Papel mojado: mentiras institucionalizadas
Por,
Ernesto Pérez Vera
Aunque su
nombre siempre me recuerda a las magdalenas que comía de niño, este Ortiz consume algo más que repostería. Con
sumo gusto invierte su tiempo libre en verificar extremos que lee en
artículos o libros, amén de los que oye en conversaciones con otros
aficionados, pocas veces compañeros de profesión. Manolo, que fue legionario y
que hoy es policía y músico, es también un avezado experimentador de cosas
relacionadas con el tiro encaminado a salir lo más airosamente posible de un
encuentro armado. No es manco, tiene una pistola Sig Sauer P-228 (9 mm
Parabellum), un revólver Smith and Wesson 586 de cuatro pulgadas (.357 Magnum)
y el arma que posteriormente será mencionada.
Mirando de
reojo hacia aquellos artículos escritos por mí, llamados Test balístico casero (parte I) y
Balística casera (parte II), este compañero, pero sin embargo amigo, ha
realizado un test tan rustico o más que los que yo llevé a cabo: ha disparado
sobre periódicos mojados, que estuvieron empaquetados y sumergidos en agua
durante cuarentaiocho horas. Hablamos
de un objetivo que presenta un fondo de ochenta centímetros de profundidad,
compuesto por papel con un gramaje medio de cincuentaidós gramos por metro
cuadro.
Desde una
distancia de cinco metros del blanco y usando una pistola Smith and Wesson 910,
Ortiz fue realizando diversos disparos con cartuchos de 9 mm Parabellum
montados con varios tipos de proyectiles. A saber: Remington
Golden Saber 147gr, Remington Golden Saber
124gr, Geco blindada/FMJ 124gr, Fiocchi plomo grafiteado 124gr, Santa Bárbara blindada/FMJ 115gr y Fiocchi Black Mamba 100gr, Fiocchi EMB 92gr. Como
ven, mucho de lo que nos podemos encontrar en la cintura de casi todos los
agentes de seguridad públicos y privados de este país.
Antes de conocer
el resultado de este ‘estudio’, seguro que muchos harán sus cábalas recordando
las lecciones erróneamente aprendidas cuando eran policías alumnos. Lo de mal aprendido no lo
dirijo contra quienes ocuparon tal rol sino que va por los redactares de
aquellos infames y nefastos temarios, atentatorios contra la realidad balística
terminal.

Las puntas
expansivas referidas en el párrafo de presentación se comportaron como se
esperaba de ellas: quedaron alojadas dentro del objetivo. En este caso no se
hubieran producido riesgos a terceros, de haberse tratado de una situación real
producida en la plaza del pueblo o en el aparcamiento de un centro comercial.
Pero si esto es importante, que lo es, para este autor también tiene valor
conocer en qué momento se detuvieron las trayectorias (cavidades permanentes). Pues bien, de
este elenco la bala que más penetró fue, como era de esperar, la más pesada: la
Golden Saber de 147gr. Física
pura. Le
siguió su hermana de 124gr, la cual se detuvo catorce centímetros por detrás (a
cuarentaitrés [43]). De Golden Saber nada más que fue probado un
cartucho de cada peso, pero de EMB (92gr) se tiraron tres.
Vamos a
entrar en más detalles. Detrás del bloque de periódicos fue situada una garrafa
de plástico que contenía veinticinco litros de agua. Hasta el recipiente
llegaron todos aquellos proyectiles que atravesaron el mamotreto, perforándolo
únicamente la punta Santa Bárbara que a punto estuvo de atravesarlo. El resto
tan solo abolló la pared plástica del contenedor.
¿Científicamente
qué prueba todo esto? Nada, no prueba nada. Esto no ha sido más que una prueba
realizada con muy buenas intenciones, pero sin aparataje de laboratorio. Ahora
bien, ¿acaso las conclusiones finales no coinciden con las obtenidas mediante
el empleo de medios técnicos de precisión? Sí, coinciden.
