Desde los campos de batalla, hasta las calles de tu ciudad: 9 mm Parabellum
Por, Ernesto
Pérez Vera
Es longevo. Ya ha
cumplido once decenios y sigue entre nosotros. Y pese a que a veces le
regañamos, quiere seguir acompañándonos. Hablo del cartucho metálico que ocupa
los cargadores de la inmensa mayoría de pistolas de este país y de más de medio
mundo: el mítico 9 mm Parabellum. Vino a ser, con tal apellido, el segundo hijo
de aquella familia encabezada por el austriaco Johann Georg Luger, quien naciera
el 6 de marzo de 1849. Cuando contaba cincuentaiún años de edad, Georg dio vida
a su hijo mayor, al 7,65 mm Parabellum (.30 Luger), un verdadero desconocido
para quienes son usuarios forzosos de estas herramientas llamadas armas.
Luger, que en 1896
trabajaba para la Deutsche Waffen und Munitionsfabriken (DWM), procedente de la firma Ludwig Loewe & Company, creó aquel
7,65 con una vaina abotellada de 21 mm de longitud. Ese tipo de casquillos era
frecuente en la época para armas costas: 7,63 Mauser y 7,65 Bordchard, por
ejemplo. Su destino era la pistola Luger modelo 1900, la 00, que sería adoptada
por el Ejercito de Suiza el mismo año que da nombre al modelo. La pistola patentada
por Georg fue diseñada en 1898. Posteriormente, en
1902, vinieron a ver la luz dos modelos más de aquel arma, la 04, adoptada por
la marina Alemana en 1904, y la 08, que fue suministrada en 1908 al ejército
del mismo país. A estas se las denominó Parabellum, ofreciéndose en calibre 9 mm,
con una vaina levemente cónica de 19 mm de longitud y con un proyectil de 8
gramos (g) de peso. Aquellas primeras puntas eran troncocónicas y
revestidas de cobre y níquel, y poseían una carga de proyección de 0,36 g de
pólvora.
Para alcanzar sus
actuales características, este 9 mm sufrió numerosas modificaciones. La principal caracterización se vino a producir sobre el
proyectil en 1916, durante la Primera Guerra Mundial (PGM). La bala
troncocónica fue sustituida por una ojival. Durante el conflicto, los
germanos temieron que las potencias enemigas la catalogaran como munición
prohibida, tachándola de Dum-Dum (no permitida en conflictos bélicos entre
ejércitos regulares de estados soberanos).
Aunque tanto el arma
como el calibre se hicieron archifamosos de
la mano de los soldados alemanes, durante ambas guerras
mundiales, muchos otros ejércitos europeos emplearon el conjunto desde 1904:
Bélgica, Portugal, Holanda, Finlandia y Suecia, entre otros. Algunos países
solamente adquirieron el calibre. Curioso dato: los ingleses emplearon pistolas
Luger 08 en sus colonias, para uso policial. Aquellas armas procedían de
las almacenadas y requisadas tras finalizar la PGM. Otro toque histórico:
en 1910, los italianos diseñaron su propio
9x19 mm, el 9 mm Glisenti. Este era un cartucho de 9 Parabellum suavizado en fábrica,
rebajándole en un 25 por ciento la carga de propelente.
Sería la Segunda Guerra
Mundial (SGM) la que pusiera a este calibre, y también a las armas que lo
usaban, en la parrilla de salida hasta alcanzar las cotas de fama y consumo actuales.
Antes de seguir, hay que aclarar que la moderna
nomenclatura de la cartuchería metálica da por buena varias formas de
denominación para un mismo cartucho, y este no podía quedarse fuera: 9
Parabellum, 9 Luger, 9x19 o 9 NATO/OTAN, son algunas de las formas oficiales
con las que se puede llamar a nuestro protagonista del día.
Si el primer gran
conflicto lo echó a andar y el segundo lo empujó, que
la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lo adoptara para las pistolas
y los subfusiles, en 1953, lo acabó de encumbrar. Sin embargo, todavía
hubo algo más que lo terminó de lanzar hasta nuestras fundas, y hasta el estrellato:
el Ejército Norteamericano lo declaró reglamentario en 1985, cuando seleccionó
la pistola Beretta 92 para dotar al grueso de sus tropas. Este 9 mm relegó al
.45 ACP (Automatic Colt Pistol) tras setentaicinco años de vigencia en aquellas
fuerzas armadas.
