SOBRE UNO DE LOS MUCHOS JEFES DE POLICÍA QUE NO CREEN EN LA POLICÍA
Por Ernesto
Pérez Vera
No seré yo
quien defienda a los sindicalistas de sector laboral alguno, menos aún a los de
la Policía, trátese de la fuerza que se trate. Tengo mil motivos personales y
profesionales para obrar con desconfianza, si bien no viene a cuento
pormenorizarlos. La cosa es que ha
llegado a mis manos el acta de una reunión sindical celebrada entre un gran
jefe de un cuerpo local y varias plataformas sindicales. Pongamos que hablo
de una plantilla con más de mil funcionarios y de una de las principales capitales
del país.
Pues verán,
leyendo el acta he llegado a un punto en el que el preboste es preguntado respecto
a la tardanza en el reparto de los chalecos de protección balística, algo que
urge, en opinión del sindicalista que puso el tema sobre la mesa. A lo que el
ilustre gerifalte contestó que “el
retraso se debe a la propia tramitación del procedimiento administrativo”.
Hasta ahí, todo normal, lógico y hasta asumible. Pero la bofetada gorda viene
ahora, cuando el señorito defiende la tesis, tan absurda como quien la postula
investido de estupidez e ignorancia, de que “los policiales locales no somos el primer grupo que acude a una
intervención frente a un atentado terrorista, aunque nos lo podemos encontrar”. Toma ya, sin vergüenza ni anestesia.
¿Vagancia cerebral, quizás? Este hombre habla de encontrar, mas yo me pregunto
quién lo encontraría a él, para luego endiñarle un puesto tan bien remunerado.
No solo es
falso que la Policía Local no aparezca en intervenciones terroristas, sino que
a veces es, lo sepa o no lo sepa el intendente de marras, la primera fuerza en personarse
donde están produciéndose tiros o bombazos. Porque a ver, si bien es cierto que
por lo general los agentes locales no penetran en lugares cerrados en busca de
terroristas, como efectivamente hacen las unidades especiales de determinados
cuerpos, del mismo modo es verdad que cuando los ciudadanos piden socorro ante
la detección de disparos, nadie deja de
correr para preguntarle al tirador si es un demente fugado de la loquería; si
es un cornudo con los cables cruzados, porque su mujer se la da con el vecino;
si es un atracador que huye con su botín; o si es un moro en con ansias de
fornicar con sus correspondientes vírgenes inmortales.
Pero dicho
todo esto, ¿no participan los municipales en controles de tráfico en los que
pueden comerse el marrón de parar a un terrorista que va o viene de hacer de
las suyas? ¿Y si en el control entra un hijoputa que no es yihadista, pero que
también es capaz de matar porque le sale de los cojones? Pero es que voy a más, ¿no hay decenas de policías locales formando
parte activa de los dispositivos especiales de la Semana Santa, de la feria y
de las fiestas de Navidad, por la sana razón de que miles de vecinos se entregan
al disfrute de la calle.
Eso por no
hablar de algo que perdura durante meses y meses, como son las entradas y
salidas de los colegios, donde hay que regular el tráfico todos los días, en
medio de una marabunta de profesores, de padres, de abuelos y de alumnos. Por
cierto, en más de un país amenazado por ISIS se han cometido atentados en las
puertas de los colegios, principalmente en los judíos y cristianos. Así que sí, señor intendente, su gente se
come todo eso y mucho más, por lo que, estemos o no en nivel 4 de alerta
terrorista, es más que conveniente que usted no eche tierra sobre las siglas
que le dan de comer. Esto pasa, como es natural, cuando los que mandáis no sabéis
que no sabéis. O sí, porque algunos sí sois conscientes de vuestras
miserias, solo que plin, que lo que interesa es el montante fijo de fin de mes.
A la mente
me viene el caso de aquel policía municipal de Madrid que pereció al estallar
una bomba colocada por ETA, que aunque no estaba destina al fallecido, sí que
formaba parte del cordón de seguridad establecido al efecto. Por citar algo más
cercano en el tiempo, porque lo otro sucedió en 1995, recordar los incidentes parisinos
del año pasado, en los que una agente de la Policía Municipal fue acribillada
por un terrorista, cuando éste huía después de haber matado a otras personas,
varios patrulleros incluidos. Sí, la
France no es esto, lo admito, pero sus cuerpos locales tienen competencias y
estructuras muy similares a las nuestras, como quedó patente en Niza: fueron
municipales los primeros funcionarios en responder contra el atropellador del
camión. Y fueron municipales porque, ¡voila!, aquello se produjo en el
curso de la celebración de una fiesta, la Nacional, donde miles de personas se
apoderaron de las calles, como aquí sucede en Semana Santa, en feria y en
Navidad. ¿Le suena, caballero?
Pero a ver,
vamos a ser sinceros del todo, a un tío que opina tal cosa y que encima la casca
tan frescamente, es que la Policía le importa un carajo muy grande. Pero ojo,
igualmente podría decir cosas sobre los sindicalistas que usan estos temas como
mera munición de presión sindical, sin que en el fondo sientan nada por la
profesión y sus funciones. Pero en este caso ellos juegan de buenos, así que
venga, a seguir, que hasta aquí llego hoy.
Buenas noches, y felices fiestas a tod@s ;)
ResponderEliminarComo casi siempre, se tiende a generalizar o a pensar que se hace cuando se da una opinión de un grupo, conjunto o sociedad. En el caso de la entrada que nos ocupa, se entiende o debe entenderse, que no tod@s l@s Jef@s de Policía deben verse inmersos en la misma, pero da la casualidad, que de los much@s que yo conozco, puede decirse que abundan los descritos en la presente.
He de decir que conozco a otr@s que dan el perfil idóneo, se interesan por las vicisitudes de sus Agentes y se involucran y los defienden “a muerte” por lo que a mi entender es “sentirse Policía”, sentirse que forman parte de un todo y que son, al fin a la postre, la cabeza visible de quien dirige el “cotorra” por lo que no pueden evadirse ni sustraerse a sus quehaceres y vigilar que no falte material ni otras cosas mas importantes e insustanciales como son la motivación, el refuerzo positivo e incentivación.
En fin, yo también llego hasta aquí, y es mi humilde opinión.
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“Ante ferit quam flamma micet”
Hola, gusto en leerte de nuevo por aquí.
EliminarRecientemente he conocido a un jefe de cuerpo local altamente motivado y comprometido. Pero qué poquitos hay de este perfil. Pero los hay, claro que los hay. De hecho el título del artículo refiere a uno de los muchos, no a uno de todos.
Saludos.
Ernesto.