EL RESCATE DE UNA MEMORIA MOJADA Y OLVIDADA
Lo que seguidamente van a leer no es nuevo y quizá ya huela a rancio.
También a humedad. Pero es, posiblemente, lo único que tengo de aquella época. Es
un reconocimiento que todavía no se ha secado dentro de la memoria de mi alma.
Hay cosas que nunca se olvidan, ya sea por dolor o por alegría.
Mi hijo desempolvó ayer un recuerdo siempre latente en mí. Unas
gratificantes palabras brindadas por un compañero, y sin embargo también amigo.
Fueron y siguen siendo la mejor condecoración jamás recibida (en realidad
carezco de tales distinciones). No es vanidad, no se equivoquen, es necesidad:
no puedo luchar contra la rememoración. Siempre pierdo el combate en ese campo
de batalla al que llamamos ‘evocación’. Las zancadillas, los empujones, los pisotones
y los escupitajos fueron salvados, pero no olvidados. Los embustes siguen
habitando en la nube del contubernio antinatural e interesado. La caverna de la
mentira continúa subvencionada. Ahora, con permiso del todopoderoso tiempo, me
permito hacer ciertos ejercicios recordatorios y reflexivos.
Estas palabras fueron
escritas, en este espacio, el 6 de julio de 2010 por el subinspector de la
Policía Local de La Línea de la Concepción (Cádiz) Rafael Aradas Alarcón.
Pueden leerlas en el enlace o directamente en este mismo artículo, saltándose el
‘link’:
Palabras
que se citan:
Para
empezar, quiero pedir disculpas, pues no sé si este es el lugar adecuado para
publicar este comentario, por ser un lugar específico para este artículo, pero
no sé encontrar otro.
Hoy quisiera
hablar del autor de este blog, pero no de sus cualidades como instructor de
tiro, que los asiduos al blog y especialistas conocerán con toda seguridad mejor
que yo, que, hasta cierto punto, soy un neófito. Hoy voy a hablar de Ernesto
Pérez como policía y como persona, pero
sobre todo como policía. Como
persona me lo reservo para el ámbito personal entre él y yo.
Quiero
reflejar sus excepcionales cualidades profesionales que no se limitan a una
aptitud incuestionable, sino sobre todo a una actitud fuera de lo común que lo
han convertido, para mí, en el mejor policía
que conozco. Él me dijo, hace poco tiempo, que era policía mientras que otros cobraban por serlo. ¡Qué gran verdad! Ser
policía no se limita a vestir el
uniforme. Ser policía es un cúmulo
de cosas que conllevan dedicación, esfuerzo, preparación y formación continua. Todo
ello acompañado, muchas veces, de alegrías; pero otras tantas de sinsabores y
de luchas contra elementos que poco saben del esfuerzo diario del que vela por
el bienestar de quienes convivimos en esta sociedad.
Por todo
ello quiero felicitarte hoy, Ernesto: por tu honestidad laboral sin límites y
por tu saber estar a lo largo de estos años que hemos compartido subidos en un
viejo y destartalado patrullero.
Voy a exponer
un pequeño ejemplo de su actitud. El día 4 del presente mes, el agente de policía don Ernesto Pérez Vera recibió
un aviso de la Sala del 092 informando que una persona se estaba ahogando en
las playas de nuestra ciudad, lo cual es habitual en la zona por la
peligrosidad de las aguas del Estrecho. Pues bien, este policía se desprendió de su uniforme y equipo y, sin pensárselo dos
veces, se lanzó al mar. Y con un temporal de levante que hubiera amedrentado a
la mayoría, nadó más de 150 metros mar adentro y consiguió rescatar a quien se
ahogaba. El bañista, para dificultar más aún el peligroso rescate, superaba los
120 kilogramos de peso.
En fin,
una hazaña digna de un héroe. Una actuación al alcance de muy pocos. Por ello, aprovecho
este espacio para felicitarte por este acto heroico que ya es suficiente para
catalogarte como persona y como policía,
para toda la vida. Yo sé que esto, para ti, no es bastante y que en el futuro
volverás a hacer cosas similares o incluso mejores, si cabe. En definitiva, quiero
agradecer tu ejemplo y tu perseverancia, y desde este foro mostrarte mi más
profunda admiración. Quizás otros no sepan valorar estas cosas, pero yo sí.
Tu
compañero y amigo, Rafael Aradas Alarcón. Siempre Fali.
* Artículo
relacionado:
Hola amigo, pues no, no huele a rancio... A mí me huele a brisa fresca. Aunque sabía de esta actuación porque no se cuando, la verdad, lo leí porque algún compañero tuyo hizo referencia en tu blog del hecho, aquella vez no lo hice porque no "tocaba", pero hoy sí.
ResponderEliminarSolo hay que empatizar un momento en la situacion para entender lo que hiciste. Ser POLICIA con mayúsculas. Enhorabuena. Un abrazo.
Gracias por tus palabras, Manolo. Poco tiempo después fallecieron unos compañeros del CNP en Galicia haciendo lo mismo y me llamó Fali para decirme que se había emocionado oyendo la noticia y recordando aquello de julio de 2010, que mis jefes políticos silenciaron para no tener que reconocerme de modo alguno.
EliminarUn abrazo.
