HOMENAJE A LOS POLICÍAS CAÍDOS EN ACTO DE SERVICIO
Por, Ernesto Pérez Vera
El texto que seguidamente van leer es mi artículo de
enero de 2015 para Onda Cero Algeciras. Mensualmente aporto unos párrafos en el
‘Balcón del Estrecho’, la sección de opinión integrada en el magacín que a
diario dirige María Quirós. Como en más de una ocasión ya ha ocurrido, he
dedicado mis palabras a los policías. A la cabra le cuesta trabajo no tirar
para el monte. Ha vuelto a ocurrir. Este mes me ha tocado un día comprendido en
la primera quincena del año. O sea el periodo en el que se celebra el Día de Homenaje
a los fallecidos en acto de servicio en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado (FYCSE). Aplaudo esta medida acordada por el Consejo de Ministros el 7
de diciembre de 2008, siendo presidente del Gobierno José Luis Rodríguez
Zapatero. Pero me pregunto una cosa: ¿por qué solamente se rinde tributo a los
guardias civiles y policías nacionales?
Los funcionarios que integran los cuerpos
dependientes de las comunidades autónomas y las corporaciones locales son tan
policías como sus hermanos estatales, sin embargo en estos actos no se
contempla oficialmente el recuerdo a los mismos. No olvidemos que en virtud de
la Ley Orgánica 2/86, únicamente son FYCSE el Cuerpo Nacional de Policía y la
Guardia Civil. Los demás, 4 cuerpos autonómicos y sobre unos 1700 locales, no
dependen de la Administración Central, por lo que sus agentes no conforman las
FYCSE sino que genéricamente son Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, a secas. ¿Debe cada administración regular sus eventos
de recuerdo para sus propios policías caídos o debemos homenajear unidos a nivel
nacional?
Para ONDA CERO Algeciras
(13 de enero de 2015):
Martes 13, valiente día me ha tocado en suerte para
mi primer Balcón del Estrecho de 2015. Pese a que soy supersticioso… he
aceptado el envite. No, no soy un valiente, ¡ojalá! Valientes son los que
diariamente asumen la enorme y vital responsabilidad de entrar en un quirófano
para, tras rajar el pellejo de sus pacientes, tratar de reducir sus padeceres
de salud. Valientes son quienes corren hacia las llamas cuando la gente huye de
ellas. Y valientes son también, y
ahí me duele más porque son mis hermanos, quienes se enfrentan a los criminales
cumpliendo una sagrada y constitucional misión. Sí, ahora hablo de los integrantes de los cuerpos policiales, de
todos sin distinción, porque todas las fuerzas de seguridad están obligadas a
proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y a garantizar la
seguridad ciudadana.
Ahora la sociedad se conduele por las trágicas
pérdidas policiales de las últimas fechas y estrecha las manos de quienes lucen
o hemos lucido placa, porra y pistola. Hoy los crespones negros y los minutos
de silencio están muy bien, pero son falsos en demasiadas ocasiones. Muchos de
quienes hoy aplauden al paso del féretro de un agente asesinado mientras
defendía el Estado de Derecho, ayer lo criticaron exactamente por lo mismo. Ya
lo he dicho muchas veces desde este mismo palco que mensualmente me presta Onda
Cero: aparquemos la hipocresía y respetemos, siempre y de verdad, a estos
servidores públicos.
El mismo que ahora le está poniendo la para usted
siempre injusta multa, dentro de 5 minutos podría estar batiéndose el cobre con
un atracador en el banco donde trabaja su hija de usted. O incluso podría estar
corriendo escaleras arriba por el edificio en llamas en el que su madre,
también de usted, podría verse atrapada. Algunos de estos héroes mueren
ahogados tratando de rescatar a personas incautas e inconscientes que se lanzan
al mar cual boyas de plomo.
Señores oyentes, les ruego que cuando se crucen por
la calle con un policía lo miren con respeto, porque aunque usted no lo sepa,
porque nunca lo sabrá todo, seguro que alguna vez habrá realizado hechos
destacables dignos no solo de respeto sino de admiración. Hágalo con los de
verde, con los de azul y con los de amarillo, porque ellos no mirarán de qué color
es su carné o su piel cuando grite
socorro y pida ayuda.
No es necesario que un servidor público se derrame
en una calle cualquiera para que nos acordemos de que los policías tienen padre
y padre y a veces hermanos e hijos. Estos seres humanos son como usted, solo
que ellos están a su servicio.■
Bueno amigo Ernesto, a veces con pocas palabras se puede decir mucho. Pelos de punta y emoción me ha producido este homenaje con "MAYUSCULAS" hacia tus compañeros. Gracias, ¡gracias por estar ahí!. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Manolo.
EliminarUn agrazo.
Ernesto
Todas las medidas tomadas por una administración pueden ser reformads y ampliadas. Tal vez nadie ha pedido que se amplie a los otros cuerpos?
ResponderEliminarSaludos.
Hola, López. Seguramente sea eso que dices, que nadie ha pedido que sea apeada la siglas FYCSE y se deje exclusivamente FYCS.
EliminarUn saludo.
Ernesto