LA FUERZA DE LA RAZÓN: VENCER CONVENCIENDO
Por,
Ernesto Pérez Vera
Ahora ya no
tanto, pero durante años fui objeto de algunas críticas por defender la teoría, pero también por airear la sangrante realidad, de que los cartuchos policiales dotados con
proyectiles expansivos, huecos o no huecos, son ideales para preservar de heridas
a terceras personas presentes en los tiroteos, o simplemente próximas a dichos
escenarios (cientos de metros). Quiero decir que estas balas, al contrario que
las blindadas y que las semiblindadas, recorren menos tramos en los cuerpos carnosos
afectados. Esto minimiza, casi siempre, el riesgo de que los proyectiles abandonen
el cuerpo y hieran a sujetos no designados como objetivos.
Si se
terciaran determinados factores favorables, estas puntas también podrían
ocasionar heridas de mayor consideración, lo que a su vez podría derivar en la
innecesidad de seguir efectuando más disparos contra un mismo “target”.
Quienes me
criticaban por defender estos pensamientos decían, aunque también escupían
contra otros instructores y contra otros planteamientos estrechamente ligados a
los que hoy estamos tratando, que estas indeseables contrariedades no se
producían con la frecuencia suficiente como para tener que preocuparse. Se amparaban,
según ellos, en que algunos norteamericanos así lo exponían en su país. ¡Nos ha
jodido! Allí sucede en menos ocasiones que aquí, porque, ¡qué casualidad!, las
fuerzas del orden no emplean el mismo tipo de munición que sí usamos aquí. A
ver, hombres descarriados y desertores del menos común de los sentidos, si
ellos consumen puntas huecas y el número de sobrepenetraciones desembocantes en
heridas a inocentes ajenos a los incidentes armados es menor que aquí, que
tiramos con semiblindadas y blindadas, ¿de verdad hacen falta más
explicaciones?
Recordemos
que estoy hablando de cartuchos de armas cortas que generan bajas velocidades y
poca energía, lo que medianamente puede ayudar a controlar el exceso de
penetración. No sucede lo mismo con los
calibres propios de armas largas, en los que las mayores energías y velocidades
desarrolladas de las que podríamos hablar, rara vez permitirían sostener la
idea de que las puntas huecas siempre permanecerán dentro del organismo
lesionado, aunque con casi total seguridad sí producirían heridas de mayor
entidad.
La cosa es
que cuando este humilde policía local, gaditano de origen y con apellidos
comunes y nada cinematográficos, defendía lo expuesto en los párrafos
precedentes, individuos con más ínfulas que este servidor de ustedes
despotricaban y exponían que personas llamadas como los protagonistas del
celuloide decían lo contrario. Pero ahora, sin embargo, los engreídos que
vuelan entre sus estrellas hocican y promueven, por fin en lengua española, lo
mismo contra lo que antaño escupieron. ¿Que por qué lo hacían? Pues vayan ustedes
a saber, tal vez por falta de educación, por incontinencia de la ira, por
carencias afectivas en la infancia, por envidia, o quién sabe si porque de
pequeños recibieron más pedradas de la cuenta en el patio del colegio, sin haberse repuesto aún emocionalmente.
Sea como
sea, vean el vídeo que seguidamente enlazo. Si siguen los artículos publicados
en este blog, esta filmación no les descubrirá nada nuevo, pero sí les reforzará
lo ya sabido: https://www.youtube.com/watch?v=P9bh0M37Hh8
Desde estas
páginas quiero agradecer a mi amigo y compañero Abel, de la Policía Local de
Zaragoza, el detalle que ha tenido al compartir conmigo este magnífico documento
audiovisual.■
Conocía el video y de hecho lo tengo archivado desde hace algún tiempo, magnífico documento para introducirnos en tan apasionante campo de la balística de efectos, en este caso sobre el cuerpo humano. Seguro que te suena el proyectil 9mmP utilizado en la prueba de jabon, jejeje, ( Geco Action 4 del grupo Ruag). Saludos.
ResponderEliminarUn abrazo, Manolo.
EliminarPor cierto, habiéndose efectuado la prueba en Suiza era casi de esperar que usaran un proyectil Ruag.
Ernesto.
Fin, se acabo el debate. Y por cierto nunca entendí la gilipollez de tirar al suelo o al aire en núcleos urbanos. Un saludo José Moreno
ResponderEliminarComo tal vez recuerdes, este tema está expuesto varias veces en "En la línea de fuego", con el mismo planteamiento.
EliminarErnesto.
"La punta hueca MATA MÁS, y además está prohibida" Y de ahí no los vas a sacar Ernesto, te lo digo yo, que en una ponencia en Madrid los compañeros me pedían que me callara y me sentara mientras estaba sobre el escenario un Alto Mando de la ICAE y yo le pedía explicaciones y documentación sobre la prohibición del porte de ese tipo de cartuchería por las FFCCSS, obteniendo un Por que sí. por respuesta.
ResponderEliminarNo nos metamos ya en que, sí está permitida para funcionarios especialmente habilitados. Menuda lindeza del legislador, ahí queda eso, para los "anales" de la historia.
He de reconocer que cada vez se está más y mejor informado sobre el tema de armas y municiones en las diferentes FFCCSS, y que algún día, se acabara con toda la ignorancia vertida durante años.
Buen vídeo, sí señor, nada que ver con las pruebas de los simples mortales como un servidor ;)
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"Ante ferit quam flamma micet"
Josma, estoy convencido de que la persona que dio aquella respuesta no entendió tu pregunta...
EliminarUn abrazo.
Ernesto.
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EliminarUn abrazo.
Ernesto.
Josma, estoy convencido de que la persona que dio aquella respuesta no entendió tu pregunta...
EliminarUn abrazo.
Ernesto.