Ernesto
A ese nivel llegaban solo para fastidiarte?y los bañistas no dijeron nada para que te reconocerían méritos?
EliminarSoy un "patrullero" normalito, de una pequeña PL del centro de la península, con 16 años de servicio a mis espaldas. He atendido toda clase de incidencias y habré participado en más de 50 detenciones propias de mi PL o apoyando a GC. Nunca he hecho una heroicidad como la tuya.....solo he intentado hacer las cosas lo mejor que he sabido y podido. En estos 16 años sólo he recibido como único reconocimiento una felicitación por escrito de un comandante de puesto de GC por una detención con decomiso de una cantidad importante de drogas. De mi unidad nada de nada. Enhorabuena por ese servicio Ernesto. Es una lástima que ya no lleves uniforme.
ResponderEliminarM.A.G.
Gracias por tus palabras, M.A.G. En mi plantilla hay policías, muchos de ellos mandos, que no han hecho tus 50 detenciones ni en 16 ni en 26 años. Y esto no es pequeño y ajeno a las incidencias. Enhorabuena.
ResponderEliminarFeliz 2015.
Ernesto
Lo mismo te deseo Ernesto.........y lo mismo para todos los compañeros que suelen visitar tu blog.......Feliz 2015.
ResponderEliminarAmigo Ernesto,siento decirte que tu artículo me sabe a agridulce. Y lo vas a entender el porqué.
ResponderEliminarPor una parte me alegra que por lo menos alguien reconozca públicamente lo buen profesional que eres, eso digan lo que digan siempre es de agradecer. Pero por otro lado siento amargura.
Amargura como ciudadano y como policía incapcitado que soy. Lo primero porque todos debemos sentirnos mal al no poder seguir contando con tus servicios en la calle, y lo segundo porque para un COMPAÑERO que merece tal palabra, me encuentro ante 30 que son meros mercenarios peseteros.
Lo dicho, no puedo evitar ese sentimiento, no quiero ni deseo ser diplomático al decir, que ojalá tu siguieras vistiendo el uniforme de la Policía Local y algún que otro se encontrará donde se merece, en su casa o quién sabe si en un lugar más sombrio.
Un abrazo y gracias por haberme creer que aún existen policías de verdad.
Gracias por tus palabras, Juan. Tú sí que eres un héroe.
EliminarUn abrazo.
Ernesto.
Amigo Ernesto,siento decirte que tu artículo me sabe a agridulce. Y lo vas a entender el porqué.
ResponderEliminarPor una parte me alegra que por lo menos alguien reconozca públicamente lo buen profesional que eres, eso digan lo que digan siempre es de agradecer. Pero por otro lado siento amargura.
Amargura como ciudadano y como policía incapcitado que soy. Lo primero porque todos debemos sentirnos mal al no poder seguir contando con tus servicios en la calle, y lo segundo porque para un COMPAÑERO que merece tal palabra, me encuentro ante 30 que son meros mercenarios peseteros.
Lo dicho, no puedo evitar ese sentimiento, no quiero ni deseo ser diplomático al decir, que ojalá tu siguieras vistiendo el uniforme de la Policía Local y algún que otro se encontrará donde se merece, en su casa o quién sabe si en un lugar más sombrio.
Un abrazo y gracias por haberme creer que aún existen policías de verdad.
Gracias por tus palabras, Juan. Tú sí que eres un héroe.
EliminarUn abrazo.
Ernesto.
Gran actuación y gran perdida para la sociedad de un poli de los de verdad,tú Ernesto.
ResponderEliminarAlgo parecido me paso,noche de agosto,pueblo de costa,fiestas mayores y cinco minutos para finalizar turno,patrullaje por el paseo maritimo y la muchedumbre se nos tira encima de las motoclicletas señalando el medio de la bahía,tres individuos con una lancha no vieron el pequeño rompeolas que partia el muelle,saltandolo por encima con esta y prceipitandose al mar.
En fin,pues lo mismo,chapuzón nocturno,eso si,con buena temperatura y nada de olas,subimos como pudimos a los tres individuos a la lancha y la empujamos a la orilla donde estaba el 061,uno de ellos tenía un traumatismo craneal importante,la gente aplaudiendo y la verdad nos sentimos como heroes..
La parte triste,después de escribir el informe y acabar el turno pasadas tres horas,encima que era final de turno semanal,ninguna llamada,ninguna felicitación verbal por parte de mis superiores,nada de nada..
Eso si un mes más tarde y después de una accidentada,trabajosa y porque no,desafortunada detención,con posterior incidente en dependencias,de esas que pasán cuando no hay jefes de esos que mandan tanto y cobrán más aún.
A la mañana siguiente a las 9 am,después de una larga noche,llamada del jefe supremo,amenazando por el resultado de nuestra actuación y que tendría consequéncias,para colmo de los colmos finalizando con un,"recuerdas la actuación de la lancha?pues de esta te salvas por aquella!"
Perdón por el tostón Ernesto,pero tuviste mucha suerte por tener un superior así,y como tú has dicho,quedate con la felicitación de la gente que te importa,las críticas de los inútiles sirven para darnos más fuerza y seguir adelante con decisión.
Un abrazo a un tipo que siempre seguirá siendo un POLICIA.
Gracias por tus palabras, Álex B. Y enhorabuena.
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