DE LA MESA A LA PUERTA: OTRA DE CUCHILLOS
Por Ernesto Pérez Vera
Suele decirse que
nunca pasa nada. Pero pasa, digo que si pasa. El vídeo de hoy muestra, una vez
más, escenas tomadas en Estados Unidos (EE.UU). Pero esto no significa que en
España no sucedan cosas de esta índole. Lo que ocurre es, y esto es un dato
objetivo, que la Policía de otros países cuenta con medios de grabación
audiovisual adosados a la vestimenta de sus funcionarios o, como es el caso de
la presente toma, a la cabeza mediante gafas. Efectivamente, si nuestros
agentes de seguridad pudieran filmar todas las agresiones que sufren y, además,
la opinión pública tuviese acceso a ellas —a las filmaciones—, todos dejaríamos
de creernos las mil y una trolas que con calzador nos han colado en charlas,
cursos y artículos de prensa, durante décadas.
VER EL VÍDEO AQUÍ: https://www.youtube.com/watch?v=PYjwC1vVbMI
No cabe duda de que la medida
preventiva proporcionó su fruto, si bien en décimas de segundos el agente se
vio, insisto que sin aviso expreso, delante de una dentellada de acero. Tan
fabuloso documento pone de manifiesto que incluso portando la persona agredida un
arma en las manos, rara vez podrán evitarse lesiones si quien desempeña el rol
de criminal ha decidido en su mente matar y, para colmo, ya ha ejecutado
acciones en tal dirección y sentido. Aquí fue un arma de impulsos eléctricos la
que el policía interpuso y disparó contra quien llegó a clavarle el cuchillo. Pero
de haberse tratado de una pistola convencional, el resultado final hubiese sido
el mismo o incluso otro peor. El agente
no tuvo que ser asistido por lesiones: la puñalada fue detenida, a la altura
del tórax, por el chaleco de protección balística con el que se cubría el
tronco. Desconozco si esta prenda también estaba confeccionada para
proteger al usuario contra armas blancas, pero está claro que hasta un grueso
abrigo de piel de oso frenaría, aunque fuera un poco, la penetración del agudo metal.
Sigo. ¿Hubiera detenido su ataque el malo de haber alimentado el policía la
recámara de la pistola ante sus mismísimas narices? Estoy convencido de que
no. Considero que cuando una persona ya está matando no hay ruidito que le haga
deponer su actitud, por más que muchos instructores, lamentablemente más de la
cuenta, sigan vendiendo esta teoría de
mierda. Es más, estoy casi seguro de que el sentido auditivo del acometedor
no hubiera percibido el sonido de la obturación del cañón. Este individuo era
un Homo
sapiens que a buen seguro, igual que el propio policía, había perdido
capacidad de atención y de concentración, todo lo cual debió afectarle a sus
sentidos y, por ende, tuvo que ver mermadas sus capacidades cognitivas y
sensoriales.
Cuando alguien en su sano juicio se ve ante una cosa así, nada se puede hacer exactamente igual que en la galería de tiro. Estando muy entrenado, insisto en lo de muy, hay muchas más posibilidades de poder responder pronto y bien, pero tampoco me atrevo a garantizarlo en todos los casos. Nadie puede garantizarlo. Nadie. Sí podemos afirmar qué nos gustaría hacer o cómo creemos que habría que llevar a cabo aquello, esto y lo otro. Pero otra cosa muy diferente es el día de la verdad, ante algo totalmente inesperado y siempre violento y muy rápido. Eso sí, en estos casos toma valor el dicho “cuanto más entreno, más suerte tengo”.
Para momentos complejos, soluciones
simples, así de sencillo. Esto, obviamente, no pasa por abandonar las medidas
de seguridad. Por tanto, vamos a dejarnos de polladas automáticas en vinagre. Estoy
refiriéndome a esa peligrosa e involutiva funda del demonio a la que llaman Automatic.
