DOS EN UNO: DEL PASOTISMO Y DE LAS REACCIONES HUMANAS
Por, Ernesto Pérez Vera

Muchos cursos, entrenamientos, seminarios y
visionados de vídeos de lucha, de reducciones, de bastonazos y de tiros, pero
poco de bibliotequear. Eso no
mola. Leer no está de moda. Con un libro en la mano tal vez se ligue poco, o yo
qué sé. Algunos piensan que es de papanatas
pillarse un libro para aprender, por más que otros, lamentablemente los menos,
lean por diversión (que no está mal, ni mucho menos). No quiero poner manida la
cita, pero me veo obligado a repetir aquello que dijo santa Teresa de Jesús: “Lee, y conducirás; no leas, y serás conducido”.
Y es que la abulense no podía tener más razón, pese a que a veces el rebaño lo
gobierne un pastor, jefe de policía en el símil que ronda y atormenta mi
cabeza, que no distingue las vacas de las cabras, ni estas últimas de las ovejas. Y es que
demasiados, al menos muchos más de los que la debida decencia debe permitirse,
alcanzan las jefaturas de sus dignas fuerzas en virtud de la cantidad de carne
empujada que le cabe en la boca o en otras cavidades corporales de potencial uso
bidireccional.

Hay que ser
muy lerdo, o muy flojo, para haber coexistido varios lustros con la fallecida sin
haberla llegado a conocer; y hay que ser muy sinvergüenza para ahora, con la
recién llegada, no ponerse las pilas y resarcir la inmensa vagancia de los años
anteriores. En
el “Tren de los escobazos” hay más seriedad que en muchas plantillas que yo me
sé.
No
obstante, realmente no sé si aquellos en los que estoy pensando son muy torpes
o muy listos. Posiblemente el equivocado sea yo, una vez más, toda vez que nunca
estuve bien considerado por hacer lo que el cargo me exigía, y que además
realizaba con pasión y entrega, mientras que los guarros estos, que solo sabían
de Coca-Cola aliñada con agua de fuego, fueron astutamente copando las
poltronas de las carrozas del poder corporativo, sin lograr diferenciar un
delito de lesa humanidad de una infracción administrativa cualquiera. Eso sí,
el que corona la cúspide también ostenta, con todos los parabienes políticos y
sindicales, el control de la llave del congelador donde se guardan los cubitos
de hielo para enfriar los pelotazos que tragan los de su piara.

Así es, el
doctor sostuvo que los policías están muy entrenados para no tener miedo. ¡Que
sí, que lo dijo! Convencido del todo, siguió manifestando: “Ustedes
(refiriéndose a los policías)
reciben una esmerada formación para no tener miedo. No es normal lo que me
estás diciendo. En caso de que el miedo realmente hubiese aparecido en ti…
debiste controlarlo. Yo mismo he impartido clases sobre estos temas en más de
un curso para policías, por lo que no me puedo creer que alguien con una
pistola en la mano pueda experimentar miedo frente a otro semejante, aunque
este también exhiba un arma”.
Qué quieren
que les diga, yo no soy nada ni nadie, mucho menos soy ni médico ni psicólogo,
pero si un evaluador y diagnosticador de problemas de la psique asegura que el
miedo siempre es controlable por cualquiera, principalmente si ese cualquiera luce
una placa y una pistola, es que todos estamos locos de atar. Los 80 euros que
el doctor se embolsa por hora lectiva deben dar su fruto en forma de mega
teléfono móvil, de zapatos caros, o en forma de lo que quiera invertirlos, pero
desde luego yo no confiaría mi sanación mental a alguien como él;
como por otra parte tampoco lo hizo mi colega, quien furtivamente grabó su
escueta entrevista con el galeno. Mi confidente, completamente contrariado,
abandonó la consulta a los pocos minutos de haber entrado en ella.

Os estoy escribiendo
sobre un policía normal y corriente de esos que van subidos en una motocicleta.
De los que, con suerte, pegan 30 tiros anuales en la galería, que lo mismo se
pasan varios años sin extraer el arma del interior de su funda. Si quien
escasamente ha sido instruido asegura que no estaba preparado para aquello, experimentando
pavor y superando las noches a base de pastillas para dormir sin malos
pensamientos (durante las primeras semanas), no vayan ustedes a creer que los académicamente
más cualificados no pasan también por ello. Eso sí, estos, los que ciertamente
sí han sido mejor adiestrados, pueden llegar a controlar determinados niveles
de estado anímico adverso, todo lo cual puede suceder porque se saben buenos
conocedores de lo que les puede ocurrir, amén de por contar con abundante apoyo
humano y material en el momento de la intervención crítica. La seguridad da
tranquilidad.

