LO SENCILLO, SENCILLAMENTE FUNCIONA
Por Ernesto
Pérez Vera
En momentos
complicados, como esos que nos hacen obrar cual oxidados robots que no atinan a
hacer casi nada con algo de coherencia y precisión, y en los que para nada
afinamos del mismo modo que en los plácidos entrenamientos periódicos, porque
sin avisar y de sopetón se presenta alguien con ganas de fabricar viudas,
huérfanos, etc., las respuestas sencillas y naturales serán, casi siempre,
nuestras mejores aliadas.
Dejémonos de milongas. Prepararse para intentar superar un a vida
o muerte no puede ser ni divertido ni cómodo. Y decidir quién paga las
cervezas a tenor de los puntos obtenidos en la silueta, es un método que no debería
formar parte de ningún seudoprograma de adiestramiento o reciclaje. Desterremos
a los mediocres y farsantes. Digamos no a la mentira, y gritemos sí a la
verdad.
Suelen decirnos que
nunca pasa nada y que estas cosas solamente ocurren en Estados Unidos, en el
cine y en las series de televisión, pero mienten. Lean “En la línea de fuego”
y conozcan testimonios y manifestaciones que nacen de policías locales,
autonómicos, nacionales, guardias civiles e incluso de agentes privados. Todos
fueron brutalmente agredidos. Muchos resultaron heridos de gravedad, otros
presentaron lesiones de menor entidad y algunos incluso regresaron ilesos a sus
casas. En unos casos los ataques fueron ejecutados por indeseables seres
inhumanos y en otros, lamentablemente, por enfermos mentales. Algunos de los que han confiado a los
autores de la obra tan íntimas y vitales experiencias consiguieron abatir a sus
agresores, acabando en ocasiones con sus vidas o hiriéndolos para neutralizar
el riesgo. Porque sepan ustedes una cosa: no es lo mismo verse en la línea
de tiro de la galería, que en la línea de fuego de la realidad de la calle. Será
por esto por lo que unos cuantos protagonistas fallaron todos sus disparos,
llegando algunos agentes a bloquearse emocionalmente, no logrando ni desenfundar
la pistola. En el libro se explica y razona el porqué de todo esto, o eso se
pretende.

Tenemos que entrenar,
de una vez por todas, en base a la verdad fisiológica y evolutiva de nuestra
especie animal. Ya sabemos cómo funcionamos por dentro, así que aprovechemos
este conocimiento para conducir nuestras futuras reacciones de supervivencia. Dar la espalda a algo tan evidente no hace
más que dirigir nuestros pasos hacia la subespecie ‘Homo cretinus’, hacia el
cretinismo.

Seriedad, por favor. Ser instructor de tiro no puede seguir
siendo un boquete administrativo en el que colocar a los coleguitas, para que
dejen de hacer turnos de noche o para que abandonen la fría y peligrosa calle,
como así viene sucediendo en muchísimas plantillas. Quienes designan al
personal aplicando estos vomitivos principios rectores, deberían guardarle un
poco de respeto al prójimo, ya que evidentemente no se lo guardan a sí mismos.
Compromiso e interés en aras del bien común son vocablos olvidados por
demasiados tuercebotas que pululan por estos pantanosos caminos, si es que
acaso alguna vez conocieron el significado de dichas palabras.

Tecnos,
la más veterana editorial del Grupo
Anaya, ya está haciendo llegar a las tiendas los ejemplares de la última
edición, la tercera. El angustioso
estilo narrativo de la obra no dejará indiferente a nadie. La ansiedad de la
calle es traslada directamente a los párrafos. Los protagonistas no solo no
esconden sus miedos, sino que ponen en entredicho la instrucción recibida en el
seno de sus instituciones. Muchas de
estas personas tampoco ocultan el desapego corporativo y el abandono
institucional que descubrieron tras los primeros días de apoyo mediático. Es
un texto tan desgarrador, como el hecho de sobrevivir matando a tiro limpio.
Sin duda, es tu libro.■
Enhorabuena por esa tercera edición!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Armand.
Eliminarfelicidades, campeón, me alegro de esta tercera edición, habrá que ir pensando en escribir otro libro, ejejejeje, animo
ResponderEliminarpero en fin te lo dejo a tu criterio, creo que ciertamente escribir un libro es algo mas que rellenar unas paginas,
un saludo
Gracias por tus palabras, Alberto
EliminarUn saludo.
Ernesto.
yo apuesto por la 4ª edición y porsupuesto ese otro libro... ¡Felicidades por la 3ª!
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Malolo.
EliminarUn abrazo.