Factor suerte y mentalización

Por Ernesto Pérez Vera

Por fin creo que me he aclarado. Hace un mes dije, en un comentario realizado en mi perfil de Facebook, que determinado maestro del golf era el autor de cierta frase. Pero un buen amigo y compañero, golfista él, me dijo que estaba equivocado y que la cita era de otro jugador de golf. Lo tomé en serio e hice público mi error en la misma red social y hasta en una conferencia. Más tarde averigüé que nadie tenía realmente claro el origen de dicha frase. Pues bien, hoy he leído un artículo deportivo que pone otro nombre en la palestra. Así las cosas, ahora  parece que “cuanto más entreno, más suerte tengo” lo dijo Gary Player, más conocido como ‘Black Knight’, el Caballero Negro. Player, nacido en Sudáfrica en 1935, siempre vestía de color negro en los torneos en los que competía.  

Vamos con otra cita, esta vez pronunciada en el siglo XIX por el científico francés Louis Pasteur, famoso por sus importantes aportaciones al campo de la investigación química y microbiológica. Pero no se me aburran, por favor, que la trama del artículo tiene su cosa. Tiene moraleja. Pasteur dijo que “el azar beneficia a las mentes preparadas”. Como ven, tanto el deportista de élite del siglo XX como el científico del XIX nos hablan de la fortuna, del azar, de la suerte. No creo que sea casualidad que ambas citas refieran lo mismo y que, después de tantos años, sigan siendo recurrentemente utilizadas. ¿Por qué será? Sinceramente, no lo sé, porque ni soy élite en nada, como el sudafricano, ni he recibido premios internacionales por mis aportes en ninguna disciplina, como sí sucede con el gabacho. Pero siendo un simple y humilde observador de lo que ante mí acontece, me da por pensar que tal vez la suerte de nuestro futuro tenga relación con lo que hacemos en el presente y con lo que hicimos en el pasado.

Bien, hasta aquí las citas famosas y mis escoras filosóficas. Ahora vamos a lo que íbamos. Es pronto, muy pronto, para sacar conclusiones claras de cómo y porqué sucedió lo de Vigo el 28 de noviembre. Sí sabemos el qué: que una mujer policía murió, que un agente varón resultó gravemente herido, que una civil recibió un balazo y que un atracador fue abatido (muerto) por la Policía. Ahora, cuarentaiocho horas más tarde, quienes no estamos en contacto con la investigación del tiroteo no sabemos si el policía portaba un chaleco de protección balística; unos dicen que sí y otros que no. Lo que sí parece estar meridianamente claro es que ella, la finada, no lo llevaba. También es información ya contrastada que la asesinada recibió dos impactos de bala, dicen que uno en el corazón, mientras que el funcionario herido fue alcanzado cinco veces, una de ellas en un pulmón. Parece confirmado que la munición empleada por el infame homicida era como la que los propios agentes llevaban en sus pistolas, o sea, de 9 mm Parabellum.

También sabemos, desde los primeros minutos, que el policía que ha salvado su vida perteneció al Grupo Especial de Operaciones (GEO). Aquí tenemos dos historias de suerte, una de buena suerte y otra de mala suerte. Es obvio que la mala fortuna se cebó con la chica, con Vanessa María, que aunque únicamente fue alcanzada por dos proyectiles, estos lesionaron gravemente órganos vitales. No es que dos balazos me parezcan poca cosa, Dios me libre, pero comparados con los cinco que recibió Vicente, no parecen muchos.

Tanto si el policía llevaba chaleco como si no lo llevaba, aquella tarde le tocó la parte buena del azar que regaba el barrio vigués Del Calvario. Como algunos venimos sosteniendo, lo más importante no es el mayor número de impactos que se logren, sino su colocación en el blanco. Dolorosa y sangrante prueba de ello es Vanessa María, que con solo dos tiros sufrió lesiones incompatibles con la vida, dado el punto tan concreto de su anatomía a donde vino a entrar al menos una bala. Así pues, Vicente tuvo la fortuna de que aunque fueron cinco las balas que penetraron su pellejo, ninguna devastó órganos ‘valiosos’, como sí le sucediera a su compañera. Esto es, sencillamente, obra del factor suerte. Ahora bien, a mayor número de impactos puestos en el objetivo, más posibilidades hay de que alguno dé donde más beneficie al tirador que se defiende.