Por favor, lo que está en juego es la seguridad de tu hermano, de mi vecino, del
hijo de aquel de allí, la seguridad de tu propio padre y la de tu compañera,
por no decir, también, tu propia seguridad, ¡capullo! Pide que te entrenen con
seriedad y sin mentiras. Que no te engañen con más historias de película dominguera
de sobremesa.
En esta ocasión, por suerte, todo acabó
bien para ambas partes. Un agente de un departamento del sheriff, de uno de los
cien condados de Carolina del Norte (EE.UU.), fue comisionado por su central de
transmisiones al efecto de verificar una llamada que sugería la comisión de un
presunto delito de malos tratos en el ámbito familiar. Algo que, como todos
convendrán conmigo, principalmente quienes se dedican a la seguridad pública, a
lo judicial o a leer periódicos, forma parte del día a día de todo policía
español que desempeña su labor profesional en el campo de la seguridad
ciudadana.
El recibimiento aquí filmado es, digámoslo
así, el más habitual. Nadie espera en la puerta de su domicilio, o en la puerta
de la casa de su parienta, con una pancarta confesando que es el malo de la
película y que en unos segundos va a esgrimir un cuchillo contra la fuerza
policial interviniente. Estamos, por tanto, ante una actuación que puede acabar
de mil formas, la mitad de ellas buenas y la otra mitad malas. La sorpresa puede aparecer de muchas maneras,
pero como seguro que nunca hará acto de presencia es con un megáfono haciendo
públicas las intenciones criminales a materializar un instante después. De
esta guisa, y seguramente conociendo bien el percal y al propio denunciado, el
funcionario que protagoniza la escena se aproxima a la casa con su pistola
Taser empuñada y fuera de la funda. Siempre prevenido, nunca atemorizado.

Este enlace, por sí solito, ya manda abundantes
mensajes a quienes quieran verlo con avidez. A mayor listeza y predisposición a
la autocrítica, mayor número de conclusiones podrán ser obtenidas tras su visionado.
No obstante, a ver si puedo ayudar un poco a quienes no estén muy duchos en estas lides policiacas. Para ello
me haré varias preguntas en voz alta, con autorespuestas incluidas. ¿Tienen todos los policías españoles un
Taser en su cinturón de servicio? No, nanai de la China. Aquí tal vez solo el
10% lo posea, aunque muy posiblemente esté siendo excesivamente generoso en el
cálculo porcentual.
Visto que la víctima llegó a ser tocada
por el arma blanca, pese a haber disparado con rapidez y eficacia, ¿cómo hubiera acabado la intervención de no
haberse hecho tan evidente ostentación preventiva de dicha herramienta de
letalidad reducida? Posiblemente con sangre policial por el piso, no sé si también
con muertos. Ante algo así y sin un Taser encima o hasta con él en el cinto, ¿todos hubiésemos podido repeler el
atentado sujetando la mano agresora, empujando el pecho del hostil para ganar distancia,
apartando la hoja homicida, golpeando la cara del delincuente, etc.? Pienso
que muchos sí hubiéramos podido bloquear la mano ejecutora —o no—, pero creo
que sin disponer de suficiente tiempo para evitar unas cuantas clavadas.

Pero más convencido estoy aún de que a
un policía con nivel medio de adiestramiento no le hubiese dado tiempo a
desenfundar la pistola, a alimentar la recámara, a disparar y a acertar en el
objetivo. No, al menos, saliendo indemne de un encuentro de esta naturaleza. No
hablo ya de tener que desactivar el seguro manual de la pistola, maniobra que muchísimos
tendrían que sumar a las operaciones anteriores. Moraleja: hay que perderle el miedo al porte del cartucho en la
recámara, llevando los mecanismos de disparo en reposo. Eso sí, hay que
entrenar mucho y bien en esta condición de porte. ¿Seguro activado o desactivado? Para muchos, otro gran dilema. A
esto podrían responder mejor que yo, por ejemplo y por desgracia, los dos
protagonistas del capítulo 20 de En la línea de fuego: la realidad de los
enfrentamientos armados (editorial Tecnos). Venga, asómense a dicho
caso… y luego me lo cuentan.
