DOS MEJOR QUE UNA, ¿POR QUÉ NO?

Por, Ernesto Pérez Vera


Cuando vemos policías americanos en la televisión solemos alabar la ostentación armamentística y de material de la que normalmente hacen gala, allí, los agentes de la autoridad. Si los polis en cuestión además protagonizan una película, ya entonces lloramos de envidia. Nos pasa lo mismo aquí, en España, cuando admiramos el equipamiento de nuestros compañeros de las unidades especiales, quienes además de aparecer con una pistola en el muslo o en el chaleco táctico también lucen un fusil de asalto o subfusil entre sus manos. Nadie se cuestiona si estos agentes realmente tienen que llevar consigo tan apabullante dotación: numerosos cargadores de treinta cartuchos para las armas largas y dos o tres para las cortas; amén, por ejemplo, de varias granadas aturdidoras. 

Personalmente me parece acertadísimo que estos funcionarios lleven consigo todo lo que pudiera hacerles falta llegado el caso, lo que incluye, por qué no, varias armas por policía. Pero si ellos saben a dónde van y contra quién y cuándo se van a enfrentar, y llevan todo eso, ¿por qué un patrullero normal y corriente de pistola, placa y porra no lleva consigo un lógico refuerzo de material? Algunos, por no llevar, no llevan ni radiotransmisor sino un teléfono móvil que se convierte en inoperable, ante la sacudida hormonal que sufrimos los humanos en situaciones de estrés por miedo.

Espero que a nadie se le escape que el policía que ahora mismo está poniendo una simple multa de tráfico en cualquier esquina solitaria, dentro de cinco minutos podría estar batiéndose el cobre en la puerta de un banco, de una joyería o de un supermercado, también cualquiera. Eso por no decir, por ejemplo, que podría verse escaleras arriba por un edificio en llamas en el que un malnacido hubiera metido fuego a su casa con la familia dentro. Quiero decir, y lo digo, que los funcionarios patrulleros corrientes y molientes son, posiblemente, quienes con más recursos materiales deberían de contar a su disposición de modo inmediato, porque, en contra de la ventaja de la que disfrutan sus compañeros de operaciones especiales, ellos nunca saben si el ciudadano al que acaban de darle el alto en aquella esquina es un criminal que huye y que, sin previo aviso y sin haber levantado previas sospechas…, puede tratar de acabar con tan incordiantes uniformados. Ha pasado, está pasando y, seguramente, seguirá pasando.
El cine nos muestra polis americanos dotados de escopetas y/o fusiles de asalto en todos los coches patrulla, pero también nos traslada la suculenta, novelesca y atractiva imagen de agentes que portan dos o incluso tres armas cortas a la vez, estando siempre la segunda o tercera profundamente oculta o disimulada ante los ojos del público general. En la pantalla esto nos pone, nos gusta y nos hace fantasear (obviamente, a unos más que a otros), pero cuando se detecta que un igual hispano emula lo antedicho… lo sometemos gratuitamente a la crítica destructiva. En realidad, no hace falta ni echarse encima otro hierro para ser objeto de escarnio; el mero hecho de comentar tal posibilidad abre la veda de la sinhueso y de las descalificaciones. A este fenómeno de potar armas de respaldo o de apoyo,  los anglosajones le llaman back-up.

Algunos pensarán que portar una segunda arma de puño, concepto general de arma corta de fuego que engloba a la pistola y al revólver, es una fantasmada. La verdad, no dudo de que alguno se la pueda echar encima junto con la sábana y las cadenas, pero confío en que la mayoría sabrá valorar la ventaja que proporciona tener una segunda oportunidad cuando todo parece haber caído al abismo. De todos modos, no hay que caer en la obsesión de ir armado y mirando para atrás en todas las esquinas.

Son muchos los supuestos que se pueden plantear en los que tener un arma oculta, sin conocimiento del agresor, puede suponer un giro a una situación adversa. La mayor parte de los policías con los que he hablado de este tema me han dicho que, aun no habiéndose planteado la opción de llevar un back-up, lo ven útil en los casos de desarmes violentos. No ven otras ocasiones en las que poder recurrir a tal respaldo. Pero lo cierto es que son muchas las hipótesis que se pueden dar, solo que casi todo el mundo se centra únicamente en esta: malo quita pistola al bueno. La verdad es que esto sucede muy poquísimas veces.