Una vez más
se demuestra, en el patio trasero de casa, que las puntas convencionales
consumidas por la Policía penetran en exceso, generando riesgos para las
personas ajenas a las intervenciones policiales. Por otra parte, aquellos
proyectiles diseñados para deformarse al impactar en cuerpos blandos penetran
mucho menos. Tanto es así que incluso la Cruz Roja Internacional los aconseja para uso policial urbano, en armas cortas. Pero
aquí no, aquí, palurdos y acomplejados, le ponemos la zancadilla a quien
postula estos principios y usos.■
Hace 8 meses redacte un informe explicando los mismos conceptos para que AUGC lo presentara en la DGGC, centrandome en la necesidad real de cambiar las puntas blindadas de 115 grn de la guardia civil por otras más adecuadas (mas pesadas y de punta hueca)....a dia de hoy ni han respirado, creo que no han muerto suficientes compañeros, ya sabeis, cuando muera un guardia apuñalado por un tarado despues de dispararle 1 balazo que lo atraviese limpiamente sin que el tio se inmute, se lo plantearan y al cuarto guardia muerto a lo mejor lo cambian.
ResponderEliminarHola, Accipeter. No se lo plantearán. Ya ha ocurrido y no ha pasado nada. ¿Recuerdas aquel dolorosísimo accidente acaecido en vuestra academia? Un oficial disparó dos veces por accidente en una clase de tiro y mató a un alumno por la sobrepenetración de un proyectil (blindado naturalmente) que antes ya había herido gravemente a otro profesor. Luego, además, lesionó a otra alumna. ¿Tomaron medidas? No. Pero ni la GC ni el CNP con la semiblindada, que a estos efectos y a los de rebote son la misma porquería que si fuesen blindadas. El plomo igual, más de lo mismo. Que no te cuenten historias, las semiblindadas que usan algunas unidades de la GC son la misma cosa que las otras, insisto en que no te creas otra cosa se lo oigas a quien se lo oigas. Esto es extrapolable a los cuerpos locales y autonómicos e incluso al personal privado de seguridad.
EliminarCuando yo era escolta privado mi empresa me dio munición de plomo para la preciada Sig 228 de dotación. Me dijeron que la GC exigía el uso de esa munición porque era menos peligrosa que las semiblindadas y blindadas, en caso de que atravesaran el cuerpo del objetivo. Alegaban que incluso rebotaban menos. Yo sabía que no, pero me preguntaba por qué no se aplicarían ellos el cuento. Seguramente porque sabían que todo era un cuento chino, aunque a veces pensé que la propia empresa entregaba dicha munición porque era ella quien temía a todo lo anterior… o porque tal vez la compraba más barata.
Por cierto, yo prefiero puntas ligeras antes que pesadas. Por pura física penetran menos y le tengo pavor a la idea de lesionar a un inocente por exceso de penetración de mis proyectiles.
Un saludo y gracias por el comentario.
Ernesto
Recalcar lo de la sobrepenetracion de los proyectiles blindados y de plomo. Incluso alcanzando zonas incapacitantes que como Ernesto ha dicho en alguna ocasión es la premisa del disparo certero, nos queda ese remanente alto de energía de consecuencias impredecibles. Y por favor recordemos que las puntas especiales para la función policial, son expansivas y no "explosivas", estamos hablando de munición para armas cortas con velocidades relativamente medias, nada que ver con la hipersonicas velocidades de las municiones para las armas largas, no se trata de matar, no es el fin en sí mismo, se trata de parar. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarManolo, públicamente te doy las gracias por haber efectuado estas pruebas y haberme regalado los datos para elaborar este artículo.
EliminarUn abrazo,
Ernesto.
Para mí es un honor y un placer, compañero.Un abrazo.
ResponderEliminarSería interesante ver los pliegos de condiciones por los que se adquieren los cartuchos, y a partir de hay ver donde queda la opinión de los compañeros que en los diferentes Cuerpos asesoren al de la pasta, seguro que quedan las últimas.
ResponderEliminarEn la presentación de tu libro en Ávila alguien del público pregunto a uno de los ponentes el porque de la no asignación de cartuchos tipo Actión , la respuesta fue clara "pregúntele al ministro" o sea queda claro los profesionales si saben que se debería dar, luego entran condicionantes, y me inclino a que son principalmente económicos.
