encuentran en esta lastimosa situacion, los cuales si quieren entrenar, tienen que hacerlo por su cuenta y riesgo medio a escondidas, gastandose evidentemente su dinero y rezando para que alguno de sus "compañeros" no comente en su jefatura que se ha enterado que vas a tirar tiros ( asi lo suelen llamar los mas avezados ) con lo que rapidamente te llamaran para preguntarte si no se te habra ocurrido llevarte el arma de servicio para realizar dichas practicas , algo de todo punto censurable, no vaya a ser que adquieras destreza en su dominio y jefatura no tenga nada que ver con ello.

    Asi esta el patio amigos , desde las administraciones se prefiere que sigas siendo un inutil, pero un inutil con todas las de la ley, esto es como el perro del hortelano , ni come ni deja , no se hacen practicas pero tampoco te dejo que entrenes por tu cuenta.

    En cuanto a todo lo que se refleja en el articulo, que decirte Ernesto , que me das mucha pero que mucha envidia,estar en contacto con gente que es consciente de la necesidad de la formacion en tiro, con personas como tu que le han visto las orejas al lobo y lo pueden contar gracias a esa formacion es un lujazo al cual muchos de nosotros jamas podremos acceder por la corteza de miras por decirlo de forma suave aunque mas bien es la desidia y la falta total de interes de nuestras administraciones y por que no decirlo de nuestras jefaturas, a las cuales les importa tres coj... nuestra formacion en este como en tantos otros aspectos.

    Pero bueno es lo que hay , esperemos que vengan tiempos mejores .
    Un saludo

    Carlos.

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    1. Estimado Carlos:

      Gracias por comentar y tus palabras. Te ruego contactes conmigo en privado (epr05@hotmail.es). Quisiera usar este comentario tuyo como artículo en sí mismo. De ese modo podré acreditar que lo que digo y de lo que me quejo no es un capricho o una visión sesgada por mí, sino una realidad sufrida por muchos.

      Ernesto Pérez Vera.

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  2. Compañero Ernesto, he intentado ponerme en contacto contigo pero parece que el outlook express no esta por la labor, pero para comentarte que por supuesto que puedes utilizar el comentario para lo que estimes oportuno me sobra con este otro mensaje.
    Un saludo
    Carlos.

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  3. Conversación mantenida con varios compañeros la última noche que he estado de servicio al verlos mirar un video de policias americanos en pleno tiroteo, "les digo ojito que aquí tambien hay tiros y más de los que os creeis, no os equivoqueis por estar pasando una epoca un poco placentera" respuesta mayoritaria " aqui no pasa nada". Con esos mimbres que cesto pretendemos hacer.Cada dia tengo más claro que somos como nos modela nuestro oponente, mirar la diferencia de tipos de policía dentro de una gran ciudad y como el distrito donde presten servicio los modela para adaptarse al entorno, a un distrito canalla un policía canalla y así.Seguramente donde más caña más interes por el tiro y al reves. Por lo tanto si no vemos un posible peligro nos deshinibimos, no estaremos alerta y reaccionaremos tarde. Un saludo Jose Moreno

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    1. Gracias, Pepe.

      Dile a alguno que se pase por aquí y lea un poco, leer no produce ronchas.

      Ernesto

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  4. Lo intento solo han prestado atención un total de tres o cuatro, ya me canso de repetirles que navegen por internet en temas profesionales que gracias a Dios hoy en día tienen esa posibilidad, antes teniamos cuatro libros, una revista y el boca oreja. Pero te hacen caso el ratito que te tienen enfrente luego seguramente más de uno hara una peineta.Un saludo Jose Moreno

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