Durante la SGM, además
de ser vastamente empleadas las Luger 08 y Walther P38 —las segundas fueron sustituyendo
paulatinamente a las primeras—, otras pistolas, y no pocos subfusiles, también
disparaban el 9 Parabellum. Destaca, por la capacidad de su cargador, 13
cartuchos frente a los clásicos de 8, la FN HP-35. La exótica finlandesa Lathi
L-35 y la polaca Radom Vis-35, también estuvieron presentes en el teatro de operaciones
europeo, entre 1939 y 1945. Los alemanes, que nunca
fueron tontos, iban aprovechando algunas armas autóctonas según fueron
invadiendo países. Es el caso de las reseñadas FN y Radom.
Aunque no fue
masivamente utilizada, merece la pena referir que la casa española Astra
(Unceta & Cia) recibió importantes pedidos germanos, entre 1941 y 1944,
para que le fuesen fabricados diversos tipos de pistolas. Además de los modelos
Astra 200, 300 y 900 (automática), de los calibres 6,35 mm, 9 mm Corto y 7,63 mm,
respectivamente, los nazis probaron también la 400, del 9 mm Largo. Posteriormente, tras catar bien la 9 Largo, firmaron un
contrato para que se rediseñara el modelo 400. Así nació, en 9 Parabellum, la
Astra 600. Los teutones pagaron por adelantado sobre 50.000 ejemplares, pero
los avatares de la guerra, allá por el verano de 1944 (desembarco de Normandía),
solo permitieron la entrega de una minúscula parte durante el conflicto, 10.450.
El Gobierno español, bien finalizada la contienda, culminó el envío al nuevo
Ejecutivo germano. Significar que a la saga 300, 400 y 600 se le llama, por su
configuración tubular y aspecto general, “las puro”.
Como ya se refirió
anteriormente, Inglaterra usó la Luger en sus territorios de ultra mar. Pero
hay que recordar que los ingleses ya tuvieron la opción de adquirirla para sus tropas
en 1902, cuando la DWM les hizo una oferta que rehusaron. También a la otra
gran potencia anglosajona se le ofreció la Luger. El
Ejército de Norteamérica convocó en 1906 un concurso para adoptar una nueva pistola,
y las teutonas estuvieron allí. La comisión que dirigía el concurso exigía que
el calibre mínimo fuese de 11,43 milímetros (0.45 pulgadas), lo que obligó a
Georg Luger a diseñar una Parabellum en calibre .45 ACP. Se calcula que no más
de cinco ejemplares fueron fabricados, siendo actualmente las armas más caras
del mundo, entre los coleccionistas. El 9 Parabellum no caló entre los
profesionales de ambos países, hasta muchas décadas después.
Algo similar ocurrió en
España. No gustaba. En 1905 adoptamos la primera pistola reglamentaria para el
Ejército, la Bergmann del calibre 9 mm Bergmann, llamado autóctonamente 9 Largo.
Este calibre, superior en potencia al Luger/Parabellum, se instaló en la piel
de toro y no se fue hasta pasados muchísimos lustros. A esta pistola la
sucedieron, con el mismo calibre, las Campo Giro modelo 1913 y modelo 1913-16
de fabricación nacional (en realidad cohabitaron). Fue empleada hasta después
de la Guerra Civil Española (GCE).
Pero tanto antes como
después del conflicto, muchas más armas se diseñaron y produjeron para el 9
Largo. Siendo este el calibre oficial para las tropas, a nivel privado solían
ser adquiridas otras pistolas más livianas, en calibres tales como el 9 Corto,
7,65 y 6,35. Finalizada la fratricida contienda, el
mercado nacional lo coparon las firmas vascas Star, arraigada en Eibar, Astra,
forjada en Guernica, y Llama, centralizada en Vitoria. Muchas fábricas pequeñas
desaparecieron. La primera de ellas, Star, dotó de pistolas y subfusiles a las
Fuerzas Armadas (FF.AA.) hasta los años ochenta. Astra encontró mercado entre los
particulares nacionales (tiradores deportivos, policías y militares a título
personal) y en el extranjero, especialmente en los Estados Unidos, donde sus
revólveres eran muy bien acogidos. Llama, además de suministrar a cuerpos locales de
seguridad, a instituciones pequeñas, compañías de seguridad y a particulares,
recibió algunos pedidos de pistolas para el Ejército del Aire español. Pero los
cierto es que ninguna de las empresas le hincaba el diente al 9 Parabellum, por
lo que casi todo se proyectaba para otros calibres.