Siempre que hablo de este asunto recuerdo aquel concepto llegado desde el New York Police Department (NYPD): el cambio de cargador a la neoyorquina. El famoso instructor de tiro policial Jim Cirillo, que ejerció en el NYPD durante los años sesenta y setenta del siglo XX, acuñó esta denominación y sistema. Durante un enfrentamiento ya en marcha y ante la necesidad de recargar el arma principal o de resolver una traba mecánica, Cirillo desechaba tal opción y extraía otra arma más pequeña que siempre portaba oculta a la vista de terceros. Por cierto, Cirillo siempre usó como back-up un revólver del calibre .38 Especial con cañón de dos pulgadas o una pistola Walther PPK del 9 mm Corto. A veces incluso llevaba ambas a la vez. Este afamado instructor falleció en un accidente de tráfico cuando contaba más de setenta años de edad, pero había participado, ¡ahí es nada!, en alrededor de quince  tiroteos. Trabajó la calle en la convulsa época de los mil y un atracos diarios a bancos, licorerías y farmacias de Nueva York. Creo que este tipo sabía lo que hacía. Abiertamente me declaro un admirador, un “ciriliano” ¡Ah!, por cierto, en Nueva York he podido ver a varios agentes uniformados portando el arma de respaldo a la vista: una pistola Glock tamaño estándar en la cintura pendiendo del cinto y otra de la misma marca, o un revólver pequeño, en una funda interior pero al alcance del ojo ciudadano. Esto se me antoja ideal para el referido cambio de cargador a la neoyorquina.

El uso del back-up podría ser crucial ante el “encasquillamiento” del arma principal. Incluso una persona entrenada podría verse ralentizada durante un enfrentamiento real, mientras trata de devolver su pistola a la situación de fuego. Son varias las posibles trabas que se pueden estudiar y la mayoría son de rápida y segura resolución cuando se está adiestrado, pero otras son imposibles de resolver eficazmente durante el curso de un enfrentamiento. Ante la temida doble alimentación o frente a un fallo mecánico del arma (avería en el peor momento), mejor extraer otra.

En Norteamérica no son pocos los policías que han salvado la vida gracias a que llevaban oculta otra arma de puño (otras veces no tan oculta). Otros hubieran dado cualquier cosa por tenerla. Pero lo cierto y real es que incluso allí se producen pocos desarmes y no siempre finalizan luctuosamente. Estamos haciendo referencia a la opción más manida de todas, el arrebato del arma por parte de un hostil, pero hay otras formas de perder el arma durante la prestación de servicios cotidianos que se complican. Otras veces no se pierde físicamente la herramienta sino que desaparece su operatividad. He visto unas cuantas pistolas caer al suelo desde su funda durante persecuciones a pie, saltos de muros y enfrentamientos físicos violentos de esos que acaban con los policías revolcados por el suelo con personas agresivas. En todos los casos vividos por mí, que son unos cuantos, las pistolas siempre pudieron ser recuperadas, con más o menos rapidez, por otros agentes presentes. Pero del mismo modo que los buenos conseguimos agacharnos y recoger el arma de un compañero, un contrario también puede. Una segunda oportunidad hubiera podido ser, en estos casos y llegado el vital momento, llevar un arma de respaldo.

El back-up, como es lógico, deberá ir casi siempre oculto a la vista de terceros, pero no por ello en un lugar inaccesible. El hecho de portar un arma difícilmente detectable no debe ser óbice para hacer de ella un uso más o menos rápido. El tobillo es la zona en la que tradicionalmente se han llevado estas armas durante la segunda mitad del siglo XX, hasta nuestros días. Pero los bolsillos también han sido muy usados, cuando las armas eran lo suficientemente pequeñas. Las sobaqueras también fueron muy recurrentes como lugar de portación de armas de apoyo. Todos  recordamos haber visto en el cine a algún jugador de cartas extrayendo una Derringer o un pequeño revólver del interior de su chaqueta, ¿a que sí?