Esta semana
han sido publicadas imágenes muy reveladoras de cómo se mueven, en una
operación real, varios agentes de una unidad especial de la Policía alemana,
concretamente del SpezialEinzatzKommando (SEK) de Renania del
Norte. En las tomas se observa como los integrantes del SEK se van aproximando,
pistola en mano y encarando la zona de riesgo, a un ciudadano guineano provisto
del arma blanca con la que minutos antes había acuchillado a un compatriota. En una de las
fotografías se aprecia claramente como uno de los componentes del equipo da un
respingo al detectar movimientos de avance en su dirección, por parte del
hostil. La foto muestra la evidencia gráfica de que este policía
sumamente adiestrado y ampliamente dotado de materiales pasivos de seguridad, porque
portaba chaleco balístico y casco con pantalla igualmente antibalas, se rila y
retrocede brusca y súbitamente como cualquier hijo de vecino que ve ante sí a
un energúmeno machete en ristre.

En fin, que
la naturaleza se impone exhortando a la neuro-psico-fisiología para que nos
haga responder de algún modo en momentos cruciales, pudiendo ser más resolutivo
quien menos haya sido engañado respecto a cómo podría llegar a actuar un ser
humano acorralado, que aquel muy adiestrado en tiro que, sin embargo, no sabe
cómo reaccionamos los animales de nuestra especie ante tales eventos. Si sabemos cómo funcionamos por dentro,
mejor podremos funcionar por fuera.■
Esperemos que nuevas generaciones de policías vayan ocupando las plazas de esos que no quieren realmente profesionales para tener menos problemas. Y es una verdad como un castillo, que entrenando tu respuesta será más rápida y mas resolutiva para tu seguridad. Me gusta leer tu artículos sigue así compañero.
ResponderEliminarGracias, Serrano.
EliminarUn saludo.
Ernesto.
Amigo, aciertas con palabras en el blanco de muchas plantillas....esperemos que nos dé tiempo a ver cambios para mejor en esta profesión, antes que el tiempo nos ciegue la mirada. Un saludo
ResponderEliminarGracias, Luis.
EliminarUn saludo.
Ernesto.
El agente procesado se enfrentó aquella madrugada a la peor actuación policial que le puede ocurrir a un policía básico no de élite, debido a su escasa formación en el combate policial por ser un policía de oficinas, con una edad ya avanzada y sobre todo careciendo de todo tipo de apoyo personal u operativo de su Cuerpo Policial.
ResponderEliminarSu actuación se puede calificar desde el punto de vista técnico-policial de la siguiente forma: Unipersonal, fuera de horario de servicio, no comisionada, ante hechos sorpresivos y/o inesperados, lesionado, sin los medios reglamentarios a su alcance para afrontar dicha actuación y con la formación de un policía convencional o de escala básica.
Actuación unipersonal: son las actuaciones policiales que lleva un agente en solitario en contraposición a la actuación en binomio o en grupo policial, pueden ser comisionadas, no comisionadas o fuera de horario de servicio.
Actuación fuera de horario de servicio: son las actuaciones, que efectúan los policías fuera de su jornada oficial de trabajo, bajo el imperativo legal del art. 408 CP y 5.4 LO 2/86 de FYCS.
Actuación no comisionada: Son las que efectúan los agentes de mutuo propio al detectar algún ilícito, ya bien sea de carácter administrativa o judicial; está en contraposición a las actuaciones comisionadas, que son las que se le asignan su cuerpo policial a través del servicio ordinario diario, en forma de instrucciones u otro tipo.
Actuación ante hechos sorpresivos y/o inesperados y/o sobrevenidos: Son las actuaciones que los agentes no se esperan bajo ningún indicio previo y se evalúan en función de la formación o pericia del agente; puede ser desde un ataque por emboscada hasta un reventón en una rueda del patrullero en una persecución: el sorpresivo es que bajo ningún concepto lógico se puede prever, es la contingencia que coge al agente totalmente desprevenido, por ejemplo un ataque por la espalda o por emboscada, es decir, cuando el agente es más vulnerable; el inesperado es cuando el agente está ya en su servicio ordinario y sin tener ningún indicio que puede producirse una contingencia, ésta le sorprende inesperadamente pero puede tener alguna oportunidad de reaccionar para poderla afrontar sin la total merma de su capacidad cognitiva y volitiva; el sobrevenido es cuando el agente ya está actuando en una contingencia y ésta se complica de tal forma que más o menos se pueden tener indicios que pueda ocurrir, pudiendo darle tiempo al agente a sobreponerse a dicho elemento sobrevenido.
