POCO CONOCIDOS, PERO CUMPLIDORES: puntas expansivas fuera de lo común
Por, Ernesto Pérez
Vera
Me atrevo a asegurar
que ninguna fuerza pública española los emplea, pero afortunadamente mi lista
de amigos sigue siendo más nutrida que la de enemigos, o eso creo y espero. Yo
no es que precisamente vaya regalando lisonjas, y lo sabes, pero el alistamiento
de los primeros va in crescendo. Pero en fin, a lo que iba, que es lo que
interesa. Recientemente he probado,
gracias a unos desprendidos amigos, varios cartuchos Federal Premium EFMJ de
124gr y Corbon-Glaser Silver Safety Slug de 80gr, ambos con cargas “+P” y del
calibre 9mm Parabellum. Debido a lo desconocidos que son en estas tierras
ibéricas, me siento un privilegiado muy afortunado y agradecido.
El primero de los
referidos, el EFMJ o Expandig Full Metal Jacket, monta un proyectil
especialmente concebido para defensa y seguridad, o sea, para que expanda en el
cuerpo alcanzado. Para que transfiera mucha energía y para que no sobrepenetre
generando riesgos a terceras personas. Es,
por tanto, una bala expansiva como otras muchas más, solo que su aspecto físico
es cónico, truncado y blindado, dado que su núcleo, mitad plomo y mitad
silicona, está encamisado por una envuelta metálica. Ni que decir tiene que
no se trata de una punta hueca, por más que esté diseñada para obtener los
mismos efectos balísticos terminales. Es por ello que, para permitir su propia
deformación, el recubrimiento metálico cuenta con varias aristas internas de
prefragmentación. Para acabar tan somera descripción, significar que el culo
del proyectil es del tipo ‘Open Base’.
Como a mi alcance
solamente han puesto un puñado de estos cartuchos, no he podido explayarme
disparándolos contra una amplia variedad de blancos, por lo que, como en otras
ocasiones, he optado por reventar garrafas con agua. Vestida la primera botella
de 5 litros con un paño 100% algodón, tras esta coloqué otras tantas garrafas
idénticas. Una tras otra, todas pegaditas sin dejar que el aire corriera entre
ellas, fueron fusiladas desde 3 metros de distancia con una pistola Glock 26.
El resultado no me sorprendió: el proyectil únicamente perforó 2 garrafas, lo
que en este caso suponen 30 centímetros. La
punta quedó completa y uniformemente abierta tras perforar la segunda botella,
sin perder masa y sin fracturar el tercer contenedor, aun cuando llegó a
tocarlo. En el pie de rey marcó 15 milímetros de expansión definitiva. Me
convence, así que amenazó con probarlo contra lunas delanteras de vehículos,
cuando me haga con unos cuantos cartuchos más.
Según numerosos
especialistas y aficionados norteamericanos, nuestro EFMJ de 124gr, que en
aquel país únicamente se suministra a estamentos policiales, se comporta
prácticamente igual en todos los materiales contra los que ha sido disparado. Así pues, algunos aseguran haber recuperado
puntas totalmente expandidas tras haber atravesado vidrio, madera
contrachapada, gelatina balística y planchas de yeso. No obstante, Federal
cuenta con otro producto similar en catálogo, el EFMJ Guard Dog de 105gr,
destinado al mercado civil.
Esta munición se
presenta como una excelente alternativa para presentarla ante los jefes de
policía acomplejados, que temen adquirir cartuchos expansivos de punta hueca,
por legal que sea su adquisición. Temerosos
de las potenciales críticas de los grupos políticos de la oposición, amén de
los gritos de aquellos movimientos sociales que pancarta en mano se apuntan a
todo sin saber de nada, muchísimos gerifaltes se dejan llevar por los dimes y
diretes de los policialmente analfabetos. Es lo que tiene cultivar
ignorancia, que como no se sabe de nada, se termina haciendo lo que dictan
otros, que por su puesto tampoco saben un carajo.