El mantenimiento del arma de respaldo deber ser tan importante o más que el cuidado que se preste a la principal. Al arma principal, por el mero hecho de serlo, siempre se le prestará más atención. La otra, por ser la secundaria, muchas veces será olvidada y poco mimada. Un error, sin duda. Ambas deben estar siempre a punto, pero si una de las dos puede verse algo más afectada por pelusas, polvo y roña ambiental es, muy probablemente, la segunda. Un arma que siempre está ahí abajo, en el tobillo por ejemplo, puede verse alcanzada por más partículas de polvo, arena o suciedad en general que el arma principal. La principal suele estar más alejada de estas contaminaciones. Doy fe de ello, como habitual usuario de tobilleras que he sido.

Además, el arma principal estará tan a la vista que a poco que presente suciedad ésta será detectada y la subsanación podría hacerse casi en el acto. Los que portan diariamente un arma en el tobillo, o profundamente escondida bajo la ropa, lo saben bien: el arma acumula más restos de indeseadas partículas. No obstante, las armas modernas son de tal calidad y fiabilidad que mucha suciedad tienen que tener acumulada para que dejen de funcionar. Otra cosa. Entre las pistolas semiautomáticas y los revólveres, las primeras siempre serán más sensibles a estos factores higiénico-ambientales.

Portar un segundo arma puede venir bien incluso cuando la principal funcione correctamente. Se puede dar una situación en cual la principal no pueda ser asida para repeler una acción. Es el caso de quienes trabajan como conductores de seguridad, portando un arma en un tobillo o en una sobaquera, incluso llevando la otra en la cintura. Hablamos de los escoltas y conductores de transportes de presos, por ejemplo. En el asiento de un coche no siempre se podrá acceder eficazmente al arma de la cintura, menos aún cuando se use el cinturón de seguridad, por ello, en tales situaciones, tirar de tobillera se presenta como una respuesta ideal. El acceso al arma del tobillo es más rápido y natural desde la posición física de un conductor.

El arma
Respecto a qué tipo de arma elegir como respaldo, es sencillo: una que tenga cierta potencia, que sea mecánicamente fiable y que sobre todo tenga un tamaño que permita una buena ocultación. Pero lo del tamaño puede ser muy discutible. Aunque debe ser pequeña, muchos optan por armas excesivamente diminutas. Yo soy partidario de armas que, pese a su escueto tamaño, permitan un agarre mínimamente seguro y eficaz. Pero claro, si estamos hablando de un arma de respaldo para situaciones extremas que requieren de disparos casi a la desesperada, casi cualquier cosa será bien recibida y abrazada en tal situación límite.

El calibre no siempre es fundamental para provocar la muerte de una persona o la detención de una acción hostil, eso ya lo hemos visto en numerosísimos artículos. La gente muere incluso por disparos del calibre .22 (o menores). En este sentido, lo importante es la zona del cuerpo alcanzada por los impactos, pero lo que realmente vale de verdad es el órgano interno tocado por los proyectiles. Por ello, y para mayor aseguramiento del asunto, recomiendo usar un calibre que como poco sea el 9 mm Corto (.380 ACP/Auto). En casi cualquier calibre medianamente potente, o muy potente, podremos encontrar armas de tamaño subcompacto y de bolsillo (ultracompactas). Eso sí, a mayor calibre menor capacidad de carga se tendrá y, casi siempre, un mayor peso del arma se tendrá que soportar. En calibre 9 mm Parabellum/Luger, .40 S&W, .45 ACP, .38 Especial o .357 Mágnum se pueden encontrar infinidad de modelos de pistolas y revólveres de tamaños oportunos para ser empleados como back-up. El mercado está plagado de posibilidades que cubren todos los gustos y las necesidades de cualquier cliente.