La GCE acabó
en 1939, pero hasta 1958 no se diseñó la primera pistola española de 9 Parabellum,
al margen de la Astra 600 “alemana”. Se bautizó como Astra 800, la Cóndor. Si el
calibre no terminaba de cuajar entre los españoles, la Cóndor, que nació para
abrir el camino, no fue bien recibida en el mercado.
Era más frágil que las “puro” de siempre, siendo una advenediza ante tal clan. Finalmente,
desapareció del catálogo en 1969. Ya entrada la década de los 70, los
profesionales españoles abrieron los ojos y vieron el atraso que tenían en
todo, respecto al resto del mundo. También en temas armamentísticos. El primer
giro que se hizo hacia el 9 Parabellum, en detrimento del querido 9 Largo, fue mediante
el diseño de subfusiles recamarados para él. Las FF.AA., la Guardia Civil (GC) y
la Policía Armada (hoy Cuerpo Nacional de Policía, y antes Cuerpo de Policía
Nacional) empezaron a usar subfusiles Star Z-70B y Z-70, en calibre 9
Parabellum. Fueron abandonándose, poco a
poco, los Star Z-45 y Z-63 del 9 Largo. Aun así, hay que decir que el 9 Largo
siguió siendo empleado para determinados servicios, y por diversas unidades,
hasta bien entrados los años 80.
Por fin, aquel 9
milímetros que a veces había estado en contacto con nosotros se afincaba para
no irse. Además de haberse producido aquí armas para
otras naciones, este cartucho pasó por España durante la GCE y la posguerra. Las
tropas alemanas que apoyaron al Bando Nacional (sublevados contra el Gobierno
de la República), la Legión Cóndor por ejemplo, traían consigo pistolas y subfusiles
que disparaban el 9 Luger/Parabellum. Más aún: durante la SGM también
tuvimos pululando por España a muchos soldados y oficiales alemanes, amén de
espías (Operación Félix), y estos no
venían inermes.
Tras aquellos primeros
pasos dados con los subfusiles Star vinieron las pistolas. Durante la década de los 70, las 3 firmas españolas
diseñaron pistolas para el 9 Parabellum. El Ejército planeaba abandonar el 9
Largo y sus Star modelo A y modelo Súper, y aunque los de Éibar siempre fueron
su principal suministrador, sería esta vez la casa Llama, con su modelo 82, la
que ganara el contrato proveedor. Se dice que la fábrica alavesa iba
camino de la banca rota y que por ello el Gobierno de España le concedió el
contrato. Todos querían entrar en los 80 con pie firme, pero ahora, ya, también
con armas de 9 Parabellum, con mecanismos de doble acción y con cargadores de
alta capacidad. Todas las firmas lo hicieron, pero no con la misma fuerza. Star
consiguió que la GC le comprara, todavía en los setenta, miles de pistolas del
modelo BM de simple acción, pero de 9 Parabellum. ¡Por fin! Ya estaba hecho y no
había vuelta atrás. El Cuerpo llegó con ellas hasta la era 2000, y todavía se
usan en los centros de formación para prestar servicios de seguridad. Pero en
los 80 se declaró reglamentaria la Star 30-M en el calibre protagonista de
estos párrafos, la cual ya sí contaba con mecanismos de disparo de doble acción
y con cargadores de 15 cartuchos. Incluso así, dependiendo de qué unidad o
destino geográfico se tuviera, los agentes han estado portando una u otra arma
durante décadas. La Benemérita mantiene pocas
pistolas Star en servicio, como la Fire Star que se entrega a la oficialidad. El
grueso lo ocupan armas extranjeras: Beretta 92 y HK-USP-C. En la Unidad
Especial de Intervención (UEI) la reina es, desde hace casi 30 años, la firma
austriaca Glock, con sus modelos 17 y 19.
