POLICÍA DESARMADO, DESARMA Y DETIENE
Por, Ernesto Pérez Vera
Pertenece a
una institución llamada Policía, apellidada Local. Pasó toda la mañana haciendo
gestiones particulares en el banco, gestiones familiares en el centro de salud
y gestiones frigoríficas en el supermercado (comprando). Toda la mañana con su
pistola particular a cuestas, oculta bajo la trenca (qué frío). Doy fe: lo vi,
le di un abrazo y, accidentalmente, palpé su Glock 26. Tras el almuerzo y la
posterior siesta, porque él es de respetar las buenas costumbres, volvió a
salir a la calle para realizar la última gestión del día, antes de que diera
comienzo el partido de fútbol con el que tenía una ineludible cita frente al
televisor: tocaba hacerse una fotografía para, a la mañana siguiente, renovar el
Documento Nacional de Identidad.
Por
despiste o porque está majareta, porque de hecho le llaman “El Loco”, decidió
salir sin la pipa, aunque sí con la funda riñonera vacía pegada al pellejo.
Total, cómo nunca pasa nada, ¿no? Pues toma lío gordo: visualmente detectó, en
la plaza del pueblo, lo que parecía ser una riña entre dos varones adultos. Es
policía, policía, por lo que no escurrió el bulto, aun hallándose franco de
servicio. Fue yendo. Avanzó. Y observó. Doy el paso al frente que otros muchos
con placa dan en la dirección contraria. He aquí la diferencia entre policías,
a secas, y policías apellidados de mierda, los cuales existen, nuevamente doy
fe de ello, en toda la variedad cromática.
Pues eso,
que El Loco se aproximó a quienes se estaban propinando mutuos leñazos,
presentando ya, ambos, llamativas lesiones de menor importancia y gravedad. Fue hacia
ellos como hay que ir, como lo haría un guardia viejo de esos que tienen los huevos
negros del humo de los cañones; como lo hacen los toreros valientes y con arte:
con paso corto, con vista larga y con mala leche. Así es como llegó a
posicionarse estratégicamente, logrando ver una nada desdeñable navaja filipina
en manos de quien parecía ser la parte activa de la gresca, siendo la otra,
obviamente, la pasiva, la víctima. Esperó el momento preciso para exteriorizar verbalmente
que los buenos ya habían llegado a la escena. Pero lo cierto es que estaba solo
como la una. Valiente él, doy lo que la situación exigió dar, lo que únicamente
un azul sabe dar, cuando hay que darlo. Doy una lección. Doy valor y ejemplo.
Menos mal,
un respiro: llegaron quienes sí se encontraban de servicio, aunque no hay que
olvidar que él empezó a estarlo justo cuando hizo conocer públicamente su
condición de funcionario de policía, quedando ahí, ya, investido del carácter
de agente de la autoridad. Premio gordo: de buenas a primeras apareció un
espontáneo, así como si nada, uno que pasaba por allí, que dice, que dijo, que
reconoce sin género de dudas al navajero, ya detenido por lo anterior, como el
autor de un atraco denunciado esa misma mañana, mientras el chalado, mi excompañero,
se estaba paseando entre bancarios, médicos y reponedores.
“Mejor
llevarla y no necesitarla, que necesitarla y no llevarla”,
es la canción que mi colega cantaba matutinamente. Entonando horas después, ya
por la tarde, aquella otra copla que dice “menos mal
que no la he necesitado, porque ahora no la llevo”. Y es que la liebre
salta cuando uno menos se lo espera. Afortunadamente, el malo quedó cao al
primer toque, resultando sumamente fácil desarmarlo. Pero no siempre es tan
fácil, algo de lo que también doy fe. A ver cuánto tardan los emponzoñados de siempre
en detraerle méritos y en criticarlo. La envidia es muy mala, y directamente
proporcional al nivel de incompetencia y cobardía.
En fin, Jesús,
¡enhorabuena!■
Cuando leo esto más ganas tengo de tener mi glock 43. Mi enhorabuena a "El Loco". Pero no tonto. Valiente y sobre todo, POLICÍA. Con mayúsculas.
ResponderEliminarGraaacias.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarCuando leo esto más ganas tengo de tener mi glock 43. Mi enhorabuena a "El Loco". Pero no tonto. Valiente y sobre todo, POLICÍA. Con mayúsculas.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarSaludos.
Nada que añadir a tu relato y sobre todo al valor profesional de su protagonista. Soy de los que todavía nos falta huevos para llevarla siempre encima...y no por no tener clara su necesidad...sino por falta de tomar la decisión...pero todo se andará.
ResponderEliminarUn saludo, Ernesto y otro para el "Cuerdo"...
Queda claro equipo mínimo HUEVOS. Un saludo Jose Moreno
ResponderEliminarMe gustaría ver la sarta de críticas hacia el "Loco", en las taquillas de los que estaban de servicio esa tarde. Ojalá me equivoque...
ResponderEliminarUn saludo, Ifwin.
Seguro que alguna crítica cae, pero no serán demasiadas porque Jesús capea bien a esas bestias, llevándose incluso bien con algunas de ellas.
EliminarSeguro que alguna crítica cae, pero no serán demasiadas porque Jesús capea bien a esas bestias, llevándose incluso bien con algunas de ellas.
EliminarMe alegro entonces que sea así, estoy acostumbrado a lo contrario, y cuesta creer que no lluevan las críticas desde la poltrona en la que están los escondidos.
EliminarMe alegro que sigan existiendo ejemplares de raza como "El Loco", son un ejemplo a seguir. Me gustaría darle la mano y decir:"aquí hay un POLICÍA".