Porque pasa esto, seguramente por que ningún Juez a declarado nunca como Responsable Civil subsidiario a los responsables de haber dotado al agente con una munición a todas luces inadecuada para su uso en espacios urbanos, seguramente la responsabilidad se ha quedado siempre en el que efectuó el disparo y todos tan contentos. Un saludo. José Moreno
Estimado Pepe, ¡qué buena memoria tienes!
EliminarEl señor que preguntó en Ávila sobre este tema conocía la respuesta, solo quería que alguien lo dijera claro porque él, que estaba en su casa, no podía hacerlo. Digo que conocía la respuesta porque él precisamente pasó años usando puntas expansivas/huecas en el GEO. Sabía lo que pregunta y conocía la respuesta, el chaval únicamente buscaba un altavoz, jajajaja.
Recordarás que primero respondí yo sobre las virtudes de unas puntas y las desventajas de las otras (las que usamos). Pero cuando buscó sangre con la segunda duda, la de porqué el CNP no entregaba punta hueca a sus patrulleros, yo me mordí la lengua para que no me boicotearan más. Fue cuando el presentador del evento, buen conocedor de lo que acontece y dueño de parte del alma de aquella escuela, dijo sin pudor las verdades del barquero que tú tan bien recuerdas.
Un abrazo.
Ernesto.
No he querido nombrar a preguntador y preguntado, ya que lo haces tu, yo di por entendido que la pregunta tenia mala leche, no era inocente, aun así me encanto oír la respuesta por quien la dijo y donde lo hizo. Un saludo. Jose Moreno
ResponderEliminarAllí había varios del GEO o exgeos, no es fácil saber ponerle nombre ahora al interpelador, jajaja.
EliminarUn abrazo.
Ernesto
Muy buenos días; mis conocimientos en este mundo son escasos, aunque como dice "Stallone" en la película (JOHN RAMBO), he pegado algunos tiros.
ResponderEliminarY más cuando leo todas las experiencias habidas y por haber del Sr. Ortiz.
Este hombre es una máquina, un apasionado de las armas, municiones, balísticas etc..
Enhorabuena, estaré atento por lo que puedas poner por estos terrenos.
Un abrazo
Mollá!!
Hola, Mollá. Gracias por tu comentario. Intuyo que conoces a Ortiz.
EliminarUn saludo.
Ernesto.
Correcto, se nota eh!! Somos amigos hace muchos años, gracias a él tengo hoy varias licencias de armas.
ResponderEliminarPero lo más importante, es que tengo un "AMIGO" y como he dicho en el escrito anterior; (Hemos pegado algunos tiros juntos).
Sr. Ernesto un placer y un honor saludarle.
Un abrazo
Mollá!!
Un abrazo para los dos.
EliminarErnesto
Bueno, bueno. No se nota mucho que hay amigos que te aprecian en exceso.jjjjjjj. Gracias Moya, yo también te quiero, lo tuyo en el tiro es innato. Pero al Cesar lo que es del Cesar el artículo vertido es de Ernesto, yo sólo aporte algunos datos ehice cómo bien dijo Ernesto un test más rústico que otra cosa, porlotanto que quede claro. UN ABRAZO A AMBOS. PD.Mola, me gustaría que te enganchases a este blog, no tiene desperdicio y lo mejor se comparte para aprender...
ResponderEliminarInteresante conversación la que he mantenido hace un momento con un joven científico de 9 años. Vive conmigo en casa, pero habita en todos mis pensamientos. Aunque no le gusta nada de nada lo que huela a pólvora o peligro, su ingenio no se detiene nunca y me acaba de llevar hasta YouTube para que le razone ciertas cosas a través de vídeos. Me ha dicho que sabe que las puntas huecas se abren en el cuerpo alcanzado y que ello puede provocar lesiones mayores (puede), pero quería saber por qué siempre digo que tras alcanzar un blanco suelen no ir mucho más allá. Así es como he encontrado este vídeo que tanto le ha gustado, en el que dos puntas huecas de 9 mm Parabellum disparadas dentro de una piscina no pasaron de 125 cm de distancia desde la boca de fuego, mientras que una blindada/FMJ se detuvo a 200 cm. No es más que otra forma de comprender ciertos riesgos potenciales en medios urbanos poblados: https://www.youtube.com/watch?v=j9pPVwdMFg0
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