BALCÓN DEL ESTRECHO
ONDA CERO ALGECIRAS (15 de junio de 2015)
Por, Ernesto Pérez Vera
Ya huele a
feria en Algeciras, incluso para este linense servidor de ustedes y colaborador
de esta casa. Pero yo, que soy poco “salao” y nada juerguista, lo que verdaderamente
quiero decir es que 2015, a estas alturas del año, ya nos ha empujado 2 veces
ante las urnas. Primero fue el 22 de marzo, cuando los andaluces, y me niego a añadir
y andaluzas, elegimos a quienes se van a sentar en nuestro parlamento
autonómico, durante los próximos 4 años. Y hace 23 días, ayer como aquel que
dice, votamos a nuestros representantes locales, algo igualmente repetido a la
par en todos los municipios de este país, aún llamado España.
Las críticas,
los balances, las opiniones y los análisis resultantes del conteo de los
comicios son infinitos e infumables en no pocos casos. Ni qué decir tiene que
los comentarios vertidos en los medios de comunicación no siempre son doctos,
como por otra parte seguro que tampoco lo es este artículo de opinión que están
oyendo. Pero por Dios que el sectarismo, la incoherencia y el maniqueísmo flotan
sobre nuestras cabezas, incluso mientras estoy ofreciendo mi opinión. Y es que
cuesta mucho trabajo ser objetivo, por más que a veces se procure. Pero a ver, ¿realmente
lo procuramos? Esto es algo que los profesionales de la comunicación sabrán, lo
cual me excluye porque ni sé comunicar, ni he estudiado Periodismo.
Una de las
cosas que más me llaman la atención es que quienes durante 4 años han gobernado
ayuntamientos a través de pactos, sin que sus siglas hubiesen obtenido el mayor
respaldo ciudadano, exigen ahora, pasado, consumado y consumido este periodo,
que gobierne la lista más votada. Quienes hoy no quieren que los de enfrente
pacten con otros partidos políticos, en lo que sin duda es parte del juego
democrático y muchas veces el final de la gran fiesta que es el sufragio
universal, ayer pactaron a 2, a 3 y hasta a 4 bandas. ¿Embustes a domicilio, o
verdadera política? Tampoco lo sé.
Todavía
queda por ver qué decidimos para con el Gobierno de la nación de cara a la
próxima legislatura. Si bien es verdad que estas elecciones deberían producirse
después del 20 de noviembre, y como muy tarde antes del 20 de diciembre, la constitución
que algunos quieren fusilar permite llegar hasta el 17 de enero para cursar
estos trámites. Esperemos que no nos fastidien la Navidad con un Papa Noel
pidiendo el voto, pero más lamentable sería que a alguien le llamasen fascista
por hacer lo propio ataviado cual Melchor, Gaspar o Baltasar.
Pero
tranquilos, no pasa nada: seguimos a la cabeza de la vergonzosa lista de países
de la Unión Europea donde más cocaína se consume. ¡Qué asco!■
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