Al que le pique… que se rasque

Por: José Moreno

POLICÍA activo, en activo

Estimado elemento, y digo elemento porque no te puedo llamar compañero, ya que mis compañeros son POLICÍAS y tú no lo eres por mucho que te vistas con la misma ropa que los que sí lo son. Por cierto, ropa con la que generaciones enteras de POLICÍAS han derramado su sudor y su sangre para que tú te beneficies de su esfuerzo y sacrificio, creyéndote uno de ellos. Tú sabes que no lo eres. Si tuvieses vergüenza, cada vez que te miraras en un espejo vomitarías ante la visión de inútil total que refleja, vamos… de un vago de aquí te espero. En resumen, de un individuo que ha tenido la suerte de que el Estado haya abierto la mano para llenar este cuerpo de gente como tú. Fíjate si ha abierto la mano que ha tenido que bajar las notas de corte al 2 y al 3, para que entrarais sujetos de tu perfil social y calaña humana.

Hasta ahora no tendrás muy claro el por qué de todo lo manifestado, pero te lo voy a explicar por escrito y no como tú haces, cotilleando con malicia y por detrás, despellejando a unos y otros, y empuercando para así sentirte mejor y no verte como el ruin que eres.

Con motivo de una intervención en la que he aplicado el Código Penal (podría poner CP, pero a lo mejor te crees que es el nombre de un bar, así que lo pongo con todas sus letras), tú y tus comadres me habéis juzgado y sentenciado sin ser jueces, y me habéis acusado sin que seáis fiscales. Si hicieras un esfuerzo supremo y leyeras algo que no fuese el manual de un teléfono móvil, verías que la intervención es más que correcta. Fíjate si se ajusta a derecho que ni la juez se atrevió a dejar en libertad a los choros sin pedir un informe, que cuando le ha llegado ha dado la razón a los actuantes. Esto lo hacéis siempre con muchos: rajar, rajar y rajar. Cómo se explica que estando tan mal detenidos como tú bocaza dice por las esquinas, estuviesen detenidos desde las cinco de la mañana hasta las nueve de la noche, y solo se les haya dejado en libertad por no llegar un fax que llegó más tarde. Piensa un poco. Sí, ya sé que te es difícil, pero si lo intentas seguro que un poquito eres capaz de discernir.

La pena es que tú no lees nada relacionado con lo que concierne a tu presunto trabajo. Cuando lees algo es porque huele a malicioso y sirve a los de tu religión, esa que dice que tienes derecho a un sueldo sin hacer nada. Si en un ataque de lucidez decidieras leer algo, no tendrías nada más que pedirme literatura sobre el supuesto que tanto has criticado. De verdad, yo te la dejaría.

¿Por qué no te vas a tomar por donde amargan los pepinos? Búscate un trabajo de esos en los que dices que se gana tanta pasta. Nadie te ata aquí. Es más, los que sentimos orgullo del cuerpo al que pertenecemos no te queremos con nosotros. Te aclaro algo: estar orgulloso del cuerpo no es lo que tú sientes delante del espejo cuando te ciclas. A la gente como tú hay que explicárselo todo. Compórtate como un hombre y si tienes que criticar algo hazlo a la cara, como las personas. Hablando podríamos habernos entendido.

Esto es para ti. Sí, tú, el que practica deportes de invierno. Eso es, el que juega con la nariz y la nieve. Tú no cuentas para mí. Eres uno de los bultos con los que me encuentro cuando voy a trabajar, sí, cuando voy a trabajar. No es lo mismo ir al trabajo, como vas tú, que ir a trabajar. Si estás leyendo este escrito te darás cuenta de si está referido a ti. Tú sabrás si te identificas, ¿verdad?

¿Sientes ganas de arrancar estas palabras, de este tablón?, ¡arráncalo, pondré otro!

Un saludo a todos los POLICÍAS.