Cuando alguien en su sano juicio se ve ante una cosa así, nada se puede hacer exactamente igual que en la galería de tiro. Estando muy entrenado, insisto en lo de muy, hay muchas más posibilidades de poder responder pronto y bien, pero tampoco me atrevo a garantizarlo en todos los casos. Nadie puede garantizarlo. Nadie. Sí podemos afirmar qué nos gustaría hacer o cómo creemos que habría que llevar a cabo aquello, esto y lo otro. Pero otra cosa muy diferente es el día de la verdad, ante algo totalmente inesperado y siempre violento y muy rápido. Eso sí, en estos casos toma valor el dicho “cuanto más entreno, más suerte tengo”.
No conviene olvidar que cuando la cosa
se pone muy fea, en cuestión de un par de segundos podemos dejar de ser nosotros
mismos, no pudiendo operar como dos segundos antes seguramente sí hubiésemos
podido hacerlo. Lo fácil se torna difícil y lo complicado impracticable. Lo
medianamente entrenado se puede llegar a ejecutar, pero es imposible llevar a
término lo que nunca se ha practicado. Se me antoja harto inalcanzable, aunque
suene a perogrullada, hacer aquello que no se sabe hacer, mucho menos en el
curso de un inopinado acto a vida o muerte.

Si a estas alturas de la partida ya
sabemos cómo responden el cuerpo y la mente humana ante situaciones de máximo estrés,
basemos nuestros ejercicios de tiro en la conocida realidad psicofisiológica y
evolutiva de nuestra especie. Di sí a lo natural y no a las mamarrachadas de
tinte holibudiense. Si sé cómo responde mi organismo por dentro, mejor podré
prepararme para responder por fuera cuando llegue el momento. La concienciación
y la mentalización son fundamentales. Piensa que puede llegar el día, medita sobre
ello y créete que puedes hacerlo. Visualízate haciéndolo y estarás más cerca de
lograrlo. Es vital que entrenes la verdad y que creas en ti.■
este video seguro que lo lo ponen en la secta como dicen tus compañeros esto no vende y no hay que cabrear a los perroflautas que luego viene la hora de votar.Soy seguidor tuyo desde hace mucho tiempo te escribo desde algeciras no soy compañero pero me simpatiza la policia aunque no lo digo porque por estas tierras eso esta mal visto un saludo y a seguir escribiendo
ResponderEliminarGracias, Javi. Si quieres pásate el jueves 30 por la Feria del Libro, entre las 11 y las 13 horas, que estaré firmando libros.
EliminarUn saludo.
Ernesto.
Javi, el evento de la firma pasa al martes 28, de 12 a 14 horas.
EliminarSaludos.
Ernesto
Nunca se encasquilla, cualquier neófito es capaz de manejarlo, "nos adiestran desde muy jóvenes a utilizarlo. " No necesita alinear miras, fácilmente ocultable, imprevisible en sus movimientos;esto me causa mucho respeto... No hace falta que el tamaño sea considerable de hecho considero el mediano tamaño como más efectivo puesto que siempre será más manejable y nos causará una falsa sensación de ser menos lesivo. La única premisa para que sea letal, será la DETERMINACIÓN Y LA INTENCIÓN DEL QUE LA ESGRIME. Por supuesto hablamos de un arma blanca. Fantástico recordatorio audiovisual y posteriormente argumentado por el autor de este artículo del potencial letal de estos "instrumentos de cocina, herramientas de bricolaje, mecánica etc." Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tan acertado y agudo mensaje.
EliminarUn abrazo.
Ernesto.
El Policia un valiente, sin dudas, bien formado, sin dudas, con un autocontrol fuera de lo comun, con un buen material, pero porque espero a que le tocara el chaleco balistico con el cuchillo para sacar a pasear la Taser,,y si le toca la llugular , no se por que ando lento hay y tambien luego.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Javier.