En la Policía Nacional
también se optó por el sello de Star, concretamente por la saga 28, serie PK
(aleación ligera, como indica la letra “k”). La 28-PK nació de las evoluciones
sufridas por el modelo 28-DA, culminando todo esto en las 30 y 31, M y PK (la
30-M fue referida en el párrafo anterior). Este cuerpo de seguridad nació tras
la disolución de la Policía Armada. Pero a la par existía otra fuerza estatal,
hermana y paralela, el Cuerpo Superior de Policía, el cual emergió, a su vez,
del extinto Cuerpo General de Policía. Dicho esto, hay que significar que estos
2 últimos dispositivos ejercían sin uniforme, siendo lo que vulgarmente se
conocía como la Policía Secreta. Sus integrantes solían prestar servicio con
armas particulares, pero ya en los años 70 les fueron entregados, de modo
reglamentario, modelos de 9 Parabellum como las Star BM, y algún que otro de Smith and Wesson.
Esta amalgama de nombres, tanto de cuerpos uniformados como de personal que
trabajaba con ropaje civil, dio origen, en marzo de 1986, al actual Cuerpo
Nacional de Policía (CNP).
Con el tiempo, todos
los cuerpos locales fueron abandonando los calibres empleados por ellos hasta
los años 80: mucho .38 Especial (revólver), 9 Corto, .32 S&W (revólver) y 7,65 (.32ACP).
Ni que decir tiene que la permuta se dirigió hacia el ya consolidado 9
Parabellum. Los de Guernica produjeron, en 1980, un
revólver para el 9 Parabellum, aunque también se servía con un tambor intercambiable
dispuesto para el potente .357 Magnum, se trataba del Astra Police. Es
el único revólver español fabricado para nuestro protagonista. Pese a que se
ofertó con cañón de 3, 4, 6 y 8 pulgadas de longitud, no tuvo mucha aceptación
en el mercado nacional. En el resto del planeta tampoco se prodigaron mucho las
ventas. Los revólveres más conocidos que disparan en Parabellum son los Smith and Wesson 547 y 940,
el FN Barracuda y los Korth alemanes.
La Policía Autónoma
Vasca, la Ertzaintza, resucitada
en la decisiva década de los 80, empleó modernas pistolas Star de 9 Parabellum.
Empezaron con los pioneros modelos 28-DA, de la eibarresa Star. No obstante, algunas
unidades se armaron con la alemana HK-P7, marca a la que han regresado en la
actualidad tras deshacerse de las oriundas.
Hoy por hoy todos los cuerpos españoles, tanto
militares como policiales (Vigilancia Aduanera incluida, aunque no se encuentra
integrada entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad), emplean el 9 Parabellum en
sus pistolas y subfusiles. Un plus: incluso las empresas privadas de seguridad, con
escoltas en plantilla, tienen que dotar a sus operativos con pistolas
recamaradas para este universal cartucho, algo que obviamente establece el
Reglamento de Seguridad Privada.
Unos tardaron más y otros menos, pero todos llegaron.
Tan cierto como lo anterior es el hecho de que la industria armera española,
vasca por excelencia, no existe desde hace más de una década. Actualmente,
todos los estamentos referidos en este artículo adquieren sus armas en el
extranjero. El Ejército de Tierra ha adquirido la pistola
alemana HK-USP Standard, mientras que el CNP se ha declinado en favor de su
hermana pequeña, el modelo Compact. Para dotar al Grupo Especial de
Operaciones, al GEO, el CNP adquirió hace años la Sig Sauer P-226, dando así un
merecido descanso a las finísimas y relevadas HK-P9, también del 9 Parabellum.
La Infantería de Marina viene usando, desde hace ya algún tiempo, la belga FN
P9 (varias versiones), además de varios modelos nacionales más antiguos que
poco a poco están cayendo en desuso.
Durante la mayor parte de la existencia
de este vetusto cartucho o calibre, solo fue posible encontrarlo en su versión
blindada o encamisada, la militar. La que no se ha de deformar, en exceso, en caso
de alcanzar un cuerpo humano. Este es el tipo de munición que exclusivamente deben
emplear los militares en misiones bélicas, contra tropas regulares de naciones
soberanas. Para servicios policiales y de seguridad, no necesariamente
especiales, existe una elevadísima variedad de
proyectiles, algunos catalogados como especiales: incendiarios, perforantes y
trazadores. Por la extensión a la que se llegaría, no se mencionarán los
nombres de los fabricantes mundiales de munición que producen cartuchos
policiales, pero hay que señalar que prácticamente la totalidad de ellos ofrecen
productos de interés, al margen de los convencionales de plomo, semiblindados y
Full Metal Jacket/encamisados (FMJ).
