Con Hans Christian Andersen en Málaga
Por Ernesto Pérez Vera
Aunque nació en Odense (Dinamarca) en 1805, el autor de El patito feo y La sirenita aguanta bien el envite de los años. Tan insigne viajante, poeta y escritor recorrió España en 1862, llegando a manifestar en su obra Viaje por España, que "en ninguna otra ciudad española he llegado a sentirme tan dichoso y tan a gusto como en Málaga".
Aunque nació en Odense (Dinamarca) en 1805, el autor de El patito feo y La sirenita aguanta bien el envite de los años. Tan insigne viajante, poeta y escritor recorrió España en 1862, llegando a manifestar en su obra Viaje por España, que "en ninguna otra ciudad española he llegado a sentirme tan dichoso y tan a gusto como en Málaga".
La cosa es que paseando con mi mujer por la avenida Andalucía
de la capital de la Costa del Sol, lo vimos sentado en un banco. Estaba
descansando bajo la fresca sombra de una gran palmera. En un principio no me
atreví a acercarme a él, pero finalmente me armé de caradura y decidí
saludarlo. No voy a negar que me encontraba muy nervioso, pues Hansi, como me
pidió que le llamara, ha publicado, ¡ahí es nada!, casi ciento setenta cuentos
infantiles (también ha cosechado éxitos en otros géneros literarios). Pues
bien, en esas estábamos cuando me dijo que me había reconocido y que sabía
perfectamente quién era yo. ¡Toma ya! Pero claro, esto me estresó aún más, la
verdad. Pronto quedé petrificado: quería que le dedicara mi libro. Me dijo que
lo había leído dos veces y que desde el principio quedó atrapado por la
narración de los sucesos recogidos en la obra. Se refería, efectivamente, a En
la línea de fuego. Yo no daba crédito a lo que estaba oyendo, María José, mi
mujer, tampoco.
Lo cierto es que va a comprar dos ejemplares más, o eso me
participó, uno para su primo Soren, que es policía en Copenhague, ciudad a la
que pronto viajará para fijar allí su residencia definitiva; y otro para Walter
Dickens, el segundo hijo varón de Charles Dickens, su gran amigo y compañero
inglés. Walter, al parecer, se ha inclinado finalmente por el mundo de la
milicia, pero desde muy pequeño parecía que se iba a decantar por el ingreso en
la recién creada Policía Metropolitana de Londres. Él se lo pierde.
En fin, cositas que pasan cuando uno viaja aunque sea a la
provincia de al lado. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.■
¡Muy bueno , amigo!, por cierto a él se le ve más "bronceado" que a ti. Un abrazo.
ResponderEliminarQuerido Manolo, mi amigo Hansi lleva todo el verano de viaje por España, de ahí que luzca tan bronceado el jodío. Lo lleva bien, la verdad.
EliminarUn abrazo.
Ernesto