Actuaciones con el agente ya lesionado: el agente puede venir ya lesionado con anterioridad o dentro de la misma contingencia ha resultado herido en un primer momento y por la gravedad de la misma, bien no ha tenido tiempo de protegerse retirándose o bien para evitar un mal mayor continúa con la actuación pese a la merma psicológica y física que le provocan las heridas. Se dan, cuando los agentes se sacrifican por defenderse a sí mismos, a terceros o
Cyrano de Sevollá (I)
preservar bienes que corren el riesgo de perderse, en esas situaciones ellos y nada más que ellos tienen la plena autonomía de la voluntad de ponderar su sacrificio.
ResponderEliminarActuaciones sin los medios reglamentarios al alcance del agente para afrontar dicha actuación: son las actuaciones que tiene que afrontar el agente sin los medios reglamentarios de su equipo dotacional policial y el apoyo operativo de su Cuerpo Policial, es decir, cuando el agente le es imposible vestir de uniforme, llevar la placa identificativa, sus grilletes, la defensa, el arma reglamentaria, el radiotransmisor, su Cuerpo no le puede auxiliar con rapidez, no cuenta con apoyo operativo de otros compañeros o patrulleros; es decir, situaciones en las que tiene que recurrir a los medios a su alcance, para afrontar la contingencia de la mejor forma que pueda y que sepa, improvisando una solución lo más adecuada y proporcional respecto a la situación que está afrontando.
Actuaciones de policías de élite o formación especial a diferencia de actuaciones de policías convencionales o básicos: son actuaciones totalmente diferenciadas por el grado de formación y entrenamiento del agente, si pertenece la escala básica, ejecutiva o técnica, también si forma parte de unidades con una formación y entrenamiento continuo, reglado y evaluado. Por regla general las unidades de élite policial la mayoría de sus actuaciones policiales son comisionadas bien por orden administrativa o judicial rara vez se ven envueltas en actuaciones sorpresivas, además siempre van en grupo y suelen actuar en horario de servicio; son unidades especialmente entrenadas para la materia policial de Seguridad Ciudadana. Por el contrario, los policías de formación y entrenamiento básico, son policías que carecen de una formación específica para afrontar situaciones en extremo riesgo en Seguridad Ciudadana, más aún cuando se ven envueltos en actuaciones de carácter sorpresivo o inesperado.
Como podemos observar, estos son los 7 requisitos básicos que más condicionan la forma de proceder de un agente de policía ante una actuación propia de su competencia en el ejercicio de sus funciones, que como es obvio; se pueden dar por separado, conjuntamente o todas a la vez en una misma actuación policial, como le ocurrió al agente imputado. Pues no hay más que leerlas detenidamente y confrontarla con la situación que vivió el policía al ser acorralado, para darse cuenta que desde el punto de vista técnico-policial su actuación fue totalmente condicionada por estás 7 circunstancias que influyen de forma radical en las actuaciones policiales.
**Por lo tanto, no se tiene la misma capacidad de reflexión y asunción de conductas e ideas, como por ejemplo: en una actuación Unipersonal que en Grupo o Binomio donde puede haber mandos o compañeros más experimentados; no es lo mismo actuar sin lesiones que mermado por entrar en pánico o por las heridas; no es lo mismo pensar que puedes hacer contando con tu uniforme y equipo reglamentario que sin él; no hay tiempo para pensar en tácticas o técnicas en una actuación sorpresiva que en una comisionada; no es el mismo riesgo que se corre en una actuación estando de servicio que estando fuera del horario de servicio; no es lo mismo como va a responder un policía de una Unidad Especial de combate en una actuación de pura Seguridad Ciudadana que pueden disparar 500 cartuchos anuales en modalidad táctico policial de combate que un policía de la misma edad adscrito a una unidad administrativa, que en el mejor de los casos dispara 50 cartuchos al año seudodeportivamente.
Cyrano de Sevollá (II)
Como podéis ver, estimados compañeros, no es lo mismo. En España no se califican las actuaciones policiales en materia técnico-policial, pero si desde el punto de vista jurídico penal-procesal, que en ocasiones yerran pese a la doctrina y jurisprudencia de los altos tribunales. Este es el producto de unas escalas técnicas que no tienen el conocimiento ni el decoro de ilustrar a los jueces, magistrados y fiscales como se merecen, pues si lo hicieran mediante un informe pericial técnico diferenciando estos tres elementos: cuál fue el contexto de la actuación (riesgo extremo, peligro moderado o previsible, etc.) cómo debió actuar el policía según su formación, experiencia, entrenamiento, edad, etc. Y cómo realmente actuó el agente procesado; muchos policías condenados no lo hubieran sido. Presentarse hoy en un procedimiento penal como policía imputado sin la defensa científica y la técnica-policial apoyando a la jurídica es una auténtica locura kamikaze. Los abogados no pueden saber de todo.
ResponderEliminarUn saludo a todos, en especial a los compañeros que han sido condenados injustamente y a los que están procesados en espera de la vista oral.