EliminarUn saludo.
Ernesto.
me refiero que despues actuo fantasticamente
ResponderEliminarLos que más saben de todo esto son los profesionales del IML (Instituto de Medicina Legal) Hay una asociación de cirujanos forenses? Sí, estos expertos en hacer autopsias, son los que más saben de las lesiones que producen los objetos de filo-punta. Trayectorias, secciones, penetraciones, amputaciones, disecciones, perforaciones, etc. Ellos mejor que nadie conocen la realidad del alcance de un ataque con un arma blanca real o improvisada. Sin embargo callan más de lo que debieran. Ellos mejor que nadie pueden analizar, demostrar y aseverar la proporcionalidad entre la legítima defensa entre un pistola Vs cuchillo. Ellos mejor que nadie saben de la multidireccionalidad de este arma a distancia corta cuando tienen un cadáver en el Depósito Anatómico Forense cosido a puñaladas. Pero claro, es un colectivo tan hermético, que ese hermetismo le viene muy bien a fiscales, jueces y abogados para hacer de las suyas en la interpretación de dicho PPio de Proporcionalidad. Estadísticas, ahh, dónde están esas estadísticas de agresiones con armas blancas u objetos de igual naturaleza en función de sus resultados. Ellos mejor que nadie son la máxima autoridad científica-técnica en este tipo de agresiones con daños irrevesibles para la integridad o vida humana.
ResponderEliminarUn saludo. Siempre se puede hacer un poquito más por los demás!!!
Interesante comentario, amigo. Muchas gracias.
EliminarUn saludo.
Ernesto.
Excelente vídeo para abrirnos mas los ojos ,como sabemos casi todos la mayoría nos hubiéramos presentado sin chaleco,del taser ni os cuento como bien dice la mayoría de los agentes ni la tenemos,y esgrimiendo el arma casi nadie nos presentamos en casos de estos ,por lo tanto en un caso así aquí la actuación por desgracia no hubiera salido con tal buen resultado ,el policía actúa muy bien pero como critica constructiva yo hubiera dado más distancia y se hubiera ahorrado la puñalada en el chaleco.saludos de Oscar y espero estar el jueves en la feria del libro y ya aprovecho para comprarlo xd
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarPienso que todos damos la distancia oportuna siempre que no nos atacan, que es por eso que no nos atacan. Pero en toda intervención existe un instante, sino lo es toda la actuación, en el que uno se debe acercar hasta el contacto con el contrario, sin que cuando esto sucede sepamos que estamos realmente ante un hostil. No obstante, la mano izquierda del agente delata sorpresa total (la antepone) y, además, indica o hace intuir una marcha atrás.
Un saludo y nuevamente gracias.
Ernesto.
Estupendo vídeo, las pulsaciones a mil. Si os dais cuenta, el Oficial saca el Taser desde el mismo momento en que ve a Mr. Tatoo asomándose por la puerta, y eso es el segundo 4. No es hasta el segundo 7 cuando inicia el ataque, pero en el segundo 6 le apunta sin llegar a disparar hasta que le lanza la cuchillada.
ResponderEliminarNo quiero decir nada con esto, pero mejor "Ante ferit quam flamma micet" y poner distancia antes si quiera de que salga por la puerta es algo primordial, máxime cuando se trata de una casa típica americana con escaleras y barandilla a los lados, siendo una desventaja estar ahí mismo, desprotegido sin posibilidad de escape, sólo hacia atrás y con escaleras :(
Antes de acudir al servicio, y una vez en él, cuidemos de buscarnos protección y una vía de escape, por si acaso, pero ya os digo que eso nos podría haber pasado a cualquiera, y a nosotros con peores consecuencias, puesto que pocos son los afortunados de poder contar con Taser de dotación.
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"Ante ferit quam flamma micet"
Acertadísimo comentario, Josma.
EliminarUn saludo.
Ernesto.