“TOC, TOC, TOC”: LA PUERTA EQUIVOCADA

Por Ernesto Pérez Vera

Cositas que pasan, que dirían unos cuantos amigos míos y mi querido hermano Víctor. Cuando uno está ante una situación desesperada, uno llama a todas las puertas que tiene a su alcance. Esta forma de actuar responde, seguramente, al comportamiento normal de todo ser humano mentalmente sano y puede que incluso al de alguno insano. Es muy posible que todos hayamos recurrido alguna vez a ello. Yo sí, desde luego. Pero claro, si uno pulsa muchos timbres puede que las puertas las terminen abriendo, a veces, personas poco adecuadas y nada colaboradoras. Es, sencillamente, una cuestión aritmética de probabilidades. Frente a la desesperación cruzamos los dedos para que nos reciba el vecino más simpático y eficaz, de cara a la resolución de nuestro agobiante problema.

Pero qué va, cuando nos estamos quemando no siempre nos atiende un vecino bombero, extintor en ristre y manguera al hombro. Es lo que le ha pasado a un señor, a un compañero policía, que ha llamado a mi puerta cibernética. Es, según me dice, instructor de tiro desde hace más de 20 años; y sostiene que como tal ejercía, hasta hace poco tiempo, en su plantilla de más de 200 funcionarios. En palabras suyas: Entrenaba a todo el mundo una o dos veces al año. La gente estaba contenta. Casi siempre íbamos con un campeón de tiro que vive aquí mismo, quien nos corregía los empuñamientos e interpretaba las dianas cuando las revisábamos a la hora de parchearlas, para anotar los resultados en las cartillas de tiro. Todo se hacía con mucha seriedad, porque nos trasladábamos a un club de tiro de precisión, para disparar desde veinticinco metros. Los compañeros que tenían interés, se divertían; y los que no tenían mucho interés, ya sabes… a esos les daba cuartelillo. Si alguno no quería tirar, me encargada de repartir su munición entre los que sí quería pegar unos cuantos tiros más. En fin, había muy buen rollo, lo que debe haber entre compañeros, más aún cuando de pegar tiros se trata. Estas son, casi literalmente, algunas de las manifestaciones de este veterano instructor de tiro de la Policía. Han sido extraídas de dos correos electrónicos, los mismos que parecen haber durado nuestra efímera amistad.

Este hombre me ha contactado creyendo que en mí iba a encontrar apoyo o consejo en su beneficio. Su paño de lágrimas se creería que iba a ser yo, vamos. No sé de dónde ha podido extraer tal idea. Se queja de que tras 20 años haciendo lo arriba transcrito, el jefe del Cuerpo ha decidido sustituirlo por un compañero que es, según leí en su primer email, un majarón de las armas y del tiro. Un friqui que está obligando a la gente a disparar desde 2 metros del blanco, y además moviéndose. Es el típico que está todo el tiempo leyendo sobre balas y cosas raras de esas.

Así es. Este policía, cabo en realidad, me ha preguntado si yo tenía mano para hablar con su jefe. Pretendía que yo, que he escrito un libro —así lo dijo él—, le comentara a su jefe lo desacertado y descabellado de los nuevos ejercicios de tiro implantados en la plantilla. Para ello me comentó varias cosas más, como que este nuevo instructor aconseja a los policías usar cartucho en la recámara de la Walther P-99. Supongo que se refería a que el otro recomienda trabajar con los mecanismos de disparos dispuestos en doble acción. Dado que todo esto me lo ha trasladado por escrito, me cuesta trabajo ponerle tono a la conversación, pero en virtud de los muchos signos de exclamación consumidos, sospecho que estaba muy indignado.