Pese a que los
funcionarios españoles pueden usar reglamentariamente puntas huecas, y esto es
algo que no merece más discusiones a estas alturas del partido, las EFMJ pueden
cubrir el nicho funcional de las huecas tradicionales, al tratarse de
proyectiles blindados. Efectivamente, blindados como los que consumen cientos
de miles de policías en España, solo que estos Expanding no acostumbran a
sobrepenetrar, y cuando lo hacen es, ya, con menos capacidad lesiva.
El otro cartucho
testado se ha comportado como personalmente intuía que se comportaría. Del
ligerísimo Silver Slug de 80gr se espera que penetre poco, pero que pegue una
buena patada y que descomponga su masa en pequeños trozos. ¿Que por qué? Pues porque es uno de los proyectiles más
utilizados por los agentes de seguridad que viajan encubierto y mezclados con
los viajeros de determinados vuelos comerciales, lo que exige que esta munición
transfiera la máxima energía tan pronto impacte, para evitar con ello las
indeseables consecuencias de los excesos de perforación. En el caso que nos
ocupa, huelga decir que si una bala atravesara a un terrorista aéreo podría
conservar todavía propiedades para herir, y hasta matar, a miembros del pasaje
o de la tripulación. Pero es más, incluso podría agujerear el fuselaje
aeronáutico o dañar los sensibles paneles de aviónica.
Hollywood nos tiene al
día de las fatales consecuencias de una despresurización aérea. Ricardo
Huercio, vocal del Colegio Oficial de Pilotos (España), se ha pronunciado en el
diario ABC (24/01/2013) sobre esta
clase de incidencias: “Es difícil que se produzca una despresurización, porque
el funcionamiento es automático y el propio avión cambia de sistema si este
falla. Se puede producir un percance por un fallo en el funcionamiento de las
válvulas de presurización, o, en los casos más graves y llamativos, debido a un
boquete en el fuselaje. Por eso no puede haber armas en un avión, porque si se
dispara y se produce cualquier tipo de fuga se daría una de las
despresurizaciones más peligrosas, la llamada explosiva. Este tipo de
despresurizaciones son las que habitualmente se reflejan en las películas de
cine, donde vemos como salen cosas volando e incluso los pasajeros no pueden respirar
porque los pulmones son incapaces de tomar y expulsar el aire. Si se produce un
fallo en este sistema, los pilotos siguen un protocolo de actuación que
básicamente consiste en hacer un descenso de emergencia, mediante un
procedimiento que nos sabemos de memoria. Una
despresurización provoca un gran estrés entre los pasajeros, ya que provoca
mareos, dolor en el oído, en la parte frontal de la cara o en los senos
nasales, por la diferencia que hay entre la presión del interior y el exterior
del oído”.
Para comprender la
importancia de este tipo de emergencias, en primer lugar deberíamos saber qué
significa ‘presurizar’. Se trata, ni más ni menos, que del bombeo activo de
aire comprimido en la cabina de una aeronave, para garantizar la seguridad y el
confort de los ocupantes. Es necesario cuando un avión alcanza una altitud
importante, ya que la presión atmosférica natural es demasiado baja como para
suministrar el suficiente oxígeno a los viajeros y a la tripulación. Sin la
presurización se puede sufrir mal de montaña o incluso una hipoxia. Las
aeronaves que realizan vuelos rutinarios sobre 3000 metros de altura están
equipadas, por lo general, con un sistema de oxígeno alimentado por medio de
máscaras; o están presurizadas por un sistema de control ambiental, usando gas
suministrado por un compresor o por aire comprimido del motor. (ABC, del 24/01/2013).
La Silver Slug hizo
explosionar la primera garrafa. Fue brutal. Gran parte del proyectil (el 60%)
fue encontrado hecho añicos dentro de este contenedor de agua. Como garantiza el fabricante, así como
quienes privadamente ya han evaluado estos cartuchos, la minimización de
riesgos a terceros está casi asegurada. Ahora bien, de ser portadas prendas de
vestir gruesas y/o resistentes, tal vez las lesiones en un torso no siempre
lograrían la afectación de órganos internos importantes. Pero también
podríamos pensar, al menos de este modo piensa la mayoría de la gente, que
quienes prestan este tipo de servicios de protección están altamente
adiestrados para, en escasas fracciones de segundo, colocar una gran cantidad
de tiros sobre los hostiles. Solo así, en situaciones de secuestros aéreos por
parte de elementos terroristas, se podrán conseguir rápidos fuera de combate en
la parte contraria. Eso si acaso el personal no entrena hasta la saciedad el
disparo a la cabeza, donde este proyectil seguramente funcionaría con muchísima
eficacia.
