DESDE LA VERGÜENZA AJENA, PERO TAMBIÉN CON PENA
Por, Ernesto Pérez Vera
Las
semillas podridas se mezclan hábilmente con las buenas, por ello, sin saberlo,
uno muchas veces siembra podredumbre. Pero lo bueno es que cuando uno descubre
el fraude que supone regar en balde, o hacerlo obteniendo frutos podridos, que
todavía es peor, debe saber que imperiosamente tiene que cortar el chorro de
agua, aunque éste reciba el apelativo de “amistad” en forma de gotas, como las
que colman el vaso. Es lo que siempre he hecho con aquellos que se han ido
pasado, suavonamente y con el paso de los años, al lado oscuro; si es que no
siempre estuvieron allí mimetizadamente. Ya no sé qué pensar de demasiada gente
a la que he llamado amigo y compañero, porque a otros, como a los de la
familia, no hay que escogerlos ni abandonarlos dado que ya nos vienen impuestos
por la fuerza de la naturaleza.
En los
últimos tiempos mi agenda de contactos se ha visto muy reducida, confirmándose hace
unas semanas que hice bien, años atrás y sin pancartas, en eliminar ciertos
nombres de tan íntimo listado.
Los que
están por caer nunca estuvieron en mi agenda telefónica, pero espero que
también sean descubiertos y desenmascarados, pues si para mí es muy reprochable
legal y éticamente que un expolicía y exguardia civil contrabandeé, más
deleznable me parece que algunos lo estén haciendo, con las mismísimas siglas, estando
aún en servicio activo y que para colmo, como según todos dicen con la boca
pequeña y por las esquinas, tal vez no solamente sean cigarrillos aquello que
transportan. Esto es lo realmente “shungo” y doblemente recriminable. Pero ojo,
que nadie piense que estoy banalizando las ilicitudes del no mencionado en
estos párrafos, porque si en mi mano estuviese perdonarlo…, no lo haría.
Participaré
moderadamente en la quema de la leña de este árbol caído, pues ya no es un
servidor público aquel del que la Prensa comarcal ha estado hablando durante
semanas, por su implicación en una infracción administrativa de contrabando de
tabaco procedente de Gibraltar; pero con más interés participaría en el
aquelarre si esta persona realmente perteneciese, aún, a la que también fue mi
fuerza policial.
A buen
entendedor, ya saben…■
Comentarios
Publicar un comentario