Cyrano de Sevollá (III)
Gracias por tus amplios comentarios, Cyrano.
EliminarUn saludo.
Ernesto.
Abrumadora compilación sistemática de los factores que intervienen en una Actuación Policial. Nunca había leído nada igual sobre esto y tampoco lo he visto en ningún manual. Felicitar a Cyrano de Sevollá por esa extraordinaria forma de redactar y darle forma a una realidad ignorada. Me encantaría contactar con él.
EliminarLección magistral, esto no se lee todos los días.
Gracias a todos por compartir vuestros exquisitos conocimientos.
Gracias por tu comentario. Seguramente Cyrano responderá y te dará señas de contacto.
EliminarUn saludo.
Ernesto.
Pareces nuevo, quizás ese psicólogo conocía a alguien o tomaba un vino español en algún Patrón y estaba condicionado. Porque sus palabras las suscribiría el noventa por cien de la superioridad y el cien por cien de los escondidos, si esos que para sentirse policías se ponen una película, que es a pesar de cobrar como policías, lo más cerca que están de la profesión.
ResponderEliminarMalas noticias para los que clamáis por cambios, yo cada día lo veo a peor, puedo asegurar que como policía seguro soy un desastre y sin embargo si de mi criterio dependiese al menos el sesenta por ciento de mi actual plantilla se iría al paro. Cada día veo peor gente menos compromiso, menos profesionalidad están por que tiene que haber de todo. Te agradecería enlace de intervención de los alemanes. Un saludo. Jose Moreno
Moreno, de tu comentario lo que más me ha gustado es lo que más asco me da: los escondidos.
EliminarUn saludo.
Ernesto.
Pero.... de verdad que vosotros sentís miedo cuando después de haber disparado a un individuo el cual al parecer no tenia ningún aprecio por vuestras vida y trataba de quitárosla???
ResponderEliminarEntiendo que... del mismo modo sentís dolor cuando os golpean por por evitar una agresión, habiendo tenido que mediar entre dos o tres individuos que estaban arremetiendo contra un grupo de personas que nada tenían que ver con su ideología ???
A ver que me pierdo, vosotros no pertenecéis a los cuerpos de Seguridad y Policiales de este país???
NO SOIS CAPACES DE TERMINAR VUESTRA JORNADA LABORAL ( en donde tras haberos intentado matar en dos o tres ocasiones, haber recibido al menos 11 o 12 amenazas de muerte hacia vuestra persona o circulo mas cercano, incluso habiendo tenido que recibir varios golpes mientras rodabas por el suelo con un individuo al que tratabas de reducir)
SIN SENTIR MIEDO NI DOLOR, como en esas series Americanas donde el sheriff tras haber recibido todo lo anterior expuesto, y habiendo acabado con la vida de 3 o 4 malos. llega al BAR de turno pilla un trago del mejor Bourbon de Texas Y VE en el otro lado de la barra a una mujer joven delgada que con mirada lasciva lo observa, y tras un cruce de miradas y una señal tipo duples del mus, realizan el deseado descanso del guerrero?????
NOOOOOO SEÑORES JEFES, JEFECILLOS, POLITICOS, POLITIQUILLOS , Y HOY METEMOS EN EL BOTE A LOS MÉDICOS Y MEDIQUILLOS, QUE SIN HABER PASADO UNA MALA NOCHE, SIN HABER ESTADO PATEANDO LA CALLE, Y HACIENDO ESO QUE SOLO LOS QUE PORTAN EL UNIFORME( sea del cuerpo que sea) Y LLEVAN EL VENENO DENTRO SON CAPACES DE HACER. tienen la vergüenza de opinar si DEBEMOS, PODEMOS O TENEMOS QUE SENTIR.....
NOSOTROS SENTIMOS MIEDO, DOLOR, FRIÓ, CALOR, TENEMOS SED, Y HAMBRE, PERO CUANDO NOS ENCONTRAMOS REALIZANDO NUESTRO TRABAJO, PARA EL QUE USTEDES NO ESTÁN NI ESTARÁN NUNCA PREPARADOS POR VARIAS VIDAS QUE VIVIERAN.
esos sentimientos y necesidades fisiológicas nos las guardamos, las tratamos de controlar y a veces llegamos casi a OLVIDARNOS DE ELLAS, pero tras la intervención las dejamos aflorar de nuevo por que SON ESOS SENTIMIENTOS ESAS NECESIDADES LAS QUE NOS HACEN PERSONAS NO ANIMALES.
PERO USTEDES QUE SABRÁN DE ESTO.. SI EL UNIFORME SE LO PONEN SOLO PARA AL FOTO.
perdón nuevamente por la chapa-
Yy
Yy, gracias por el comentario-desahogo.
EliminarUn saludo.
Ernesto.