Por cierto, que nadie se llame a engaño y crea que el atracador apuntó con calma a la pareja de uniformados. Tampoco es admisible pensar que este ladrón practicaba tiro todas las semanas. Él también se vio agraciado por la buena suerte, antes de que la mala acabara con su miserable existencia, de la mano de los disparos efectuados por otros funcionarios. A ver, es así de sencillo, si con los ojos cerrados lanzo a la vez quince naranjas contra quien se sitúe a un puñado de metros de mí, casi seguro que con alguna le daré en la cabeza. ¿Puntería? No, nada de eso. Suerte por saturación de la zona. Busquen el símil con el cargador de doble capacidad que el malo vació (dato aparentemente confirmado) contra la fuerza actuante: siete impactos eficaces, errando una cifra igual o superior.

Pero el delincuente contaba con algo vital a su favor, la determinación. Los ilegales no tienen que respetar las normas, por ello son lo que son. Determinados perfiles delincuenciales no se lo piensan a la hora de abrir fuego contra quien sea, porque no les importan nada las consecuencias de sus acciones. Esta es la razón por la que los criminales suelen ganarle estas partidas a la Policía, porque están concienciados de que si tienen que disparar… lo van a hacer. Con anterioridad lo han meditado seriamente, se han convencido de ello y han programado sus mentes para llevarlo a cabo. Los buenos, los policías, no. Grave error. Quienes respetan las leyes y además velan por su cumplimento, no suelen salir a la calle mentalizados para dispararle a nadie. Muchos creen que sí, pero es que no: en las academias de policías se inculca miedo al mero desenfunde del arma, y luego, a lo largo de la carrera profesional, este miedo se cultiva y alimenta hasta alcanzar niveles de terror, de verdadero pavor.

Puede que Gary Player y Louis Pasteur lo clavaran. Si se confirma que Vicente portaba un chaleco de protección balística, cosa que cobra sentido con los últimos comentarios vertidos a través de los medios de comunicación, esto seguramente se debió a su mayor nivel de adiestramiento y concienciación por proceder de una unidad policial que desempeña misiones especiales de alto riesgo y que, con total seguridad, entrena con mucha más frecuencia que las unidades convencionales. Por tanto, esta mayor formación sería la responsable de que la mente de este hombre estuviese ‘preparada’ y por ello se viese beneficiado, como justamente sostiene Pasteur. Y como suscribe Player, tuvo suerte porque entrenaba. Yo, sin ánimo de crear una línea de frases para la posteridad, digo que quienes mejor entrenan y más se conciencian, menos suerte necesitan.

Honor y gloria para quienes caen cumpliendo con el sagrado y noble deber de defender los derechos y las libertades de la ciudadanía.

Comentarios

  1. Como bien dices Ernesto aun desconocemos muchas cosas, y creo que nunca llegaremos a saber en realidad todo lo acaecido es viernes negro. Pero una cosa esta clara el "CHORO" salio a por todas y no le importaba nada matar...

    Es lo que una vez y otra repetimos en coloquios, cafes, y cigarrillos "El maestro" y yo, el delincuente juega con ventaja, sabe que estamos pillados de pies y manos en casi todo momento. Que muy pocos desenfundariamos nuestra arma y menos aun los que apretariamos el disparador, mientras él sabe que si lo coje tiene poco que perder:

    a cuanto lo condenarian??
    Cuanto tiempo cumpliria??
    ademas de que cuando salga, lo hace con privilegios tales como subsidio de desempleo, y cursos de reciclaje( llegue a conocer a uno que estaba haciendo "curso de cerrajeria" y anteriormente se dedica a los robo en interior de vivienda, jijijij venga ademas lo enseñais...).
    Pero regresando al Viernes Negro, he leido varios cientos de articulos, notas de prensa, washap y facce, pero en una de ellas una empleada de la entidad bancaria relataba los hechos( al parecer segun ocurrieron, yo no estaba alli y no sere quien los juzgue si lo hicieron o no bien,) en dicho relato segun comenta el aviso al 0.91 lo da otra empleada fuera de la entidad que habia terminado su turno( o algo asi) y mi pregunta es:

    **Se les dio toda la informacion al Z,?? ( no lo pongo en duda, pero ufff ir asi a saco sabiendo que es real a un porcentaje muy alto, y no parar a pensar...o parapetarte)

    **Pecaron de exceso de celo policial,?? ( no sere quien les critique por ello o les juzge repito) tal vez como todos en alguna ocasion.

    **Por que no se monto una salida en condiciones parapetados, tras vehiculos y haciendo un embudo al chor??


    Y para todas estas preguntas mi unica repuesta, la que mi mente me da una y otras vez es la misma, falta de preparacion, falta de medios, falta de personal.

    No puede ser que un cuerpo que se dedica a la seguridad ciudadana en todos sus aspectos, no tenga cursos para sus agentes de entrada y registro a domicilio( y si los tiene, no conozco a nadie que lo halla realizado).

    No puede ser que no se realicen ejercicios de tiro con siluetas de rehenes, parapetos y bajo tension ( oscuridad, nervios, guantes, cambio de cargador)( ah que esto es para EE.UU) aqui no pasa nada nunca..
    No quiero ser cansino asi que voy dejando paso a otro comentario.
    con una reflexion.
    "" EN LA VIDA HAY QUIEN DECIDIO SER EL LOBO EN LA MANADA, Y QUIEN DECIDIO SER OVEJA EN EL REBAÑO, YO DECIDI SER EL PERRO PASTOR. ODIADO POR LAS OVEJAS, PERO TEMIDO POR LOS LOBOS.""

    D.E.P compañera vela por nosotros.
    MUCHO animo y fuerza compi como dijeron en una ocasion RESISTIR. Y AGUANTAR, LUCHA QUE LO CONSEGUIRAS.

    al restos cuidado, y si llegada la ocasion se debe desenfundar hacerlo con decision, no hay verguenza en ello,y nuestra familia lo agredecera.

    YAYO.

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    1. Hola, Yayo. ¡Gracias por el comentario! Me hubiese encantado trabajar con "el maestro".

      Saludos a ambos.

      Un abrazo.

      Ernesto.

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  2. La preparación sin la determinación no vale para nada y en eso nos ganan ellos no tienen dudas y nosotros todas, e leído que no se si será verdad que alguien grito que la pipa era de mentira primera duda, le rehén otra duda, los problemas con la ley otra duda y así hasta ni se sabe y en la duda se pierde la preparación. Ellos no dudan. Y todo lo dicho en dos, tres, cuatro segundos eso supera a cualquiera a mi el primero. Un saludo. José Moreno

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    1. Gracias por tu comentario, Moreno. En esos 4 o 5 segundos de duda un tirador medio puede vaciar un cargador de 15 sin problemas. O sea que podría regar de balas una calle.

      Por cierto, determinado mando policial ha dicho en diversos medios de televisión que "conste que los policías no dispararon primero", dejando entrever que aunque estaban siendo encañonados NO podían disparar y por eso no lo hicieron. ¡¡¡Cómo puede decir eso un subinspector de policía!!! O sea que si mañana me están encañonando no puedo disparar al malo porque hay imbéciles que creen que, como cuando se va a comprar un piso, una parte tiene derecho de compra primera o en este caso derecho de sangre. Eso no es así, pero si acaso lo fuese sería a favor de nosotros los policías. Por cierto, no me resisto una vez más: hay policías y gente que trabaja en la Policía.

      Un abrazo, maestro del asfalto y las aceras.

      Ernesto.

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