Preguntado mi interlocutor por el nombre de su ciudad, resulta que efectivamente conozco al nuevo profesor de tiro y a su jefe. Ambos me caen como el culo y no son amigos míos. Pero una cosa es una cosa y otra cosa es la otra cosa. Por muy gilipollas que el advenedizo pueda ser, y lo es mucho, se encuentra encarrilado en la vía acertada en cuanto a la formación de sus compañeros. Al menos, así lo veo yo. ¡Qué podía decirle a este cabo! Pues la verdad, solo la verdad, lo que suelo hacer. Le he dicho que sí, que conozco a su jefe y que no me gusta nada de nada, pero que no podía manifestar nada en contra del nuevo sistema de reciclaje anual de su platilla sobre el uso de la pistola, por imbécil, oscuro, sibilino, falso y soplagaitas que sea el promotor, que ahora es su sustituto. Como ven, no oculté mi parecer respecto a la persona. Pero otra cosa es el ámbito profesional, y si todo está bien, bien está todo. Con delicadeza, le he reconocido que contra el método anterior, contra el suyo, sí que podría escribir muchos folios (de hecho llevo muchos años haciéndolo). El pobrecillo se ha justificado débilmente y sin eficacia. Lo que alegaba en su descargo solamente empeoraba mi idea sobre él, pero esto no he querido decírselo.

Es curioso, aunque no sé si es mejor decir temerario, que se haya atrevido a escribirme, sin haber hecho antes los deberes. Sabe que he escrito un libro… Pero ¿lo habrá leído? No, claro que no, de haberlo hecho no me hubiera contactado para tratar de hacerme aliado suyo en tal marranada. Sin duda alguna, este señor tenía fuego en su casa, pero a todas luces yo no era aquel vecino que siempre guarda un extintor detrás de la puerta, junto a una manguera. En fin, cabo, otra vez será.

Comentarios

  1. !Muy buena anecdota, diría yo amigo Ernesto! Y no. No apostaria contra ti en contra de si ha leído tu libro, al igual que tu no apostarías contra mi en cuanto a que yo considero que NUNCA, ha leído tu blog... Los dos sabemos la respuesta... Espero. Es la única explicación... Un Abrazo. PD. Es que me he sentido un poco aludido.

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    1. Yo también me siento aludido, pero en otra versión: se limpiaron el culo (pido disculpas por el lenguaje) con mi propuesta de instrucción para el Cuerpo. La respuesta, que fue educada en tono, fue: a ti jamás de van a dejar ascender, instruir ni obtener premios.

      Otros tienen mejor suerte, aunque sea por lo es...

      Ernesto.

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  2. ¿Y si en verdad estamos equivocados? y somos unos locos mata gente, que en nuestra locura intentamos arrastrar a cuantos más mejor para que no se nos note que somos unos lunáticos.
    Dice una frase: Que tantos no pueden estar equivocados. Y tenemos que reconocer que en esa palabra “tantos” están la mayoría.
    Quizás debamos volver al rebaño y dejarnos de frikadas propias de adolescentes adictos a la Play.
    Mezcla al sabio del anterior artículo y al protagonista de este y tendrás un compendio de sabiduría y conocimientos al que no queremos hacer caso y así nos va.
    Coño que de todos es sabido que no hay nada como estilizar la figura y a una mano la otra puesta en la hebilla hacer unos tiritos a 25 metros agrupaditos y bajando el brazo entre tiro y tiro. Además si le das a 25 metros para que coños practicar a 2 metros le das de todas, todas.
    No confundirse no es cosa de la edad, para algunos el ZETA 70 era una segunda piel y para la mayoría de los jóvenes de ahora es una máquina infernal. Un saludo José Moreno

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    1. Hola, Moreno.

      Me alegra que seas tú quien lo diga. Un abrazo.

      Ernesto PV

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  3. Si podemos afirmar quien tiene la razon , creo que apostaria por tu flanco sin duda. Ahora bien si me lo permites quizas esta persona no busca lo que te conto, si no todo lo contrario, no sera que quiere que le den una voz para despertar y una referencia de como hacerlo, posiblemente no se empapo de tu libro, pero te conoce y te sigue ,,,es como el adolescente que no escucha a su padre. pero lo imita....este tio creo que te aprecia y anda muy confuso. Ya sabes Ernesto no se explicarme , un saludo champion.