En otros tiempos, relativamente no muy lejanos, no era posible adquirir con facilidad armas de 9 Parabellum de segmento subcompacto o ultracompacto, por ello el nicho comercial se cubría con revólveres de dos pulgadas o con pistolas de 9 Corto, 7,65 mm (.32 ACP) e incluso del 6,35 mm (.25 ACP) y .22 LR. La cosa ha cambiado, y mucho. Hoy es muy fácil encontrar pistolas pequeñas con más de siete cartuchos de capacidad en calibre 9 Luger y, además, con pesos y tamaños menores a los de los sempiternos revólveres de dos pulgadas. En estos mismos segmentos se encuentran muchas armas recamaradas incluso para calibres más potentes, pudiendo adquirirse potentísimos revólveres fabricados con titanio para  aligerar su peso.

La logística tiene hueco en esta parcela. Un ejemplo: si como arma principal se porta una pistola Glock de segmento estándar o compacto, como back-up podría ser usada otra Glock de igual calibre pero en segmento subcompacto. En este caso a la pistola más pequeña le servirían, perfectamente, los cargadores de repuesto del arma principal. Es lo que tiene Glock, que es muy universal. Con otras armas podría obtenerse la misma ventaja, es el caso de muchas de la centenaria saga 1911.

Comentarios

  1. Y que no me canso de leerte siempre acertado.

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    1. Muchas GRACIAS, Nacho.

      Un saludo.

      Ernesto.

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  2. las back-up como dices tu deberían estar mas extendidas entre la comunidad policial española, pero estamos hablando de la España del siglo XXI donde nunca pasa nada, aquí los malos no b vienen.El gran miedo de España ETA.esta acabada, y los cuerpos y fuerzas de seguridad pueden dormir tranquilos.
    Esto es lo que la mayoría de las cúpulas policiales, junto a un porcentaje alto de ciudadanos, y muchisiiiimos ""policías"" piensan, comentan y tratan incluso de hacer ver.
    En este mundo como vas a ir tu con dos pistolas una de servicio y otra en el tobillo, ademas de ser un pirado, transtornado flipado, estaria mirándote con lupa a ver si la cagas para decir aquello de....""CLARO DOS PISTOLAS , DOBLE PROBLEMA, CAGADA MAS GRANDE"".
    pero la realidad de la calle es otra.
    ETA Duerme , pero con un OJO ABIERTO,
    y ahora el YIHADISMO mas que nunca es nuestro gran enemigo,
    sin olvidar con lo que luchan o luchamos SEGURIDAD CIUDADANA a cada paso, borrachos. peleas, reyertas, fiestas que acaban en navajazos, malos tratos con armas por medio. y demás. pero...
    como vas a portar un segundo arma corta de apoyo( claro esta, tuya y debidamente registrada, autorizada, informado todo el mundo y hechos los 30003030 papeleos), si no son capaces de entender que ahora mas que nunca deberíamos de portar un arma larga ???

    INCREÍBLE, PERO CIERTO.

    Yy.

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    1. Gracias por tu comentario, YY. Por cierto, ¿en tu cuerpo hay alguna norma interna que prohíba expresamente portar tu arma personal durante el servicio, ocultamente, a la par que la reglamentaria?

      Un saludo.

      Ernesto.

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  3. No la hay es más en épocas anteriores se portaban bastante sobre todo la época de 9 corto se optaba por armas más potentes. Yo la llevo muchas veces no siempre hay días que algo te dice llevátela y me la echo acuestas solo lo saben tres flipaos como yo que es lo que somos para la mayoría. Date cuenta que cuesta convencer a algunos de que porten los dos cargadores así que como para plantear algo más fuerte. Algunos agradecieron llevar dos a unos compañeros los desarmaron en una identificación los choros midieron mal uno de los compañeros llevaba oculta otro arma y soluciono el tema.
    Con respecto a la exhibición de armas por otras policías es que son policías de países antidemocraticos ya sabes que en España se inventó la democracia y aquí oficialmente todo el mundo es bueno. En que ha quedado la polvareda de quejas y solicitudes referentes a más armas y más instrucción surgidas a raíz de lo de París te lo diré en nada. Los políticos españoles son lo más acomplejado de Europa y no van a dar un paso. Exhibición de cuatro días a la hora del telediario en la Estación de Atocha de las UIP con el Hk y ala a otra cosa.Revisar las detenciones de yihadistas las armas largas que se han visto son las escopetas preparadas para material antidisturbios. No quieren y se hecha de menos valentía para explicarle a la opinión pública que un policía armado solo es un peligro para el delincuente y que un policía sin medios es un peligro para el ciudadano. Como ha dicho el primer ministro francés no se trata de preguntar si puede haber un atentado se trata de saber donde y cuando va a ser. Un saludo José MORENO

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    1. Hola, Pepe.