No es nada complicado localizar en el mercado
cartuchos con proyectiles de deformación forzada, de alta velocidad,
frangibles, de tiro reducido (punta de plástico para entrenar en lugares cerrados)
e incluso con cápsulas marcadoras mediante pintura o tinte. Respecto al peso de los
proyectiles, igualmente es poco complicado adquirir puntas de 88, 90, 95, 100,
115, 123, 124, 130, 135, 147, e incluso de 158 grain (gr). El grain, o grano,
es una vieja unidad de medida que corresponde al peso de un grano de trigo. Se
emplea internacionalmente como medida de pesos y cargas de proyectiles y
pólvora. Un grain
equivale a 0.064798 gramos, y 1 gramo a 15,4 grain. Las balas más usadas a
nivel deportivo y profesional son las de 115 y 124 gr (7,45 y 8,03 g,
respectivamente).
En virtud del peso del proyectil se alcanzarán unas
velocidades u otras, o sea más altas o más bajas. Para
que el lector se haga una idea, el uso eficaz de supresores sónicos requiere
que los cartuchos disparados monten puntas subsónicas, como las de 147 y 158 gr.
Estas no suelen superar los 300 metros por segundo (m/s) de velocidad inicial. Pero
las más livianas, como las de 90 gr, podrían superar los 430 m/s en cañones de
4 pulgadas de longitud total (la longitud del cañón también interviene en este
factor). Un proyectil estándar, como el de 8,03 g de peso, reglamentario
en las FF.AA. que integran la OTAN, puede desarrollar una velocidad en boca de
fuego de 356 m/s (cañón de 4 pulgadas de longitud). Sobre energía y presión:
507 julios y 2.600 bares, respectivamente. Con fines cinegéticos y policiales, algunos
fabricantes producen cartuchos de gran potencia, son los llamados “+P” y “+P+”.
No todas las armas cortas soportan estas picantes cargas de proyección, aunque
sean de reciente manufactura.
Tras conocer la dilatada vida de este cartucho
centenario, ha de entenderse que el hecho de que una determinada banda
terrorista española lo emplee en sus atentados, no es motivo para tenérselo en
cuenta al propio calibre. Debería quedar desterrada
de nuestra verborrea la manida frase, oída y leída mil veces en prensa, de que
los asesinos de ETA usan armas del 9 Parabellum por ser su preferida. Estos perros
no utilizan lo que quieren, sino lo que encuentran. Dada la amplísima dimensión
que el 9 Parabellum ha obtenido en el ámbito militar, policial y deportivo, a
lo largo y ancho de todo el planeta, es natural, por pura logística, que su
empleo se haya derramado hasta los ambientes criminales. Sin que quizá
sea la munición preferida de los policías, al menos no de los que de verdad
saben de este asunto, sí es la más usada por ellos en la lucha diaria contra el
crimen.■
creo que un cartucho 9mm con una buena punta es lo mas indicado para cuerpos del orden, personalmente he usado el 9mm por mas de 13 años tanto sea de uniforme como de civil en armas distintas. las pintas que mas he probado son las 147 grains punta plana y 158 punta redonda. siendo la primera ideal entre peso, penetración y entrega de energía.
ResponderEliminarErnesto Matias Peralta.
Gracias por comentar, Matías. Nunca he tirado puntas de 158 en 9 m/m, muy pesada, ¿no?
ResponderEliminarErnesto.
felicidades por el fantastico articulo y por la enseñanza que conlleva el saber de donde viene el que muchos policias dicen 9 mm parabellum pero no saben de donde viene y que historia trae. Felicidades
ResponderEliminarGracias por tus palabras, BLUE RONIN.
ResponderEliminarErnesto P. V.
Un buen artículo, como todos indudablemente.
ResponderEliminarYo soy de los que en mi Unidad piden (con una cierta mala leche) 9x19 mm Ordinario y siempre hay alguno que pregunta (con cierta timidez) ¿.....eso el 9 parabellum de guerra, verdad....?
Arturo Mariscal "Nube Negra".