La
versión Silver se compone de un vaso metálico relleno de fragmentos de plomo
del número 6 cohesionados, mientras que para el primitivo modelo Blue la casa
Corbon-Glaser utiliza plomillo fino del número 12.
Una esfera de plástico de color gris plata cubre la cúspide. Esto no solamente
le otorga al cartucho la típica forma ojival que facilita su acceso a las
rampas de alimentación de las armas semiautomáticas, sino que además la
susodicha bolita colabora en la deformación y posterior destrucción de la
punta, en el instante del impacto. Señalar que la pionera versión Blue suele
penetrar tan escasamente, que la firma ha tenido que recurrir a un nuevo
diseño, el Silver, en busca de un poco más de profundidad de impacto.■
Agradable explicacion,buen articulo y sorprendentes resustados sobre todo el ultimo cartucho probado, las silver slug, , caramba ya me gustaria saber que cantidad de tejido seria suficiente para impedir la perforacion,,,yo recuerdo malos tiempos en fronteras duras sin vallas de las que hay ahora y subsaharianos y otros portaban tres vaqueros y dos chupas de cuero y las bolas lanzadas con el 5'56 no les hacian nada,,,,otra cosa que es un culote de open base?
ResponderEliminarHola, Escarceneitor. "OPEN BASE" quieres decir que el proyectil está abierto por la base, dejando ver el material del que está compuesto el núcleo. Los que tu usas en el trabajo son así. Un semiblindado es "open" por la nariz.
EliminarHola, Escarceneitor. "OPEN BASE" quieres decir que el proyectil está abierto por la base, dejando ver el material del que está compuesto el núcleo. Los que tu usas en el trabajo son así. Un semiblindado es "open" por la nariz.
Eliminargracias
ResponderEliminarBuenas tardes, compañeros.
ResponderEliminarOs envío un enlace para vuestro conocimiento y os explico.
Este año había elegido para la dotación de los policías que comportan mi plantilla el cartucho Golden Saber HPJ de 9 mm. Pues bien. Una vez recibida la autorización de la GC y pedida la munición al suministrador, me llega únicamente la munición para las prácticas (FMJ). En cuanto a la de dotación, me dice el suministrador que el mayorista no puede enviar dicha munición por no estar autorizada por la GC la de punta hueca o dum dum. Curiosamente, en la página web del mayorista, figura que dicha munición SI está autorizada para TODAS las FFCCSS, poniéndola por las nubes en cuanto a sus características técnicas. Y digo yo. Es posible que a estas alturas y con la que está cayendo, sigamos sometidos a los caprichos del Interventor de turno que no conoce, o eso parece, la reglamentación al respecto? No sé que os parecerá, pero a la vista de publicidad-resultado, me parece patético y digno de compartir.
Ah! Y sin olvidar que el pasado año, el mismo mayorista nos suministró la EMB de Fiocchi, sin mayor problema y con la misma coletilla en la autorización.
Un saludo.
http://www.borchers.es/es/municion-policial-militar/1834-municion-remington-golden-saber-hpj-45-acp.html
Armand, nada cambiará hasta que las asociaciones de jefes de PL no denuncien y den un puñetazo en la mesa. Pero claro, estas asociaciones existen para darse homenajes y regalarse medallas, amén de para organizar plazas de esto y lo otro, que ya te lo pagaré con plazas de lo otro y de esto.
EliminarMientras los jefes de policía no se sientan policías y sepan de la Policía, shungo.
Un saludo.
Ernesto.
Tienes razón, Ernesto!! Un abrazo
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