      Yo también me he fijado que se suelen ver demasiadas escopetas con bocachas antidisturbios cuando se procede a la detención de presuntos terroristas. No dudo de que las barriadas en las que estas acciones se llevan a cabo puedan dar pie a actos violentos contra la fuerza actuante, como lanzamiento de objetos contundentes, pero creo que a veces el miedo a la opinión pública hace que no se haga ostentación de material más contundente.

      Un saludo.

      Ernesto.

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  4. Como ya han dicho yo tampoco me canso de leerte, por fin alguien que dice las cosas como son y se preocupa mas por los policías que por los presupuestos, yo soy partidario de llevar un arma de backup pero también de llevar un como arama de defensa un 40 o un 9 mm pero con munición de parada o cualquier munición que no sea la que llevamos ahora, ya que lo mas fácil es que le alcances con un rebote, a la que este en la ventana del primer piso cotilleando.
    Sobre el arma del 380 ahora con la munición Black mamba puede ser bastante efectiva y ya hay armas que aunque tengan poca capacidad de cargador son de doble acción.
    Saludos

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    1. Gracias por tus comentarios. Sobre la Black Mamba debo decirte que personalmente no me convence: en las pruebas que he realizado con ella no ha dejado de demostrarme que se comporta cual blindada normal y corriente, pero con un rimbombante nombre.

      Un abrazo.

      Ernesto.

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    2. Pues muchas gracias, me habían hablado de ella bastante bien, ya que estamos que munición del 380 usarías tu. Gracias

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    3. Pregúntale a quien te la ha recomendado en qué basa su recomendación. Tal vez haya hecho pruebas concretas no realizadas por mí (me queda probarla en gelatina balística).

      Mira, en 9 Corto, porque creo que te refieres a este calibre al referir exclusivamente .380, no puedo decir qué usaría sino qué tengo disponible en España. Yo emplearía, por ejemplo, Golden Saber, pero en 9 Corto es complicado pillar una caja y, además, no sería legal a no ser que me la diesen de dotación. Hoy por hoy uso punta de plomo Fiocchi grafiteada. Sé que puede comportarse en un cuerpo humano casi igual, o igual, que una semiblindada o que una blindada, sin embargo ante según qué parapetos pueda estar el sujeto contrario se porta mejor que las otras convencionales. Al menos así me lo ha demostrado en pruebas realizadas por mí. En 9 Corto creo que no tendrías muchos problemas para conseguir esa punta.

      Un saludo.

      Ernesto.

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    4. Muchísimas gracias, la verdad es que he hablado con el que me lo recomendó y fue por odias, si me refería al 9 cto, es cierto seria mejor hablar de lo que esta disponible en España pero lo que quiero evitar es la munición blindada, voy a ver si puedo conseguir la Fiocchi, muchas gracias por la información, la verdad es que no he visto comparativas de munición del 9 cto, si de otros calibres por eso mi gran ignorancia en ese calibre. Gracias de nuevo y espero con ansia nuevos artículos tuyos.

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  5. Recuerdo de mis tiempos de juventud , en cierta ocasión donde haciamos un apostadero en un puerto deportivo que despues de cuatro dias no dio el resultado esperado , nos dio tiempo a todos los que participamos en los relevos a pensar en si vienen los malos que? y el resultado fue que con quien hablabas del tema llevaba una arma de porte oculto de mas y casi todos llevabamos la obsoleta por degradada BM y un revolver .Fue curioso como nos confiabamos lo que portamos y coincidiamos en el mismo pensamiento.....a lo que voy si sabes a donde vas y lo que te espera llevas de todo una lastima no tener esa aptitud siempre.

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