Y pido "ordinario" porque si pido FMJ...... ya mueren....
EliminarArturo Mariscal, "Nube Negra".
Gracias por leerme, Arturo.
EliminarUna vez me dijo un instructor de tiro policial que la munición que tenía en la mano -9Para con punta de plomo- no servía para nuestra pistola, la HK-USP-C de 9 Parabellum. Dijo que al estar marcada como Luger en el culote y tener la punta de plomo, era solamente para armas de guerra. Este hombre es policía desde hace 25 años y tirador deportivo desde hace 20.
Ernesto PV
los tengo hace años en mi arma particular, son IMI punta azul totalmente encamisado, diseñados para ser subsonicos y disparados desde pistolas ametralladoras. buena pegada y poca sobrepenetracion al ser largo se voltean transversalmente dentro del objetivo.
ResponderEliminarEstimado amigo, gracias por leerme y comentar.
EliminarEfectivamente, esa punta azul (celeste –azul claro-, supongo) es del tipo subsónico. Será, muy posiblemente, de 147 grain. En mi opinión sí penetra en exceso, tiene los dos factores en su favor para ello, el peso y la punta FMJ.
Un saludo.
Ernesto.
Es un fenómeno a estudiar y que tendrá su explicación, él como un cartucho que todos coincidimos en que se queda justito para uso policial se ha impuesto a todo lo conocido, léase 9 largo, 38 Súper Auto, 45 ACP o 357 Magnun, cartuchos todos los citados que son superiores al 9Pb.
ResponderEliminarSe habla de hacer armas más ligeras y cargar más cartuchos por cargador, esperemos que a ningún lumbreras le dé por descubrir que las armas del 22 son muy ligeras y puedes meter la tira de balas por cargador.
¿Sera solo un criterio económico el que rige la adquisición de material?, ¿Sera comodidad? porque está muy bien que la OTAN unifique calibres pero que tienen que ver las fuerzas policiales con la OTAN.
No cabe más que reconocer que en España fue un avance pasar del 9 Corto o el 38 a armas del 9PB con gran capacidad, pero una vez visto sus limitaciones ni se ha trabajado la adquisición del cartucho con la punta adecuada, ni se han planteado otras alternativas. Como ejemplo si CNP y GC usan 9 PB por algo será y todo el mundo 9Pb nadie se sale de este calibre.Es increible que ASOPOL le remita un informe a la Secretaria de Estado sobre las deficiencias de las municiones actuales y le contesten con el cosabido "lo estudiaremos" que todos sabemos que quiere decir "vete a tomar por el c.."
De todas formas algo tendrá el agua cuando la bendicen aunque a mí se me escapa y creó que una 38 Súper Auto o una 45 ACP me gustarían más en mi cinto. Un saludo. José Moreno
Hola, Moreno.
EliminarDesde el telefono me cuesta trabajo escribir y ademas no puedo usar las tildes. Pido perdon.
Mira, respuesta a por que aqui se impone (como entros paises) el 9x19 sobre otros calibres mas acertados es sencilla: una mezcla de ignorancia y racaneria. No sa sabe ni se quiere saber, y es mucho mas economico adquirir lo que por cientos de miles de millones se produce en todo el mundo. Al M. del Interior le es mas rentable comprar millones de cartuchos de 9Luger, que comprar otro. Ademas esta el M de Defensa que tiene q comprar lo mismo a cierto nivel de cantidad. Si encima miles de ppll y autonomicos y tieadores deportivos usan por millones lo mismo... siempre sera mas rentable que pillar otra cosa.
Esto hace pensar a mucha gente que es el mejor y que por eso se usa tanto. Error. Aqui, como sabes y dices, se aplica aquello de "si lo tienen esos...sera por algo". Si lo usa la Otan...todos imitan.
Y cuidado, no es que el 9 Para sea malo, simplemente no es el mejor. Visto que hay q comerselo...hay que adquirir puntas buenas y no fmj o semi.
Ernesto.
Pd: que poco me gusta escribir desde el telefono.
Si algo funciona... ¿Por qué cambiarlo? Cuando cualquier electrodoméstico se nos fastidia, vamos prestos a comprar otro, pero se nos olvida enseguida la faena que nos ha hecho en muchos años. Al igual que ya surgió con la publicación de la elección de arma defensiva/ofensiva, con el calibre sucede lo mismo, a mi modo de ver, pues ambas opciones van de la mano, no pudiendo separar el calibre del arma a escoger.