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    1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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    2. Hola, Escarceneitor.

      Creo que no es lo que dices. Este compañero no tiene interés alguno por el tiro. Hablaba con desprecio del otro instructor, por el hecho de que propone salir de la caverna. Mira que me parece un imbécil el tío, pero sin duda está apostando por el bien entendido progresismo de la instrucción de tiro. Que no leyera mi libro no tiene importancia para mí y que no me siga en el Blog tampoco. Ese hombre seguramente tuvo en sus manos un artículo mío impreso en "Armas.es" y alguien le diría que me contactara. No tiene pinta de haber leído nunca nada especializado. Tras realizar gestiones con gente que lo conoce desde hace años, me dicen que en este tema es lo siguiente a limitadito. Su horario era normal, así que no pierde privilegios en ese campo. Huele a animadversión contra el otro.

      Un saludo y gracias por comentar.

      Ernesto PV

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  4. Pues que le den al machote ese , que sea mas honesto realista y de mente abierta , para poder seguir aprendiendo cosas en la vida

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    1. Mira, yo creo que este tipo no es malo, simplemente no sabe nada de esto y cree que sí. O sea, no sabe que no sabe. Seguramente realmente esto le importa un pepino, porque creerá lo que durante décadas tantos han creído, que dando en el diez a 25 metros ya eres capaz de todo. Con su edad, que al parecer supera los 50, estará convencido de que lo que aquí hablamos es de locos. Tal vez él sea una víctima desfasada y no tanto un verdugo.

      Un saludo.

      EPV

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  5. que bueno lo de no sabe que no sabe,,jejej que buena y corta explicacion , te veo mas compresivo en este ultimo comentario, al principio fuistes duro

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  6. en relacion a lo que comentais, puedo decir tal vez en favor del individuo en cuestion que tal vez, siga simplemente los puntos indicados por el cuerpo al que pertenezca, y el cual aun sigue atrapado en le siglo XIX, muchos de los instructores que he conocido son, asi, simplente se ciñen a lo indicado.
    Que si tal vez deberia haberse reciclado, pero.. en mi tiempo libre??
    con mi dinero??
    Esa es la idea de los muchos que he conocido y conozco,
    Yo del mismo prefiero que me tache de friki, o del flipadillo, pero si puedo hago tiradas a una mano, a dos, y a tres por que no tengo que si no....
    a dos metros y a 25 lo que surja, en la calle no sabes donde va saltar la liebre,
    en semipenumbra y con guantes puestos.
    que tal vez y ojala no tenga que usarlo nunca pero si ha de hacerse que al menos no quede en lo intente y lo habia practicado..
    NO ME ENTENDAIS MAL. no quiero excusar al individuo, ni justificarlo pero conozco a mas de uno que sigue afirmando que la escopeta del 12, intimida a la ciudadania y que para que llevarla en el coche, es mas si no la llevas no tienes que saber usarla.
    UN SALUDO YAYO.

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  7. Hola, Yayo.

    Este hombre es, definitivamente, un producto caducado. Es el resultado de una mala visión general del trabajo de nuestro colectivo, el policial. En su academia, en la que realizó el curso de Instructor de Tiro hace 3 lustros, el director del centro ha estado durante años despidiéndose de los alumnos, en el acto de fin de curso, con estas palabras finales: “¡Recordad, el ciudadano siempre tiene la razón. No os busquéis problemas!”. Con este percal, ¿qué clase de policías se forman? El que llega con las cosas muy muy claras, no se ve contaminado por estas mamarrachadas, pero la inmensa mayoría llega virgen cerebralmente hablando en lo policial: se impregna de aquella basura y sale bobo, a veces como en realidad quería salir.

    Decirte algo, ese director lleva más de 15 años en el cargo (puesto político), pero antes perteneció a la Escala Ejecutiva de tu organización.

    Un abrazo.

    Ernesto

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