ResponderEliminarEl 9x19mm es escogido por tener más pros que contras, y todo es la vida se reduce a eso, a escoger por "lo mejor para mi". Los americanos eligieron potencia, y se quedaron con el .45, los alemanes capacidad de cargador, y de ahí el 9mm Luger.
Pero como en muchos otros aspectos de la vida, como dice Ernesto, no es cuestión de lo que yo consideraría "lo mejor para mi", si no que debo amoldarme y conformarme con lo que me dan, así que elegiré, si puedo, lo "menos malo para mi".
Un saludo a todos, y gracias a Ernesto por la entrada, y por darnos datos nuevos cada día, pues el saber no ocupa lugar, máxime cuando repercute en acallar bocas ;)
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"Ante ferit quam flamma micet"
Hola, Josma. Gracias por estar siempre por ahi...
EliminarErnesto P Vera
"Siempre Ervirojo" ;)
Eliminar¡Semper!
EliminarHola Ernesto, aprovecho para preguntar tu opinión acerca de lo que sé sobre los siguientes calibres y si puedes añadir algo sobre estos o sobre otros calibres idóneos para uso policial:
ResponderEliminarEl 9x19, aquí mencionado, opino que combina una potencia media, con un retroceso manejable y una capacidad de cargador prácticamente insuperable.
El .40 S&W. Se dice que es el equilibrio entre el 9mm y el .45, con un buen poder de parada y una capacidad de cargador normal, aunque con un retroceso mayor.
El .45 ACP, con mucha potencia a costa de un retroceso mayor, unas dimensiones mayores (que el mismo arma en calibres menores), y un mayor retroceso.
El .357 SIG. Aquí es donde mis conocimientos flaquean un poco. Supongo que ofrece una mayor potencia y mayor penetración, aunque a cambio la capacidad del cargador es algo más reducida y el retroceso será también mayor.
Gracias.
Estimado Mikhail, creo que poco puedo yo añadir a lo que tú entiendes y dices.
ResponderEliminarSi acaso: el .45 ACP, aunque no lo parezca desde fuera, es más suave, dócil y controlable que el .40SW, y a veces más incluso que algunas cargas de 9 mm Luger.
Ernesto.
Hola
ResponderEliminarYo soy tirador deportivo con la potencia del 9 me sobra (sólo tengo que romper un papel)
Pero creo que a aquellos que es su herramienta de trabajo necesitan algo más serio aunque tenga menos capacidad de depósito
En una ocasión coincidí con una Baca. Si una Baca que se escapó de una ganadería y entró en la población y la patrulla de la gc tubo que sacudirle más de 15 disparos para parar al animalito
No todos los delincuentes son de 2 patas
Creo que el que esta currando por nuestra seguridad debería estar armado con un calibre que pueda dejar parado a cualquier "delincuente" en el primer impacto
Hola
ResponderEliminarYo soy tirador deportivo con la potencia del 9 me sobra (sólo tengo que romper un papel)
Pero creo que a aquellos que es su herramienta de trabajo necesitan algo más serio aunque tenga menos capacidad de depósito
En una ocasión coincidí con una Baca. Si una Baca que se escapó de una ganadería y entró en la población y la patrulla de la gc tubo que sacudirle más de 15 disparos para parar al animalito
No todos los delincuentes son de 2 patas
Creo que el que esta currando por nuestra seguridad debería estar armado con un calibre que pueda dejar parado a cualquier "delincuente" en el primer impacto
Hola, amigo. Gracias por tu comentario.
EliminarEstoy convencido de que deberíamos llevar lo mejor posible para esos casos que comentas, pero no todo depende de la potencia. De entrada, lo que sugieres de llevar un calibre que al primer impacto pare al malo… no existe. Bueno, sí: un pepino de 30 mm seguramente lo haga, pero eso no se dispara con un arma de cinto. Me refiero a que si lleváramos un .44 Magnum, por ejemplo, tampoco podríamos tener la seguridad de que un solo tiro pararíamos al malo. No se trata de la potencia del cartucho sino de qué parte del cuerpo toquemos y sobre todo qué órgano interno lesionemos con el proyectil. Hace unos días han matado a un hombre de mi ciudad de un tiro en la cara, en la boca. Fue con un 9 mm Corto, algo de menor entidad energética que el 9 mm Parabellum, pero amigo… la punta salió por el occipital. Tenía que morir por narices, nunca mejor dicho. Pero ese mismo proyectil de 95 gr no hubiese parado el avance lesivo de no adulto agresivo si le tocas un pie, una mano o el vientre (tengo muchos casos documentados, incluso en España). Mira este: un agente del CNP recibió un tiro en la cara, en el maxilar, saliendo la bala por la otra parte (un tiro lateral, no de frente). Este hombre vivió, gracias a Dios, incluso con dos impactos más en otras partes de su cuerpo: le tocaron la cabeza pero no órganos vitales.
Si nos entrenan poco y mal con munición de 13 euros la caja de 50 cartuchos, ¿cómo crees que nos adiestrarían si la caja costara 25 o 30 pavos? Peor, sin duda. Un calibre mayor no solo es más caro, sino que por ello y por desinterés entrenaríamos menos todavía. Todo esto equivale a fallar más disparos que con el dócil 9 Parabellum. Mira que caso: en un cuerpo norteamericano de patrulla de carreteras, en California, usaban revólveres del .357 Mg, pero como era costoso entrenar a la peña con ello pues usaban munición del .38 (compatible en este sentido, como sabrás), aunque a la calle salían con cartuchos del .357. Pues bien, en un tiroteo se cargaron a 5 o 6 de estos agentes. No solo no sabían usar las escopetas del 12 de dotación (el entrenamiento no incluía disparar con ellas, pero las llevaban en los patrulleros), sino que los disparos del .357 no los podían controlar por su potencia (falta de entrenamiento con dicha munición) y fallaron todos los disparos en un enfrentamiento con dos malos, a no más de 5 metros de distancia.
Un saludo.
Ernesto
Sin dudas un blog muy interesante, con muchísimos datos y muy bien elaborado, continúa en esta línea que sin dudas recibirás muchas satisfacciones, saludos
ResponderEliminarGracias, Todos Policías.
EliminarMi vida ha dado un vuelco importarte en el último año, pero ojalá siga viviendo en mí el mismo entusiasmo por estas cosas.
Un abrazo.
Ernesto.
hola ,soy juan manuel de girona .
ResponderEliminarahora últimamente ,he montado 9X19 ,con proyectiles de 147 greins y punta hueca ,sres tiene un poder de parada muy bueno ,con la ventaja de que el arma ,no tiene casi relebación ,cosa que nos ayudaría,a agrupar los disparos ,ademas es una punta que tiene menos velocidad ,por lo tanto los rebotes son mas controlados .
el único problema ,que he encontrado es que al llevar menos polvora ,a veces falla ya que el piston si no es boxer ,no enciende como debiera .
Es una munición que creo nos facilitaría ,el trabajo, me gustaría que dierais vuestra opinión y si ppodeis la probarais ya que el cambio se nota .
Un abrazo amigos ,(recordad, cada vez que nadie nos llama para invitarnos ,si no para salvarlos .
Hola, José Manuel. ¿Qué proyectil es, a parte de esos 147gr? ¿A qué objetivo has impactado y desde qué distancia para saber qué 'poder de parada' tiene. Por cierto, yo no creo en el poder de parada sino en el de pegada, en el de transferencia de energía.
EliminarCreo que tal vez se trate del Golden Saber, ¿no? Me consta que hay municipios de Gerona que lo emplean.
Saludos.
Ernesto.
excelente nota, la verdad veo que el problema no es el calibre, sino la punta en si, el 9mm con punta expansiva es ideal, es manejable, pegador y economico relativamente en comparacion a otros calibres, lastima que en Argentina las tenemos prohibidas a esas puntas, y nos limitamos a las mas "Humanas" full metal jacket, que tienen sobrepenetracion . saludos y los leo siempre.
ResponderEliminarAqui en usa, estan obcesionados con las balas de punta hueca, olvidando que la bala de fmj o encamisada es la que se usa en todas las guerras, no por la cnvencion de hage, si no por su penetracion, es mejor multiples enemigos heridos o muertos por pocos disparos(atraviesa uno y le pega al otro), que pocos enemigos (mata o hiere solo uno)con grandes cavidades del tiro.
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